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Est Ceres Arquitectur 14 EIJARDIN en la arquitectura del SIGLO XX Coleccién dirigida por Jorge Sainz (Owa (em Koolhaary Ha Zenhela, propwesa pare el purge de La Viet, Par 198. Estudios Universitarios de Arquitectura 14 Editorial Reverté Dario Alvarez El JARDIN en la arquitectura del SIGLO XX ‘Naturaleza artificial en la cultura moderna Prélogo Miguel Angel Anibarro Edicion Jorge Sainz © aco Alvarez Alar, 2007 dasoatsp.vacs ‘wwe sa edn © fairl Reve, S, Barcelona, 2007 Reserados oes los derechos La epoca ttl o parila obra, por ‘Stalguir medio oprostisto,compendio I eprogeaa ye atamiento ‘nfoemiio, ya dstbocén de eemplar de ls sadam allt o pest Pllc, queda rigrosamente pola sia la aoa esr de os laser copyright bajo ls snciones estaba por lee. Errownat (all Lona ty Te (454) 93 4293336 Fax (34) 93 439 5189 : Corea: evere@reverscom interac: wise veecom Inpres en Espa Printed in Spa Dpto Lg B 38883-2007 Inpestn: Renbook impr, 8, Bacelons Regio bibiogrifco seo) Avanex Atvarez, Dato ‘jardin la atecara dl sigh xc: parurera ail en a cara rmodefns/ Davin Aare pogo Miguel Angel Aniaco jeii Jorge Sun “areions Reset, D. [2007 497 fils 4 m-~ Ustadon Uaivertaros de Acqua 14) oral. 471476 lice DUBS Norby sonatas ‘1 Arguicrindel pe —S- XXL Aatbrzo, Miguel Angele sine ‘Avia, orgy I 5 % 15 16 indice Préloge Un viaje extraordinatio Introduccién El jardin seinterpretado Léminas en color Pare 1 La ARQUITECTURA COMO MODELO El jardin arquitecténico Interaccién con Ia casa La primavera sagrada Jardines protorracionalstas El nuevo parterre Pare tt VANGUARDIA Y NATURALEZA, Jardines de hormigon Jardines cubistas Jardines absteactos Jardines racionales Jardines en el paisaje moderno Jardines biomérficos Pare i Paisajes Domeésticos El jardin de la pradera Del desiesto al bosque Exteriores saludables Vivie al aie libse El paisaje entra en la casa 35 0 & om 103 nas 137 149 165 rer 195 205 245 Page iv EL ENTORNO INTERIOR El jardin en el aire Nacuralezas muertas Paisajes sobre la cindad [La secuperacién del patio jardin Jardines metafsicos El jardin y Ia esculura Pare v GRANDES SISTEMAS VERDES Parques en Ia ciudad El parque popular Giudades en el pargue La ciudad verde Hl bosque artificial, Pare vt REINTERPRETACIONES CONCEPTUALES La continnidad de lo moderno Un parque para el silo xxi Arcadias sintéricas Geometrias de la memoria La naturaleza reinventada Conclusién El jardin del futuro Bibliogr Procedencia de las ilustraciones Indice alfabécico 257 269 279 29r 303 313 as at 345 355 as sie 4or an 430 449 469 ar 477 485 Miguel Angel ‘Anibarro Sse tee ape Un viaje extraordinario Las vicisitades en el devenir de la historia de Occidente han acer- cado o alejado el jardin con respecto a la arquitectura en grados dliversos segin los intereses y las circunstancias de la cultura de cada poca, En algunos santuarios griegos, las arboledas sagra. das que existian alrededor de los templos constituian un jardin en ciernes. Vitruvio nos muestra el jardin vinculado a usos piblicas (ceatros, emplos y palestras) o privados (la dams y la villa). Du- zante la Edad Media, el jardin adquitié valores simbélicos ¥ ut Iitarios asociados al monasterio ~aunque no s6lo al elaustco~ tal, ‘como aparece ene! plano de St. Gallen, la planta ideal de los mo- nasterios benedictinos. En el primer Renacimiento, el jardin se concebia como un género edificatorio, que Leon Battista Albert describié enumerando sus elementos y remitiendo su organiza- cidn a las reglas de los edificios en planta. En la época barroca, André Le Notre amplifies esa concepeién puramente arquiteet6- nica hasta la escala del territorio, legando al punto de absorber cl paisaje en ver de capeurar la vista, como se preferia en los jar dines anteriores A comienzos del siglo xvi, Joseph Addison proclamd el im perio de la naturaleza sobre el jardin como reaccién no tanto con- tra el sistema harraco como contra las minuciosas perversions dll jardin ala holandesa, lo cual trajo consigo implicicamente un alejamiento del modelo arquitecténico a cambio de una aproxi- ‘macién a la pintura, sobre todo de paisa, através del concepto de lo pintoresco. Esta aspiracion del paisaje justifics la delimit: cidn de un nuevo campo del saber que culmind en el siglo xix con Jos parques naruralistas de Frederick Law Olmsted, quien signi cativamente lo denominé ‘arquitectura del paisaje’. Ahora bien, cl desplazamiento del jardin paisajsta al parque urbano hizo del primero un instrumento de erecimiento, reforma y planificacién de la ciudad, no de transformacién del paisaje campestee. En el cambio del siglo xix al xx, el domestic revival inglés inici6 el re- tomo a un muevo paradigma de la arquitectura, consecuente con Ja concepeién ampliada de ésta enunciada por William More Pero este jardin arquitectonico no habria exist sin las conta ‘minaciones plésticas provenientes de la pintura en los dos prime. 10s tercios del silo Xx, y de lad art en el dlkimo, Este corte diacrénico dela historia del jardin responde a un de- terminado enfoque metodologico de la cuestién: el que, sin des- 8 EL JARDIN EN LA ARQUITECTURA DBL SIGLO xx defiar otros acercamientos, pretende entenderlo desentrafiands su estructura formal (mixta en cuanto que esta constituida por elementos tecnicos y naturales) y concibiéndolo como una con- figuracién de espacios habicables (esos, al aire libre). Es decir, e1 jardin se entiende como una arquitectura del espacio libre, donde la primera puede ser vegetal 0 no, y donde el segundo puede ser turbano o campeste;y el jardin puede actuar a la escala del edi cio, ala dela ciulad oa la del paisa, Desde este punto de vista, lo que interesa conocer del jardin es cémo se percibe y cémo se ‘usa, cual es su organizacién y cudles son los procesos de compo- sicidn, c6mo responde a las condiciones del medio isco y cusles son las imbricaciones con ss contexto cultural. Dicho esto, el presente libro dibuja un panorama entero y ex tenso del jardin del siglo xx. En su introduccién, el autor men- ter general o ensayos especificos sobre la obra de autores concre~ tos, Entre las visiones generales cabe destacar obras como Mod- ‘ert Gardens, de Peter Shepheard (1953); Modern Gardens and the Landscape, de Blizabeth Kassler (1964); Liarchitettura del siardino contemporaneo, de Franco Zagari (1988); “In search of the modern landscape”, de Kenneth Frampton (1990); Modern Landscape Architecture: Redefining the Garden, de Jory Johnson (2992); Denatured Visions: Landscape and Culture inthe Tiven tieth Century, de Stuart Wrede y William Howard Adams (1991); ‘Modern Landscape Architecture, edici6n de Mare Teeib (1993); ™ EL JARDIN EN LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX Invisible Gardens, de Peter Walker y Melanie Simo (1994); The Modern Garden, de Jane Brown (2000); 0 “Los jardines del s- slo x0", de Miguel Angel Ansbazo (2000), pilogo de a version espaiola de Avchitettura dei giardini, obra de Francesco Farillo {1967}. Ademés de estos estadios de carécter general, han ido apareciendo monografies de diferentes autores y obras, canto en forma de libros como de arculos en publcaciones peridicas. En mayor o'menor medida, todos estos estadios han contri- brido a recuperar el interés pox el jardin, areivindcar su valor como disciplina en su relacion con la arquitectara y a plantear ‘nuevas reflexiones y consideraciones en este campo. El presente libro plantes una vsin completa del tema, abarca todo el siglo my sugiere los caminos de relaién entre la argu secturay jardin en el futuro, a partis de la experiencia dela ul tura moderna. La visign general de las pubicaciones citadas se matiza y se precisa introduciendo andlsiscompositivos y espa- Boned Tague argu de Somes Rose Mote det Vol, La arquitectura como modelo voce, Adrian Genae/ x, Adriaan Gente West 8 prover para War conewss del pargue ostrchldeering Mate ov Esra Holanda, 1992, it de Lille, r95 plo sie de la ds ‘el cope Peles. El jadi es una ereacin artificial com una finalidad especifica es na estancia de la casa en el exterior. Como obra del hombre, debe llevar el sllo indeleble de sw arte y destreca Edwin Lutyens ee —™—S™—™—™—™m™—“XXx—'—“ iw’rl—ChCU F—h—6—hEhSEMSESSTsTsssssSSss—Sss—Ss—U —PsTU—U—r— capitulo 1 El jardin arquitecténico Laceritica al jardin paisajista se inicié a finales del siglo x0, sig. nificativamente en Inglaterra allf donde se habia formmalado y de- sarrollado en el siglo xvi como alternativa a la estrcta regolari dad de los jardines clisicos {italiano y francés), buscando su inspiraciOn en las formas irregulares del paisaje natura. A lo la: .g0 del siglo xtx, los grandes jardines de las residencias campestres diecon paso a otros de menor escala, de cardcrer mas doméstico,, que servian a residencias de menor tamatio. El agotamiento del repertorio formal y la necesidad de un mayor aprovechamiento del espacio, entre otras razones, desivaron finalmente en la reuti- lizacién de la geometria como sistema de organizacién del jardin yen Ia recuperacién de la arquitectura como modelo, como ya habia aconsejado Leon Battista Alberti en el siglo XV en su erata- do De re aedificatoria. Fsto conllevaria una particular atencién a Ja composicién de la planta del jardin, siguiendo las pautas maz~ cadas por la casa, un mecanismo pricticamente abandonado por el jardin pasajista, més atento a generar arandes escenas en el es- pacio. De este modo se iniciaria un didlogo compostivo muy in- fenso entre la casa y el jardin, que llegaria a construir un orga- nismo arquiteetonico nico ¢ indivisible, tal como fue concebido por el movimiento Arts & Crafts a finales del siglo x1x EI movimiento Arts & Crafts Fl movimiento Arts 8 Crafts nacié con un espiritu decididamen- te antimaquinista que intentaba hacer frente al fuerte empuje que. habian recibido en Inglaterra las técnicas de fabricaci6n indus: trial durante la segunda mitad del siglo xix, una actitod que se hizo patente en todas sus manifestaciones: «/Convirtamos a nues- {tos artistas en artesanos y a nuestros artesanos en artistas!» fue ‘uno de sus lemas més combativos. Desde esta posicién se fomen- 16 el estudio detllado de la naturaleza, que pas6 a reinterpretar- se -que no imitarse- en las diferentes actividades artistico-artesa- nas, Y a arquitectura se planted como la mas importante de llas, dada su capacidad de contener otras muchas manifestaciones, in

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