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Cómo cambiar un hábito

No existe una forma establecida para cambiar un hábito. La situación,


carácter, comportamiento y deseos son diferentes para cada persona 
sin contar que los hábitos son diferentes. Puede ser más fácil levantarte más
temprano que empezar una dieta saludable cada uno tiene un distinto grado
de dificultad. 
Pero Charles Duhigg te da algunos consejos que te podrían ayudar a sustituir
algún hábito en tu vida.

Identifica tu rutina 
Investigadores de MIT descubrieron que la repetición es el núcleo de los
hábitos. Este bucle incluye 3 partes importantes 

 La señal 
 La rutina 
 La recompensa 
Para moldear tus hábitos necesitas entender estos componentes. Cuando
sabes la razón por la cual suceden las cosas puedes suplantar estos hábitos
por uno nuevo.
Por ejemplo, digamos que cuando escribo los resúmenes tengo el mal hábito
de levantarme e ir a la cocina para comer unos cacahuates flamming hot. 
Esto sucedía siempre. No había un solo día en el que no me levantara por mis
cacahuates. Tanto así que empecé a sufrir de gastritis y me prohibieron este
tipo de comidas. 
Pero ya era un hábito para mí entonces a pesar de las recomendaciones lo
seguía haciendo. Me levantaba de mi escritorio para ir a la cocina mientras
platicaba con mis compañeros. Me prometía que esta sería la última vez. 
Pero ese día no llegaba. ¿Cómo evalúas para poder crear un cambio?

Identifica el movimiento que tiene este hábito

Primero ¿Cuál es la rutina? En mi caso me paraba de mi escritorio para ir a la


cocina, comer mis cacahuates mientras hablo con mis compañeros. 
Después ¿cuál es la señal que detona esta rutina? ¿Estás aburrido, estresado,
frustrado o necesitas prepararte para empezar otra tarea?
Piensa ¿cuál es la recompensa? ¿Es esta comida en particular? ¿El tiempo
alejado de tu escritorio? ¿Tiempo para socializar?
Para eso necesitas hacer algunos experimentos.

Experimenta con la recompensa 

Las recompensas te ayudan a satisfacer este deseo. Pero muchas veces este
deseo ni siquiera es real sino una idea.
Piensa en un producto básico que utilizas a diario, el shampoo. La razón por
la cual usas el shampoo es para mantener el cuero cabelludo limpio. La
limpieza no se relaciona a qué tu pelo huela a rosas o a cítricos. Pero tu
sientes que tu cabeza está limpia cuando tiene estos olores. Este es un
ejemplo de los deseos que se tienen sin que te des cuenta que existen. 
Para ver cuáles son los verdaderos deseos detrás de los hábitos es
importante experimentar con distintas recompensas.
Puede tardar días, semanas hasta meses. No te presiones para lograr un
cambio de inmediato. Junta la mayor información que puedas y ve cómo
reaccionas a estas modificaciones.
Prueba con 4 o 5 recompensas. Usa un pequeño truco para ver patrones:
Después que cada una de estas actividades apunta las 3 cosas que vengan a
tu mente cuando regreses al punto inicial. 
Después hazte la pregunta ¿todavía tienes ese antojo? Estas notas te
ayudarán a recordar cuáles fueron tus sentimientos en esos instantes.
En uno de mis experimentos fue cambiar la acción. En lugar de pararme
como los cacahuates en mi lugar. Si después de esto tengo la necesidad de
levantarme del escritorio entonces el hábito no motiva el deseo de comer.

Si elimino los cacahuates y lo cambio por una plática de 15 minutos con mi


compañero. y todavía siento la necesidad de comer entonces la interacción
social no es lo que lo que motiva este hábito.

Experimentando con diferentes recompensas puedes aislar a antojos lo que


es fundamental para moldear el hábito.
Separa la señal

Constantemente estamos bajo un mar lleno de señales. Aunque tengas una


buena memoria o seas muy inteligente puedes ver los patrones sin siquiera
reconocerlos. Esto sucede por la cantidad de información que manejas.
Piensa porque comes a una hora específica. ¿Porque tienes hambre? ¿porque
el reloj dice que es hora? ¿por tu familia?
¿Cuál es la señal verdadera de tus acciones inconsistentes?
Para conocerlo tienes que encontrar la señal en medio del ruido. Identifica
las señales de comportamiento antes de que aparezcan para ver los
patrones.
Experimentos han demostrado que la casi todas las señales se ajustan en 5
categorías:
 Tiempo
 Lugar 
 Estado emocional 
 Otras personas 
 Acción inmediata
Apunta estas 5 cosas cuando el hábito se detone. Cada día de experimentos
haz este ejercicio para conocer qué es lo que mueve tu comportamiento.

Ten un plan 

Cuando identificas el circuito de tu hábito, tu recompensa y la señal que


detona, puedes modificar tu comportamiento. Para esto necesitas crear un
plan.
Un hábito es una opción que haces sin pensar en un tiempo determinado. Es
una fórmula que tú cerebro sigue: cuando ve una señal hace esta rutina para
lograr una recompensa.
Moldea la fórmula para empezar a tomar decisiones otra vez. Según los
expertos en psicología los llaman “intenciones de implementación”
Escribe el plan de cómo vas a actuar cuando llegue este momento. 
Por ejemplo: “A las 4:00 me levantaré 15 minutos de mi escritorio para
hablar con mis compañeros”.
Por razones lógicas cambiar un hábito es una tarea difícil. Pero tener este
marco con detonantes, acciones y gratificaciones es un punto de partida. Una
vez que entiendas como opera el hábito tendrás poder sobre el.

Los malos hábitos solo se pueden cambiar manteniendo la señal y la


recompensa alterando la rutina. 
Para modificar hábitos más fuertes es necesario un ingrediente más: La fe. 
Creer que puedes cambiar es una de las herramientas más fuertes que
puedes aplicar por eso ves que existen varias asociaciones que dan este
apoyo para vencer vicios. 

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