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Conozca los “Pueblos Vivos” la apuesta de El Salvador

para el mercado europeo


Por Erika Fernández | 26 Abril 2019 | Destinos

Nahuizalco es un municipio referente de gastronomía típica, productos elaborados con


fibras naturales, celebraciones religiosas y culturales muy tradicionales
Ubicado a 70 kilómetros de San Salvador, Nahuizalco atrae año con año a más de
un millón de visitantes, el destino forma parte de la Ruta de Las Flores y se
convirtió en la punta de lanza para la promoción turística de dicho país en España,
siendo la Feria Internacional del Turismo (FITUR), su principal vitrina.

“Nahuilzalco tiene historias preciosas desde la colonia y toda la zona que


comprende la Ruta de las Flores, incluyendo otros pueblos los cuales están
ligados a esta riqueza cultural e histórica que envuelve la belleza del país”,
sostuvo José Napoleón Duarte, Ministro de Turismo, durante un evento de
presentación del destino.

El concepto de Pueblos Vivos, a través de este pintoresco y prehispánico


municipio pretende impulsar el turismo de experiencias, de costumbres y
tradiciones, potenciado por sus fuertes raíces indígenas, su gastronomía típica,
sus artesanías elaboradas con fibras naturales, así como sus celebraciones
religiosas.

El Dr. Jorge Willer Patriz Castallena, alcalde de Nahuizalco dijo sentirse honrado
de exponer la cultura y tradiciones del municipio, el cual alcanzó una visitación de
300 mil turistas en el último año. “Una característica que distingue al turismo en
Nahuizalco es ser el único pueblo con un mercadito nocturno, donde se puede
saborear una gastronomía variada, sabrosa y económica”, sostuvo su alcalde.
Uno de los atractivos de Nauizalco es su mariposario.

Los fines de semana por la noche, en el parque central se realizan actividades


desarrolladas por artistas locales. En este mismo sitio se realizan también las
ventas de artesanías, donde se puede comprar adornos y accesorios hechos con
madera y mimbre.

Si se quiere conocer de la historia de esta municipio, una buena opción es visitar


el Museo comunitario Nahuatl Pipil. El lugar cuenta con tres salas, una de ellas
dedicada a la exhibición de piezas arqueológicas. En tiempo de cuaresma, ser
testigo de procesiones y rituales religiosos propios de la época.

Oferta turística que expone el legado cultural

La Ruta de las Flores está comprendida por los departamentos de Sonsonate y


Achupan; recorre seis pueblos: Tacuba, Concepción de Ataco, Apaneca, Juayúa,
Salcoatitlán y Nahuizalco, los cuales forman parte de los Pueblos Vivos,
ofreciendo muchas opciones para los turistas.
Parque ubicado en Nauizalco.

Tacuba: es el pueblo que está más alejado de San Salvador, a 116 kilómetros.
Adentrándonos en sus atractivos tanto naturales, arquitectónicos y culturales, se
encuentran las ruinas de su antigua iglesia, erigida en las primeras décadas de los
años 1600 D.C. Otra actividad es la caminata tanto dentro del pueblo o en sus
alrededores. A pocos minutos en automóvil se encuentra el Parque Nacional El
Imposible, una de las joyas naturales más valiosas del país debido a su fauna y
vegetación.

Concepción de Ataco: se caracteriza por sus calles empedradas y el colorido de


sus casas y edificios coloniales. Comercia esculturas, adornos, tejidos, bordados,
llaveros y velas de café. Celebran el Día de los Farolitos, en la víspera de la
Inmaculada Concepción de la Virgen María, tradición que permanece viva durante
más de 200 años. Dentro de sus atractivos se encuentran las piscinas de Atzumpa
(balneario de agua natural), La Cruz del Cielito Lindo (mirador del pueblo), Plaza
Mirador Pío Pietrelcina y el Mirador Divina Providencia.

Apaneca: su nombre significa “Río de vientos”, y esto se debe a que el viento


sopla con fuerza entre los meses de noviembre a marzo. Ofrece una variada oferta
de actividades relacionadas con la naturaleza; dispone de hoteles, restaurantes,
recorridos en vehículos buggy y canopy. Posee el laberinto más grande de
Centroamérica, construido con plantas naturales. El sitio arqueológico Santa
Leticia, tiene un área de 15 hectáreas con montículos, y terraza artificial.

Juayúa: es uno de los pueblos de mayor fama en la ruta. En él se ubica el río


Monterrey, salto de la Lagunilla Azul, Los Chorros de la Calera, El Talquezal, La
Laguna Seca o de Las Ranas, Laguna Verde, Cerro El Águila y El Pilón. Los
religiosos plantaron una imagen similar al Cristo Negro de Esquipulas; a finales del
siglo XVI se erigió la primera ermita de lo que sería la Iglesia de Santa Lucía; se
trata de un centro de peregrinación para adorar la figura del renacido.

Salcoatitlán: es un pueblo precolombino donde se encuentran viveros, un mini


zoológico, espacios para disfrutar un café con postre. En su parque central, tiene
un mirador con vistas a la iglesia colonial “San Miguel Arcángel”. Los fines de
semana se encuentra una variada oferta gastronómica muy típica con tamales de
elote, de gallina, atoles. Su principal platillo es la yuca salcochada o frita
acompañada de chicharrón.

Colabora en la nota Karen Retana, Periodista de Revista Viajes

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