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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Universitaria
Universidad Bolivariana de Venezuela
Fundación Misión Sucre
El Tigre – Edo. Anzoátegui

Monografía

Profesor: alumno: jose reyes

José barreto CI: 30.320.389

El tigre 21/11/2020
indice
introducción
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia

La necesidad de adaptar las leyes de manera que los estados garantizaran


mejores condiciones de vida a sus ciudadanos y una aplicación legal más
justa llevaron a la creación del Estado Democrático y Social de Derecho y de
Justicia.

El bienestar social y la realización de justicia aparecen como funciones


prioritarias del estado, manteniendo el principio de legalidad establecido en el
estado de derecho.

Este nuevo sistema esta al servicio del hombre, y debe ser garante del bien
común, basado en los principios de justicia social y dignidad humana. El
estado debe crear, conservar y comprometerse a materializar esos derechos
para satisfacer las necesidades de sus habitantes, logrando así un bienestar
general. Por ello la justicia, la educación, la salud, la seguridad social, el
desarrollo integral del individuo y de la sociedad y la protección de sus
derechos humanos, se transforman en funciones prioritarias del Estado.

El estado es garante de satisfacer las necesidades vitales de todos los


ciudadanos, tales como la salud, la vivienda, la educación, etc.

En el caso del estado venezolano este estimula a sus conciudadanos a


fomentar el espíritu de solidaridad, responsabilidad y ponderación en sus
acciones ante los demás organismos que no se inscriben en la función
social.

El estado se propone a obtener la procura existencial a través de la


“administración prestacional”, su principal ruta es lo social y sus objetivos
buscan el bien común y la participación justa en la riqueza social.

En este caso el intervencionismo es positivo. Independientemente de su


relación con la economía, es imprescindible salvaguardar el rol del estado
como ultima opción de garantía de la ejecución del a procura existencial,
gracias a la protección y el fomento de los derechos sociales y económicos.

El fortalecimiento del Estado Social de Derecho y de Justicia es fundamental


para la inserción de los países a la comunidad de naciones del mundo, como
para lograr la paz, proteger a la población, reforzar la legitimidad de los
estados, alcanzar un desarrollo humano sostenible y asegurar la eficacia de
las políticas públicas y desarrollo del pensamiento en pro a los derechos
humanos. En la actualidad, programas alternativos mejor conocidos como
Misiones, son un intento de solventar de forma masiva el problema de
muchos excluidos y que ahora son incorporados.

El Estado Social de Derecho y de Justicia se soporta en los principios de:

Equidad: constituye un componente del desarrollo humano donde la


igualdad en los bienes o servicios necesarios permite gozar de una
adecuada calidad de vida.

Solidaridad: Implica el reparto orgánico de la riqueza de un país, con la


intención de crear riqueza común en materia de infraestructura de bienes de
servicios considerados para el buen funcionamiento y desarrollo de la
solidaridad, pudiendo ser desde un punto de vista altruista o mutualista.

Bien común: obedece al conjunto de principios, reglas, instituciones y


medios q permiten promover y garantizar la existencia de todos los miembros
de luna comunidad humana en el plano inmaterial. Es decir, el
reconocimiento, el respeto y la tolerancia en las relaciones con el otro. Por
otra parte, en el plano material, el bien común representa la materialización
de los bienes y servicios como: Alimentación, vivienda digna, energía,
educación, salud, transporte, información, democracia y expresión artística.

Responsabilidad social: Se refiere generalmente al daño causado a la


sociedad por acciones de otro individuo o grupo. Es el compromiso de cada
persona con su sociedad.

Convivencia Social: desde un punto de vista abstracto son todos esos


aspectos formales como la ética, moral, sinergia y respeto al otro. En cambio,
desde un punto de vista concreto se refiere a la no discriminación, la
aceptación de la diversidad cultural, social e ideológica, es decir el respeto a
los derechos y a las diferencias de todos los valores que comprenden vivir en
sociedad.

Justicia Social: Se refiere a las nociones fundamentales de igualdad y


derechos humanos, a la inclusión social de manera que todos los ciudadanos
tengan las mismas oportunidades de un buen desarrollo integral, desarrollo
humano y la paz integral, y q a su vez pueda cumplir con sus deberes. No
puede considerarse justicia social si alguno de estos atributos es excluido.
Visión histórica constitucional de Venezuela

La história constitucional venezolana, que se inicia coetáneamente al


contitucionalismo español e incluso antes, toda vez que su primera
constitución data de 21 de diciembre de 1811, es extraordinariamente
agitada ya que es posible constatar un total de 25 textos constitucioales. Un
buen número de tales textos no constituyen otra cosa que una mera
cobertura jurídica con apariencia de constitución para justificar el poder de
caudillos o dictadores militares.

La constitución del 15 de diciembre de 1999, hoy vigente, ha venido a


suceder a aquella otra del 23 de enero de 1961, que fuera elaborada con el
acuerdo y respaldo de los tres principales partidos (Acción Democrática,
Copey y Unión Republicana Democrática) que apoyaron a la junta de
gobierno implantada tras el levantamiento cívico-militar que tuvo lugar el 23
de enero de 1958 contra el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, y
logró dotar al país de un régime basado en los principios de la democracia
constitucional, liberal y representativa.

La nueva constitución bolivariana aprobada bajo los auspicios del coronel


Hugo Chávez (responsable de un intento fallído de golpe de estado en 1992),
que accedío a la presidencia de la República tras las elecciones
presidenciales celebradas el 6 de diciembre de 1998 con un amplio respaldo
popular (56%) y después de haber triunfado igualmente en las eleccíones
legíslativas y regionales celebradas poco antes (noviembre de 1998). De una
parte porque el proceso de elaboración de la neva constitución, aunque
formalmente dirído por un grupo político integrado por una pluralidad de
partidos, el polo patriótico, en realidad es un movimiento.

Dos modelos de democracia: formal y profunda

Democracia formal: Sistema político donde las normas constitucionales han


previsto una separación de los poderes legislativos, ejecutivo y judicial,
reservando a la soberanía popular la elección del primero mediante sufragio
libre, igual, universal, directo y secreto.

En un sentido peyorativo se asimila a los estados en los que las normas


constitucionales reflejan este sistema jurídico pero en la práctica es
vulnerado.
Democracia profunda: será aquella que no solo haga y mantenga los
hombres y mujeres libres, si no (y también), iguales. Es más, únicamente en
la profundidad de la democracia se puede hallar formulas de equidad
razonables, de igualdad, eso si, ni uniforme ni forzada.

Democracia participativa

Democracia participativa o semidirecta es una expresión amplia, que se


suele referir a formas de democracia en las que los ciudadanos tienen una
mayor participación en la toma de decisiones políticas que les otorga
tradicionalmente la democracia representativa.

Con mayor precisión como un modelo político que facilita alos ciudadanos
su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer
una influencia directa en las decisiones públicas. Se manifiesta usualmente
por medio de referendos por los que los representantes consultan a la
ciudadanía o por medio de iniciativas de consulta que los ciudadanos
presentan a los representantes.

Derecho a la información

El derecho a la información es una de las disciplinas del derecho occidental


más recientes, pero al mismo tiempo es una preocupación inmanente de la
humanidad.

Más allá de la idea occidental de este derecho, la preocupación por la


transmisión de la información, el ejercicio natural de la libertad de expresión
y, por lo tanto, de la libertad creativa del ser humano han dejado testimonio
de esta vocación natural de ejercer la naturaleza humana. El dato, la
información, cuando se significa por medio del símbolo se transforma en
cultura, por ello cuando hablamos del derecho a la información, no sólo
hablamos de la transmisión del dato frío, sino también de una noble y
generosa dimensión humana que lo proyecta como creador de obras y
cultura.
Hoy, diversos instrumentos del derecho nacional e internacional constituyen
el marco básico para la arquitectura jurídica del derecho a la información,
comenzando por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; en Europa, el artículo 10 del Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales; la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer, entre otros instrumentos internacionales
suscritos y ratificados por diversos Estados y la interpretación que de los
mismos hayan realizado los órganos internacionales especializados.
En nuestros días, el derecho a la información es un derecho fundamental
consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que
establece en sus artículos 18 y 19 lo siguiente:
“Artículo 18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de
religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su
creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por
la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de
expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus
opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”
El derecho a ser informado incluye las facultades de :
Recibir información objetiva y oportuna, la cual debe ser completa, es decir,
el derecho a enterarse de todas las noticias, y con carácter universal, o sea,
que la información sea para todas las personas sin exclusión alguna.”
La comunicación y la equidad
No cabe duda de que la información es un bien (commodity) que repercute
en el bienestar de las personas. La relación no es sencilla, sin embargo. Las
primitivas formulaciones del desarrollo, populares hace algunos lustros,
fundamentaban la necesidad de la investigación científica porque más
conocimientos significaban más riqueza y más riqueza implicaba una mayor
felicidad. El lema positivista de "ver para prever, prever para proveer"
equipara la cantidad de información con una mayor capacidad para superar
problemas, que a su vez redunda en mayor satisfacción humana. El
concepto del "desarrollo" suplantó al del "progreso", que el positivismo
clásico postuló como meta de la humanidad. Las "etapas" del progreso
científico y moral debían ser cumplidas por todas las sociedades de manera
relativamente uniforme. Aun reconociendo que algunas sociedades
desarrolladas (por definición más ilustradas y más felices) han cometido
algunos errores que las que están en desarrollo podrían conocer y evitar, a
las primeras se las presenta como el desideratum de la perfección humana y
el modelo que debe emularse.
El conocimiento es información organizada en torno a intereses y valores
sociales. No puede afirmarse que las sociedades más desarrolladas sean
aquellas donde predomina el conocimiento. Aun en las más complejas y
evolucionadas, o en las mejor "alfabetizadas", hay ignorancia, prejuicio,
superstición e ideas primitivas. El conocimiento no está uniformemente
distribuido en la población, de modo que la capacidad para utilizarlo y
ampliarlo no es homogénea ni uniforme.
Tampoco puede sostenerse que los valores que fundamentan el trato
humano sean reconocidos y aceptados por todos los miembros de esas
sociedades. Falta resolver en ellas dilemas perennes de la condición
humana; hay disensiones internas, violencia e injusticia, desprecio por los
derechos de las personas e insatisfacción.
La equidad en materia de información pasa por reconocer que el
conocimiento, que es información articulada, exige procesos de
comunicación, en los cuales la praxis de las profesiones y las organizaciones
profesionales debe tener activa participación.
Conclusión

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