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¿Qué 

es un emprendedor?
Se conoce como emprendedor o entrepreneur a quien organiza y conduce alguna tipo
de iniciativas organizacionales, con fines de lucro, corriendo cierto margen
de riesgo financiero en ello. No es sinónimo de empresario.
Este término proviene del siglo XVIII, en los albores del capitalismo industrial. El
economista anglo-francés Richard Cantillon fue el primero en usarlo, para nombrar a
quien “paga un cierto precio para revender un producto a un precio incierto, tomando
decisiones acerca de la obtención y el uso de recursos, y admitiendo el riesgo
inherente al emprendimiento”. En ese entonces no había mayor diferencia entre
ser emprendedor o ser empresario o comerciante.
Esta distinción es mucho más reciente. Hoy en día se
llama emprendedores a los líderes empresariales que intentan traducir sus
pasiones personales (y no el mero deseo de lucro) en iniciativas sustentables y
lucrativas de negocio. Un emprendedor es quien decide correr el riesgo de inaugurar
proyectos viables, asumiendo los riesgos que ello conlleva y motivado por una visión
específica.
Los ejemplos de emprendedorismo no escasean: nombres conocidos del mundo de
las empresas e industrias son o fueron emprendedores: Bill Gates y Steve Jobs, por
ejemplo, o Elon Musk y Mark Zuckerberg. Su ejemplo de compromiso con su causa
personal, de tesón y de visión de negocios es, para muchos, un ejemplo a seguir en el
camino del desarrollo de proyectos empresariales posibles.

 Son característicos de la era digital, pues emplean la Internet y las


nuevas tecnologías de información y telecomunicaciones para ofrecer servicios de
diversa índole, haciendo énfasis en las novedosas posibilidades de esta tecnología.
Emprendedores sociales. Se conoce así a quienes se avocan a la creación de
asociaciones y organizaciones que no necesariamente poseen carácter comercial,
como ONG’s  y otras organizaciones políticas o comunitarias.
Perfil de un emprendedor
A grandes rasgos, el perfil de un emprendedor es simple: se trata de una persona
movida por una visión interior, esto es, alguien apasionado y con
la creatividad suficiente para convencer a terceros de lo que hace falta.
Esto significa que un emprendedor no es quien sueña con hacerse rico, o poderoso,
sino quien piensa que las herramientas empresariales son un medio para convertir en
realidad una visión de mundo. ¿Acaso es otra cosa lo que hace Elon Musk con su
empresa SpaceX, dando pasos agigantados hacia la colonización del planeta Marte?
Características de un emprendedor
Un emprendedor, por lo general, reúne las siguientes características generales:
Pasión. Al no ser simplemente hombres de negocios, los emprendedores deben
conectar con sus motivaciones profundas, personales. Son ésas las que
desean convertir en una realidad.
Visión. Un emprendedor debe tener capacidad de proyección a futuro para poder
percibir y aprovechar las ventanas de oportunidad. Esto es clave en el desarrollo de
una Startup, por ejemplo.
Confianza. La incertidumbre en un emprendimiento suele estar muy presente. Por ello,
un emprendedor debe tener confianza en sí mismo y en su visión, ya que a menudo las
cosas no saldrán como él las había planificado.
Liderazgo. Si un emprendedor se comporta simplemente como un jefe, no podrá
inspirar a su equipo y contagiarles de su pasión. Debe ser un ejemplo a seguir y un
conductor hacia el camino de la realización.
Honestidad. Los emprendedores deben creer lo suficiente en sus sueños, como para
arruinarlos incursionando en prácticas deshonestas, que luego le den mala
fama al proyecto o le cierren puertas importantes.
Innovación. En un mundo tan cambiante y veloz, los emprendedores deben tener un
ojo abierto para lo nuevo: los cambios que se dan en la cultura empresarial, social o
política que les interesa, las nuevas influencias, las tendencias, etc.
Diferencia entre emprendedor y empresario
Los emprendedores se diferencian de los empresarios o de los simples
comerciantes en que estos últimos carecen de espíritu innovador, de apasionamiento y
creatividad, prefiriendo transitar caminos más seguros que conducen a
la ganancia económica.
Un empresario o un comerciante son, respectivamente, productores o revendedores,
cuya causa es apenas perpetuar el negocio en el tiempo.
Un emprendedor, en cambio, obedece a un proyecto factible que por lo general supera
el mero lucro económico y aspira a modificar el modo de vida de la gente: es decir, en
vez de hacer el negocio por la ganancia, se hace el negocio por el negocio mismo, por
lo que en el

Ventajas de ser un emprendedor


Mayor autonomía e independencia

Emprender un negocio se caracteriza por una autonomía e independencia que son


incomparables al de la ocupación de un empleado por cuenta ajena.
Independientemente del trabajo que se realiza, la libertad que otorga el tener tu
propia empresa y tomar tus propias decisiones son una gran ventaja que se tiene muy
en cuenta a la hora de plantearse el ser emprendedor. Por supuesto la clave del éxito
está en saber valorar y hacer uso de esta libertad en nuestro favor y el de la empresa,
lo cual no es innato en cada uno, sino que se va desarrollando poco a poco a medida
que nos vamos desenvolviendo con más soltura en nuestra nueva actividad. Además,
no olvidemos que ser tu propio jefe te permite también seleccionar a las personas que
quieres que formen parte de tu equipo de trabajo.
La posibilidad de mayores ingresos
Este es otro de los puntos de peso que suele ser clave en la decisión de emprender. Y
es que, ¿quién no aspira a ganar más dinero? Ser ambicioso no es un rasgo negativo, ni
tampoco lo es el hecho de querer conseguir una estabilidad económica y aspirar a un
nivel de vida superior.
La satisfacción de crear algo propio y ver como prospera
Directamente ligada al éxito e ingresos considerablemente más altos, está la
satisfacción personal que supone el crear algo propio y la consecución de los objetivos
que uno se propone. Retar y poner en prueba las habilidades de uno mismo,
arriesgarse y ver cómo prospera una idea viene acompañado de un sentimiento de
satisfacción único y nos hace sentirnos invencibles.
Aportar algo nuevo a tu entorno y ser recompensado por ello
Por último, ser un emprendedor de éxito puede mejorar tu estatus y abrirte muchas
puertas. Además, aportar tu granito de arena al entorno en el que vives también es un
punto positivo que no se puede obviar. Ser de utilidad para la sociedad a través de
acciones de diversa índole se puede considerar también como un logro personal de
auto realización.
Desventajas de ser emprendedor
Saber administrar la autonomía recién adquirida
La autonomía también trae sus inconvenientes, y es que para ser emprendedor hay
que exigirse un determinado grado de organización y disciplina para no hundirse a uno
mismo de forma rápida y catastrófica. Asimismo, y a diferencia de un trabajador por
cuenta ajena, las responsabilidades que se concentran en tu persona son mucho más
grandes tanto en número como en dimensión. Las claves para ser un emprendedor de
éxito nos exigen saber un poco de todo: administración y gestión empresarial,
comercio, marketing, y, por supuesto, ser un as dentro de nuestro área de trabajo. Por
otro lado, si piensas que has erradicado completamente la figura del jefe de tu vida,
estás equivocado, pues de ahora en adelante tus jefes serán los clientes y la Agencia
Tributaria, entre otros.
Inevitables riesgos económicos
Otro de los aspectos negativos del emprendimiento es el inevitable riesgo económico
al que nos enfrentamos: todo negocio o actividad empresarial requiere de medios
económicos para iniciarse, pero no hay seguro que valga aquí, pues todo emprendedor
se arriesga a fracasar al comenzar un nuevo proyecto y perder todo su dinero. Es
importante estar preparados y saber evaluar las dificultades que podrían surgir, así
como organizar nuestros ingresos de forma responsable hasta que el negocio florezca
y alcance una estabilidad que consideremos suficiente. Tampoco está de más tener
guardado un plan B en la manga, siempre listo en el caso de que las cosas vayan
realmente mal y no quedarnos en la miseria.
Tu tiempo libre siempre sujeto a la carga de trabajo
Ser emprendedor conlleva sacrificar noches sin dormir para sacar el negocio
adelanteLa flexibilidad horaria podría convertirse en tu peor enemiga, aunque es cierto
que en teoría eres el que se establece sus vacaciones y los días de trabajo. Pero si hay
algún problema o muchísimo trabajo y eres el único que lo puede abarcar, despídete
de los fines de semana y de la jornada de 8 horas al día, pues hay que estar siempre
dispuesto a hacer todo lo que está en tus manos y más para sacar el negocio adelante.
Y en ocasiones, esto podría significar pasar alguna que otra noche en vela.

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