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La idea del proyecto surge ante la dificultad de satisfacer unas determinadas necesidades
sentidas por un grupo de personas en un momento dado y en un lugar físicamente definido;
por lo que cabe calificar a dicha realidad existente como problemática dada su incapacidad
para producir los bienes y/o servicios que se precisan, debiendo ser superada por medio del
proyecto.
Los proyectos suelen comprenderse como la preparación y disposición por escrito de los
elementos teóricos, materiales y humanos que se necesitarán para elaborar un producto,
servicio o resultado único, por lo que en ciertos ámbitos puede ser equivalente a bosquejo,
guion previo, primer borrador, etc.
Pasos de un proyecto
Elementos de un proyecto:
Producto o servicio. Aquí se hace una descripción detallada del producto final que se
desea obtener, explicando el modo en que esto respondería a lo planteado en los
objetivos y también a su área de ejecución, es decir, a otro tipo de situaciones
parecidas.
Cronograma de actividades. Se explican los pasos a seguir para cumplir los objetivos,
ordenados cronológicamente y detallando la cantidad de tiempo que requeriría su
satisfacción.
Presupuesto. El costo que la aplicación del proyecto tendrá para sus destinatarios, así
como el modo detallado en que se empleará el dinero en cada fase del proyecto.
1. Alineación Estratégica
La gestión del proyecto es importante porque garantiza que lo que se está entregando está
bien experimentado y proporcionará un valor real frente a las oportunidades de negocios.
Cada cliente tiene ciertos objetivos estratégicos y los proyectos que se hacen para ellos les
ayudan a cumplirlos. La importancia de la gestión de proyectos se realiza en que garantiza que
haya rigor en la arquitectura de los proyectos de manera adecuada para que se ajusten bien al
contexto más amplio de los marcos estratégicos de nuestros clientes. Una buena gestión de
proyectos garantiza que los objetivos de los proyectos se alinean estrechamente con los
objetivos estratégicos del negocio.
Por supuesto, a medida que avanzan los proyectos, es posible que surjan riesgos, que se
conviertan en problemas o incluso que la estrategia comercial cambie. Pero un gerente de
proyectos se asegurará de que el proyecto sea parte de esa realineación. La importancia de la
gestión de proyectos se demuestra en casos donde los proyectos se desvían del curso o no se
adaptan a las necesidades del negocio, llegando a ser costosos o innecesarios.
2. Liderazgo
Sin la gestión del proyecto, un equipo puede ser como un barco sin timón; Moviéndose pero
sin dirección, control o propósito. El liderazgo le permite al equipo hacer su mejor trabajo. La
gestión de proyectos proporciona liderazgo y visión, motivación, entrenamiento, elimina los
obstáculos e inspira al equipo para que haga lo mejor que puede.
Un gestor de proyecto le sirve al equipo pero también denota las claras líneas de
responsabilidad. Con un gerente de proyecto en su lugar, no hay confusión sobre quién está a
cargo y en control de lo que está sucediendo en un ambiente de constante cambio. Los
gerentes de proyecto imponen el proceso y mantienen a todos en el equipo en línea también
porque, en última instancia, son responsables de que el proyecto fracase o tenga éxito.
La gestión del proyecto es importante porque garantiza que haya un plan adecuado para
ejecutar los objetivos estratégicos. Cuando se le deja la gestión de proyectos al equipo, los
equipos trabajan sin los informes adecuados, los proyectos carecen de enfoque, pueden tener
objetivos vagos y dejan al equipo sin estar muy seguro de lo que se supone que deben hacer o
por qué.
Como gerentes de proyecto, prevenir tal situación e impulsar el cumplimiento oportuno de las
tareas, dividiendo el proyecto en tareas para nuestros equipos. A menudo, la previsión para
adoptar este enfoque es lo que diferencia una buena gestión de proyectos de una mala.
Dividirse en partes más pequeñas del trabajo permite a los equipos mantenerse centrados en
objetivos claros, orientar sus esfuerzos hacia el logro del objetivo final mediante la realización
de pasos más pequeños e identificar riesgos rápidamente, ya que la gestión de riesgos es
importante en la gestión de proyectos.
Habitualmente, los objetivos de un proyecto tienen que cambiar en conjunto con el riesgo de
materialización. Nuevamente, sin un supervisor y una administración dedicados, un proyecto
podría fallar rápidamente, pero una buena gestión del proyecto (y un buen gerente de
proyecto) es lo que permite al equipo enfocarse y, cuando sea necesario, volver a concentrarse
en sus objetivos.
Sin una gestión adecuada del proyecto, se pueden establecer estimaciones presupuestarias y
plazos de entrega del proyecto que sean demasiado ambiciosos o carezcan de una visión de
estimación análoga de proyectos similares. En última instancia, esto significa que sin una
buena gestión de proyectos, los proyectos se entregan tarde y sobrepasan el presupuesto.
Los gerentes de proyectos efectivos deben ser capaces de negociar plazos e hitos razonables y
alcanzables entre los interesados, los equipos y la administración. Con demasiada frecuencia,
la urgencia puesta en la entrega compromete los pasos necesarios y, en última instancia, la
calidad del resultado del proyecto.
La mayoría de las tareas tomarán más tiempo de lo previsto inicialmente, un buen gerente de
proyecto puede analizar y equilibrar los recursos disponibles, con el cronograma requerido, y
desarrollar un calendario realista. La gestión de proyectos es realmente importante a la hora
de programar, ya que trae objetividad a la planificación.
Un buen gerente de proyecto crea un proceso claro, con plazos alcanzables, que permite a
todos los miembros del equipo del proyecto trabajar dentro de límites razonables, y no crear
expectativas irracionales.
5. Control de Calidad
Los proyectos también suelen estar bajo una alta presión para ser completados. Sin un gerente
de proyecto dedicado, que cuente con el apoyo y la aceptación de la administración ejecutiva,
se subestiman las tareas, los cronogramas se vuelven más complejos y se aceleran los
procesos. El resultado de todo esto es un producto de mala calidad. La gestión de proyectos
dedicada garantiza que un proyecto no sólo tenga el tiempo y los recursos para entregar, sino
también que la calidad del se evalúe en cada etapa.
La buena gestión de proyectos exige fases cerradas en las que los equipos pueden evaluar el
resultado en cuanto a calidad, aplicabilidad y retorno de inversión. La gestión del proyecto es
de vital importancia para el aseguramiento de la calidad, ya que permite un proceso
escalonado y en fases, creando tiempo para que los equipos examinen y prueben sus
resultados en cada paso a lo largo del camino.