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PROTOCOLO DE NUTRICIÓN E HIDRATACIÓN PARA EL ADULTO

MAYOR

Una alimentació n equilibrada a lo largo de la vida es esencial para prevenir y/o tratar
diversas enfermedades. Sus beneficios pueden enumerarse:

 Evita la obesidad y sus complicaciones


 Favorece el control de la tensió n arterial
 Contribuye a regular los niveles de glucosa, retrasando la aparició n diabetes
mellitus
 Ayuda a regular los niveles de colesterol, por lo que disminuye el riesgo de
infarto de miocardio y de trombosis e infarto cerebral
 Mejora la capacidad respiratoria
 Mejora la recuperació n tras cirugía o fracturas, reduciendo los reingresos
hospitalarios.
 Mejora la funcionalidad de ó rganos y sistemas
 Ayuda a mantener una vida má s activa

Sin embargo, debemos tener en cuenta que con la edad se produce una disminució n
progresiva de las necesidades energéticas debidos a la menor actividad física y a la
disminució n de la masa muscular con el paso de los añ os que tiene el organismo. Por
ello, se queman menos calorías, motivo por lo que los mayores tienden a ganar peso y
se recomienda que ingieran menos calorías que un adulto. Ahora bien, siempre que la
persona mayor mantenga una actividad física adecuada, sus requerimientos
energéticos será n similares a los del adulto.

Para que el adulto mayor tenga una alimentació n saludable hay que seguir unas
pautas:
 Debemos tener una dieta variada que incorpore alimentos de todos los grupos
(frutas y hortalizas, cereales y legumbres, alimentos ricos en proteínas, grasas)
en distintas proporciones
 Debemos beber diariamente dos litros y medio de líquidos, incluyendo los que
se ingieren en las comidas. Beba aunque no tenga sed, porque los mayores
tienen disminuida la sensació n de sed.
 Haga seis comidas al día repartidas en desayuno, media mañ ana, comida,
merienda, cena y recena. Como mínimo haga cuatro (desayuno, almuerzo,
merienda y cena)
 Prepare los alimentos de manera sencilla: cocidos, asados en su jugo,
rehogados, escalfados, estofados suaves, salteados o a la plancha o la parrilla.
 Evite fritos, rebozados, empanadas o preparados culinarios con mucha salsa.
 Procure no recalentar varias veces la misma comida, ya que pierde vitaminas.
 Elabore los alimentos presentando una textura fá cil de masticar o
modificá ndola segú n las necesidades de cada persona.
 Tome frutas, verduras, cereales y leche o derivados lá cteos a diario. Procure
tomar má s pescado que carne. Utilice aceite de oliva para aliñ ar y cocinar.
Modere el consumo de azú car y dulces. Evite las carnes grasas, embutidos,
mantequilla, margarina, bollería, snacks o aperitivos (tó melos de manera
ocasional)
 Aumente el consumo de frutas hasta 20-25 gramos al día, tomando frutas,
verduras y cereales integrales (pan, arroz, legumbres, cereales para el
desayuno, etc)
 No abuse de la sal, má ximo 6 gramos al día (1 cucharada de café)

 No tome alcohol, excepto 1 vaso pequeñ o de vino en la comida y en la cena (si


no lo tiene contraindicado por el médico)
 Siempre que le sea posible, coma acompañ ado de sus amigos y seres queridos,
compartir la comida contribuye a nuestro bienestar.
La planificació n de un menú equilibrado dependerá de nuestras posibilidades para la
elaboració n de distintos platos, la cultura gastronó mica del mayor, sus gustos y costumbres.
Pero debería estar compuesto por:

 Entrante o primer plato: alternar o combinar un plato de legumbres, pasta, patatas,


arroz, verduras u hortalizas. Por ejemplo, ensalada de pasta integral con hojas verdes

 Segundo plato con guarnició n: elegir alimentos ricos en proteínas del grupo de los
pescados, carnes o huevos junto a la guarnició n. Por ejemplo, guiso de merluza con
verduras al gusto y patatas

 Postre: variar frutas y lácteos, incluso combinarlos. Por ejemplo, macedonia de fruta
con yogur desnatado

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