Es una forma de conectar a dos o más personas en base a sentimientos, emociones,

intereses, actividades sociales, etc. Este tipo de relaciones son la base de la vida en
sociedad y se dan de distinto modo en numerosos contextos cotidianos, como la familia,
los amigos, el entorno laboral, clubes deportivos, matrimonios, y muchas más, siempre
y cuando existe en ellos la posibilidad de que dos o más personas se comuniquen de
manera sostenida.

Las relaciones interpersonales juegan un papel esencial en el desarrollo integral de una

persona. A través de ellos, los individuos obtienen un importante refuerzo social de su
entorno inmediato, facilitando su adaptación al mismo. Por otro lado, la falta de estas
habilidades puede generar rechazo, aislamiento y, en última instancia, limitar la calidad
de vida. Además, son una parte tan profunda de la vida humana que incluso pueden
estar sujetos a leyes, convenciones o costumbres.

La adolescencia es una etapa crucial de crisis en la vida. El individuo debe decir adiós a
la niñez y aceptar las condiciones de vida como adulto. Es un proceso vital complejo
que incluye diferentes patrones de comportamiento, trastornos del estado de ánimo e
incluso algunas reacciones depresivas, pero son variaciones normales de esta fase de
nuestra existencia.