Jubilación por Minusvalía

Cabe aclarar que la jubilación por minusvalía no es igual que la jubilación por incapacidad,
invalidez o discapacidad, son diferentes.

La ley considera minusválidos a aquellos cuya invalidez física o intelectual, certificada por una
autoridad sanitaria oficial, les disminuya la capacidad de trabajar en un 33% o más.

IMPORTANTE:

Es fundamental contar con pruebas que den cuenta de la antigüedad de la lesión, sino será
muy difícil probarla.

Los minusválidos afiliados al régimen nacional de previsión podrán acceder a la jubilación

ordinaria mientras hayan cumplido 20 años de servicios y 45 años de edad (habiendo
trabajado en relación de dependencia) o 50 años de edad (habiendo trabajado de forma
autónoma). Deberán acreditar que a lo largo de los 10 años previos a la finalización de sus
labores, brindaron servicios en el estado de disminución física o psíquica prevista en el artículo
1°.

Los requisitos para acceder a la jubilación por minusvalía son:

33% de incapacidad física o psíquica y haber trabajado en dicho estado durante 10 (diez) años
previos a la solicitud del beneficio, o a la finalización de la prestación de servicios, lo que
ocurra primero.

Haber realizado aportes durante 20 años.

Tener 45 años de edad (en el caso de haber trabajado en relación de dependencia)

Tener 50 años de edad (en el caso de haber trabajado de forma autónoma)

Si cumple con tales requerimientos podrá acceder a la jubilación ordinaria, al igual que
cualquier otro trabajador, y podrá seguir en la misma actividad o empresa, ya sea en relación
de dependencia o como trabajador autónomo.

Esta jubilación exige otro tipo de requerimientos que la jubilación común, la cual solicita tener
60 años si se es mujer, 65 años si se es hombre y haber realizado 30 años de aportes.

El monto de la jubilación por minusvalía es igual que el monto de la jubilación ordinaria.