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Anexo 4
Anexo 4
Descripción:
Aquella
mañana era
un hermoso día
de sol. Y allí,
al frente de la puerta
de su casa se encontraba. El
señor tortuga, mirando como pasaba la gente.
De pronto pensó que mientras su mujer vestía
a los niños, él podía echar un vistazo a
sus siembras de acelgas que tenía en el campo. En
el trayecto hacia su sembrado se encontró con el señor liebre,
quién
muy orgulloso
miraba su siembra
de repollos. El señor
tortuga lo saluda muy amablemente:
¡Buenos días señor liebre! Este con
su acostumbrada arrogancia, en vez de devolverle
el saludo, exclamó muy burlón: ¡Ujuy! ¿Cómo es
que anda tan temprano por el campo. Señor tortuga
Ando de paseo – señor liebre La liebre mirando burlonamente y
moviendo sus orejas le dijo: Creo que podría usar mucho mejor
sus
patas. La
tortuga a pesar
de que tenía mucha
tolerancia y paciencia al escuchar
esta, se indignó. No podía soportar
que hablaran mal de sus patas, ya
que sabía que las tenía cortas y chuecas.
Y respondió prontamente: ¿ Acaso crees, que sus patas son
mejores que las mías. Señor liebre? La liebre respondió: ¡ Sí,
mucho mejores! Entonces la tortuga propuso: ¡Le apuesto lo que
quiera
que le
gano una carrera!
- ¡No me haga reír!
- Respondió la liebre. Usted con
- sus patas chuecas. Entonces la liebre
- exclamó: Muy bien... pero ¿qué apostamos? Mi
- siembra de acelga – dijo muy seria la tortuga -.
- ¿Está de acuerdo? ¿Ujuy! ¡De acuerdo! ¿Y cuando corremos? .
- En dos horas más. Voy a mi casa me cambio
- de ropa y regreso. Mientras caminaba hacia su casa la tortuga
- pensaba:
La liebre
confía mucho en
sus largas patas, pero
no sabe cuán astuta soy.
¡Hoy le daré su merecido por
ser tan arrogante! Apenas llegó a su
casa, le contó todo a su mujer. He
ideo un plan ¡Ahora! - Le dijo – ponte rápido uno
de mis trajes y me acompañaras al campo. Mientras caminaban
al lugar de la carrera él le explicó su plan. Le dijo:
La
Carrera será
por ese largo
sembrado que ves allá.
La liebre correrá por un
surco y yo correré por el
otro surco. Empezaremos por arriba y terminaremos
cerca de aquel árbol. Lo único que debes
hacer es quedarte aquí abajo, en mi surco. Y
cuando la liebre se acerque. Sales antes de que
llegue a la meta y Gritas muy fuerte ¡Llegue primero! Entendió.
Sí
entendí. Entonces
el matrimonio se
separó. Y el señor
tortuga se fue donde lo
esperaba el señor liebre. Se pusieron
los dos en la Partida y en
el surco que le correspondía a cada uno.
La tortuga preguntó ¿está listo para comenzar? Sí respondió
la liebre. Entonces la liebre contó: uno, dos y tres.
Y salió corriendo como un rayo surco abajo. La tortuga dio
unos
cuantos pasos
y se ocultó.
Mientras la liebre corría
velozmente y cuando este iba
llegando cerca de la meta casi
se desmayó al escuchar el grito de
la tortuga “Llegué primero” La liebre estaba asombrada,
pero le entraron dudas y se dijo “Aquí hay
gato encerrado” Entonces gritó: - Repitamos la carrera. Otra
vuelta.
Uno, dos y tres y corrió como un bólido surco arriba.
Estaba
por llegar
a la partida,
cuando escuchó decir otra
vez a la tortuga: “Llegue
Primero” Ahora la liebre estaba muy
indignada. Volvió a gritar. ¡Otra vuelta! La
tortuga respondió: las que usted quiera. Uno, dos
y tres y nuevamente partieron hacia la meta y
otra vez cuando la liebre estaba por llegar. Salta la
tortuga y grita “Llegué Primero”. La liebre no aceptaba su
derrota.
Corría,
corría y
corría, pero siempre
la tortuga ganaba. Después
de veintisiete vueltas. La
liebre cayó al suelo desmayada por
el cansancio. La astuta tortuga y su
mujer habían vencido la arrogancia de la liebre.
Esta por su prepotencia no fue capaz de darse
cuenta que la inteligencia siempre triunfa por sobre la fuerza
física.
TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.
Ejercicio N°2 “Los Extremos”
Actividad:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer las palabras ennegrecidas de cada linea.
- Repetir la Actividad anterior aumentando la velocidad en decir las palabras que
están al extremo.
En un bello bosque vivía un señor cerdo con sus tres hijos muy felices.
Pero un día se dio cuenta que no podía mantenerlos, entonces los mandó a
buscar para decirles lo siguiente:
- Hijos ya no puedo vivir con ustedes, porque no puedo mantenerlos.
Tendrán que irse de mi lado, buscar como se pueden ganar la vida sólo.
- Y los tres cerditos se fueron, cada uno por su lado
- El primer cerdito, que era muy flojo, construyó una casita muy frágil y
liviana con un poco de paja que halló en el camino. Y dijo muy contento –
Aquí viviré tranquilo y bien.
- El segundo cerdito, que era un poco más trabajador caminó un poco más,
buscó unos trozos de madera y empezó a construir su casa. Pero pronto se
aburrió y la dejó sin terminar. Y dijo muy contento:
- En esta casa estaré muy cómodo para vivir. – Y se conformó.
- El tercer cerdito, que era muy inteligente. Pensó que él debía construir
una casa sólida. Para su seguridad. Entonces buscó arena, ladrillo,
cemento y trabajó y trabajó para poder construirla. Al fin tuvo una linda y
hermosa casa con una chimenea.
- Esta si, que es una buena casa – se dijo – muy contento con su obra.
- Mientras tanto, oculto tras unos árboles se encontraba un hambriento y
feroz lobo que llevaba varias horas espiando lo que hacían los cerditos.
- El lobo se acercó en primer lugar a la casa de paja. Y dijo:
- Cerdito ábreme la puerta.
- El cerdito contestó: No, no abriré.
- Cerdito ábreme la puerta y te daré una canasta de manzanas.
- El cerdito volvió a contestar: No, no te abriré
- Ante la negativa del cerdito el lobo se enoja y dice:
- Entonces soplaré, soplaré y soplaré y tu casita de paja derribaré. La casa
del cerdito se cae por la fuerza de los soplido del lobo y el cerdito debe
arrancar para evitar ser la comida del lobo hasta que busca refugio en la
casa de su hermano.
- Entonces, el lobo se dirigió a la casa del segundo cerdito. Cuando llegó a
la puerta dijo:
- Cerdito ábreme la puerta.
- El cerdito contestó: No, no te abriré.
- El lobo vuelve a insistir. Cerdito ábreme la puerta y te daré una bolsa de
nueces.
- El cerdito vuelve a contestar: No, no te abriré
- Indignado el lobo dice: Entonces soplaré, soplaré y soplaré y tu casita de
madera derribaré.
- Y el lobo sopló una vez, dos veces y tres veces y la casa del cerdito se
cayó. Entonces los cerditos salieron corriendo para no ser la comida del
lobo. Arrancaron aterrados y buscaron refugio en la casa de su tercer
hermano. El lobo los siguió hasta pero no pudo alcanzarlo. Finalmente
llegó a la casa del cerdito inteligente y trabajador y llamó a la puerta: -
Cerdito ábreme la puerta.
- Los cerditos contestaron: No, no te abriremos la puerta.
- El lobo volvió a decir: Cerdito ábreme la puerta y te daré fresas silvestres.
- Los cerditos volvieron a contestar: No, no te abriremos.
- Entonces el lobo indignado dijo: Soplaré, soplaré y soplaré y tu casa
derribaré. Y el lobo sopló una, dos, tres y muchas veces hasta que se
desmayó pero no pudo mover ni un solo ladrillo. Cuando despertó tenía
más hambre, pero no podía derribar la casa con soplidos, así que pensó,
pensó y pensó hasta que vio la chimenea, allí descubrió una forma de
entrar a la casa. Entonces el lobo construyó una escalera para poder
entrar. Los cerditos adivinando las intenciones del lobo encendieron la
chimenea y pusieron una olla con agua hirviendo.
- El lobo puso la escalera y se metió por la chimenea, pero al llegar abajo
sintió un terrible calor en su cola. Con un gran aullido de dolor subió y se
alejó corriendo jurando que jamás volvería a mirar un cerdito.
- El cerdito inteligente y trabajador convenció a sus dos hermanos que
construyeran casas sólidas, aunque trabajaran más. Ellos así lo hicieron, y
desde entonces los tres viven muy seguros y felices.
TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.
N°1
Actividades:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer con otra persona una lee, el niño lee las partes
ennegrecida y la otra persona las partes no destacadas.
- Siguiendo las instrucciones anteriores se continúa con las otras partes N°2.
- Finalmente el niño debe lee ambas partes destacando en su entonación, cada
una las partes. (Ennegrecida y no destacada)
N°2
COLEGIO ALERCE
CONCEPCIÓN
DEPARTAMENTO 1er CICLO
N°3
COLEGIO ALERCE
CONCEPCIÓN
DEPARTAMENTO 1er CICLO
N°4
EL REY Y EL LEON
Lectura Nº13
Lectura Nº14
Lectura Nº 16
EL PERRO Y EL BURRO
Lectura Nº 17
Lectura Nº 18
El burro por su parte, miraba tristemente la escena y decía:
- Aquí, al único que quieren es al perro. Mi amo no se preocupa de
mí.
Este pensamiento de que su amo no lo quería atormentaba al
burro. Hasta que un día el burro decidió hacerse querer. Y para
lograr su propósito se echó al lado del perro y se puso pacientemente
a esperar a que llegara el granjero.
Cuando el hombre llegó, el burro empezó a imitar al perro.
Levanto sus patas delanteras y comenzó a brincar, dando, al mismo
tiempo, alegres rebuznos.
- ¡Iiih, ahh! ¡Iih, ahh! – rebuznaba. Ante tan extraña conducta, el
amo pensó que el burro se había vuelto loco y se asustó.
- El hombre le gritó - ¡Apártate! ¡Apártate! Pero el burro, en medio
de su ansiedad por ganarse su afecto, lo empujó sin quererlo, con
sus patas y lo tiró al suelo.
Lectura Nº 19