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Paisaje Gabino Carballo Pérez

Compositores como jardineros - Traducción del texto de la conferencia de Brian Eno ofrecida en el
Serpentine Gallery Garden Marathon 2011 5
2.
 
COMPOSITORES COMO JARDINEROS
Cuando comencé a hacer música, percibí la eclosión de uninnovador método de creación musical.
Como muchas personas,yo había asumido que la música se producía o creaba de lamanera que uno
se imagina que los compositores de músicasinfónica trabajan; es decir, que tienen en su cabeza una
ideacompleta de cada nota y entonces, de alguna manera, se anota deforma que otras personas
puedan reproducir esta música.De la misma manera que uno se imagina que el arquitecto trabaja:ya
se sabe, diseño del edificio, en todos sus detalles, seguido desu construcción.A mediados de los 60,
apareció una música que realmente no eraasí en absoluto. De hecho, fue la época en que comencé a
hacermúsica, y me di cuenta que estaba componiendo de esta misma ypoco usual manera.Así que la
música que estaba escuchando entonces, en relacióncon este punto en particular, era de Terry Riley
"In C" y Steve Reich,fragmentos de las famosas "It's gonna rain" y "Come Out". Y variasotras
piezas también.Por supuesto, también me estaba familiarizando con Cage y suutilización del azar, y
con otros nuevos métodos para tomardecisiones compositivas. O de evitar tener que tomar
decisiones.Lo que me fascinó de este tipo de música es que en realidad seapartaba completamente
de la idea antigua de cómo debetrabajar un compositor.Por ejemplo en "In C" estaba bastante claro
que el compositor notenía una imagen de la música acabada en su cabeza cuandocomenzó con estos
temas . Lo que el compositor tenía era unaespecie de menú, un paquete de semillas, se podría decir.
Y esassemillas musicales, una vez plantadas, se transformaron en lapartitura musical. Y se
convertían en una versión diferente de esapartitura en cada momento.Así que para mí, esto era
realmente un nuevo paradigma decomposición musical. Cambiar la idea de que el compositor
esalguien que está en la parte superior de un proceso y dictaprecisamente la forma que se ejecuta, a
la de alguien que está enla parte inferior de un proceso, que planta cuidadosamentealgunas semillas
bien seleccionados y, con suerte, y las vegerminar hasta desarrollarse.Ahora bien, de alguna manera,
yo buscaba el soporte de esta idea.El término 'bottom-up "no existía entonces. La teoría del caos,
lateoría de la complejidad, etc, no existían. Creo que ni tan siquieraexistía ni la teoría de las
catástrofes.Lo que sí teníamos entonces era la cibernética y me interesémucho por el trabajo de un
cibernético llamado Stafford Beer. Dehecho, me hice su amigo, en última instancia.Stafford había
escrito un libro llamado "El cerebro de la empresa,la cibernética de la gerencia de la organización",
que salió, creo,en el año '72 o '73. Y fue un libro muy interesante, ya que tratabade esta idea
esencialmente, de nuevo sin mencionarla, de maneraimplícita por aquel entonces, del "abajo hacia
arriba" en laorganización, de las cosas que crecen desde abajo y se conviertenen cosas de mayor
complejidad.Ahora bien, hay que entender por qué esto era sorprendente enese momento. Era
sorprendente por la misma razón que la teoríade la evolución no deja de sorprender a la mayoría de
losestadounidenses. Y es que el concepto de algo inteligente queviene de algo simple es muy difícil
de entender. No es intuitivo enabsoluto. El impacto de las teorías de Darwin reside en que
lasimplicidad se convierte en la complejidad. No es obvio que estopueda o deba suceder.Lo que
hizo Stafford con su obra es hablar acerca de laorganización y de cómo las cosas se organizan, de
una manerainnovadora.Había un frase en el libro que creo que todavía recuerdo, decía:"en lugar de
tratar de organizar con todo detalle, lo que has dehacer es organizar todo sólo un poco y, a
continuación, dejar quela dinámica del sistema creado avance en la dirección que deseas" Y esto se
convirtió en mi especie de lema para la forma decomposición musical que yo deseaba crear.Como
he dicho, comencé a corresponder con Stafford, e hicimosalgunas presentaciones sobre esta idea,
tanto en música y comoen ciencia, en Canadá. Alrededor de finales de los años 70,comencé a tomar
conciencia de otra área del conocimiento, queen ese momento estaba representada por sólo un
ejemplo único,al menos en mi experiencia. Y este era el juego del autómatacelular llamado "Life",
creado por el matemático, John Conway.No voy a dar detalles de esto ahora porque no tengo
tiempo, peropara dar una idea muy simple de su alcance, creo que tuvo elmismo impacto en la
ciencia que el urinario de Duchamp tuvo enel arte. Era una una idea tan simple, tan diáfana en su
trayectoriade largo alcance que pensé "Dios mío, ahora todo es diferente"."Life" es un juego
matemático muy simple, totalmentedeterminista, es decir, que sabes exactamente lo que
entraentradas al sistema, sabes exactamente cuáles son las reglas quelo gobiernan, y que son reglas
muy sencillas; sin embargo, el losresultados son muy poco intuitivo. Son muy impredecibles: a
vecesmuy aburridos, a veces increíblemente elaborados y hermosos.Pero principalmente, no son
predecibles. Por tanto, tu intuición sequeda en un punto muerto. Y poco después, me enteré de la
existencia de otras versiones deautómatas celulares. No conozco su historia por orden
cronológico,pero me enteré de que Steven Wolfram, y otra gente por el estilo,comenzaban a trabajar
con autómatas celulares de dosdimensiones. Y empecé a darme cuenta de que en la ciencia,
también, existía lasensación de que teníamos que empezar a pensar sobreorganización de una
manera diferente. Tuvimos que comenzar apensar en como las cosas han se han desarrollado a partir
de unconjunto de paradigmas completamente diferente.Voy a tratar de explicar esto ya que aquí es
donde aparece laconexión con el tema de que hablamos hoy, y me gustaríaexplicarlo utilizando la
diferencia entre un arquitecto y un jardinero.Un arquitecto, por lo menos en el sentido tradicional,
es alguienque tiene una idea detallada del resultado final de un proyecto ensu cabeza, y su tarea es
controlar la naturaleza, la materia todo lonecesario como para ejecutar su visión.La naturaleza en
este caso sería cosas como el terreno, losmateriales, los contratistas y así sucesivamente. Todo lo
exteriortiene que estar sujeto a un esfuerzo de control.Un jardinero en realidad no funciona así. Con
la excepción quizá deVersalles, (...) que es, para mí, el más grotesco de todos los jardines, ya que es
la negación total de la naturaleza y la expresióncompleta del control humano sobre la misma. Por lo
que es unprecursor perfecto de la era industrial, Versalles.Pero lo que pienso, lo que supongo que
son mis sentimientosacerca de la jardinería, y supongo que es lo mismo que la mayoríade la gente
siente acerca de la jardinería, es que esta trabaja encolaboración con los complejos e impredecibles
procesos de lanaturaleza.Que intenta insertar en los mismos algunos insumos que sebenefician de
estos procesos y que, como sugirió Stafford Beers,nos llevan en la dirección que queríamos
ir.Utilizar la dinámica del sistema para que nos lleve en la direcciónque queremos ir. (...) Así que mi
sensación es que el concepto decómo se crean y se organizan las cosas ha ido cambiando en
losúltimos 40 o 50 años y, como ya he dicho, esta secuenciacientífica basada en la cibernética, la
teoría de la catástrofe, lateoría del caos y la teoría de la complejidad, son realmente lasformas en
que nosotros estamos tratando de acostumbrarnos a laidea de que tenemos que dejar de pensar en el
"control de arribaabajo" como la única forma en que las cosas se podrían hacer.Realmente, debemos
abandonar el concepto de "diseñointeligente", de esto se trata. La teoría del "arriba hacia abajo" es
lomismo que el "diseño inteligente". Y tenemos que dejar de pensar en esas cosas e intentar
entenderque la complejidad puede surgir de otra manera, y también lavariedad, la inteligencia y así
sucesivamente.Así que mi respuesta a esto ha sido, como artista, empezar apensar en mi trabajo,
también, como una forma de jardinería.

Así que hace unos 20 años se me ocurrió esta idea, este término,'la música generativa ", que es un
término general que uso paradescribir no sólo las cosas que hago, sino también el tipo de cosasque
Reich está haciendo, así como Terry Riley y muchos, muchos otros compositores han estado
trabajando de esta manera.Esencialmente, la idea es componer cierta tipo de música de lamisma
manera que uno crea un jardín.Uno encuentra o construye cuidadosamente unas semillas,
lassiembra, cuidadosamente también y después las deja hacer suvida. Y resulta que su vida no es
necesariamente lo que uno previópara ellas.Es característico de la clase de trabajo que realizo, que
realmenteno soy consciente del resultado final, de lo que se va a ver o de loque se va a oír. Así que
construyendo estos sistemas me pongo enla misma posición que cualquier otro miembro de la
audiencia,deliberadamente. Quiero que la música también me sorprenda amí. Y de hecho, a menudo
lo hace.Lo que esto significa, en suma, es un replanteamiento de la propiaposición del oficio
creador. Uno tiene que dejar de pensar en unomismo como "yo el controlador, vosotros el público",
y empezar apensar en todos nosotros como el público, en todos nosotros comola gente que disfruta
del jardín, todos juntos. Jardinero incluido.Por tanto, si leemos la presentación de este evento, creo
que dicealgo sobre la diferencia entre orden y desorden. Es en el prólogo alpequeño folleto que
tenemos aquí.Un documento que debo cuestionar, realmente, porque creo queno se trata de la
diferencia entre orden y desorden, se trata de ladiferencia entre la comprensión del orden y la forma
en que esteorden emerge, según lo ve cada uno de nosotros, y una nuevamanera de comprender este
orden y de cómo emerge realmente. Y otra manera de traducir esto es decir que hablamos de un re-
posicionamiento de nosotros mismos en el espectro "control /entrega". Voy a hablar brevemente
sobre eso, y después mecallaré.Estamos acostumbrados a la idea, proveniente de la muyindustriosa
y muy inteligente historia post Ilustración de quedisfrutamos, de que el gran triunfo de los seres
humanos es sucapacidad de control. Y, en efecto, debe ser el caso, hasta ciertopunto.Sucede que no
estamos tan acostumbrados a la idea de que otrogran don que tenemos es el talento para la entrega y
lacooperación.La cooperación y la entrega son en realidad dos aspectos de lamisma habilidad. Para
ser capaz de entregarnos, tenemos que sercapaces de saber cuándo dejar de intentar controlar la
vida. Hayque saber cuándo hay que dejarse llevar por las cosas, permitirque las situaciones te
posean. Y eso es una habilidad que realmente tenemos que aprender denuevo. Nuestra soberbia
sobre nuestro éxito en términos decontrol nos ha hecho pasar por alto este otro aspecto de
nuestrascapacidades.Así sucede que estamos tan acostumbrados a la adoración delcontrol que nos
olvidamos de la dignidad de la entrega.Una de las razones por las que formo parte de un grupo que
cantaa capella (...) es que todos los martes por la noche tengo laoportunidad de entregarme a
algo.Esta es la razón por la que la gente va a la iglesia también, creo yo. Y a galerías de arte.Lo que
uno busca en estas experiencias es recordar lo quesignifica dejarse llevar por algo. Ser poseído.
Elevarnos, ocualquiera de esas otras palabras que implican transcendencia.Creo que nos
encontramos con esas experiencias en al menoscuatro zonas de nuestra cultura: Religión, sexo, arte,
y las drogas.Suelo poner a todas estas cosas bajo el paraguas de la entrega y,de hecho, es interesante
notar que en las diversas culturas delmundo, esas cosas son o bien totalmente adoradas o
totalmentetabú. Se presentan en diferentes proporciones en cada cultura. Enalgunas culturas se
mezclan, como en la cultura hindú, donde se mezcla sexo y religión. Algunas culturas mezclan las
drogas y lareligión.No sé de una cultura que mezcla todas ellas, pero si alguno deentre vosotros
sabe de ella, por favor decídmelo.En esencia, todas estas cosas son todos experimentos con nosotros
mismos, intentando recordar que el talento que tenemo spara el control debe equilibrarse con talento
para la entrega quetambién tenemos. Y así, mi idea sobre el arte de la jardinería es una manera de
revivir el debate y decir que vamos a aceptar que el papel del jardinero es tan digno como la función
del arquitecto, como dehecho se demuestra en este precioso pabellón en el que estamos.E so es
todo, muchas gracias.

INFORMES PAISAJE:
1.
 
EL PAISAJE ENREDADO

Las Redes Sociales y su relevanciaen el Paisajismo Profesional. Gabino Carballo. Barcelona, 15de
Noviembre de 2010.2.
 
CAN FRAMIS

Referències. Gabino Carballo, Barcelona, 21de Març de 2011.3.
 
EL JARDÍN EN RUINAS - Reflexiones sobre el paisajismoactual, Gabino Carballo, Barcelona,
Mayo 2011.4.
 
Estudio de los problemas municipales de paseos, jardines yparques públicos. Nicolás Mª Rubió i Tudurí.
1917.5.
 
EL ÚLTIMO JARDÍN - Escritos sobre Bet Figueras, GabinoCarballo, Barcelona, Octubre 2011.6.
 
LA ABOLICIÓN DEL PAISAJE - La destrucción del concepto depaisaje en la cultura actual y sus
consecuencias, GabinoCarballo. Barcelona, Octubre 2011.
 
Editado porGabino Carballo Pérez

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