Prólogo a la segunda edición alemana -La sociedad del rendimiento sigue siendo una sociedad de la Pasión. Incluso los jugadores se dopan para dopan para poder rendir más. El entretenimiento derivado que queda junto a eso tiene eso tiene algo de distorsionado, como si fuera una mueca. Degenera en una desconexión mental. Si alguna vez llega a superarse realmente el tiempo de la Pasión, entonces ya no habrá solo un buen entretenimiento, sino también un bello entretenimiento, es decir, un entretenimiento gracias a la belleza. Es más, volverá a existir el JUEGO. [5] Prólogo -El entretenimiento se convierte hoy en un nuevo paradigma, y hasta en una nueva fórmula ontológica que decide qué es idóneo para entrar a formar parte del mundo y qué no, e incluso es en general. Así es como la propia realidad se presenta como un peculiar efecto del entretenimiento. [6] Dulce cruz Sueños de mariposas -El entusiasmo de Hegel por Rossini no es obvio si tenemos en cuenta su concepción [19] según la cual el arte que solo sirve «para divertir y entretener […] no es arte independiente y libre, sino arte servil». Por el contrario, el «arte libre» no entretiene ni divierte. Trabaja con la verdad. El «espíritu» hegeliano como sujeto del arte es por sí mismo trabajo y Pasión. La vecindad de arte y filosofía se basa en su común referencia a a la verdad y al espíritu [20] -Hegel llama la atención sobre la peculiaridad «de nuestro presente», que «en su situación generalizada no es propicio para el arte». «Nuestra vida actual» se rige, según Hegel, por «formas universales» que no se pueden alcanzar en el elemento del arte, que es la sensibilidad. A causa de un defecto de universalidad o de un exceso de sensibilidad, el arte es «para nosotros algo pasado». En vista de la mentalidad del presente, no representa ningún medio apropiado para la verdad. El «pensamiento» o la «reflexión», así lo resume Hegel, han «sobrepasado» las bellas artes. Los lugares de la Pasión o el centro de trabajo del espíritu se han desplazado del arte a la filosofía y a la ciencia, son capaces de mayor conocimiento y verdad. En cierta manera, el arte no es capaz de son capaces de mayor conocimiento y verdad. En cierta manera, el arte no es capaz de trabajar con suficiente eficiencia, o sus productos ya no obedecen a los nuevos criterios de verdad. [20] [Hegel. Lecciones sobre la estética] Sobre el lujo -El arte presupone una luxación de lo necesario. No es su intención limitarse a revertir la indigencia la indigencia. Son otros . Son otros giros totalmente distintos los que lo dominan. Pero resulta problemático que Wagner lo vincule con la indigencia. Su es el pueblo, que es la «suma de todos aquellos que sienten una necesidad comunitaria». El arte se basa esta indigencia común. Es en cierta manera una precariedad común. Todo cuanto diverge de esta necesidad de revertir la indigencia es lujo y decadencia. La precariedad del pueblo se puede subsanar porque, al igual que el «hambre» habitual, es precariedad natural. Desaparece con su opuesto, que es la «saciedad». Por el contrario, el lujo no se basa en una necesidad natural, en una indigencia. Se basa en una «imaginación» desbordante. Por eso tampoco revierte la indigencia, es decir, no es necesario, sino que más bien es dominado por una necesidad antinatural, por la «delirante necesidad sin precariedad» que, a diferencia del «verdadero hambre sensible», nunca se puede subsanar. [26] -Del «pan» y el «agua», por muy «dulces» que puedan ser, no surge ningún arte. El arte se debe a una excedencia que rebasa lo necesario. [27] -El alma humana no florece en la indigencia ni revirtiendo precariedades. Su elemento, su espacio, es el esplendor exuberante. El lujo es un esplendor que brilla sin iluminar ni señalar nada. Es un esplendor libre y sin intención que brilla sin más objetivo que brillar. señalar nada. Es un esplendor libre y sin intención que brilla sin más objetivo que brillar. El esplendor del lujo habita una superficie especial que está libre de la apariencia de profundidad y que por eso resplandece en una bella falta de fundamento. [27] - […], la vida no se cumple en la objetividad ni en la racionalidad teleológica. La verdadera dicha surge más bien de la divagación, de lo desenvuelto, de lo exuberante, de lo que carece de sentido, en fin, de la luxación de lo necesario. Es la exuberante, de lo que carece de sentido, en fin, de la luxación de lo necesario. Es la excedencia o lo superficial lo que libera la vida de toda coerción. [28] Satori -A diferencia del cristianismo, que es una religión de la esperanza y de la promesa, e incluso una religión del ahí y del futuro, el budismo zen viene a ser una religión del aquí y el ahora. Se trata de demorarse del todo en el aquí y el ahora. [35] Entretenimiento moral - La Ilustración no es solo Kant, sino no también La Mettrie, con su afirmación radical de la sensibilidad y del disfrute. Según La Mettrie, el sentimiento del ser es primariamente un sentimiento de placer y de dicha. La hostilidad de Kant hacia los sentidos no es una genuina expresión de la Ilustración, sino hostilidad de Kant hacia los sentidos no es una genuina expresión de la Ilustración, sino un residuo de la moral cristiana. Además, aquel «impetuoso entrometimiento de las inclinaciones» es cualquier cosa menos «natural». El corte tajante que separa rigurosamente la razón de la sensibilidad es lo único que genera coerciones, abre heridas rigurosamente la razón de la sensibilidad es lo único que genera coerciones, abre heridas y hace que las inclinaciones se vuelvan «vehementes» y «apremiantes». [38] [1748 Discurso sobre la felicidad] - La literatura de entretenimiento que está revestida de moralidad debe su capacidad de entretener sobre todo a la tensión dialéctica entre la vulneración del orden moral y su restablecimiento, la infracción de la ley y el regreso a ella, por ejemplo la culpa la expiación o la transgresión y el castigo. [40] - El entretenimiento es una narración. Posee una tensión narrativa. Más que la coerción y el deber es el método de hacer que los demás se metan en historias y se involucren en tensiones. Esta es también la esencia del mito, que llega hasta el presente y su cotidianidad. El carácter narrativo del mito domina también el entretenimiento. Por eso es más eficaz que el imperativo moral y más imperioso que la razón y la verdad. [43] Un sano entretenimiento - El entretenimiento se produce dentro del juicio de gusto, de modo que su objeto no es ni bello ni feo. Es meramente «agradable». Agrada inmediatamente a los sentidos, mientras que el sentimiento de lo bello presupone una mediación de la reflexión, es decir, un «juicio reflexionante». un «juicio reflexionante». Lo bello no es objeto de la sensación sensible. Más bien tiene que ver con el conocimiento y el juicio. No engendra ningún conocimiento positivo. Pero en vista de lo bello, el sujeto siente una «armonía» de sus facultades cognoscitivas. La conjunción armónica de la imaginación y el entendimiento, de la multiplicidad y la unidad, de sensibilidad y concepto, que es constitutiva del proceso cognoscitivo, constituye también lo bello. En último término, el agrado que suscita lo bello es una complacencia del sujeto por sí mismo, por su «idoneidad» para el fin de conocer, es decir, por su decir, por su facultad cognoscitiva. [45] -Kant diferencia el arte agradable del arte bello. Este último sería un arte culto. Aunque el arte bello se decanta hacia el conocimiento, en cuanto que «arte estético» tiene «como intención inmediata el sentimiento de placer», a diferencia del «arte mecánico», que solo busca reproducir positivamente el conocimiento. Pero el placer que proporciona el arte bello no es un “placer del disfrute”, sino de la “reflexión” o del agrado, al que antecede un juicio distanciado sobre el objeto. Por el contrario, el «arte agradable» es dominado por el disfrute. [46] -El entretenimiento es sano por cuanto que «sacude el cuerpo sanamente. La alternancia de emociones negativas y positivas causa un «movimiento interior» por el que «todo el negocio de la vida parece ser favorecido en el cuerpo». Así, un buen entretenimiento es tan sano como el masaje corporal oriental: [47] - Aunque el entretenimiento fomenta «todo el negocio de la vida en el cuerpo», este negocio vital en cuanto tal carece en cierta manera de una idea del negocio idea del negocio. Solo sirve para para la pura supervivencia, Lo único que vincula la salud con un objetivo, capacitándola así para un “negocio”, es la razón. Por eso Kant cuestiona el supuesto de que «tenga valor por sí misma la existencia de un hombre que solo vive para disfrutar (por muy activo que pueda ser en este sentido)». «Solo da» un «valor absoluto» al hombre «lo que él hace sin reparar en el disfrute». Lo que define la existencia humana es el hacer como Pasión. El bodily bodily well-being no es más que una sensación animal. El disfrute no eleva al hombre por encima del animal.[49] Ser como pasión Un artista del hambre [Kafka. Un artista del hambre] - El escritor no es solo homo doloris, sino , sino homo delectionis. No renuncia del todo al disfrute. La escritura es, justamente, un salario «dulce» por un servicio al diablo. Posiblemente sea más dulce que la vida a la que el escritor renuncia. El propio escritor es una «construcción del afán de disfrute», que «siempre revolotea zumbando en torno a la propia figura o a una figura ajena […] y la disfruta». Así es como se entrega al disfrute de lo bello: «Esto es el escritor. […] Estoy aquí sentado en la cómoda postura del escritor, dispuesto a todo lo bello”. [65] Serenidad con el mundo - Arte significa vida. Vivir significa, y en eso Kafka sin duda tiene razón, renunciar al «autodeleite». Se trata por tanto de evitar la repetición del yo: […]Rauschenberg deja las ventanas abiertas para que ninguna interioridad monádica obstruya su mirada al mundo. La televisión des-interioriza interioriza el yo, lo desvía hacia el mundo. Desapasiona el yo. Es, por así decirlo, un instrumento para una distracción original. Uno es distraído de sí mismo y su atención es desviada al mundo. Evidentemente Rauschenberg hace un uso espiritual de la televisión. El arte es una distracción que desvía nuestra distracción que desvía nuestra [71] atención expresamente hacia el mundo. Las ventanas abiertas deben contrarrestar el hundimiento monádico en la interioridad sin mundo. El arte no tiene por qué surgir necesariamente de una vida que no se distraiga y que tenga presente la muerte. Rauschenberg comenta contra los artistas que solo pintan sus pesadillas, que solo y enguirnaldan su interioridad: [72]* Una metateoría del entretenimiento