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Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derecho burgués, aunque ahora el
principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras que en el régimen de intercambio de
mercancías, el intercambio de equivalentes no se da más que como término medio, y no en los
casos individuales.
A pesar de este progreso, este derecho igual sigue llevando implícita una limitación burguesa. El
derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aquí, consiste
en que se mide por el mismo rasero: por el trabajo. [...] Pero estos defectos son inevitables en la
primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista después de un
largo y doloroso alumbramiento.46
Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derecho burgués, aunque ahora el
principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras que en el régimen de intercambio de
mercancías, el intercambio de equivalentes no se da más que como término medio, y no en los
casos individuales.
A pesar de este progreso, este derecho igual sigue llevando implícita una limitación burguesa. El
derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aquí, consiste
en que se mide por el mismo rasero: por el trabajo. [...] Pero estos defectos son inevitables en la
primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista después de un
largo y doloroso alumbramiento.46
Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derecho burgués, aunque ahora el
principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras que en el régimen de intercambio de
mercancías, el intercambio de equivalentes no se da más que como término medio, y no en los
casos individuales.
A pesar de este progreso, este derecho igual sigue llevando implícita una limitación burguesa. El
derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aquí, consiste
en que se mide por el mismo rasero: por el trabajo. [...] Pero estos defectos son inevitables en la
primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista después de un
largo y doloroso alumbramiento.46