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HUELLA ECOLÓGICA

ASTRID CAROLINA PENAGOS GÓMEZ


ESTUDIANTE

ECONOMÍA ECOLÓGICA
MATERIA

RICARDO FARFÁN ESCALERA


MAESTRO

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO


FACULTAD DE PLANEACIÓN URBANA Y REGIONAL
LICENCIATURA EN CIENCIAS AMBIENTALES

MÉXICO NOVIEMBRE DE 2018


CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 1
MARCO TEÓRICO 2
METODOLOGÍA 3
EJEMPLO DE APLICACIÓN 4
APORTES A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA 6
CONCLUSIONES 7
BIBLIOGRAFÍA 7

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INTRODUCCIÓN

Los seres vivos necesitan y requieren de alimento, energía y agua para subsistir, por
ello necesitan del medio natural en donde mantienen el equilibrio entre recursos y su
demanda. Para el ser humano la demanda de alimento, energía y agua depende de su
estilo de vida, las personas que habitan ciudades utilizan más recursos y es así, como
la demanda de los mismos acaban reduciendo la superficie de los bosques, manglares,
selvas, y la calidad de los mares en el mundo.
Cada individuo o ciudad tienen a tener siempre un impacto sobre el planeta cada que
satisface sus necesidades básicas y para absorber sus residuos generados, para ello
es importante conocer el concepto de huella ecológica el cual se dará a conocer en este
trabajo, de igual manera se hablará de su aplicación tomando como referencia el
articulo Forma urbana y huela ecológica en el Área Metropolitana de Concepción Chile,
donde expone la huella ecológica de los consumos energéticos residenciales, así como
la energía utilizadas, a través del modelo de regresión múltiple.
A demás se darán a conocer los aportes que tiene el índice de huella ecológica hacia la
economía ecológica y como esa se interrelacionan y hacen critica a la economía
convencional.

MARCO TEÓRICO

Existen indicadores se sustentabilidad física que informan de las dimensiones de la


crisis ecológica, como lo es el indicador de huella ecológica el cual consiste en una
traducción a hectáreas de la tierra biológicamente productiva de los patrones de
consumo de un país, una ciudad o individuo (Martínez R, 2008).
La huella ecológica fue desarrollada en la década de los noventa por Mathis
Wackernagel y William Rees, y desde entonces se ha tratado en numerosos estudios y
diferentes escalas. Esta se ha aplicado a distintos sectores económicos, entro los que
se encuentra el turismo, este indicador mide la superficie per cápita que consume una
población para generar los recursos consumidos y asimilar los residuos generados y
presenta la demanda cuantitativa de recursos (Fernández F, Diaz del Olmo F, 2011).

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De esta manera se define huella ecológica como un indicador de presión ambiental que
mide el consumo de recursos expresado en unidades físicas de superficie (hectáreas).
Comparada esta demanda con el área de biocapacidad productiva territorial, esto es,
con la capacidad del territorio para ofertar esos recursos, permite valorar si el nivel de
consumo es sostenible (Fernández F, Diaz del Olmo F, 2011).
Debido a que la gente utiliza los recursos de todo el planeta, la huella ecológica calcula
el tamaño combinado de estas áreas donde quiere que estén ubicados estos recursos.
Se pueden comparar las huellas ecológicas que representan la demanda del hombre,
con la capacidad biológica en una región particular o para todo el planeta. Cuando las
demandas del hombre exceden la producción ecológica, el capital natural, es decir, los
créditos sobre cual dependen la actual y las futuras generaciones disminuye. Se
denomina a esta situación “sobrepaso” o también el déficit ecológico global (Badii, M. H.
2008).
Hay cinco dimensiones básicas en el cálculo de la huella ecológica: a. Superficie
artificializada: cantidad de hectáreas utilizadas para urbanización, infraestructuras o
centros de trabajo. b. Superficie necesaria para proporcionar alimento vegetal. c.
Superficie necesaria para pastos que alimentan ganado. d. Superficie marina necesaria
para producir pescado. e. Superficie de bosque necesaria para servir de sumidero del
CO2 que arroja nuestro consumo energético. Debido al sistema de desarrollo
implantado por los países desarrollados y a sus medios de producción masiva e
innecesaria, se ha acelerado desmesuradamente la degradación medioambiental, lo
que conlleva a un círculo vicioso en el cual todos somos perjudicados (Martínez R,
2008).

METODOLOGÍA

Se realizo una investigación documental desde el 10 de noviembre hasta el 25 de


noviembre en bases de datos como ProQuest y Google Academic sobre huella
ecológica, en donde se identifica su concepto, calculo y aplicaciones. Dicha
investigación fue realizada para la clase de economía ecológica con el maestro Ricardo
Farfán Escalera.

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De dicha investigación se toma un caso de estudio de la aplicación de huella ecológica
en Concepción Chile, donde se seleccionaron diecinueve barrios pertenecientes a ocho
comunas, para la aplicación de encuestas las cuales pretenden capturar la variedad de
situaciones en cuanto a densidad, centralidad y nivel de ingresos. Los datos sobre
consumos energéticos en movilidad y vivienda, características
socioeconómicas y actitudes ante la sostenibilidad provienen de la implementación de
475 encuestas sobre los patrones de consumo de los hogares (25 encuestas por
barrio). Esto supuso recoger información sobre 1.662 individuos. La información
contenida en los cuestionarios se agrupa en cuatro categorías: a) perfil familiar (número
de miembros del hogar, renta per cápita, tipología hogar); b) actitudes respecto a la
sostenibilidad (valoración ambiental del lugar de residencia y peso que tuvo en su
elección); c) vivienda (superficie de la vivienda, tipología de la vivienda, consumo de
energía en gas y electricidad; d) movilidad (número de desplazamientos, modo de
transporte y distancia recorrida). Por último, los datos de densidad se calculan con el
Censo de Población y Vivienda 2002, y el área de la sección censal mediante un
Sistema de Información Geográfica. La distancia recorrida se aproxima considerando la
distancia en línea recta entre origen y destino (Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García,
A., Filipe, M., & Quintana, M. 2016).
De esta manera se emplea como indicador huella ecológica correspondiente al Energy
Land, es decir, la superficie teórica de bosques necesaria para absorber los gases de
efecto invernadero a la atmosfera. Ya que la Energy Land es el equivalente a la Huella
de carbono, una vez que se convierten en hectáreas las toneladas de CO 2 utilizando el
factor de conversión 5.2 Tn CO2/ha propuesto por el Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático.
Con la información sobre consumo de energía en vivienda y movilidad, se calcula la
Huella Ecológica correspondiente al Energy Land de cada unidad familiar dividida por el
número de miembros que la componen (Huella Ecológica total per cápita). Este valor se
obtiene al sumar cuatro subhuellas:
 Huella Ecológica de los consumos energéticos residenciales
 Huella Ecológica de la movilidad obligada
 Huella Ecológica de la movilidad de fin de semana

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 Huella Ecológica de la movilidad por vacaciones

EJEMPLO DE APLICACIÓN

En esta aplicación se ha estimado la Huella Ecológica de los consumos energéticos


residenciales y de la movilidad obligada y por motivos de ocio a partir de 475 encuestas
llevadas a cabo en el Área Metropolitana de Concepción (Chile). Una vez controlados
los posibles problemas de endogeneidad y tenidos en cuenta los aspectos
socioeconómicos que pueden incidir en el valor de la huella, la densidad residencial no
ejerce una influencia significativa, por lo que las políticas de compacidad podrían
resultar poco efectivas. Los resultados obtenidos descartan que dicho resultado se
deba a la existencia de comportamientos compensatorios que se traduzcan en una
movilidad por ocio anormalmente elevada en los lugares más densos. La renta per
cápita es el principal elemento que explica la variabilidad observada en los valores
de huella (Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M. 2016).
La Huella Ecológicaes un indicador de in-sostenibilidad que mide la superficie requerida
para obtener los recursos y absorber los residuos de una determinada población.
En este se describen dos modelos de ciudad, un enfoque autosuficiente y el enfoque de
ciudad compacta, donde la primera defiende el modelo descentralizado, basado en
ciudades pequeñas con arquitectura bioclimática y por otro lado la ciudad compacta
apuesta por reforzar el monocentrismo tradicional, propone densificar y mezclar
funciones para ahorrar energía en la vivienda y en los desplazamientos cotidianos, es
decir, confía en las nuevas tecnologías. Estas requieren de un menos consumo de
energía para su funcionamiento, es por ello que, si se utiliza como variable dependiente
el indicador huella ecológica, la densidad sigue ejerciendo un efecto positivo en la
mayoría de los casos.
Con los cálculos llevados a cabo, se refleja que dada la población censada en
Concepción (algo más de 874.000 personas según el Censo 2002), la huella total
asociada a la movilidad y a los consumos energéticos residenciales sería de 92.700
hectáreas. Tal es la superficie de bosques necesaria para absorber las 482.000
toneladas de gases efecto invernadero que se calcula emite la población de

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Concepción debido a la movilidad individual y al consumo de energía en las viviendas
(Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M. 2016).
De esta manera en se denota que el número de habitantes por vivienda ejerce un
impacto negativo sobre la huella per cápita, lo que confirma la existencia de escala en
el consumo de energía de la vivienda y también en la movilidad.

APORTES A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA

Se debe tener en cuenta que la huella ecológica puede interpretarse como el reverso de
la "capacidad de carga" de un territorio. Para el caso de los humanos, la capacidad de
carga de un territorio es el nivel máximo de explotación de recursos y de generación de
residuos que el territorio puede tolerar de forma indefinida sin que se deterioren sus
ecosistemas (Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M.
2016). A demás la metodología de la huella tiene en consideración que los sistemas
ecológicos son necesarios para la obtención de flujos de materias y energía requeridos
para la producción de cualquier tipo de producto y para la absorción de residuos (López
N). Esta interpretación va interrelacionada con el concepto de Economía Ecológica (EE)
orientada al estudio de las relaciones de los sistemas ecológicos con los sistemas
económicos, donde incluye elementos de la termodinámica y los flujos de energía (en
todo proceso hay entradas y salidas de energía), además la EE hace critica a la
economía convencional o neoliberal. De esta manera ambos conceptos consideran el
sistema como un sistema abierto donde hay interrelaciones dentro.
Ambos responden a la crisis ambiental actual, donde el indicador huella ecológica mide
la superficie per cápita que consume una población para generar los recursos
consumidos y asimilar los residuos generados y presenta la demanda cuantitativa de
recursos y la economía ecológica busca un equilibrio entre oferta y demanda de
recursos. Se podría afirmar que ambos buscan lo mismos, pero no; para la EE es
necesario que las actividades humanas tengan en cuenta sus posibles efectos sobre la
tierra además de ver el carácter no renovable de los recursos y las funciones
ecosistémicas. Mientras que el indicador solo se percata de hasta donde es capaz de
aguantar un recurso o un territorio, es decir, el nivel máximo de explotación de recursos,
lo que da a entender que dichos recursos son infinitos, cuando no lo son.

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CONCLUSIONES

Los indicadores de sustentabilidad van interconectados con la economía ecológica, ya


que tienen en común los elementos de la termodinámica, sin embargo, el indicador
huella ecológica a pesar de tener una relación con la EE, esta mas ligado a la economía
neoclásica porque sus resultados determinan que tanta resiliencia posee el territorio
con respecto a las actividades humanas y la demanda de sus necesidades básicas, por
lo que se determina valores cuantitativos de CO 2 con respecto a la población; lo que
lleva a depositar confianza en nuevas tecnologías y la utilización de las mismas.
Lamentablemente no se pretende obtener un equilibrio entre actividades humanas y el
medio natural, sino que satisfacer las necesidades “extendiendo” con dichas
tecnologías la demanda de recursos.

BIBLIOGRAFÍA

 Martínez R, 2008, “Educación y huela ecológica”. Revista electrónica


“Actualidades investigativas en Educación”, vol. 8, núm. 1. Universidad de Costa
Rica. Costa Rica.
 Fernández F, Diaz del Olmo F, 2011. “Huella ecológica y presión turística
socioambiental. Aplicación en canarias”. Boletín de la Asociación de Geógrafos
Españoles No. 57. Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico
Regional Universidad de Sevila, España.
 Badii, M.H. 2008. “La huella ecológica y sustentabilidad”. Danea: International
Journal of Good Conscience. Universidad Autónoma de Nuevo León. San
Nicolás. México.
 Muñiz, I., Rojas, C., Busuldu, C., García, A., Filipe, M., & Quintana, M. (2016).
Forma urbana y huella ecológica en el área metropolitana de concepción
(chile). EURE, Revista Latinoamericana De Estudios Urbano
Regionales, 42(127), 209-230. Retrieved from
https://bibliobd.udca.edu.co:2123/docview/1817495263?accountid=47900
 Doménech J.L. 2007. “Huella ecológica y desarrollo sostenible”. AENOR
Asociación Española de Normalización y Certificación. España.

7
 López N. “Metodología para el Cálculo de la huella ecológica en universidades”.
Congreso Nacional de Medio Ambiente. Cumbre del Desarrollo Sostenible.
Universidad de Santiago de Compostela. España.

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