Está en la página 1de 1

Don Mamino

“Mi apodo de chico era Mamino. Cuando terminé mi tesis, que consistía en hacer una
panadería y un autoservicio, pensé en ese apodo. Así comenzó todo”, recuerda Ignacio
Rouillon, fundador y gerente general de Don Mamino. Al ver un mercado demasiado
tradicional y poco sofisticado, Rouillon abrió un local en Surco, introdujo el autoservicio, trajo
nuevas variedades –incluido el hoy hiperconocido ciabatta– y el negocio voló.

En 2002, abrió su primera cafetería como nuevo giro de negocio en la Av. Conquistadores; en
2010, se asentó en su planta de Huachipa y de 15 trabajadores iniciales pasó a 600 en la
actualidad. Un nuevo local está próximo a salir del horno, y Rouillon no cree que vaya a ser ni
por cerca el último.

Expectativa para el futuro: “Queremos copar todo el mercado de Lima en el NSE A y B. El


mercado de provincias sigue siendo muy conservador para nosotros. Pero estamos listos para
conquistar Lima y hacerlo solos, sin franquicias”.

PREGUNTAS:

¿Usted haría lo mismo?

Si, ideo un buen plan de negocio que con el pasar del tiempo fue creciendo, ya que abordo el
mercado con nuevas variedades.

¿Usted cree que se podría mejorar? ¿cómo? Y ¿en cuánto tiempo?

Si, introduciendo nuevas cosas a su negocio (nuevas variedades), en un tiempo aproximado de


2 a 4 años como máximo.

También podría gustarte