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Escrito de Excepciones (Autoguardado)
Escrito de Excepciones (Autoguardado)
CIUDADANO
JUEZ PRIMERO DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL
ESTADO FALCON, CON SEDE EN PUNTO FIJO.
SU DESPACHO:
Quien suscribe, HECTOR RICARDO BRACHO MARTINEZ, venezolano (a),
casado (a), mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-11.766.480.,
domiciliado en Avenida Paseo Zulia, casa #41., Sector Cujicana de la Ciudad de
Punto Fijo, Municipio Carirubana del Estado Falcón, teléfono celular Nro. 424-
6269711., correo electrónico: hectorricardo2009@hotmail.com, procediendo en
este acto en mi propio nombre y debidamente asistido en este acto por el abogado
PEDRO LUIS NAVEDA SÁNCHEZ, titular de la Cédula de Identidad Nº
7,524.912., inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 25.879., correo electrónico:
navedapedro1@gmail.com, Teléfono: 0414-6948770., con domicilio procesal en el
Local PA-48., de la Planta Alta de la Segunda Etapa, del Centro Comercial Ciudad
del Viento, ubicado en la Calle Girardot con Calle Las Flores de la Urbanización
Santa Irene de esta Ciudad de Punto Fijo, Municipio Carirubana del Estado
Falcón, ante usted, con el debido respeto y acatamiento, ocurro para exponer:
De conformidad con lo establecido en el artículo 28 del Código Orgánico Procesal
Penal, procedo en este acto a oponerme a la persecución penal, contenida en el
escrito de querella interpuesto por la Ciudadana LINOSKA BEATRIZ MOLINA
ALVAREZ, titular de la Cédula de Identidad Nº 11.765.737., en mi contra por los
delitos de ESTAFA CONTINUADA, ASOCIACION PARA DELINQYUIR Y
VIOLENCIA PATRIMONIAL Y ECONÓMICA, previstos y sancionados en los
artículos 464 en concordancia con el 99, del Código Penal, 37 de la Ley Orgánica
contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo y 50 de la Ley
sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, mediante las
siguientes excepciones que estimo son de urgente, previo y especial
pronunciamiento:
PRIMERO
La existencia de la cuestión prejudicial prevista en el artículo 36 del Código
Orgánico Procesal Penal.
Conforme a lo previsto en el artículo 28 ordinal 1° del Código Orgánico Procesal
Penal me opongo a la persecución penal por cuanto el Tribunal al admitir la
querella bajo los términos en que fue presentada, incurrió en la infracción del
artículo 36 del Código Orgánico Procesal Penal, que se refieren a la, e igualmente
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Infracción de los artículos 65, 66, y 67 del Código Orgánico Procesal Penal,
que se refieren a la competencia por la materia de los Tribunales Penales
Conforme a lo previsto en el artículo 28 ordinal 3° del Código Orgánico Procesal
Penal me opongo a la persecución penal por cuanto el Tribunal al admitir la
querella bajo los términos en que fue presentada, incurrió en la infracción de los
artículos 65, 66, y 67 del Código Orgánico Procesal Penal, que se refieren a la
competencia por la materia de los Tribunales Penales de Primera Instancia
Estadales y Municipales en funciones de Control, e igualmente infringió el artículo
291 del Código de Comercio Venezolano, al atribuirse una competencia que está
reservada al Juez de Comercio.
El ejercicio de una función pública por un individuo distinto al llamado por la Ley a
ejercerla, constituye un vicio, como lo es la incompetencia.
Ciudadano Juez, el artículo 141 de la Constitución Nacional establece: “La
Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se
fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia,
eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de
la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.
Tales valores son plenamente aplicables a la actividad de la administración
cuando actúa como órgano jurisdiccional, en los cuales tiene la obligación de
respetar el principio de legalidad como expresión de la tutela judicial efectiva a los
derechos ciudadanos, al debido proceso y al derecho a la defensa que consagra la
carta magna.
En tal sentido, nuestro ordenamiento jurídico establece que en todo procedimiento
sea este judicial o administrativo en el cual debe privar el debido proceso, la
relación jurídica procesal debe constituirse válidamente satisfaciendo las
formalidades que la ley determina, y sólo después de que se haya depurado el
proceso de cualquier vicio que afecte la válida constitución de la relación procesal
o la haga inexistente, es que nace para el órgano jurisdiccional la obligación de
conocer y resolver el fondo de la controversia.
Por ello, para verificar el cumplimiento de los llamados presupuestos procesales,
tanto las partes como el Juez, están autorizados para controlar la válida
instauración del proceso, advirtiendo los vicios en que haya incurrido el accionante
respecto a la satisfacción de los presupuestos procesales.
Forma parte de la activad oficiosa del órgano jurisdiccional, revisar en cualquier
estado y grado del proceso la conformidad en los requisitos de admisión de la
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ilegal debido a no contar con el consentimiento ni del autor ni del destinatario del
correo electrónico.
El mismo artículo 4 establece que la forma de promover, controlar, contradecir y
evacuar en juicio un documento electrónico, es la prevista en la ley procesal para
las “pruebas libres”; es decir, aquellas no catalogadas expresamente en el Código
de Procedimiento Civil. Este código en su artículo 395 ordena que la prueba libre
se tramite bajo las mismas reglas de la prueba convencional que más se le
asemeje, lo que en el caso del correo electrónico es el documento privado
constituido por una carta o misiva.
En el caso sub examine, los correos electrónico no pueden ser valorados ni
debieron ser apreciados por el Juzgador por ser una prueba ilegal en virtud de que
no consta en autos, que el autor de los mismos, ni el destinatario de ellos, hayan
otorgado previamente su consentimiento para traerlos a los autos de conformidad
con los artículos 1.373 y 1.374 del Código Civil. De conformidad con el artículo
1.371 ejusdem, ‘pueden hacerse valer en juicio como prueba o principio de prueba
por escrito las cartas misivas dirigidas por una de las partes a la otra, siempre que
en ellas se trate de la existencia de una obligación o de su extinción, así como de
cualquier otro hecho jurídico relacionado con los puntos que se controviertan. El
autor de la carta puede exigir la presentación de esta a la persona a quien fue
destinada, o producirla en juicio p ara los efectos mencionados’. En este caso
Bancaribe institución bancaria que ofrece el servicio conexión Bancaribe, no es
parte procesal en este procedimiento, por lo que, de conformidad con los artículos
1.371 y 1.373 del Código Civil, esta prueba resulta inadmisible por ilegal, más aún
cuando el mencionado autor no prestó su consentimiento previo para su
promoción en esta causa, ni tampoco se previó mi consentimiento como
destinatario.
Sobre el punto tratado ha expresado el autor Arístides Rengel Romberg en su
obra “Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano” Tomo III, al afirmar: “…Aquí
la legalidad del medio está sometida a un requisito expreso (el consentimiento
expreso del tercero y del autor de la carta) de modo que la promoción de la prueba
sin acreditar el cumplimiento del requisito, la hace ilegal, y por lo tanto
inadmisible.
Lo mismo ocurre con las cartas misivas, dirigidas y recibidas entre terceros, las
cuales no pueden, en ningún caso, emplearse como medios de prueba en juicio
por personas que no son causantes ni mandatarios del tercero; por lo que, la
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Por lo que toda actuación de esta ciudadana relacionada con esta querella debe
ser desechada e incluso debe oficiarse al Colegio de Contadores de Punto Fijo,
con el fin de que imponga las sanciones que corresponden.
Ciudadano Juez, la supuesta víctima en su querella denuncia la comisión del delito
de ESTAFA CONTINUADA, previsto y sancionado en el encabezamiento del
artículo 462 del Código Penal (Aun cuando tanto la querellante y el Tribunal hayan
indicado el artículo 464 ejusdem), pero del análisis de los pretendidos elementos
de convicción que se anexan a la querella es posible inferir que no se encuentra
demostrado en actas en contra de los ciudadanos querellados, como Coautores
en el Delito de ESTAFA CONTINUADA, delito alguno, por cuanto los hechos
denunciados no constituyen delito debido a la ausencia de tipicidad, toda vez que
la conducta asumida por los presuntos denunciados, no está descrita en la ley
como un ilícito penal. Así, cuando analizamos el delito de estafa nos encontramos
que uno de los elementos constitutivos de este delito es el engaño, logrando a
través de artificios o medios capaces de sorprender la buena fe de una persona, lo
cual requiere que el dolo sea anterior al engaño y a la ejecución de los medios o
artificios empleados para hacer incurrir a la víctima en error y de esta forma
obtener un provecho injusto, en el presente caso no hubo engaño o artificios, sólo
una relación mercantil, una obligación mercantil no satisfecha por uno de los
querellados en este caso por HECTOR BRACHO, de la empresa
DISTRIBUIDORA SERVITODO C.A., de la cual es accionista la querellante, y en
virtud de lo cual alega su legitimación para querellarse. Esto implica que el hecho
u objeto del proceso no se realizó o no puede atribuírsele al imputado, es decir,
que la conducta desplegada por los querellados, no constituyó en modo alguno
delito, por carecer el mismo de tipicidad, desprendiéndose de dicha conducta, la
no comisión de delito que originariamente dio inicio a una investigación,
Con relación a este particular, considero necesario referir lo siguiente:
El artículo 462 del Código Penal (vigente para el momento de los hechos), dispone
lo siguiente:
"El que, con artificios o medios capaces de engañar o sorprender la buena fe de
otro, induciéndole en error, procure para sí o para otro un provecho injusto con
perjuicio ajeno, será penado con prisión de uno a cinco años".
Para Antón Oncea, es aquella conducta engañosa, con ánimo de lucro injusto,
propio o ajeno, que determinando un error en una o varias personas, les induce a
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sobre derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, que en segundo ordinal
del artículo 50, establece que: “..,la misma pena se aplicara en el supuesto de que
no exista separación de derechos, pero el autor haya sido sometido a la medida
de protección de salida del hogar por un órgano receptor de denuncia a una
medida cautelar similar por el Tribunal de control, Audiencia y Medidas
competente…” así como diversas decisiones judiciales que amplían y aclaran el
ámbito, en cuestión a favor de las víctimas.
Por lo que respecta al Delito de Violencia Patrimonial o Económica, el artículo 50
de la ley especial, establece como elementos normativos del tipo penal de
violencia patrimonial, el que los cónyuges para el período en el que se incurre en
los hechos que conforman el delito, se encuentren separados legalmente, y no se
observa de las actuaciones algo que permita presumirlo, por el contrario y así lo
admitió la querellante en su querella y lo demuestra con copia certificada de su
acta de matrimonio, en el período que se menciona en la querella se encontraban
legalmente casados, no legalmente separados, por ende el elemento normativo
que debe cumplirse conforme al principio de legalidad para la configuración del
delito de Violencia Patrimonial no resulta acreditado, mal pudo entonces la
querellante, acreditar el referido hecho punible y tampoco pudo el Juez de control
asumir el tipo delictivo, salvo que actuara con abuso de poder al cambiar manu
militari la condición de matrimonio por una de concubinato, como hizo y se puede
leer en el folio 116., del expediente en el que en el encabezamiento del último
párrafo que contiene ese folio señala:
“Estableciendo además que les une, la relación de parentesco por ser
CONCUBINA de uno de los querellados ciudadanos identificado como
HECTOR RICARDO BRACHO MARTINEZ (omissis) además de socios de
la empresa DISTRIBUIDORA SERVITODO C.A. (…)”.
Incurriendo en un falso supuesto de hecho pues, ni de la querella ni de los
recaudos anexos se desprende la circunstancia del concubinato.
Ciudadano Juez, finalmente debo decir, que la admisión de la querella, infringe
mis derechos constitucionales como víctima de los delitos de calumnia,
agavillamiento y simulación de hecho punible, vulnerando los derechos
consagrados en los artículos 26, 30 y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Igualmente, creó desigualdad procesal en mi perjuicio,
en contravención con lo establecido en el artículo 21, numeral 2 eiusdem y como
ha quedado descrito se violaron los artículos 26 y 257 de la Carta Magna.
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civil, sin poder desprenderse de tales hechos la comisión del hecho punible por el
cual se presenta la querella.
Ante tales situaciones irregulares solicito a este Órgano Jurisdiccional de Control
de la Constitucionalidad en la etapa de la investigación, de conformidad con lo
previsto en el artículo 19 del Código Orgánico Procesal Penal, a los fines de que
observe esta situación y actué en consecuencia, protegiendo mis derechos y
garantías como querellado.
En consecuencia, habiéndose verificado que los hechos objeto de la investigación
no son constitutivos de delito, este juzgado debe declarar con lugar la excepción
alegada y en consecuencia de conformidad con lo establecido en el artículo 33 del
Código Orgánico Procesal Penal acordar el sobreseimiento de la causa.
III.2.- Conforme a lo previsto en el artículo 28 ordinal 4° letra “e” del Código
Orgánico Procesal Penal me opongo a la persecución penal por cuanto la misma
no fue promovida conforme a la ley, ya que la Querellante Incumplió los requisitos
de procedibilidad para intentar la acción.
En el presente caso tenemos que los medios de prueba que se anexan a la
querella fueron obtenidos en violación a mis garantías constitucionales pues, como
ya se explicó que de ser válidas las copias se trataría de supuestos correos
electrónicos que fueron remitidos desde la cuenta de correo electrónico
conexión.bancaribe@bancaribe.com.ve a mi cuenta de correo electrónico
hectorricardo2009@hotmail.com, (que ni siquiera forma parte del capital de la
empresa Distribuidora Servitodo C.A., ni de la Comunidad Conyugal a que hace
alusión la querellante en su confusión), es decir, fueron remitidos por un tercero a
mi cuenta personal, y han sido producidos en copia fotostática anexos y como
medios de prueba del contenido de la querella, sin el consentimiento ni del autor ni
de mi persona. Esto ocurre con todos los documentos presentados y que rielan a
los Folios del Expediente que van del 45 al 56, 59, 60, del 64 al 77 y del 84 al 104.
El código orgánico procesal penal en su artículo 395 ordena que la prueba libre se
tramite bajo las mismas reglas de la prueba convencional que más se le asemeje,
lo que en el caso del correo electrónico es el documento privado constituido por
una carta o misiva.
En el caso sub examine, los correos electrónico no pueden ser valorados ni
debieron ser apreciados por el Juzgador por ser una prueba ilegal en virtud de que
no consta en autos, que el autor de los mismos, ni el destinatario de ellos, hayan
otorgado previamente su consentimiento para traerlos a los autos de conformidad
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con los artículos 1.373 y 1.374 del Código Civil. De conformidad con el artículo
1.371 ejusdem, ‘pueden hacerse valer en juicio como prueba o principio de prueba
por escrito las cartas misivas dirigidas por una de las partes a la otra, siempre que
en ellas se trate de la existencia de una obligación o de su extinción, así como de
cualquier otro hecho jurídico relacionado con los puntos que se controviertan. El
autor de la carta puede exigir la presentación de esta a la persona a quien fue
destinada, o producirla en juicio p ara los efectos mencionados’. En este caso
Bancaribe institución bancaria que ofrece el servicio conexión Bancaribe, no es
parte procesal en este procedimiento, por lo que, de conformidad con los artículos
1.371 y 1.373 del Código Civil, esta prueba resulta inadmisible por ilegal, más aún
cuando el mencionado autor no prestó su consentimiento previo para su
promoción en esta causa, ni tampoco se previó mi consentimiento como
destinatario.
Sobre el punto tratado ha expresado el autor Arístides Rengel Romberg en su
obra “Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano” Tomo III, al afirmar: “…Aquí
la legalidad del medio está sometida a un requisito expreso (el consentimiento
expreso del tercero y del autor de la carta) de modo que la promoción de la prueba
sin acreditar el cumplimiento del requisito, la hace ilegal, y por lo tanto
inadmisible.
Lo mismo ocurre con las cartas misivas, dirigidas y recibidas entre terceros, las
cuales no pueden, en ningún caso, emplearse como medios de prueba en juicio
por personas que no son causantes ni mandatarios del tercero; por lo que, la
promoción de estas misivas sin acreditar la cualidad de causantes o mandatarios,
las hace ilegales, y en consecuencia inadmisibles. Y como ya se dijo en el caso
del correo electrónico es el documento privado constituido por una carta o misiva.
Y particularmente en este caso, debe considerarse que se trata de correos
dirigidos a una cuenta personal, que es un bien propio de su titular, que no forma
parte de ninguna sociedad ni de gananciales ni de capital, que contiene
información relativa a actividades bancarias, y en consecuencia se trata de cartas
misivas de carácter confidencial, que requieren el consentimiento del autor y de la
persona a quien fueron dirigidas (Art. 1373 C.C.). En estos casos, el juez debe
desestimar las cartas misivas que se hayan presentado en contravención de la ley,
sin perjuicio de los derechos que correspondan al agraviado por violación del
secreto debido a la correspondencia epistolar (Art. 1374 C.C.). Precisado lo
anterior, y resultando evidente que los correos electrónicos que estamos
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Por las razones expuesta solicito se declare Con Lugar esta excepción y se
pronuncie el sobreseimiento de la causa.
III.3.- Conforme a lo previsto en el artículo 28 ordinal 4° letra “i” del Código
Orgánico Procesal Penal me opongo a la persecución penal por cuanto la misma
no fue promovida conforme a la ley, ya que la Querellante incurrió en la infracción
del ordinal 4° del artículo 276 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual se
refiere a que la Querella deberá contener como requisito una relación especificada
de todas las circunstancias esenciales del hecho.
Se observa, luego de haberse practicado un estudio minucioso a la Querella que
la misma adolece de imprecisión en la narración de los hechos respecto a la
descripción de la supuesta acción realizada por mí, que determine mi participación
en una acción delincuencial. La Querellante para imputar una relación de los
hechos, cuando afirma que existe la participación de varios co-imputados, debe
con carácter de obligatoriedad indicar cuál fue la conducta desarrollada por cada
uno en forma individual, situación que no se evidencia en el presente caso, ya que
tanto en el punto IV relativo a “UNA RELACION ESPECIFICADA DE LAS
CIRCUNSTANCIAS ESENCIALES QUE RODERON EL HECHO (Al vuelto del
folio 1., y folio 2), en el punto sin nomenclatura relativo a los ACTOS DE
EJECUCION DE ALCIRA RAMONA PIRE YARI (folio 2 y su Vto., Folio Tres y su
vuelto) y en el punto sin nomenclatura relativo a los ACTOS DE EJECUCION EN
LA COMISION DE LOS DELITOS QUE SE LE IMPUTAN A NORAIMA JOSEFINA
RODRIGUEZ (Vuelto del folio 3 y Folio 4), solo hace referencia a actos
mercantiles usuales que per sé requieren de participación litisconsorcial para
producir los efectos jurídicos normales que legalmente están destinados a
producir, como son las transferencias bancarias que requieren un remitente y un
destinatario, siendo que lo más apropiado era determinar la conducta antijurídica
realizada por cada imputado, a los fines de ser informada al imputado para que
conozca que hizo que no debió haber hecho. Esta determinación precisa y
circunstanciada del hecho que se le atribuye al imputado viene a determinar los
hechos objetos del juicio y sobre lo cual recae todo el proceso probatorio cuya
importancia protege el Derecho a la Defensa previsto en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Es por ello, que esta
determinación debe obligatoriamente estar determinada en la Querella, para
evidenciar esta imprecisión individual se reproduce el contenido de los folios
indicados, a fines de que se verifique lo antes denunciado.
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evidencia que a los largo del escrito acusatorio, no hay una relación detallada,
precisa y circunstanciada de los hechos ocurridos.
Dentro de este orden de ideas, los hechos planteados en el escrito de la querella
resultan asombrosos e improbables, y configuran una situación que resulta ilógica
y carente de sentido, por lo que todas estas circunstancias resultan imprecisas e
indeterminadas para establecer mi responsabilidad en los delitos que se
mencionan en la querella, pues, su narrativa solo fue expuesta como una coartada
para lograr presentarme como un hombre de mala fé, que ha actuado con mala fé
y excluirme del acervo de la comunidad conyugal en una eventual partición.
Por todo lo anteriormente expuesto, es evidente que existen dudas en cuanto a la
ocurrencia de los hechos narrados en la querella, violando el Derecho a la
Defensa previsto en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, inclusive el debido proceso ya que este es un requisito obligatorio
que debe contener cada querella, pues, la misma es el DOCUMENTO
FORMAL de enjuiciamiento en este caso.
Continuando el análisis anterior, no existe certeza qué actividad realicé
personalmente que pudiera hacer presumir mi participación en la ejecución del
presunto delito, por lo que mal pudiera la querellante realizar señalamiento alguno,
con el cual a todas luces incumplió su función como querellante dueña de la
acción penal ejercida, pues al carecer de elementos de convicción y de pruebas se
observa que optó y parece que resultó una solución más viable acusarme sin
agotar su investigación de modo profundo, sin explanar de manera detallada y
circunstanciada contraviniendo así el contenido del ordinal 4 del artículo 276 arriba
mencionado.
Ahora bien, al admitirse la querella sin existir fundamentos serios y coherencia
lógica en las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que ocurrieron los hechos
narrados, se ocasiona y genera estado de indefensión por violación a lo
establecido en el artículo 49 de nuestra Carta Magna, por cuanto no sabe cuál fue
la conducta antijurídica realizada por mí ni por los coimputados, respecto a los
delitos de ESTAFA CONTINUADA, ASOCIACION PARA DELINQUIR Y
VIOLENCIA PATRIMONIAL Y ECONÓMICA, así como los hechos que se van a
contradecir al momento de ejercer la defensa en la presente causa; situación que
bajo ningún concepto puede ser permitida por los órganos jurisdiccionales.
Ciudadano Juez, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece como Principio que dentro del proceso penal la duda siempre favorece
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al reo o en este caso a los imputados, por lo antes expuestos, solicito que sea
declarada con lugar ésta excepción, y en aplicación de una Excelente Justicia se
desestime la querella y se decrete el sobreseimiento de la causa a mi favor, por
ser la Querella Imprecisa y por adolecer de la relación detallada de los hechos
imputados, pero además por no haber ofrecido suficientes elementos de
convicción que permita determinar en forma efectiva la participación de los
coimputados ni de mi persona en el hecho imputado, es decir, no existe razones
serias para su imputación.
IV
OPOSICION A LAS MEDIDAS CAUTELARES DICTADAS
Entre ellas una Medida Nominada o General (Art.588 CPC) de secuestro de
bienes determinados, que consiste en el depósito de bienes muebles o inmuebles
materia de un litigio que, en manos de terceros y para fines preventivos y de
conservación, hacen los interesados o decreta el Tribunal.
Ciudadano Juez, el secuestro judicial, o secuestro propiamente dicho, es una
medida preventiva, que tiene por objeto asegurar la integridad de la cosa que se
necesita poner en depósito, sin que sea menester que siempre haya un litigio
pendiente sobre ella.
Esta medida solo se dicta bajo el imperio de Causales taxativas (Art. 599 CPC):
Se declarará el secuestro:
1. De la cosa mueble sobre la cual verse la demandada, cuando el
demandado sea irresponsable o se tema con fundamento que éste la
oculte, enajene o deteriore.
2. De la cosa litigiosa, cuando sea dudosa su posesión.
3. De los bienes de la comunidad conyugal, o en su defecto del cónyuge
administrador, que sean suficientes para cubrir aquellos, cuando el cónyuge
administrador malgaste los bienes de la comunidad.
4. De bienes suficientes de la herencia, o en su defecto del demandado,
cuando aquel a quién se haya privado de su legítimo, la reclame de quienes
hubieren tomado o tengan los bienes hereditarios.
5. De la cosa que el demandado haya comprado y esté gozando sin haber
pagado su precio. En este caso el propietario y el vendedor podrán exigir
que se acuerde el depósito en ellos mismos, quedando afectado el bien
para responder al vendedor o al comprador, si hubiere lugar a ello;
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parte querellada, sin sustentación alguna que permita deducir una amenaza cierta
de que éste pueda observar una conducta censurable orientada a impedir la
ejecución de la sentencia. Es inobjetable que no basta hacer valer tal posibilidad
mediante un simple alegato, pues se requiere acreditar el peligro de
infructuosidad, a tenor de lo establecido en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, por disponer dicha norma que se deberá acompañar con la
solicitud “…un medio de prueba que constituya presunción grave de esta
circunstancia y del derecho que se reclama.”.
En conclusión, no basta sólo el alegato formulado por la parte querellante para la
procedencia del decrete la medida de secuestro, sino que debe demostrar, como
se desprende de la propia ley, al menos la existencia de indicios graves
concordantes entre sí, que lleve al juzgador a la necesidad de decretar la referida
medida. En efecto, por su característica instrumental, las medidas cautelares no
están aisladas de su utilidad básica para el proceso, y por ello escapan al capricho
tanto de las partes que las solicitan, como del propio juez.
Ahora bien la solicitante solo se limita a pedir se DECRETE MEDIDA DE
SECUESTRO, tal como lo expresa en su diligencia, sin presentar a este Tribunal
prueba fehaciente que haga presumir lo alegado, y así poder llenar los requisitos
que establece la norma que estamos comentando., es decir no acompaña ningún
medio de prueba que evidencie la situación planteada y por ende constituyan una
presunción de que quede ilusoria la ejecución del fallo, requisito indispensable
para la procedencia del decreto de cualquier medida cautelar. Así mismo,
providenciar en relación al otorgamiento formal de la medida en base a los
alegatos formulados, seria adelantar opinión al respecto en el presente proceso en
virtud de que solicita sea acordada y decretada Medida de Secuestro, sobre un
listado de bienes sin descripción de marcas, modelos, seriales, año, colores, ni la
mención al título que acredita la propiedad de los mismos, no se acompañan las
facturas que acreditan la propiedad de los bienes que se listan. De allí que cuando
el tribunal afirma que son propiedad de la Distribuidora SERVITODO C.A.,
adelanta opinión sobre bases probatorias que no le han sido exhibidas.
sumariamente que la parte contra quien obra la medida haya desplegado una
conducta activa u omisiva de manera ilegítima en perjuicio del solicitante, situación
está como quedo establecido, el solicitante no aportó prueba alguna para el
decreto de las medidas solicitadas, en virtud de que simplemente hace una lista de
bienes, tampoco se demuestra que los querellados hayan hecho disposición
formal de esos bienes, porque tampoco se demuestra su existencia, por lo que
mal pudiera considerarse que existe riesgo de que quede ilusoria la ejecución del
fallo, sobre todo la referida a los bienes listados, pues no se generan elementos de
convicción formales que le indique al juzgador que efectivamente existe la
presunción grave del derecho que se reclama.
En tal sentido, si se solicita la medida de secuestro para proteger bienes de la
Sociedad Mercantil, bastaría con acreditar el derecho que se reclama, esto es,
probar la propiedad, y, además, traer prueba de la irresponsabilidad del
demandado o del temor fundado de que éste la oculte, enajene o deteriore la
cosa.
Conforme a la primera causal del citado artículo 599, el secuestro se decretará
sobre la cosa mueble que verse la demanda. Tal causal comprende dos
supuestos:
1. Que el demandado no tenga responsabilidad: Se dice que una persona no
tiene responsabilidad cuando no es de fiar por carecer de caudal y crédito
necesario para ello; para que la falta de responsabilidad o abono
económico del demandado permita decretar el secuestro, se requiere,
además de la demostración de tal circunstancia, que la cosa sobre la cual
se solicite la medida, sea el objeto del litigio, pues no basta el solo supuesto
de irresponsabilidad del demandado, resultando necesaria también la
existencia de la segunda circunstancia; hay que demostrar la propiedad de
los bienes y su existencia.
2. Que se tema con fundamento que el demandado oculte, enajene o
deteriore la cosa: No basta que el demandado tenga responsabilidad
económica para que la primera causal no sea aplicable en relación con el
demandado, cuando se encuentre en su poder la cosa mueble sobre la cual
verse la demanda. Es necesario además, que su responsabilidad se
extienda y traduzca también en una conducta seria que permita deducir que
permaneciendo la cosa en su poder, la misma se conservará durante el
juicio en el estado en que se encuentre al momento de proponer la
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