Está en la página 1de 13

¿Qué es la EPOC?

La EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es una enfermedad progresiva, lo que


significa que empeora a medida que pasa el tiempo. En la EPOC, ingresa y egresa menos aire por
las vías aéreas, lo que dificulta la respiración.

Lo bueno es que muchas veces la EPOC se puede prevenir, principalmente al no fumar. Fumar
cigarrillos es la principal causa de EPOC. La mayoría de las personas que tienen EPOC fuman o
fumaban previamente. Sin embargo, hasta un 30% de las personas con EPOC nunca fumó. Una
rara afección genética denominada deficiencia de alfa-1 antitripsina (AAT) también puede
provocar la enfermedad.

,el término EPOC incluye dos afecciones principales.

El enfisema se desarrolla cuando hay daño en las paredes entre muchos de los sacos de aire en los
pulmones. Normalmente, estos sacos son elásticos, es decir que se distienden. Cuando inhalamos,
cada saco de aire se llena de aire, como un pequeño globo. Cuando exhalamos, los sacos de aire se
desinflan, y el aire sale. En el enfisema, los pulmones tienen dificultad para sacar el aire del
cuerpo.

La bronquitis crónica es causada por la irritación y la inflamación repetidas o constantes del


recubrimiento de las vías aéreas. En las vías respiratorias se forma mucha cantidad de moco
espeso, lo que dificulta la respiración.

La mayoría de las personas con EPOC tienen enfisema y bronquitis crónica, pero la gravedad de
cada afección varía entre las personas.

La EPOC puede provocar tos que genera grandes cantidades de una sustancia viscosa llamada
moco. También puede causar problemas para respirar, falta de aire, opresión en el pecho y otros
síntomas. Los síntomas de la EPOC con frecuencia se desarrollan lentamente, pero empeoran con
el tiempo, y pueden limitar la capacidad para hacer las actividades de rutina. La EPOC grave puede
impedirle hacer incluso las actividades básicas, como caminar, cocinar o el cuidado personal.

Síntomas de la EPOC

Los síntomas habituales de la EPOC incluyen:

Tos continua o tos que produce mucho moco, en ocasiones denominada tos de fumador. Esto es,
con frecuencia, el primer síntoma de la EPOC.

Falta de aire, especialmente al realizar una actividad física. Posiblemente sienta que la respiración
le requiere más esfuerzo o que está respirando con dificultad.

Sibilancias o silbidos o un ruido similar a un chillido cuando respira.

Opresión o presión en el pecho


No todas las personas que tienen estos síntomas tienen EPOC. De igual manera, no todas las
personas con EPOC tienen estos síntomas. Algunos de los síntomas de la EPOC se parecen a los
síntomas de otras enfermedades o afecciones. El médico puede determinar si tiene EPOC.
Posiblemente también tenga afecciones adicionales que necesitan ser diagnosticadas y tratadas.
Es muy común que las personas con EPOC tengan otras afecciones como cardiopatías, además de
la EPOC.

Si sus síntomas son leves, posiblemente no los note, o quizás ajuste su estilo de vida para que le
resulte más fácil respirar. Por ejemplo, quizás tome el ascensor en lugar de usar las escaleras. Con
el tiempo, los síntomas pueden volverse más graves. Por ejemplo, puede sentir falta de aire
durante el trabajo físico.

La EPOC grave puede causar otros síntomas, como cansancio, falta de apetito, pérdida de peso y
músculo, ansiedad y depresión.

Tratamiento

Muchas personas con EPOC tienen formas leves de la enfermedad para las que se necesita poca
terapia aparte de dejar de fumar. Incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad, existe
una terapia eficaz que puede controlar los síntomas, retrasar la progresión, reducir el riesgo de
complicaciones y exacerbaciones, y mejorar la capacidad de llevar una vida activa.

Dejar de fumar

El paso más esencial en cualquier plan de tratamiento para la EPOC es dejar de fumar. Dejar de
fumar puede evitar que la EPOC empeore y reduzca tu capacidad de respirar. Pero dejar de fumar
no es fácil. Y esta tarea puede parecer particularmente desalentadora si has intentado dejarlo y no
has tenido éxito.

Habla con el médico sobre los productos de reemplazo de nicotina y los medicamentos que
podrían ayudar, así como sobre cómo manejar las recaídas. El médico también puede recomendar
un grupo de apoyo para las personas que desean dejar de fumar. Además, evita la exposición al
humo de segunda mano siempre que sea posible.

Medicamentos

Se utilizan varios tipos de medicamentos para tratar los síntomas y complicaciones de la


enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Puedes tomar algunos medicamentos de forma regular
y otros según sea necesario.

Broncodilatadores

Los broncodilatadores son medicamentos que suelen venir en inhaladores, que relajan los
músculos alrededor de las vías respiratorias. Esto puede ayudar a aliviar la tos y la falta de aire, y
facilitar la respiración. Según la gravedad de tu enfermedad, es posible que necesites un
broncodilatador de acción corta antes de las actividades y un broncodilatador de acción
prolongada que utilices todos los días, o ambos.

Entre los ejemplos de broncodilatadores de acción corta se incluyen:

Albuterol (ProAir HFA, Ventolin HFA, otros)

Ipratropio (Atrovent HFA)

Levalbuterol (Xopenex)

Entre los ejemplos de broncodilatadores de acción prolongada se incluyen:

Aclidinio (Tudorza Pressair)

Arformoterol (Brovana)

Formoterol (Perforomista)

Indacaterol (Arcapta Neoinhaler)

Tiotropio (Spiriva)

Salmeterol (Serevent)

Umeclidinium (Incruse Ellipta)

___________________________________________________________________________
cancer pulmonar

Cáncer que comienza en los pulmones y que generalmente se manifiesta en los fumadores.

Los dos tipos principales de cáncer de pulmón son el cáncer de pulmón de células pequeñas y el
cáncer de pulmón de células no pequeñas. Las causas del cáncer de pulmón pueden ser el
tabaquismo, el tabaquismo pasivo, la exposición a ciertas toxinas y los antecedentes familiares.

Los síntomas incluyen tos (a menudo con sangre), dolor en el pecho, sibilancia y pérdida de peso.
Estos síntomas no suelen aparecer hasta que el cáncer está avanzado.

Los tratamientos varían, pero pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y
terapia farmacológica dirigida.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de pulmón?

La tos y el dolor de pecho pueden ser síntomas de cáncer de pulmón.

Los síntomas de cáncer de pulmón pueden ser distintos en cada persona. Algunas personas tienen
síntomas respiratorios o relacionados con los pulmones. En otras, el cáncer de pulmón puede
haberse diseminado a otras partes del cuerpo (metástasis) y causar síntomas específicos en la
parte afectada. Hay personas que solo presentan malestar general. En la mayoría de los casos, el
cáncer de pulmón no produce síntomas en las personas sino hasta que está avanzado. Los
síntomas del cáncer de pulmón pueden ser:

Tos persistente o que empeora.

Dolor de pecho.

Dificultad para respirar.

Sibilancias.

Tos con sangre.

Sensación de cansancio todo el tiempo.

Pérdida de peso sin causa conocida.

El cáncer de pulmón puede presentarse acompañado de otros cambios, como crisis repetidas de
neumonía e inflamación o agrandamiento de los ganglios en el interior del pecho en el área
ubicada entre los pulmones.

Estos síntomas también pueden aparecer con otras enfermedades. Las personas que tienen
síntomas deben consultar a su médico para que pueda determinar la causa.

¿Cómo se diagnostica y se trata el cáncer de pulmón?


Las personas con cáncer de pulmón de células no pequeñas pueden ser tratadas con cirugía.

Tipos de cáncer de pulmón

Los dos tipos principales de cáncer de pulmón son el cáncer de pulmón de células pequeñas y de
células no pequeñas. Estas categorías se refieren al aspecto que tienen las células cancerosas bajo
el microscopio. El cáncer de pulmón de células no pequeñas es más frecuente que el de células
pequeñas.

Si tiene cáncer de pulmón (en especial, cáncer de pulmón de células no pequeñas), es posible que
su médico ordene pruebas para averiguar si hay un cambio en su genes (mutación genética). Los
resultados de estas pruebas ayudan a que su médico sepa qué tratamientos funcionarán mejor
para usted.

Estadio

Si el cáncer de pulmón se diagnostica, se hacen otras pruebas para encontrar qué tan lejos ha
llegado a través de los pulmones, los ganglios linfáticos y el resto del cuerpo. Este proceso se llama
estadio. El tipo y estadio de cáncer de pulmón indica a los médicos el tipo de tratamiento que
necesite. Para más información, visite los sitios sobre Tratamiento del cáncer de pulmón de células
no pequeñasexternal icon y Tratamiento del cáncer de pulmón de células pequeñas.external icon

Tipos de tratamiento

El cáncer de pulmón se trata de diversas formas, dependiendo del tipo de cáncer de pulmón y de
cuánto se haya diseminado. Las personas con cáncer de pulmón de células no pequeñas pueden
ser tratadas con cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida o una combinación de estos
tratamientos. Las personas con cáncer de pulmón de células pequeñas por lo general reciben
radioterapia y quimioterapia.

Cirugía: Una operación donde el médico corta el tejido canceroso.

Quimioterapia: El tumor busca reducir o eliminar mediante el uso de medicamentos. Estos


medicamentos pueden administrarse en tabletas o por vía intravenosa.

Radioterapia: Consiste en el uso de radiación de alta intensidad (similar a los rayos X) para matar
el cáncer.

Terapia dirigida: Se refiere al uso de medicamentos para bloquear el crecimiento y la diseminación


de las células cancerosas. Estos medicamentos pueden ser tabletas por boca o medicamentos por
vía intravenosa. Se le harán pruebas para saber si la terapia dirigida es adecuada para su tipo de
cáncer antes de que se use este tratamiento.Es algo común que los distintos especialistas trabajen
en equipo para tratar el cáncer de pulmón. Los pulmonólogos son médicos expertos en
enfermedades de los pulmones. Los cirujanos son los médicos que realizan las operaciones. Los
oncólogos médicos son médicos expertos que tratan el cáncer con medicamentos. Los oncólogos
radiólogos son los médicos que aplican radioterapia para tratar el cáncer.
infeccion pulmonar ( neumonia)

La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos
aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus,
fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como bacterias, virus y
hongos, pueden provocar neumonía.

La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal. Es más grave en
bebés y niños pequeños, personas mayores a 65 años, y personas con problemas de salud o
sistemas inmunitarios debilitados.

Síntomas

Los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y dependen de varios


factores, como el tipo de germen que causó la infección, tu edad y tu salud en general. Los signos
y síntomas moderados suelen ser similares a los de un resfrío o una gripe, pero duran más tiempo.

Los signos y síntomas de la neumonía pueden incluir lo siguiente:

Dolor en el pecho al respirar o toser

Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o más)

Tos que puede producir flema

Fatiga

Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor

Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años y personas con un
sistema inmunitario débil)

Náuseas, vómitos o diarrea

Dificultad para respirar

Puede que los recién nacidos y bebés no muestren signos de estar sufriendo la infección. O bien,
pueden vomitar, tener fiebre y tos, parecer inquietos o cansados y sin energía, o presentar
dificultad para respirar y comer.

Cuándo consultar al médico

Consulta con tu médico si tienes dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre persistente de
102 ºF (39 ºC) o superior, o tos persistente, sobre todo si tienes tos con pus.

Es muy importante que las personas que pertenecen a los siguientes grupos de riesgo consulten al
médico:

Adultos mayores de 65 años

Niños menores de 2 años con signos y síntomas

Personas con alguna afección de salud no diagnosticada o con el sistema inmunitario debilitado

Personas que reciben quimioterapia o toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario

Para algunos adultos mayores y personas con insuficiencia cardíaca o problemas pulmonares
crónicos, la neumonía puede convertirse rápidamente en una afección potencialmente mortal.

Diagnóstico

Primero, el médico te hará preguntas sobre tu historia clínica y, luego, te realizará una exploración
física en la que, entre otras cosas, te escuchará los pulmones con un estetoscopio para detectar
cualquier sonido anormal de burbujeo o crepitación que sugiera la presencia de neumonía.

Si existe una sospecha de neumonía, el médico puede recomendarte los siguientes exámenes:

Análisis de sangre. Los análisis de sangre se usan para confirmar una infección e intentar
identificar el tipo de organismo que está causando la infección. Sin embargo, la identificación
precisa no siempre es posible.

Radiografía torácica. Esta ayuda al médico a diagnosticar la neumonía y a determinar la extensión


y la ubicación de la infección. No obstante, tu médico no puede saber por medio de una
radiografía qué tipo de germen está causando la neumonía.

Pulsioximetría. En esta prueba, se mide el nivel de oxígeno de la sangre. La neumonía puede hacer
que los pulmones no sean capaces de pasar una suficiente cantidad de oxígeno al torrente
sanguíneo.

Prueba de esputo. Se toma una muestra de líquido de los pulmones (esputo) que se obtiene
haciendo toser profundamente al paciente; luego, se analiza la muestra para ayudar a identificar la
causa de la infección.

Es posible que el médico solicite otros exámenes si tienes más de 65 años, estás en el hospital o
tienes síntomas graves u otras enfermedades. Estos pueden incluir los siguientes:

TC. Si la neumonía no mejora en el tiempo esperado, es posible que el médico te recomiende


hacerte una TC de tórax para obtener imágenes más detalladas de los pulmones.

Cultivo de líquido pleural. Con una aguja que se inserta entre las costillas, se toma una muestra de
líquido de la zona pleural y se la analiza para determinar el tipo de la infección.

Tratamiento
El tratamiento para la neumonía implica la cura de la infección y la prevención de complicaciones.
Las personas que presentan neumonía adquirida en la comunidad normalmente pueden recibir
tratamiento en sus hogares con medicamentos. A pesar de que la mayoría de los síntomas se
alivian en unos pocos días o semanas, la sensación de cansancio puede perdurar durante un mes o
más.

Los tratamientos específicos dependen del tipo y la gravedad de la neumonía, tu edad y tu estado
de salud general. Las opciones incluyen las siguientes:

Antibióticos. Estos medicamentos se usan para el tratamiento de la neumonía bacteriana. Puede


llevar un tiempo identificar el tipo de bacterias que causan la neumonía y elegir el mejor
antibiótico para tratarla. Si los síntomas no mejoran, el médico puede recomendarte un
antibiótico diferente.

Medicamentos para la tos. Estos medicamentos pueden usarse para calmar la tos a fin de que
puedas descansar. Debido a que el toser ayuda a aflojar y mover los fluidos de los pulmones, es
bueno no eliminar la tos completamente. Además, debes saber que en muy pocos estudios se ha
examinado si los medicamentos para la tos de venta libre disminuyen la tos causada por la
neumonía. Si quieres probar un supresor de la tos, usa la dosis más baja que te ayude a descansar.

Antifebriles/analgésicos. Posiblemente tomes estos según lo necesites para aliviar la fiebre y el


malestar. Estos incluyen medicamentos como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y
el paracetamol (Tylenol, otros).
Hospitalización

Quizás tengan que internarte si:

Eres mayor de 65 años

Te confundes con la hora, la gente, o los lugares

La función de tus riñones se ha reducido

Tu presión sistólica está por debajo de 90 milímetros de mercurio (mm Hg) o tu presión diastólica
es de 60 mm Hg o menor

Tu respiración es rápida (30 inhalaciones o más por minuto)

Necesitas asistencia para respirar

Tu temperatura es más baja de lo normal

Tu frecuencia cardíaca está por debajo de 50 o por encima de 100

Quizás te internen en la unidad de cuidado intensivo si necesitas un respirador artificial o si tus


síntomas son graves.

Tal vez se deba internar a los niños si:

Son menores de 2 meses

Están letárgicos o tienen mucho sueño

Tienen problemas para respirar

Tienen bajos niveles de oxígeno en la sangre

Parecen estar deshidratados


ASMA

Es una enfermedad crónica que provoca que las vías respiratorias de los pulmones se hinchen y se
estrechen. Esto hace que se presente dificultad para respirar como sibilancias, falta de aliento,
opresión en el pecho y tos.

Causas

El asma es causada por hinchazón (inflamación) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un
ataque de asma, el recubrimiento de las vías respiratorias se inflama y los músculos que las rodean
se tensionan. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.

Los síntomas de asma pueden ser provocados por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o
desencadenantes, o por otras causas.

Los desencadenantes comunes del asma incluyen:

• Animales (caspa o pelaje de mascotas)

• Ácaros del polvo

• Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros AINE)

• Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)

• Químicos en el aire o en los alimentos

• Actividad física

• Moho

• Polen

• Infecciones respiratorias, como el resfriado común

• Emociones fuertes (estrés)

• Humo del tabaco


ATALECSIA

La atelectasia es un colapso completo o parcial del pulmón entero o de una parte (lóbulo) del
pulmón. Se produce cuando las pequeñas bolsas de aire (alvéolos) que forman los pulmones se
desinflan o posiblemente se llenan de líquido.

La atelectasia es una de las complicaciones respiratorias más frecuentes después de una cirugía.
También es una posible complicación de otros problemas respiratorios, como la fibrosis quística,
los tumores de pulmón, las lesiones en el tórax, el líquido en los pulmones y la debilidad
respiratoria. También puedes tener atelectasia si inhalas un objeto extraño.

La atelectasia puede dificultar la respiración, especialmente si ya tienes una enfermedad


pulmonar. El tratamiento depende de la causa y la gravedad del colapso.

Las causas posibles de la atelectasia no obstructiva incluyen las siguientes:

• Lesiones. El traumatismo torácico por una caída o un accidente automovilístico, por


ejemplo, puede hacer que evites respirar profundamente (debido al dolor), lo cual puede resultar
en la compresión de tus pulmones.

• Derrame pleural. Este trastorno implica la acumulación de líquido entre los tejidos (pleura)
que recubren los pulmones y el interior de la pared torácica.

• Neumonía. Varios tipos de neumonía, una infección pulmonar, pueden causar atelectasia.

• Neumotórax. El aire se filtra al espacio entre los pulmones y la pared torácica, lo que
indirectamente causa el colapso de parte o de todo el pulmón.

• Cicatrices en el tejido pulmonar. Las lesiones, las enfermedades pulmonares o la cirugía


pueden provocar cicatrices.

• Tumor. Un tumor de gran tamaño puede presionar y desinflar el pulmón, en lugar de


bloquear las vías respiratorias.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan las probabilidades de desarrollar atelectasia son los siguientes:

• Edad avanzada

• Una enfermedad que causa dificultad para tragar

• Reposo absoluto en cama con cambios de posición poco frecuentes


• Enfermedad pulmonar, como asma, EPOC, bronquiectasia o fibrosis quística

• Cirugía abdominal o torácica reciente

• Anestesia general reciente

• Músculos respiratorios débiles debido a distrofia muscular, lesión de la médula espinal u


otra enfermedad neuromuscular

• Medicamentos que pueden causar respiración superficial

• Dolor o lesión que puede producir dolor al toser o causar respiración superficial, incluido
dolor de estómago o fractura de costilla

• Tabaquismo

Prevención

La atelectasia en los niños a menudo es provocada por un bloqueo de las vías respiratorias. A fin
de reducir el riesgo de atelectasia, mantén los objetos pequeños fuera del alcance de los niños.

En el caso de los adultos, la atelectasia ocurre con mayor frecuencia después de una cirugía mayor.
Si tienes una cirugía programada, habla con el médico sobre las estrategias para reducir los riesgos
de atelectasia. Algunas investigaciones sugieren que ciertos ejercicios de respiración y
entrenamiento de los músculos pueden disminuir el riesgo de atelectasia después de ciertas
cirugías.
BRONQUITIS AGUDA

Es la hinchazón e inflamación de las vías aéreas principales que llevan aire hacia los pulmones. Esta
hinchazón estrecha las vías respiratorias, lo cual dificulta la respiración. Otro síntoma de bronquitis
es tos y tos con flemas. Aguda significa que los síntomas solo han estado presentes por un período
corto

Causas

Cuando se produce la bronquitis aguda, casi siempre viene después de haber tenido un resfriado o
una enfermedad seudogripal. La infección de bronquitis es causada por un virus. En primer lugar,
afecta a la nariz, los senos paranasales y la garganta. Luego, se propaga a las vías respiratorias que
llevan a los pulmones.

Algunas veces, las bacterias también infectan las vías respiratorias. Esto es más común en
personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

La bronquitis crónica es una afección prolongada. Para hacer el diagnóstico de bronquitis crónica,
usted tiene que tener una tos con flema la mayoría de los días del mes durante por lo menos 3
meses.

También podría gustarte