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CAMPUS NORTE
Eclesiologia Contextualizada
INVESTIGACIÓN
“Metáfora”
PRESENTA:
Lucero Lizeth Barrera Guarneros
La vida de un cristiano puede llegar a ser un tanto conflictiva, mas halla de que en
una iglesia todos creemos en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, hay veces que unos
están a favor de ciertas normas y otros tantos no. Ciertamente esto se da mas por
el hecho de que afecta nuestro concupiscencia, o porque no le damos el lugar a
Dios primeramente.
En esta investigación mi tema es “La iglesia como templo de Dios”, desde mi
perspectiva claro usando base bíblica, haciendo uso de conciencia y pensamiento
personal, por lo que no es mi deseo imponer una ideología, o concretar en que esta
es la verdad que revela la Biblia, simplemente es el punto de vista que a mis 23
años logre identificar.
La iglesia como templo de Dios, es una de las metáforas mas interesantes que pude
encontrar, en mi familia soy la tercera generación de cuna cristiana, todo empezó
con mis abuelitos Juan y Susana, que fueron los que instruyeron a sus hijos y estos
a los suyos; y algo que siempre estuvo presente era la asistencia a la Iglesia,
formalmente los domingos a la escuela dominical y posteriormente al servicio
general, sin contar las células y servicios entre semana. Pero desde que estas
pequeño te empiezan a “restringir” ciertos hábitos, palabras, o actitudes que “no
son correctas ante Dios”, “no son dignas de una hija de Dios”.
Cuando eres pequeña obedeces sin mas precedentes, pero la duda de que es lo
correcto sigue ahí. Te llenan la mente de tantas cosas que “No” puedes hacer, que
solo piensas: “¿Entonces que es lo que si puedo hacer?.
Y así como fue mi infancia, muchas veces empezamos compartiendo a Dios, o
hasta así es como nos ve la gente de alrededor piensa que es el cristianismo, “Una
vida de NO”.
Pero la verdad atrás del “no hagas esto...” es mas interesante de lo que promete ser.
Todo comenzó desde que Jehová elige a la familia de Aaron para ser sacerdotes, y
en Éxodo 28 nos habla de las vestiduras que deberán llevar, en este capítulo me
interesa resaltar algunos puntos acerca de esta decisión.
1. Dios llamo a Aaron a ser sacerdote y no fue Aaron quien lo pidió. El principio
interesante de nuestra trabajo en la vida cristiana es el hecho de que Dios nos
“llama”, no al revés. Muchas veces confundimos lo que “yo quiero” a lo que
“Dios quiere”. Y esa irregularidad puede llevarnos por un camino un tanto
diferente.
2. Dios es Santo, y él desea lo mismo para sus seguidores. Ex 28:36. La naturaleza
de Jehová es Santa, a diferencia de la nuestra que es pecaminosa. Toda la
vestimenta que usaría un sacerdote, cada rasgo que Jehová le dictaba a Moisés
que debía tener, ilustraba un hombre diferente ante Israel. Alguien que no era
“cualquier persona”.
3. El aspecto exterior si importa. Toda la vestidura sacerdotal hasta incluía el
aspecto específico de la ropa interior, Ex. 28:42. Cuando entras a la escuela, o a
un trabajo en donde necesitas uniforme, te dicen los aspectos en que este
consistirá, mas no te detallan que ropa interior utilizar, por que han de decir:
“Es su vida”, pero en este caso, hasta la ropa interior importa, por lo que infiero
que para Dios, nuestro exterior y nuestra presentación ante el mundo, “Si”
importa.
El principito
Así es Dios, el ve primero el corazón y podría ser este un argumento valido para
asegurar que el interior es mas importante que el exterior, y por un lado lo es; pero
la realidad que quiero exponer, es que claro, nuestro interior, nuestra vida espiritual
es de vital importancia, pero son nuestros actos los que hablan, no ha Dios, porque
el ve el corazón, Él ya nos conoce, pero el exterior, nuestros actos, le hablan a la
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Claro que hay personas que cuando llegan a Dios, la vida que llevaron, o la que
vivieron mientras se alejaron, cambio, devasto y transformó su aspecto externo,
pero ya sea que te hayas alejado o no, una vez adentro, te comprometes con el
Señor, ha cambiar tu vida, y aunque hay aspectos físicos que no son reversibles,
hay que hacer que el esfuerzo de que nuestros hechos griten, mas que el aspecto,
Stg 2:17.
La vida espiritual, que es privada y personal con Dios, siempre será lo mas valioso
que podemos tener, nuestro aspecto físico nos sirve para honrar a Dios, pero al
final, las que gritan, las que hacen que nuestra verdad, nuestro testimonio, y
nuestra comunión con Dios se note, son nuestros actos. Pues las acciones, lo que
decidimos, como hablamos y como nos manejamos, son los que rebelaran nuestro
interior, y serán las bases verdaderas de nuestro trabajo en Dios, porque cuando
llegamos a este punto, queremos que los demás nos miren, y no por popularidad ni
orgullo, sino para que sigan a Dios, que también se comprometan a seguir las
enseñanzas que nos dejó Jesús, cumpliendo la gran comisión de ir y compartir las
nuevas buenas haciendo discípulos.
No hay que dejar de buscar de Dios, que nuestra comunión con Dios, sea siempre
nuestra prioridad, cuidando nuestros hechos y palabras.