Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ECONOMÍA ECOLÓGICA
MATERIA
INTRODUCCIÓN 1
MARCO TEÓRICO 2
METODOLOGÍA 3
EJEMPLO DE APLICACIÓN 4
APORTES A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA 6
CONCLUSIONES 7
BIBLIOGRAFÍA 7
1
INTRODUCCIÓN
Los seres vivos necesitan y requieren de alimento, energía y agua para subsistir, por
ello necesitan del medio natural en donde mantienen el equilibrio entre recursos y su
demanda. Para el ser humano la demanda de alimento, energía y agua depende de su
estilo de vida, las personas que habitan ciudades utilizan más recursos y es así, como
la demanda de los mismos acaban reduciendo la superficie de los bosques, manglares,
selvas, y la calidad de los mares en el mundo.
Cada individuo o ciudad tienen a tener siempre un impacto sobre el planeta cada que
satisface sus necesidades básicas y para absorber sus residuos generados, para ello
es importante conocer el concepto de huella ecológica el cual se dará a conocer en este
trabajo, de igual manera se hablará de su aplicación tomando como referencia el
articulo Forma urbana y huela ecológica en el Área Metropolitana de Concepción Chile,
donde expone la huella ecológica de los consumos energéticos residenciales, así como
la energía utilizadas, a través del modelo de regresión múltiple.
A demás se darán a conocer los aportes que tiene el índice de huella ecológica hacia la
economía ecológica y como esa se interrelacionan y hacen critica a la economía
convencional.
MARCO TEÓRICO
2
De esta manera se define huella ecológica como un indicador de presión ambiental que
mide el consumo de recursos expresado en unidades físicas de superficie (hectáreas).
Comparada esta demanda con el área de biocapacidad productiva territorial, esto es,
con la capacidad del territorio para ofertar esos recursos, permite valorar si el nivel de
consumo es sostenible (Fernández F, Diaz del Olmo F, 2011).
Debido a que la gente utiliza los recursos de todo el planeta, la huella ecológica calcula
el tamaño combinado de estas áreas donde quiere que estén ubicados estos recursos.
Se pueden comparar las huellas ecológicas que representan la demanda del hombre,
con la capacidad biológica en una región particular o para todo el planeta. Cuando las
demandas del hombre exceden la producción ecológica, el capital natural, es decir, los
créditos sobre cual dependen la actual y las futuras generaciones disminuye. Se
denomina a esta situación “sobrepaso” o también el déficit ecológico global (Badii, M. H.
2008).
Hay cinco dimensiones básicas en el cálculo de la huella ecológica: a. Superficie
artificializada: cantidad de hectáreas utilizadas para urbanización, infraestructuras o
centros de trabajo. b. Superficie necesaria para proporcionar alimento vegetal. c.
Superficie necesaria para pastos que alimentan ganado. d. Superficie marina necesaria
para producir pescado. e. Superficie de bosque necesaria para servir de sumidero del
CO2 que arroja nuestro consumo energético. Debido al sistema de desarrollo
implantado por los países desarrollados y a sus medios de producción masiva e
innecesaria, se ha acelerado desmesuradamente la degradación medioambiental, lo
que conlleva a un círculo vicioso en el cual todos somos perjudicados (Martínez R,
2008).
METODOLOGÍA
3
De dicha investigación se toma un caso de estudio de la aplicación de huella ecológica
en Concepción Chile, donde se seleccionaron diecinueve barrios pertenecientes a ocho
comunas, para la aplicación de encuestas las cuales pretenden capturar la variedad de
situaciones en cuanto a densidad, centralidad y nivel de ingresos. Los datos sobre
consumos energéticos en movilidad y vivienda, características
socioeconómicas y actitudes ante la sostenibilidad provienen de la implementación de
475 encuestas sobre los patrones de consumo de los hogares (25 encuestas por
barrio). Esto supuso recoger información sobre 1.662 individuos. La información
contenida en los cuestionarios se agrupa en cuatro categorías: a) perfil familiar (número
de miembros del hogar, renta per cápita, tipología hogar); b) actitudes respecto a la
sostenibilidad (valoración ambiental del lugar de residencia y peso que tuvo en su
elección); c) vivienda (superficie de la vivienda, tipología de la vivienda, consumo de
energía en gas y electricidad; d) movilidad (número de desplazamientos, modo de
transporte y distancia recorrida). Por último, los datos de densidad se calculan con el
Censo de Población y Vivienda 2002, y el área de la sección censal mediante un
Sistema de Información Geográfica. La distancia recorrida se aproxima considerando la
distancia en línea recta entre origen y destino (Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García,
A., Filipe, M., & Quintana, M. 2016).
De esta manera se emplea como indicador huella ecológica correspondiente al Energy
Land, es decir, la superficie teórica de bosques necesaria para absorber los gases de
efecto invernadero a la atmosfera. Ya que la Energy Land es el equivalente a la Huella
de carbono, una vez que se convierten en hectáreas las toneladas de CO 2 utilizando el
factor de conversión 5.2 Tn CO2/ha propuesto por el Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático.
Con la información sobre consumo de energía en vivienda y movilidad, se calcula la
Huella Ecológica correspondiente al Energy Land de cada unidad familiar dividida por el
número de miembros que la componen (Huella Ecológica total per cápita). Este valor se
obtiene al sumar cuatro subhuellas:
Huella Ecológica de los consumos energéticos residenciales
Huella Ecológica de la movilidad obligada
Huella Ecológica de la movilidad de fin de semana
4
Huella Ecológica de la movilidad por vacaciones
EJEMPLO DE APLICACIÓN
5
Concepción debido a la movilidad individual y al consumo de energía en las viviendas
(Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M. 2016).
De esta manera en se denota que el número de habitantes por vivienda ejerce un
impacto negativo sobre la huella per cápita, lo que confirma la existencia de escala en
el consumo de energía de la vivienda y también en la movilidad.
Se debe tener en cuenta que la huella ecológica puede interpretarse como el reverso de
la "capacidad de carga" de un territorio. Para el caso de los humanos, la capacidad de
carga de un territorio es el nivel máximo de explotación de recursos y de generación de
residuos que el territorio puede tolerar de forma indefinida sin que se deterioren sus
ecosistemas (Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M.
2016). A demás la metodología de la huella tiene en consideración que los sistemas
ecológicos son necesarios para la obtención de flujos de materias y energía requeridos
para la producción de cualquier tipo de producto y para la absorción de residuos (López
N). Esta interpretación va interrelacionada con el concepto de Economía Ecológica (EE)
orientada al estudio de las relaciones de los sistemas ecológicos con los sistemas
económicos, donde incluye elementos de la termodinámica y los flujos de energía (en
todo proceso hay entradas y salidas de energía), además la EE hace critica a la
economía convencional o neoliberal. De esta manera ambos conceptos consideran el
sistema como un sistema abierto donde hay interrelaciones dentro.
Ambos responden a la crisis ambiental actual, donde el indicador huella ecológica mide
la superficie per cápita que consume una población para generar los recursos
consumidos y asimilar los residuos generados y presenta la demanda cuantitativa de
recursos y la economía ecológica busca un equilibrio entre oferta y demanda de
recursos. Se podría afirmar que ambos buscan lo mismos, pero no; para la EE es
necesario que las actividades humanas tengan en cuenta sus posibles efectos sobre la
tierra además de ver el carácter no renovable de los recursos y las funciones
ecosistémicas. Mientras que el indicador solo se percata de hasta donde es capaz de
aguantar un recurso o un territorio, es decir, el nivel máximo de explotación de recursos,
lo que da a entender que dichos recursos son infinitos, cuando no lo son.
6
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
7
López N. “Metodología para el Cálculo de la huella ecológica en universidades”.
Congreso Nacional de Medio Ambiente. Cumbre del Desarrollo Sostenible.
Universidad de Santiago de Compostela. España.