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Capitulo 14 LOS COMIENZOS DE LA CONDUCTA DE APEGO La herencia propone... el desarrollo dispone. PB. Mepawar (1967) FASES DEL DESARROLLO DEL VINCULO DE APEGO En un nifio concreto, los complejos sistemas de conduc- ta relacionados con el apego se desarrollan gracias a que, en el ambiente familiar corriente en el que se crian la mayorfa de los pequefios, tales sistemas surgen y evolucionan de ma- nera comparativamente estable. Qué sabemos acerca de su desarrollo y de las variables que lo afectan? Abnacemelbebéno‘esunasabularasa. Por el contrario, no s6lo est&equipado.conuna-serie-desistemas-deconductm preparados para entrar en actividad, sino que cada sistema ya esté orientado de tal manera que se activa por medio de ciertos estimulos enmarcados dentro de una o més categorias amplias; lo interrumpen sistemas que también entran dentro de categorfas amplias y lo refuerzan o debilitan sistemas posteriores de tipos diferentes. Entre ellos, estan ya determi- nados sistemas queisientanilas bases para:el:posteriondess- wrolld'dé la’conducta.de apegoupor ejemplo; los sistemas prit mitivos'que‘intervienen.en.el llanto,)a.succiénplarcondicte detapréhensiény:lacorientacién del recién nacido. A éstos se agregan, pocas semanas después, eeonrisayel:balbucsags, transcurridos algunos meses, eligateangelcaminans t “4 e t 354 ONTOGENESIS DEL APEGO HUMANO Cada una de estas pautas de conducta, al ponerse de ma- nifiesto por primera vez, posee una estructuracién muy sen- cilla. Incluso algunas de las pautas motrices se organizan segtin Iineas apenas mas complejas que las de una pauta de accién fija, y los estimulos que las activan e interrumpen es- t4n discriminados de manera muy amplia y rudimentaria, Pero, de todas maneras, desde un principio ya se produce cierta discriminacién; y, también desde un principio, se da una tendencia concreta a reaccionar de manera determina- da a los diferentes tipos de estimulos que suelen proceder del ser humano: los estimulos auditivos provenientes de la voz, los estimulos visuales, del rostro, y los tactiles y kines- tésicos, gencrados por los brazos y el cuerpo de la persona. A partir de esas bases rudimentarias, surgen todos los siste mas sumamente discriminados y complejos que, durante los ultimos afos de la infancia y, desde luego, durante toda la existencia posterior, intervienen en el apego, ditigido hacia ciertas figuras en particular. En el capitulo 11, presenté un esbozo resumido de cémo se desarrolla la conducta de apego en el bebé humano. Para poder llevar a cabo un anilisis mas detallado, convendra di- vidir el desarrollo en varias fases, aunque, en realidad, no existen limites estrictos entre unas y otras. A continuacién, examinaré sucintamente cuatro de ellas. Un andlisis mas ex- haustivo constituye el tema central de este capitulo y de los siguientes. Wacemiernto - 2/3 mure> Fase 1: orientacién y seftales con una discriminacion limitada de la figura Durante esta fase, la conducta del lyghté hacia las perso- nas tiene ciertas caracteristicas, pero smhabilidad para dis- singyina unas-de-otras’se limita alos estimulos olfativos y auditivos, Esa fase dura desde el nacimiento hasta, por lo menos, las ocho semanas de edad; 0, mas a menudo, hasta las doce semanas, aproximadamente. Si las condiciones son desfavorables, su duracién puede alargarse. Emggnducia del bebé haciarcualquier persona cercan: itacién,hacia esa persona, movimientos oculares, dg.seguimientosiagarrary tratande.alcanzan:sonrisas y.bal- gear Ei bebé-sucle.dejardeilloraraliofruna.voz.9 ver una\ afm Cada una de estas pautas de conducta infantil, al influir neAnagannn 4ae4ata 4 foe te LOS COMIENZOS DE LA CONDUCTA DE APEGO 355 sobre la conducta de la persona que esta con él, sucle incidir sobre el tiempo que el bebé pasar en compafifa de tal perso- na. Respués de las doce semanas, aproximadamente, aumen- tala.intensidad de esas respuestas amistosa’. De ahi en ade- lante, el bebé presenta «una reacci6n social plena, con toda espontancidad, vivacidad y gozo» (Rheingold, 1961). Fase 2: orientacion y senales dirigidas hacia una o mds figuras discriminadas 7 Liqury suche — 3 mmarsr Durante esta fase, da.gondustmdel bebe hacia la gentewte gue siendp tan amistosa como en la fase: pero tal conduc. ta ems clara.en.relacién.con la figura.materna que en re= lacién con los demds. La gapacidad para reaccionar de modo diferenciado ante los estimulos auditivos rara vez sc observa antes de las cuatro semanas de vida, aproximada, mentesy es dificil observarla antes de las diez semanas para los estimulos visuales. Sin embargo, en la mayoria de los be- bes criados en familia, ambas pautas son muy evidentes a partir de las doce semanas o se prolonga hasta mucho des- pués, segiin las circunstancias. Fase 3: mantenimiento de la proximidad con una figura (| #102 | discriminada, por medio de la locomociony de serales — ,OEGO Durante esta fase, al bebé no sélo discrimina cada vez mas en el modo de tratar a cada persona, sino que su reper torio de reacciones se ample hasta incluir el seguimiento de laimadre.cuando ésta se marcha, elisaludo a. vila eleccién de ella como base desde lacualexplofar. Al mismo tiempo, van.desapareciendo las reacciones amistosas y poco discriminadas para con el resto de la gente. El bebé empie- za.a elegir a determinadas personas como figuras de apega, subsidiarias y descarta a otras. Trata con mayor cautela los extrafios, que antes o después provocan en él un senti- miento de alarma, haciendo que se aparte de ellos. Durante esta fase, algunos de los sistemas que influyen en la conducta del hijo para con la madre se van organizan- do gn-el sentido de correccién de objetivos. Hmeste moment ‘a apego hacia la figura materna ya es evidente para todo ee: ce EGTA GRAN ALTE CS Se eee aeoe eee eebeee ease 356 ONTOGENESIS DEL APEGO HUMANO La fase 3 se suele iniciar entre los seis y los siete meses, pero puede retrasarse hasta después del primer afto, en par_ ticular en los bebés que tienen escaso contacto con una fi- gura central. Probablemente se prolonga durante el segun- do y tercer aio de la vida. Fase 4: formacién de una pareja con correccién de objetivos Durante la fase 3, el bebé comienza a mantener la proxi- midad con la figura de apego por medio de sistemas con co- rreccién de objetivos de organizacién sencilla, utilizando un mapa cognitivo mas 0 menos primitivo. Dentro de ese mapa, més tarde o mas temprano empieza a concebir a la misma figura materna como un objeto independiente, que persiste en.el.tiempo y en el espacio y que se mueve de manera mas © menos previsible en un continuo espaciotemporal. Pero no podemos suponer que, ni siquiera al elaborar esta idea, el nifio comprenda qué es lo que determina que los movi. mientos de la madre se acerquen o se alejen de él, o qué me- didas puede adoptar é! para modificar la conducta de la ma- dre. Todavia le resulta dificil comprender que la conducta materna se organiza en torno a las propias metas prefijadas de la misma madre, que son numerosas y, hasta cierto pun- to, conflictivas, e inferir cudles son esas metas para actuar de acuerdo con ellas. Sin embargo, todo esto cambiar antes 0 después. Al ob- servar la conducta materna y «analizar» los factores que la afectan, el nino puede deducir ~aunque sea parcialmente- cuales son las metas prefijadas de ésta y los planes que adopta para lograrlas. En ese momento, su imagen del mun- do se vuelve mucho més compleja y su conducta potencial- mente més flexible. Expresado en otros términos, podria afirmarse que elnifio va adquiriendo cierta comprension de los sentimientos y motivaciones de la madre. Una vez logra~ do esto, el terreno queda preparado para desarrollar una re- lacién mas compleja entre ambos, que yo llamo «de aso- ciacién» (partnership). Evidentemente, estamos aqui ante una fase nueva. Aunque carecemos todavia de datos seguros, Bretherton y Becghly- Smith (1981), por ejemplo, sugieren que algunos nifios em- piezan esta fase alrededor de la mitad del tercer afio. Anali- zaremos un poco mds este tema en el capitulo 18. e eeeeee LOS COMIENZOS DE LA CONDUCTA DE APEGO 357 Por supuesto, resulta totalmente arbitrario afirmar que el apego se forja en determinada fase del desarrollo. Es ev dente que todavia no se ha forjado en la fase 1, mientras que ya existe en la fase 3. Sin embargo, de cémo definamos ese vinculo depende que aceptemos 0 no que ya se pone de ma- nifiesto ~hasta cierto punto durante la fase 2 En lo que queda de este capitulo y en los capitulos si- guientes, procuro describir algunos de los procesos inter- nos y de las condiciones externas que hacen que el reperto- rio de conductas infantiles se desarrolle durante esas fases sucesivas. Al examinar su desarrollo, haremos continua re- ferencia a los principios de ontogénesis ya expuestos en c capitulo 10: a) la tendencia a que los diferentes estimulos eficaces se vuelvan mas restringidos; b) la tendencia de los sistemas de conducta primitives a volverse mas elaborados y a ser sustituidos por otros mas complejos; c) la tendencia de los sistemas de conducta a ser no fun- cionales en un principio, para lucgo integrarse en conjuntos funcionales. Pero antes de entrar en un anilisis ontogenético, de gAmonos a examinar nuestro punto de partida: el repertor i de conductas que posce el bebé humano al llegar al mun REPERTORIO DE CONDUCTAS DEL RECIEN NACIDO Se han desarrollado muchas tcorfas absurdas acerca repertorio de conductas del bebé durante sus primeros m ses de vida. Por un lado, el recién nacido ha sido descrito como si sus reacciones fuesen completamente indiferencia das ¢ inconexas; por otro, las ideas y conductas caracteris. ticas de la fase 4 han sido atribuidas a bebés muy pequenios. La capacidad de aprendizaje que se les atribuye va desde la virtualmente nula a la propia de un nifio de unos tres afios de edad. Ya no existe excusa alguna parra seguir aceptando estos mitos de los afios sesenta. Gracias a las cuidadosas invest gaciones de muchos expertos en psicologia evolutiva, ahora contamos con datos relativamente fiables acerca de lo que,

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