Está en la página 1de 2

Los estados de la tortura hasta la liberación

el verdadero silencio

al menos el instante

al menos el gobernarse

e irse a dormir otra noche

fumarse otro cigarro

recordar a Pessoa

sentir la primera persona como aquel

viejo sentado frente a la marina

como quien tiene vida frente a una tabaquería

una vida quizá grisácea

quizá silenciosa

pero tranquila, pacífica

como el azul

a cierto modo me libero y en este liberarme te

libero a ti

siempre has sido libre, te dije una vez

exhalo la imagen de tu rostro

el sonido de tu voz

con olor a cliché

olor a baúl de cedro

olor a nube de mayo

no me torturo, ya me liberé

con un par de nacimientos me he enraizado

al mismo tiempo me emancipo

me abstraigo al interior que no existe


pronuncio el verdadero silencio

observo gobernar al gobernado

despierto

no fumo otro cigarro

no una noche más

no vínculos quiméricos

ningunos dos meses

solo respiro yo al centro de la habitación

habito el mundo que no soy

inhalo casi imperceptible

huele a río

soy yo

soy el viento y el cielo también

la primera persona

la primera sonrisa

la primera mañana otra vez

silenciosa, azul, brillo gris y color luna

plateado ostión destellante

pacífica, soñada mujer.

También podría gustarte