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FICHA TÉCNICA

TRABAJO PRÁCTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Descripción:

La velocidad lectora es un aspecto mecánico que se adquiere con la práctica


diaria de la lectura.
Lo más importante para aumentar la velocidad de lectora, consiste en amplificar el
punto de visión en cada mirada del niño, existen variados ejercicios para lograr
este propósito.
En esta guía se han seleccionado tres actividades modelos que se pueden
practicar.

PROCEDIMIENTO PARA TOMAR LA VELOCIDAD LECTORA.

1. – Los ejercicios están ordenados en orden de menor a mayor dificultad.


2. – Los ejercicios seleccionados son tres.
3. - Ejercicio N°1 “La Pirámide”.
4. - Consiste en preparar un texto, en forma de pirámide, partiendo de una
palabra en la primera línea, y aumentarlas de una en una en cada línea
hasta que el texto abarque toda la línea que corresponda.
5. – Ejercicio N°2 “Los Extremos”.
6. - Consiste en preparar un texto, en el cual se destaca en negrita las
palabras que están en los extremos de cada línea, para que el alumno las
lea lo más rápido posible.
7. - Ejercicio: N°3 “Ideas y Puntuación”.
8. - Consiste en preparar un texto, en el cual se destacan ennegreciendo cada
idea hasta el punto ortográfico siguiente, posteriormente no se destaca la
siguiente idea u oración, se continúa el texto de esta forma de manera
alternada.
9. – Las actividades específicas de cada uno de los modelos a practicar, están
al inicio de cada uno de los ejercicios.
TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.
Ejercicio N°1 “La Pirámide”
Actividad:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer en voz alta, con otra persona en forma alternada
cada una de las líneas de las pirámides.
- Después el niño debe leer las pirámides sólo siguiendo las instrucciones
anteriores

Aquella
mañana era
un hermoso día
de sol. Y allí,
al frente de la puerta
de su casa se encontraba. El
señor tortuga, mirando como pasaba la gente.
De pronto pensó que mientras su mujer vestía
a los niños, él podía echar un vistazo a
sus siembras de acelgas que tenía en el campo. En
el trayecto hacia su sembrado se encontró con el señor liebre,

quién
muy orgulloso
miraba su siembra
de repollos. El señor
tortuga lo saluda muy amablemente:
¡Buenos días señor liebre! Este con
su acostumbrada arrogancia, en vez de devolverle
el saludo, exclamó muy burlón: ¡Ujuy! ¿Cómo es
que anda tan temprano por el campo. Señor tortuga
Ando de paseo – señor liebre La liebre mirando burlonamente y
moviendo sus orejas le dijo: Creo que podría usar mucho mejor
sus
patas. La
tortuga a pesar
de que tenía mucha
tolerancia y paciencia al escuchar
esta, se indignó. No podía soportar
que hablaran mal de sus patas, ya
que sabía que las tenía cortas y chuecas.
Y respondió prontamente: ¿ Acaso crees, que sus patas son
mejores que las mías. Señor liebre? La liebre respondió: ¡ Sí,
mucho mejores! Entonces la tortuga propuso: ¡Le apuesto lo que

quiera
que le
gano una carrera!
- ¡No me haga reír!
- Respondió la liebre. Usted con
- sus patas chuecas. Entonces la liebre
- exclamó: Muy bien... pero ¿qué apostamos? Mi
- siembra de acelga – dijo muy seria la tortuga -.
- ¿Está de acuerdo? ¿Ujuy! ¡De acuerdo! ¿Y cuando corremos? .
- En dos horas más. Voy a mi casa me cambio
- de ropa y regreso. Mientras caminaba hacia su casa la tortuga

- pensaba:
La liebre
confía mucho en
sus largas patas, pero
no sabe cuán astuta soy.
¡Hoy le daré su merecido por
ser tan arrogante! Apenas llegó a su
casa, le contó todo a su mujer. He
ideo un plan ¡Ahora! - Le dijo – ponte rápido uno
de mis trajes y me acompañaras al campo. Mientras caminaban
al lugar de la carrera él le explicó su plan. Le dijo:
La
Carrera será
por ese largo
sembrado que ves allá.
La liebre correrá por un
surco y yo correré por el
otro surco. Empezaremos por arriba y terminaremos
cerca de aquel árbol. Lo único que debes
hacer es quedarte aquí abajo, en mi surco. Y
cuando la liebre se acerque. Sales antes de que
llegue a la meta y Gritas muy fuerte ¡Llegue primero! Entendió.


entendí. Entonces
el matrimonio se
separó. Y el señor
tortuga se fue donde lo
esperaba el señor liebre. Se pusieron
los dos en la Partida y en
el surco que le correspondía a cada uno.
La tortuga preguntó ¿está listo para comenzar? Sí respondió
la liebre. Entonces la liebre contó: uno, dos y tres.
Y salió corriendo como un rayo surco abajo. La tortuga dio

unos
cuantos pasos
y se ocultó.
Mientras la liebre corría
velozmente y cuando este iba
llegando cerca de la meta casi
se desmayó al escuchar el grito de
la tortuga “Llegué primero” La liebre estaba asombrada,
pero le entraron dudas y se dijo “Aquí hay
gato encerrado” Entonces gritó: - Repitamos la carrera. Otra
vuelta.
Uno, dos y tres y corrió como un bólido surco arriba.
Estaba
por llegar
a la partida,
cuando escuchó decir otra
vez a la tortuga: “Llegue
Primero” Ahora la liebre estaba muy
indignada. Volvió a gritar. ¡Otra vuelta! La
tortuga respondió: las que usted quiera. Uno, dos
y tres y nuevamente partieron hacia la meta y
otra vez cuando la liebre estaba por llegar. Salta la
tortuga y grita “Llegué Primero”. La liebre no aceptaba su
derrota.

Corría,
corría y
corría, pero siempre
la tortuga ganaba. Después
de veintisiete vueltas. La
liebre cayó al suelo desmayada por
el cansancio. La astuta tortuga y su
mujer habían vencido la arrogancia de la liebre.
Esta por su prepotencia no fue capaz de darse
cuenta que la inteligencia siempre triunfa por sobre la fuerza
física.
TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.
Ejercicio N°2 “Los Extremos”
Actividad:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer las palabras ennegrecidas de cada linea.
- Repetir la Actividad anterior aumentando la velocidad en decir las palabras que
están al extremo.

Los tres cerditos

En un bello bosque vivía un señor cerdo con sus tres hijos muy felices.
Pero un día se dio cuenta que no podía mantenerlos, entonces los mandó a
buscar para decirles lo siguiente:
- Hijos ya no puedo vivir con ustedes, porque no puedo mantenerlos.
Tendrán que irse de mi lado, buscar como se pueden ganar la vida sólo.
- Y los tres cerditos se fueron, cada uno por su lado
- El primer cerdito, que era muy flojo, construyó una casita muy frágil y
liviana con un poco de paja que halló en el camino. Y dijo muy contento –
Aquí viviré tranquilo y bien.
- El segundo cerdito, que era un poco más trabajador caminó un poco más,
buscó unos trozos de madera y empezó a construir su casa. Pero pronto se
aburrió y la dejó sin terminar. Y dijo muy contento:
- En esta casa estaré muy cómodo para vivir. – Y se conformó.
- El tercer cerdito, que era muy inteligente. Pensó que él debía construir
una casa sólida. Para su seguridad. Entonces buscó arena, ladrillo,
cemento y trabajó y trabajó para poder construirla. Al fin tuvo una linda y
hermosa casa con una chimenea.
- Esta si, que es una buena casa – se dijo – muy contento con su obra.
- Mientras tanto, oculto tras unos árboles se encontraba un hambriento y
feroz lobo que llevaba varias horas espiando lo que hacían los cerditos.
- El lobo se acercó en primer lugar a la casa de paja. Y dijo:
- Cerdito ábreme la puerta.
- El cerdito contestó: No, no abriré.
- Cerdito ábreme la puerta y te daré una canasta de manzanas.
- El cerdito volvió a contestar: No, no te abriré
- Ante la negativa del cerdito el lobo se enoja y dice:
- Entonces soplaré, soplaré y soplaré y tu casita de paja derribaré. La casa
del cerdito se cae por la fuerza de los soplido del lobo y el cerdito debe
arrancar para evitar ser la comida del lobo hasta que busca refugio en la
casa de su hermano.
- Entonces, el lobo se dirigió a la casa del segundo cerdito. Cuando llegó a
la puerta dijo:
- Cerdito ábreme la puerta.
- El cerdito contestó: No, no te abriré.
- El lobo vuelve a insistir. Cerdito ábreme la puerta y te daré una bolsa de
nueces.
- El cerdito vuelve a contestar: No, no te abriré
- Indignado el lobo dice: Entonces soplaré, soplaré y soplaré y tu casita de
madera derribaré.
- Y el lobo sopló una vez, dos veces y tres veces y la casa del cerdito se
cayó. Entonces los cerditos salieron corriendo para no ser la comida del
lobo. Arrancaron aterrados y buscaron refugio en la casa de su tercer
hermano. El lobo los siguió hasta pero no pudo alcanzarlo. Finalmente
llegó a la casa del cerdito inteligente y trabajador y llamó a la puerta: -
Cerdito ábreme la puerta.
- Los cerditos contestaron: No, no te abriremos la puerta.
- El lobo volvió a decir: Cerdito ábreme la puerta y te daré fresas silvestres.
- Los cerditos volvieron a contestar: No, no te abriremos.
- Entonces el lobo indignado dijo: Soplaré, soplaré y soplaré y tu casa
derribaré. Y el lobo sopló una, dos, tres y muchas veces hasta que se
desmayó pero no pudo mover ni un solo ladrillo. Cuando despertó tenía
más hambre, pero no podía derribar la casa con soplidos, así que pensó,
pensó y pensó hasta que vio la chimenea, allí descubrió una forma de
entrar a la casa. Entonces el lobo construyó una escalera para poder
entrar. Los cerditos adivinando las intenciones del lobo encendieron la
chimenea y pusieron una olla con agua hirviendo.
- El lobo puso la escalera y se metió por la chimenea, pero al llegar abajo
sintió un terrible calor en su cola. Con un gran aullido de dolor subió y se
alejó corriendo jurando que jamás volvería a mirar un cerdito.
- El cerdito inteligente y trabajador convenció a sus dos hermanos que
construyeran casas sólidas, aunque trabajaran más. Ellos así lo hicieron, y
desde entonces los tres viven muy seguros y felices.
TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Ejercicio N°3 “Ideas y Puntuación”


Actividades:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer con otra persona una lee, el niño lee las partes
ennegrecida y la otra persona las partes no destacadas.
- Siguiendo las instrucciones anteriores se continúa con la parte N°1.
- Finalmente el niño debe lee ambas partes destacando en su entonación, cada
una las partes. (Ennegrecida y no destacada)

El traje del rey

N°1

Hace muchos, pero muchos años, había un rey muy


pretencioso. Casi no se preocupaba de gobernar su reino: sólo le
interesaba verse muy, pero muy elegante. ¡Poseía tantos trajes,
que apenas tenía espacio para guardarlo!
- ¿Dónde está mi ropa nueva?
- ¿Preguntaba a cada momento. Y los sastres de la ciudad,
trabajaban día y noche cosiendo preciosos trajes para él.
Un día llegaron extranjeros a la ciudad. Uno era bien alto y
delgado y el otro era muy gordo y bajo.
-Somos tejedores famosos –dijo el gordo, y les hemos traído
nuestras fantásticas telas.
Pero, las personas de la ciudad no le prestaron la menor atención.
Instalaron, entonces, una tienda en la plaza, y mientras los
curiosos se acercaban, ellos simulaban sacar telas de un baúl y
ponerlas cuidadosamente en unos colgadores de madera.
-¡Miren qué bellos colores! –exclamaba el flaco -. ¡Y observen
los finos hilos de oro y plata!
COLEGIO ALERCE
CONCEPCIÓN
DEPARTAMENTO 1er CICLO

TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Ejercicio N°3 “Ideas y Puntuación”

Actividades:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer con otra persona una lee, el niño lee las partes
ennegrecida y la otra persona las partes no destacadas.
- Siguiendo las instrucciones anteriores se continúa con las otras partes N°2.
- Finalmente el niño debe lee ambas partes destacando en su entonación, cada
una las partes. (Ennegrecida y no destacada)

El traje del rey

N°2

La gente no entendía nada, porque sólo veían los


colgadores. ¡En vez de telas sólo veían aire, puro aire! ¡En los
colgadores no había nada!
- Ahí no hay nada – dijo alguien, enojado.
- ¡Claro que hay! – replicó el hombre gordo -. Lo que sucede es
que nuestras telas están hechas con hilos mágicos, que son
invisible para los tontos y los inútiles.
- ¡Oh, qué bellos tejidos! - alabó entonces uno de los mirones.
- ¡Sí, que bellos – corearon varios, que no querían aparecer como
tonto o inútiles.
La noticia llegó pronto hasta el rey, quien hizo llamar de
inmediato a los dos pillos.
- Quiero que me hagan un hermoso traje con telas mágicas –
ordenó el rey.
- Tendrás el traje más bello del mundo le aseguraron los
mentirosos tejedores.

COLEGIO ALERCE
CONCEPCIÓN
DEPARTAMENTO 1er CICLO

TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Ejercicio N°3 “Ideas y Puntuación”


Actividades:
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer con otra persona una lee, el niño lee las partes
ennegrecida y la otra persona las partes no destacadas.
- Siguiendo las instrucciones anteriores se continúa con la parte N°3.
- Finalmente el niño debe lee ambas partes destacando en su entonación, cada
una las partes. (Ennegrecida y no destacada)

El traje del rey

N°3

“Cuando use ese traje”, se dijo: entonces el rey, sabré cual de


mis servidores es “tonto o inútil”. E hizo dar gran cantidad de
hilos de oro y plata a los tejedores.
Después de unos meses, el rey mandó a su primer ministro a
ver cómo iba el traje que los sastres le estaban haciendo.
- ¿Verdad que está quedando precioso? – Le preguntaron los dos
bribones, mostrándole un traje imaginario.
El primer ministro quedó espantado: no veía traje alguno. Pero
como no quería que el rey que lo creyera un tonto o inútil, les
dijo que el traje del rey estaba quedando fabuloso.
El monarca decidió lucir su nuevo traje el día de su
cumpleaños. Pero cuando los sastres se lo probaron, vio que no
había traje, y se dijo: “Debo ser muy tonto para no verlo; si lo
confieso, me van a quitar la corona”.

COLEGIO ALERCE
CONCEPCIÓN
DEPARTAMENTO 1er CICLO

TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Ejercicio N°3 “Ideas y Puntuación”


Actividades
- Se debe leer el texto en forma silenciosa.
- Posteriormente se debe leer con otra persona una lee, el niño lee las partes
ennegrecida y la otra persona las partes no destacadas.
- Siguiendo las instrucciones anteriores se continúa con la parte N°4.
- Finalmente el niño debe lee ambas partes destacando en su entonación, cada
una las partes. (Ennegrecida y no destacada)

El traje del rey

N°4

Así, que el día de su cumpleaños, sus ayudantes lo vistieron


con el traje invisible. ¡Y todo el pueblo vio a su rey recorrer las
calles en ropa interior. Pero la gente exclamaba:
- ¡Que hermoso traje lleva el rey! ¡El rey luce más elegante que
nunca! ¡ El rey tiene el traje más lindo del mundo!
Pero un niño, que no era tonto, exclamó: - ¡Mira mamá!
¡Mira mamá! ¡El rey va en camisetas! ¡El rey no tiene traje!
Entonces todos estallaron en risas, el pueblo entero se
burlaba de él.
El rey regresó a su palacio muy avergonzado y, sin más
explicaciones, hizo guardar bajo siete llaves el traje
imaginario.
Mientras tanto, los dos sastres habían escapados con todo el
oro y plata que habían juntado. Y cuenta la gente, que en
todos los pueblos en que se detenían los dos bribones, no
paraban de reírse de la vanidad del rey.

EL REY Y EL LEON
Lectura Nº13

Un día el león, el rey de la selva, quiso dar una vuelta por su


reino, iba trotando, muy atento a todo lo que sucedía a su alrededor,
cuando de pronto vio ante él a un pequeño ratón.
Entonces el ratón muy tembloroso dijo:
- ¡Ay, por favor, poderoso señor, no me mates! – el pequeño ratón,
rogaba temblando de miedo.
El león lo miró y luego se encogió, preparándose para saltar
sobre su víctima.
- ¡No, por favor, no! – gimió el ratoncito muy asustado - .
Poderoso señor, rey de la selva, ¡Por favor! Ten compasión de mí.
Mírame soy tan pequeño e indefenso.
- Broo – rugió el león, calmándose – Broo ... hoy estoy de buen
humor. Te perdonaré la vida sólo para que veas cuán poderoso
soy.
Y se alejó a paso muy tranquilo, mientras el ratoncito, todavía
estaba muerto de miedo, tan pronto se sintió un poco más calmado
se puso a correr para ponerse a salvo. Mientras tanto no muy lejos de
allí unos cazadores tendían una trampa para cazar un león

Lectura Nº14

El león no había caminado mucho del encuentro con el ratón,


cuando de pronto ¡paf! ¡paf! El león había caído en la trampa
puesta por los cazadores. El enorme animal luchó y luchó y luchó
para librarse de las redes que lo mantenía prisionero. Pero no podía
ya que las cuerdas eran muy firmes. Después de unas cuantas horas
de inútil lucha. El león se dio por vencido y se resignó a caer en
manos de aquellos cazadores que le habían tendido aquella trampa.
Así estaba, atrapado en la red muy triste y quieto, cuando de
repente ¡que sorpresa! Ante él apareció, el mismo ratoncito con el
cual se había encontrado ese mismo día en la mañana. Y su sorpresa
fue aún mayor cuando el animalito le dijo:
- No te desespere, yo te salvaré. El León muy incrédulo se sonrió y
le respondió - ¿Tú? ¿Pero como lo harás para salvarme? ¿Tú, que
eres tan pequeño y débil?
Lectura Nº15

- A lo cual el ratón muy orgulloso le respondió: - Ya verás como lo


hago.
Entonces se acercó a la trampa y con mucha paciencia comenzó a
roer a roer y a roer la red con sus filosos dientes.
Al ver que los dientes del ratoncito eran capaz de cortar la red. El
león le rogaba - ¡Apúrate, ratoncito, apúrate! ¡Que ya vienen los
cazadores!. Ahora era el león quién temblaba de miedo.
- Ten paciencia, ten paciencia rey de la selva – le dijo el ratoncito -
No rujas tan fuerte que los cazadores pueden estar cerca y
escucharán que tratas de escapar. Si llegan los cazadores no te
podré ayudar
Y el ratoncito siguió royendo, royendo y royendo, hasta que logró
abrir un agujero en la red.
El león, se precipitó, salir a través del agujero, pero no pudo salir,
ya que el agujero era muy pequeño para su porte.

Lectura Nº 16

Entonces el león gimió – Es ¡imposible salir aún! ¡Agrándalo


más! ¡Agrándalo más! ¡Por favor!. Era triste ver al poderoso señor,
al rey de la selva pidiendo clemencia al minúsculo roedor. Pero esta
actitud no le importaba a su interlocutor.
El ratón redobló sus esfuerzos. Por los ruidos del bosque se daba
cuenta de que amanecería muy pronto.
Finalmente el ratón dijo: - Listo, ya puedes salir. ¡Cuidado! No
hagas ruido.
Entonces el león se abalanzó por el agujero, se liberó de la red y
corrió a perderse entre la espesura de la selva.
- ¡Gracias! – rugió, mientras desaparecía entre los árboles -
Y mientras corría pensaba:
“Jamás creí que algún día iba a necesitar la
ayuda de alguien mucho menos poderoso que yo”
Cuando llegaron los cazadores vieron con asombro e indignación
el agujero realizado por el roedor y por el cual había escapado su
preciosa presa. Se dieron media vuelta y se fueron.

EL PERRO Y EL BURRO
Lectura Nº 17

Había una vez una granja donde vivían muchos animales


domésticos. Allí vivían los patos con sus patitos, las gallinas con sus
pollitos, los cerdos con sus lechoncitos, las vacas con sus
terneritos... pero ¡ay!, sólo había un solo perro y un solo burro.
Cada día que pasaba, el perro esperaba ansioso la llegada de su
amo. Quien era el granjero, se echaba en el suelo, vigilaba la casa y
a los demás animales.
Pero no sólo el perro esperaba a su amo: también lo hacían los
patos, las gallinas, los cerdos, las vacas... y el burro.
Pero cuando el amo llegaba, el único que daba muestras de
alegría era el perro. Saltaba, intentando lamerle la cara, brincaba
cariñosamente a su alrededor y daba alegres ladridos. Los patos y las
gallinas, juntos con sus pequeños seguían picoteando por aquí y por
allá; las vacas continuaban pastando y los cerdos comiendo en sus
corrales.

Lectura Nº 18
El burro por su parte, miraba tristemente la escena y decía:
- Aquí, al único que quieren es al perro. Mi amo no se preocupa de
mí.
Este pensamiento de que su amo no lo quería atormentaba al
burro. Hasta que un día el burro decidió hacerse querer. Y para
lograr su propósito se echó al lado del perro y se puso pacientemente
a esperar a que llegara el granjero.
Cuando el hombre llegó, el burro empezó a imitar al perro.
Levanto sus patas delanteras y comenzó a brincar, dando, al mismo
tiempo, alegres rebuznos.
- ¡Iiih, ahh! ¡Iih, ahh! – rebuznaba. Ante tan extraña conducta, el
amo pensó que el burro se había vuelto loco y se asustó.
- El hombre le gritó - ¡Apártate! ¡Apártate! Pero el burro, en medio
de su ansiedad por ganarse su afecto, lo empujó sin quererlo, con
sus patas y lo tiró al suelo.

Lectura Nº 19

En ese preciso momento llegó el hermano del granjero, que al ver


a su hermano botado en el suelo, preguntó espantado:
- ¿Qué ha pasado aquí? Hermano ¿Quién te ha golpeado?
- ¡Fue el burro!, ¡Fue el burro! - contestó el granjero. No se que
puede haberle pasado. Debe estar enfermo o ha enloquecido.
Entonces el hermano del granjero fue en busca de un lazo y se
dirigió donde estaba el burro para lacearlo. Pero el animal que no
entendía lo que estaba pasando huyó para evitar ser atrapado, el
hombre sabiendo que el animal podría oponer resistencia llamo
algunos trabajadores para que lo apoyaran y comenzó la escena
como lacear pronto el burro. Mientras unos corrían por un lado otros
gritaban y corrían por el otro lado. Y así transcurrieron varios
minutos hasta que por fin pudieron lacearlo. Posteriormente entre
todos lo condujeron a tirones hasta un cerco donde lo amarraron con
firmeza.
Lectura Nº 20

Luego ayudo a su hermano a ponerse de píe, mientras tanto el


perro saltaba muy alegre de un lado para otro, le hacia cariño en las
piernas a su amo.
A la mañana siguiente, el granjero fue hasta donde se encontraba
el burro. Este se encontraba aún amarrado al cerco, pero ahora
estaba más tranquilo, entonces lo miró, acarició y le dijo:
- Hola, mi amigo burro. ¿Cómo estás? El burro respondió con
meneo de cabeza. Bien ahora iremos al mercado y tú llevaras las
hortalizas que yo venderé allí. Pero nunca debes olvidar que un
burro es y será un burro y que un perro es y será siempre un perro.
Tú sirves para llevar carga de esta manera alivianas el trabajo de
traslado de mercadería de un lugar a otro. Esa es tú labor. En cambio
el trabajo del perro es vigilar la casa, y cuidar a los animales de la
granja. Eso es algo que nadie puede cambiar. Cada cual es lo que es,
y sirven para el trabajo que han sido destinados. ¿De acuerdo?
El burro respondió con dos rebuznos y moviendo la cabeza
afirmativamente se alejó muy alegre con su carga.

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