Está en la página 1de 10

POEMAS DE JOSÉ EMILIO PACHECO

TARDE OTOÑAL EN UNA VIEJA CASA DE CAMPO

Alguien tose en el cuarto contiguo,


un llanto quedo,
luego pasos inquietos,
conversaciones en voz baja.

Me acerco sigilosamente y abro la puerta.


como temía,
como sabía,
no hay nadie.

¿Qué habrán pensado al oírme cerca?


¿Me tendrán miedo los fantasmas

AUTOANÁLISIS

He cometido un error fatal


- Y lo peor es que no sé cuál.

MOSQUITOS

Nacen en los pantanos del insomnio.


Son negrura afilada que aletea.
Diminutos vampiros, sublibélulas,
caballitos de pica
del demonio

LOS GRILLOS
(DEFENSA E ILUSTRACIÓN DE LA POESÍA)

Recojo una alusión a los grillos:


su rumor es inútil,
no les sirve de nada
entrechocar sus élitros.
Pero sin la señal indescifrable
que se transmiten uno a otro,
la noche no sería
(para los grillos)
        noche.
ÁLBUM DE ZOOLOGÍA

Mirad al tigre:
su altiva pose de vanidad satisfecha,
dormido en sus laureles, gato persa
de algún dios sanguinario.
Y esas rayas
que encorsetan su fama.

Allí en la jaula,
como estatua erigida a la soberbia,
el tigre de papel, el desdentado
tigre de un álbum infantil.

Ociosa
en su jubilación
la antigua fiera
de rompe y rasga
sin querer parece
el pavo real de los feroces.

EL PULPO

Oscuro dios de las profundidades,


helecho, hongo, jacinto,
entre rocas que nadie ha visto, allí, en el abismo,
donde al amanecer, contra la lumbre del sol,
baja la noche al fondo del mar y el pulpo le sorbe
con las ventosas de sus tentáculos tinta sombría.
Qué belleza nocturna su esplendor si navega
en lo más penumbrosamente salobre del agua madre,
para él cristalina y dulce.

Pero en la playa que infestó la basura plástica


esa joya carnal del viscoso vértigo
parece un monstruo; y están matando
/ a garrotazos / al indefenso encallado.
Alguien lanzó un arpón y el pulpo respira muerte
por la segunda asfixia que constituye su herida.
De sus labios no mana sangre: brota la noche
y enluta el mar y desvanece la tierra,
muy lentamente, mientras el pulpo se muere.
POEMAS DE GABRIELA MISTRAL

ATARDECER

Siento mi corazón en la dulzura


fundirse como ceras:
son un óleo tardo
y no un vino mis venas,
y siento que mi vida se va huyendo
callada y dulce como la gacela.

DESVELADA

Como soy reina y fui mendiga, ahora


vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»

Quisiera hacer las marchas sonriendo


y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»

ESCÓNDEME

Escóndeme que el mundo no me adivine.


Escóndeme como el tronco su resina, y
que yo te perfume en la sombra, como
la gota de goma, y que te suavice con
ella, y los demás no sepan de dónde
viene tu dulzura...

Soy fea sin ti, como las cosas desarraigadas


de su sitio; como las raíces abandonadas
sobre el suelo.

¿Por qué no soy pequeña como la almendra


en el hueso cerrado?

¡Bébeme! ¡Hazme una gota de tu sangre, y


subiré a tu mejilla, y estaré en ella
como la pinta vivísima en la hoja de la
vid. Vuélveme tu suspiro, y subiré
y bajaré de tu pecho, me enredaré
en tu corazón, saldré al aire para volver
a entrar. Y estaré en este juego
toda la vida.
LA PAJITA

Ésta que era una niña de cera;


pero no era una niña de cera,
era una gavilla parada en la era.
Pero no era una gavilla
sino la flor tiesa de la maravilla.
Tampoco era la flor sino que era
un rayito de sol pegado a la vidriera.
No era un rayito de sol siquiera:
una pajita dentro de mis ojitos era.

¡Alléguense a mirar cómo he perdido entera,


en este lagrimón, mi fiesta verdadera!

TODO ES RONDA

Los astros son ronda de niños,


jugando la tierra a espiar...
Los trigos son talles de niñas
jugando a ondular..., a ondular...

Los ríos son rondas de niños


jugando a encontrarse en el mar...
Las olas son rondas de niñas,
jugando la tierra a abrazar...

LA MADRE TRISTE

Duerme, duerme, dueño mío, 


sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.

Duerme, duerme y en la noche 


seas tú menos rumor 
que la hoja de la hierba, 
que la seda del vellón. 

Duerma en ti la carne mía,


mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡duerma en ti mi corazón!
POEMAS DE RUBÉN DARÍO

EL ZORZAL Y EL PAVO REAL

Ve un zorzal a un pavo real


que se esponja y gallardea,
le mira la pata fea
y exclama: "¡Horrible animal!"
sin verle la pluma oriental,
el pájaro papanatas.

Gentes que llaman sensatas


son otros tantos zorzales,
cuando encuentran pavos reales
sólo les miran las patas.

BOTA, BOTA, BELLA NIÑA

Bota, bota, bella niña,


ese precioso collar
en que brillan los diamantes
como el líquido cristal
de las perlas del rocío
matinal.

Del bolsillo de aquel sátiro


salió el oro y salió el mal.

Bota, bota esa serpiente


que te quiere estrangular
enrollada en tu garganta
hecha de nieve y coral.

SONATINA

La princesa está triste...


¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan
de su boca de fresa,
que ha perdido la risa,
que ha perdido el color.
La princesa está pálida
en su silla de oro,
está mudo el teclado
de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada
se desmaya una flor.
AÑO NUEVO

A las doce de la noche, por las puertas de la gloria


y al fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre,
sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
San Silvestre.

Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara,


de que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orión;
y el anillo de su diestra hecho cual si fuese para
Salomón.

Sus pies cubren los joyeles de la Osa adamantina,


y su capa raras piedras de una ilustre Visapur;
y colgada sobre el pecho resplandece la divina
Cruz del Sur.

Va el pontífice hacia Oriente; ¿va a encontrar el áureo barco


donde al brillo de la aurora viene en triunfo el rey Enero?
Ya la aljaba de Diciembre se fue toda por el arco
del Arquero.

ALLÁ LEJOS

Buey que vi en mi niñez echando vaho un día


bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de la armonía
del trópico; paloma de los bosques sonoros
del viento, de las hachas, de pájaros y toros
salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.

Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada


que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,
cuando era mi existencia toda blanca y rosada,
y tú, paloma arrulladora y montañera,
significas en mi primavera pasada
todo lo que hay en la divina Primavera.
POEMAS DE ANTONIO MACHADO

PEGASOS, LINDOS PEGASOS

Pegasos, lindos pegasos,


caballitos de madera...

Yo conocí siendo niño,


la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!

LAS MOSCAS

Vosotras, las familiares, inevitables golosas,


vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces como abejas en abril,


viejas moscas pertinaces sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío, en el salón familiar,
las claras tardes de estío en que yo empecé a soñar!.

Y en la aborrecida escuela, raudas moscas divertidas,


perseguidas por amor de lo que vuela
-que todo es volar-, sonoras, rebotando en los cristales
en los días otoñales... Moscas de todas las horas,
de siempre... Moscas vulgares, de mi juventud dorada,
de esta segunda inocencia que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares, que de puro familiares
no tendréis digno cantor: yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado, sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos de los muertos.

Inevitables golosas, que ni labráis como abejas,


ni brilláis cual mariposas; pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas, me evocáis todas las cosas.
LOS SUEÑOS

El hada más hermosa ha sonreído


al ver la lumbre de una estrella pálida,
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al huso de su rubia hermana.

Y vuelve a sonreír porque en su rueca


el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.

La cuna, casi en sombra. El niño duerme.


Dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.

SOL DE INVIERNO

Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.

Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.

Un viejecillo dice
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol...!" Los niños juegan.

El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.
POEMAS DE JOSÉ MARTÍ

CULTIVO UNA ROSA BLANCA

Cultivo una rosa blanca


en Junio como en Enero,
para el amigo sincero,
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca


el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo,
cultivo una rosa blanca.

CUANDO ME PUSE A PENSAR

Cuando me puse a pensar


La razón me dio a elegir
Entre ser quien soy, o ir
El ser ajeno a emprestar,

Mas me dije: si el copiar


Fuera ley, no nacería
Hombre alguno, pues haría
Lo que antes de él se ha hecho:
Y dije, llamando al pecho,
¡Sé quien eres, alma mía!

CON LA PRIMAVERA

Con la primavera
Viene la canción,
La tristeza dulce
Y el galante amor.

Con la primavera
Viene una ansiedad
De pájaro preso
Que quiere volar.

No hay cetro más noble


Que el de padecer:
Sólo un rey existe:
El muerto es el rey.
DOS MILAGROS

Iba un niño travieso


Cazando mariposas;
Las cazaba el bribón, les daba un beso,
Y después las soltaba entre las rosas.

Por tierra, en un estero,


Estaba un sicomoro;
Le da un rayo de sol, y del madero
Muerto, sale volando un ave de oro.

MI DESPENSERO

¿Qué me das? ¿Chipre?


Yo no lo quiero:
Ni rey de bolsa
Ni posaderos
Tienen del vino
Que yo deseo;  
Ni es de cristales
De cristaleros
La dulce copa
En que lo bebo.

Mas está ausente


Mi despensero,
Y de otro vino
Yo nunca bebo

SUEÑO DESPIERTO
Yo sueño con los ojos
Abiertos, y de día
Y noche siempre sueño.
Y sobre las espumas
Del ancho mar revuelto,
Y por las crespas
Arenas del desierto,
Y del león pujante,
Monarca de mi pecho,
Montado alegremente
Sobre el sumiso cuello,
Un niño que me llama
Flotando siempre veo!

También podría gustarte