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“La autobiografía del siglo XX” Goran Therborn

Un documento clave que los futuros historiadores leerán, examinaran y aprovecharan

es Age of Extremes de Hobsbawm, que puede ser leído como una autobiografía del

siglo XX, no la única, pero una de las más completas y mejor escrita. El autor aporto el

mapa histórico de los últimos 250 años de la época de la revolución industrial, la

francesa y la de octubre (rusa).

La tetralogía es central en su obra: “La era de las revoluciones, la era del capital y la era

del imperio, y por último Historia del siglo XX”. La política, la economía, y sociologías

tomadas en conjunto constituyen la esencia, por el relato cautivador del narrador. Al

lector se le ofrece una visión general, una serie de observaciones pertinentes sobre los

arte y ciencias.

Era de los extremos de hobsbawm es: 1) una historia explicita del siglo escrita por un

testigo participante que es a la vez historiador. 2) ofrece una perspectiva comparativa

derivada de anteriores análisis históricos generales del autor. 3) siglo xx por razones

diversas es el siglo del autor.

Fue un siglo (xx) europeo dada su experiencia. Las dos guerras mundiales, la revolución

de octubre, las divisiones entre comunísimo y anticomunismo, fascismo y antifascismo,

y fue allí donde fascismo y comunismo llegaran a su final. Hobsbawm no es solo

europeo, sino un intelectual poligloto, cosmopolita, centro europeo, judío, conducido

a las islas británicas por el fascismo. Sus experiencias acercan al historiador dentro y

fuera del ámbito académico en los puntos de encuentro de los mundos del trabajo y

del arte.

La era de los extremos nos ofrece dos perspectivas diferentes de nuestra época. La

principal es la autobiografía de la época que define al siglo xx como un “siglo corto”,

que va desde el estallido de la primera guerra mundial (PGM) hasta el final de la URSS.

Es una era política con fundamentos, implicaciones y consecuencias sociales y

económicas. La segunda perspectiva contempla el “tiempo social” que no sigue ni el


calendario cristiano ni las cadencias de la política del poder. Hobsbawm detecta una

“revolución” de las sociedades, basada en que la mayoría de la humanidad ya no se

dedica a las labores agrícolas tradicionales. Adhiere el tiempo socia en el tercer cuarto

de siglo llamado la era de las catástrofes y el derrumbamiento.

La PGM provoco a caída del viejo orden en Europa e inauguró una época de brutalidad

y masacre sin precedentes. La revolución bolchevique surgió a partir de aquí, pero tuvo

que defenderse del ataque continuo de ejércitos contrarrevolucionarios locales y

extranjeros. Con esta victoria de la revolución se hizo mas patente el fracaso de otras

tendencias anticapitalistas (desde el anarcosindicalismo a izquierdistas no

bolcheviques excluidos de la segunda internacional). Hobsbawm afirma que los

jóvenes que ansiaban derribar el capitalismo se convirtieron en comunistas ortodoxos.

EL autoritarismo de Lenin hizo cada vez más difícil ser comunista, pero el capitalismo

de entreguerras resultaba cada vez menos atractivo.

Con la gran depresión en los 30´, el desempleo significaba miseria y hambre. La

economía de mercado resultaba absurda y la economía planificada de la URSS

proporcionaba el único ejemplo de crecimiento. Este fue el momento de Hitler,

bendecido por el clero protestante, apoyado por los católicos alemanes, aplaudido por

el profesorado ario, celebrado por el ejército y financiado por el gran capital. Esto

condujo a la temporal y extraña alianza del capitalismo liberal y el comunismo, que

salvo a la democracia liberal y al capitalismo. Esta alianza contra el fascismo conforma

la bisagra de la historia del siglo XX y su momento decisivo. Es la gran ironía del siglo

XX.

1) El comunismo en el poder estuvo marcado por su forja a sangre y hierro,

resultó más anacrónico y frágil después de la era de las catástrofes. El poder

autoritario estableció una gerontocracia. Gorbachov fue el primer líder de la URSS que

procedía de una generación que no hizo la guerra. Hobsbawm dice: “un renacimiento

de este modelo no seria posible, ni deseable ni necesario. Solo en condiciones mejores


que las de la era de las catástrofes pudo evolucionar el comunismo, dando lugar al

eurocomunismo, aunque fuera superado por sus competidores socialdemócratas.”

2) El nacionalismo antifascista: Hobsbawm describe la alianza antifascista, que

niega su componente nacionalista hasta un extremo que no parece convincente.

Retrata la SGM como una ampliación de la guerra civil española, como una guerra civil

internacional, porque las líneas divisorias entre las fuerzas pro y antifascistas

atravesaban cada una de las sociedades. Motivo esencial de la resistencia comunista

fue su internacionalismo. La resistencia se convirtió en un fenómeno de masas

alimentada por el nacionalismo anti alemán. El apoyo masivo a la resistencia que

ganaron los partidos comunistas cultivó el nacionalismo después de 1945, que atañe a

la cuestión de las relaciones entre clase y nación en la historia del movimiento obrero.

3) La paradoja de la URSS salvando al capitalismo liberal al derrotar a Hitler y

proporcionando procedimientos para su reforma.

Tiempo de calendario y Tiempo social

Cristianos y paganos vivimos siguiendo el calendario cristiano. El siglo XX de hobsbawm

es un recorte político del siglo del calendario. Hobsbawm inserta una serie de escalas

temporales, señala el crecimiento económico de la edad de oro y ve la explosión

demográfica, que en los países pobres del mundo es el cambio más fundamental del

siglo corto.

Su capítulo “La revolución social de 1945-1990” destaca cuatro cambios epocales que

son: 1) la muerte del campesinado donde la gente vivía de la producción directa de

alimentos. 2) incremento de población escolar. 3) la decadencia de la clase obrera

industrial. 4) el avance del movimiento de la mujer. En el capítulo 11 sugiere la idea de

una Revolución cultural, que resume como “el triunfo del individuo sobre la sociedad,

una rotura de los tejidos sociales.”

Sin embargo, se le critica que para 1990 dice que solo tres regiones permanecieron

dominadas por el campo: África subsahariana, el sureste asiático y China meridional.


Pero estos ocupan el 48% de la población mundial.

El autor plantea problemas metodológicos en Hobsbawm: 1) Que nivel de “globalidad”

y “transnacionalidad” tiene el capitalismo actual comparado con el de la era del

imperio? 2) Como se relaciona los decisivos cambios económicos, demográficos,

sociales y culturales de la segunda mitad del siglo XX con los acontecimientos que

marcan el final del siglo?

El derrumbamiento es un fenómeno de inestabilidad e incertidumbre política e

ideológica, y de distribución desigual de la riqueza, pero no se caracteriza por cambio

económico alguno. La desindustrialización es la única nueva tendencia social

destacable.

El mundo exterior a Europa: al final del siglo XX el mundo ya no es eurocéntrico, pero

hobsbawm no le atribuye importancia, ve a la historia no europea como dependiente

con pretensiones de occidentalización o modernización.

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