Práctica 4 Romano

También podría gustarte

Está en la página 1de 1

PRÁCTICA 4 DERECHO ROMANO

En la actualidad identificamos el concepto de persona con el de ser humano, sin


embargo en el mundo antiguo había hombres que no eran personas, es decir personas
biológicas que no eran sujetos de derecho (por ejemplo: los esclavos, en lugar de ser sujetos
de derecho, eran objetos de derecho –res-). Además, en la Antigua Roma, dentro del concepto
de persona se distingue entre: personas físicas (aquellas que cumplen con los requisitos que
impone el derecho para ser consideradas sujetos de derecho) y personas jurídicas (entes
ficticios a los que la ley reconoce como sujetos de derecho dotados de personalidad).

La palabra persona viene del término latino “personare”, que era la máscara que
empleaban los actores en Grecia y Roma para ser escuchados por todo el auditorio. El
concepto de personalidad como sujeto de derecho es un término jurídico iniciado en el
derecho posclásico y que cuaja en el derecho justinianeo (en las épocas arcaica y republicana
no se reconocía al hombre sujeto de derecho con el nombre de persona).

Los romanos hablaban de caput, en el sentido de que los hombres tienen cabeza y bajo este
precepto pueden ser libres (liberti caput) o esclavos (servile caput). El término caput hace
referencia, por lo tanto, a la posición que tiene un hombre frente al ordenamiento jurídico.

Para que un hombre sea reconocido como persona o sujeto de derecho, debe poseer
capacidad jurídica (aptitud para ser titular de derechos y obligaciones. En principio tienen
capacidad jurídica los sujetos de derecho que hayan nacido según lo requisitos que exige la ley
para el reconocimiento de la ciudadanía romana) y de obrar (aptitud para crear, modificar o
extinguir actos jurídicos con plena autonomía).

Cabe señalar que todos los sujetos con plena capacidad de obrar tienen capacidad
jurídica, pero no todos los sujetos con capacidad jurídica tienen porqué tener plena capacidad
de obrar, puesto que pueden tener mermada la capacidad de obrar en función de cuestiones
como la edad (lo que requiere de un tutor como representante legal).

En cuanto a la personalidad física, la personalidad física se inicia con el nacimiento, pero el


derecho romano estableció una serie de requisitos, que continúan dibujados en su mayor
parte en nuestro Código Civil actual: nacimiento, nacer vivo, viabilidad y forma humana. Por
otra parte, esta personalidad se finaliza con la propia muerte.

También podría gustarte