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AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

TEMA:

ESFUERZO FÍSICO EN MARATONISTAS

CURSO : BIOFISICA

DOCENTE : DR JAIME ALBERTO PASTOR SEGURA

ALUMNA : ALIS RIBADENEIRA URQUIA

CICLO : ---

PUCALLPA – PERÚ

2021
INTRODUCCIÓN
El ejercicio físico cuenta con un distinguido papel en la prevención de las
enfermedades cardiovasculares, demostrando la relación inversa dosis
dependiente entre la actividad física y la mortalidad. Tal reducción en la
mortalidad viene a ser producto de diferentes mecanismos, entre los que
resalta un remodelado cardíaco propicio.

El esfuerzo físico requerido por un maratonista, para que se enfrente a esta


prueba, se tiene que planificar de forma minuciosa. Ello comprende el tiempo,
los kilómetros a completar, las sesiones de entrenamiento al igual que la
valoración y entrenamiento de las diferentes capacidades físicas necesarias
para la práctica del deporte que sea.

La práctica de un deporte como es el maratón, no solamente necesita de un


corazón funcional y de unos pulmones para el intercambio del oxígeno.
Además, es importante contar con articulaciones estables, músculos fuertes,
veloces, ágiles y flexibles. Tales atributos articulares y musculares no se logran
con la carrera por sí sola. Es preciso un entrenamiento determinado, adecuado
a las características individuales y a las posibilidades de la carrera.

Hay atletas que al someterse a altas cargas de entrenamiento, advierten un


remodelado cardiaco que sobrepasa el nivel de lo fisiológico y que fue asociado
a efectos deletéreos, estado llamado miocardiopatía y que incluye: hipertrofia
ventricular izquierda asociada a fibrosis miocárdica, aumento en la incidencia
de fibrilación auricular, aumento de la ateromatosis coronaria y mayor
remodelado ventricular derecho. De este modo, se estudian los diferentes
biomarcadores frente al ejercicio y que serían predictores tempranos de mala
adaptación cardíaca al entrenamiento. Suelen algunos carecer de significado
patológico, como el alza transitoria post ejercicio de las troponinas y del péptido
natriurético, que se presentan en muchos los maratonistas.

2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN..................................................................................................2
CONTENIDO........................................................................................................4
Interleukina-6 (Il-6)................................................................................................4
Malondialdehído (MDA)........................................................................................5
Biomarcadores, Remodelado Cardíaco y Ejercicio..............................................6
Factores ligados al entrenamiento.......................................................................6
1. Entrenamiento de resistencia...........................................................................6
2. Entrenamiento de fuerza..................................................................................8
3. Entrenamiento en ambientes calurosos...........................................................9
4. Entrenamiento en altura...................................................................................9
Factores fisiológicos...........................................................................................10
1. Consumo máximo de oxígeno (VO2max)......................................................10
2. Umbral ventilatorio 2.......................................................................................11
3. Economía de carrera......................................................................................11
4. Edad................................................................................................................12
5. Género............................................................................................................12
6. Tipos fibras musculares..................................................................................12
7. Fatiga..............................................................................................................13
8. Raza................................................................................................................13
Factores biomecánicos.......................................................................................13
1. Antropometría.................................................................................................13
2. Leg-stiffness...................................................................................................14
3. Flexibilidad......................................................................................................14
4. Patrón de pisada.............................................................................................15
5. Ortesis plantares.............................................................................................16
6. Parámetros espacio-temporales.....................................................................16
CONCLUSIONES...............................................................................................17
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................18

3
CONTENIDO

La resistencia es definida como la capacidad de aguantar el estrés durante


períodos largos de tiempo o la capacidad de mantener un esfuerzo de modo
eficaz durante el mayor tiempo necesario. “La importancia del entrenamiento de
la resistencia en el maratón es precisa, dado que es la gran habilidad que
permitirá correr durante los 42 kilómetros sin detenerse. Cuando seas un
corredor resistente, llegarás a completar la distancia, realizarlo en menos
tiempo y bajar los niveles de que el maratón se vuelva una tortura” (1).

El remodelado ritmo cardiaco de los maratonistas se genera por medio de una


expresión genómica que gatilla los efectos moleculares, intersticiales y
celulares, que al mismo tiempo producen modificaciones estructurales,
eléctricas y funcionales en medio del sistema cardiovascular.

El remodelado adverso cardiaco es un elemento de aparición respectivamente


tardía, siendo ineludible tener predictores más precoces de respuesta frente al
esfuerzo físico. En tales condiciones, “se investigó la dinámica de los
biomarcadores en el ejercicio y lo que serían predictores tempranos de mala
adaptación cardíaca al entrenamiento. Ciertos marcadores no tienen significado
patológico, como son el alza transitoria luego del ejercicio de las troponinas y
del péptido natriurético (pro-BPN), que se presentan en algunas maratonistas”
(2).

A la vez que otros marcadores relacionados a actividad inflamatoria


(Interleukina 6) y estrés oxidativo (Malondialdehído) tienen un potencial
significado patológico y se pasan a describir en seguida:

Interleukina-6 (Il-6)

“La IL-6 se trata de una citokina mediadora de la respuesta de fase aguda que,
aparte, es sintetizada por el músculo esquelético contráctil, liberándose al
intersticio y a la circulación sistémica en respuesta al esfuerzo físico” (3). Su
concentración plasmática se determina por la intensidad y duración del
ejercicio, independiente del tipo de ejercicio llevado a cabo, objetivando un
crecimiento en sus niveles de hasta 100 veces posterior a una maratón. Con

4
respecto a su cinética, la IL-6 logra un máximo dentro las primeras horas de
empezado el ejercicio, reduciendo velozmente al finalizar la competencia. Su
papel es modular la respuesta inmunológica y metabólica del organismo
delante del esfuerzo, como, por ejemplo, incrementando la entrega de glucosa
por parte del hígado y estimulando la lipólisis. Se llegó a proponer que “el
entrenamiento físico sostenido causa una disminución en los niveles basales
de IL-6, aparte de frenar su alza luego del ejercicio, siendo este fenómeno uno
de los mecanismos bioquímicos que se ha sugerido como adaptación en
atletas entrenados” (4). Incluso, se propuso que una elevada desmedida, tanto
de forma basal, como la post actividad física, se llega a identificar a sujetos con
respuestas mal adaptativas delante del ejercicio.

Figura 1: Factores que afectan al rendimiento en carreras de fondo

Fuente: Revista Internacional de Ciencias del Deporte, vol. XII, núm. 45, julio,
2016, pp. 279.

Malondialdehído (MDA)

La peroxidación lipídica viene a ser el proceso de degradación oxidativa de los


lípidos, en el cual los radicales libres bajan los ácidos grasos de la membrana
celular. El estrés oxidativo manifiesta un desbalance entre la producción de
especies de oxígeno reactivo y la actividad y cantidad de las defensas
antioxidantes del organismo, que, al ser sobrepasadas, se tiende a producir
daño tisular y celular. El MDA resulta ser un producto final de este proceso y se
puede medir en plasma, tejidos y orina a través de diferentes técnicas. Es el
marcador que con más frecuencia se usa para evaluar el nivel de estrés

5
oxidativo en atletas y al igual que la IL-6 cuenta con una cinética de liberación
aguda con respecto a la actividad física.

“La relación entre ejercicio y estrés oxidativo resulta ser compleja, ya que se
mueve dependiendo del tipo de ejercicio, su duración, la intensidad, el nivel de
entrenamiento previo y de la capacidad antioxidante total de los atletas,
consiguiéndose que un mayor entrenamiento físico acrecienta la capacidad
antioxidante total” (5).

Biomarcadores, Remodelado Cardíaco y Ejercicio

La cinética de tales biomarcadores con respecto al ejercicio se pudo investigar,


pero no existe claridad en cómo la intensidad de entrenamiento anterior influye
en la magnitud de su alza, ni de la asociación con el nivel de remodelado
cardiaco. Detalle de interés, pues en la actualidad un creciente número de
atletas realiza actividad física de alta intensidad, concurriendo en este grupo
individuos biológicamente susceptibles que mostrarán un remodelado cardiaco
patológico asociado a eventos clínicos desfavorables. Y es aquí es en el cual
los biomarcadores descritos pueden tener un papel en la identificación y
estratificación de dichos deportistas. El propósito de esta tarea es la evolución
de la actividad de IL-6 y MDA en respuesta a una maratón en atletas con
diferente nivel de entrenamiento anterior y el remodelado cardíaco asociado
(3).

Factores ligados al entrenamiento

El entrenamiento se halla fuertemente relacionado con otros factores que


afectan al rendimiento, y resulta ser uno de los instrumentos más potentes para
influir o modificar ciertos parámetros.

1. Entrenamiento de resistencia

“El entrenamiento de resistencia es por lo común el tipo de entrenamiento


ocupa la mayor parte del volumen de trabajo de un corredor de fondo, dado
que se conoce su fuerte relación con el rendimiento” (6). “La frecuencia en
corredores de categoría sub-élite y élite es bastante homogénea, más o menos
6
10 a 14 sesiones que constituyen más o menos 80 a 120 kilómetros de carrera
por semana. Lo que difiere en los programas de entrenamiento es la distinta
combinación que se hace entre volumen, intensidad e intervalos de descanso”.
(7). Subrayar la dificultad de investigar estos parámetros en corredores de alto
nivel, renuentes varias veces a dejar atrás su planificación para realizar este
tipo de intervenciones. Por lo que gran parte se derivan de estudios hechos con
personas sedentarias o corredores de bajo nivel, no siendo aplicables a
corredores de alto nivel o maratonistas. En efecto, un aumento del volumen de
entrenamiento a velocidades submáximas incita adaptaciones fisiológicas en
corredores de bajo nivel, pero no en los corredores bien entrenados. Se vio que
estos últimos podrían mejorar su rendimiento por medio de entrenamientos
interválicos de alta intensidad. Mediante este tipo de entrenamiento el
rendimiento en 10 kilómetros podría mejorar hasta un 3%, pero los motivos
exactos de dicha mejora son desconocidos (8).

“La cuantificación del entrenamiento de resistencia se lleva a cabo usualmente


dividiendo el trabajo en 3 zonas de intensidad: Zona 1 (baja intensidad, por
abajo del VT2), Zona 2 (intensidad moderada, entre el VT1 y VT2) y Zona 3
(alta intensidad, por arriba del VT2) (Esteve-Lanao y col., 2007). Se sabe que
los corredores de alto nivel llevan a cabo alrededor de un 70, 20 y 10% del
entrenamiento en Zona 1, Zona 2 y Zona 3, proporcionalmente” (7), y hasta
“ciertos esquiadores de fondo o maratonianos llevan a cabo un entrenamiento
aún más polarizado, con un 75, 5 y 20%, de forma respectiva" (9). Esteve-
Lanao y col. (2007) han comparado dos programas de entrenamiento en 12
corredores de fondo sub-élite durante 5 meses. En el primero se destacaba el
trabajo en Zona 1 (80, 10 y 10%, correspondientemente) y en el segundo se
bajaba el trabajo en Zona 1, aumentando la carga en Zona 2 (65, 25 y 10%,
respectivamente). Así, “los dos grupos mejoraron su rendimiento, pero la
mejora ha sido mayor en el grupo que hizo más carga de entrenamiento en
Zona 1. Se vio que una acumulación de gran volumen a intensidades bajas de
entrenamiento (Zona 1) induciendo a un crecimiento de la síntesis de proteínas
mitocondriales, estimulando una mayor disponibilidad energética y un menor
estrés del sistema autónomo” (9). El trabajo en Zona 2, no obstante, si bien
resulta provechoso para corredores principiantes o no entrenados, es casi nada

7
provechoso para corredores de cierto nivel, dado que es un estímulo muy
fatigante, que genera bastante estrés sobre el sistema simpático y puede ir
directo al sobreentrenamiento.

2. Entrenamiento de fuerza

“El entrenamiento de fuerza, por su lado, adquirió poco a poco un rol más
notable dentro de los programas de entrenamiento, y en la actualidad,
habitualmente todos los corredores de fondo disponen de algún tipo de
programa de fuerza dentro de su preparación. Hay muchos estudios que han
comprobado sus beneficios sobre el rendimiento” (10). Se encontraron
“mejoras en el rendimiento en pruebas de 3-5 km, el tiempo hasta el
agotamiento, economía de carrera, velocidad en el VO2max, velocidad en el
umbral anaeróbico y velocidad anaeróbica máxima” (11). Estas mejoras han
sido propiciadas por adaptaciones neuromusculares como el aumento del
stiffness muscular, reclutamiento y sincronización de unidades motoras y
coordinación intra e intermuscular.

Sin embargo, ser más fuerte no precisamente garantiza un mejor rendimiento,


sino que es la intervención por medio de la fuerza la que aporta beneficio. Se
habla especialmente de tres tipos de entrenamiento de fuerza para la mejora
del rendimiento en las carreras de fondo o maratones: “1- Fuerza máxima (70-
90 % de 1 RM y pocas repeticiones), 2- Fuerza explosiva (30-60% de 1 RM a
alta velocidad de ejecución) y 3- Fuerza reactiva o pliometría (contracciones
excéntricas seguidas de rápidas contracciones concéntricas)” (12). En los
corredores que se inician en el entrenamiento de fuerza y con un objetivo de
mejora a largo plazo se plantean programas de fuerza genéricos o de fuerza
máxima e incluir, si se quiere, alguna sesión de fuerza reactiva de poco
volumen.

La periodización de esta clase de entrenamiento aún no fue estudiada en


profundidad. El periodo de intervención mínimo para observar mejoras en el
rendimiento parece estar comprendido entre las 6 a 8 semanas y,
generalmente, se hace concurrentemente con el entrenamiento de resistencia.
Un reciente meta-análisis (Beattie y col., 2014) acopia que este entrenamiento
concurrente es una intervención demasiado potente para la mejora del

8
rendimiento en corredores de bajo y medio nivel, pero escasos son los estudios
que analizaron su efecto en corredores de alto nivel. Todo indica que estos
corredores además se ven favorecidos por este tipo de entrenamiento
concurrente, si bien algunos autores luchan sobre los posibles efectos
adversos debido a las diferentes demandas de las actividades.

3. Entrenamiento en ambientes calurosos

El entrenamiento bajo condiciones calurosas, tal y como se comentó con


anterioridad, afecta al rendimiento y a la economía de carrera desde una
temperatura ambiente de 15ºC. “La aclimatación a dichos ambientes
(exposición a episodios agudos y crónicos de ejercicio en ambientes calurosos)
viabiliza al corredor mantenerse en una temperatura corporal más baja y
aumentar el volumen plasmático, atenuando la magnitud de la respuesta
termorreguladora (ventilación, circulación y sudoración aumentadas)” (13).
Dicha adaptación permitirá a los corredores al mismo tiempo, ir a una velocidad
de carrera específica con una menor frecuencia cardiaca y una menor
temperatura corporal. Ciertos autores (Nielsen y col., 1993) han visto un
aumento revelador del tiempo hasta el agotamiento tras una aclimatación de 9
a 12 días a una temperatura ambiente muy elevada (40°C) y poca humedad
(10%). “Al ser la temperatura y la humedad ambas altas, la aclimatación es
más difícil, dado que la evaporación se ve limitada. Existen autores que
observaron que luego de la aclimatación de 8 días a estos ambientes tropicales
el rendimiento respecto al test hecho el segundo día de exposición puede
mejorar un 3 por ciento” (13). Si bien el rendimiento se vea mejorado luego de
la aclimatación en ambientes cálidos, todo parece señalar que es muy difícil
lograr una aclimatación completa y obtener el mismo rendimiento que se
lograría en condiciones ambientales normales.

4. Entrenamiento en altura

“El entrenamiento en altura es una estrategia que se usa de 40 a 50 años tanto


para preparar las competiciones realizas en altura, como para mejorar el
rendimiento a nivel del mar. La noción clásica fue vivir y entrenar a una altura
moderada (1800-2500 m) durante 2 a 4 semanas, pero algunos estudios

9
presentaron que sólo era efectivo para mejorar el rendimiento en altura y no a
nivel de mar, al menos en los deportistas de élite” (14). En la década de los
noventa, se ha desarrollado el modelo de “live high-train low”, “para sortear los
efectos negativos de entrenar en hipoxia (pérdida de masa muscular y fatiga),
pero logrando los efectos deseados por la aclimatación. Todo parece señalar
que este método de entrenamiento conlleva mejoras sustanciales como un
aumento del VO2max, masa de la hemoglobina, economía de carrera y
rendimiento tras la exposición a la altura (un 1.1% de mejora en el rendimiento
tras 27 días de exposición a 2500 m)” (15). Sin embargo, este tipo de
entrenamiento necesita una localización estratégica del corredor, vivir en un
lugar que le haga posible viajar diariamente entre altitudes, algo logística y
financieramente costoso. Como alternativa, se propuso la exposición aguda o
intermitente a la hipoxia. Este protocolo se basa especialmente en someter al
atleta a intervalos de segundos u horas de hipoxia (hipoxia simulada con un
respirador que mete una presión parcial de oxígeno similar a la de la altura)
repetidos muchas veces a la semana, bien en reposo (intermittent hypoxic
exposure) o durante el ejercicio (intermittent hypoxic training) (16).

Factores fisiológicos

Los factores fisiológicos (VO2max, umbral ventilatorio 2, economía de carrera,


edad, género, tipos de fibras musculares, fatiga y raza) que perjudican al
rendimiento de las carreras de fondo fueron durante muchos años los factores
más estudiados.

1. Consumo máximo de oxígeno (VO2max)

El consumo máximo de oxígeno es definido como la cantidad máxima de


oxígeno que el organismo es capaz de absorber, transportar y consumir por
unidad de tiempo. “Regularmente se expresa relativo al peso corporal del
sujeto (ml·kg-1 min1) y depende primordialmente de componentes genéticos
(más o menos 70%) y del entrenamiento (más o menos 30%). Es una variable
que se relaciona con la capacidad aeróbica y está muy vinculada al rendimiento
en carreras de fondo, conociéndose que a mayor VO2max, mayor rendimiento”
(17). Los valores típicos “para individuos sanos van de los 35 a 45 ml·kg-1

10
·min-1, en tanto que los maratonistas pueden llegar a alcanzar 60-80 ml·kg-1
·min-1” (17). De forma tradicional, se vino usando casi como el único parámetro
fisiológico determinante de las carreras de fondo. Pero al compararse
corredores de alto nivel con valores de VO2max elevados y homogéneos, se
observó que la correlación del VO2max con el rendimiento es poca y deja de
ser un parámetro discriminativo del nivel de rendimiento.

2. Umbral ventilatorio 2

El umbral ventilatorio 2 (VT2) hace referencia a la máxima intensidad de


esfuerzo que un sujeto puede mantener de manera prolongada en el tiempo.
Esta variable tiende a tomarse como una medida representativa del nivel de
entrenamiento aeróbico y se ha observado que se encuentra en deportistas de
fondo entrenados alrededor del 80-90% del VO2max (López, Calvo y
Fernández, 2001). Algunos estudios observaron una mayor correlación entre el
VT2 y el rendimiento en 5-10 km que con el VO2max (Kumagai y col., 1982).
Así, un deportista que presente un VT2 más alto, podrá mantener en el tiempo
una velocidad de carrera más elevada que otro corredor, y posiblemente
obtenga un mayor rendimiento. Este umbral es, a su vez, dependiente de la
economía de carrera. Una mejora de ésta provoca una mejora del umbral
anaeróbico (10).

3. Economía de carrera

La economía de carrera es usualmente definida como “el gasto energético o


VO2 consumido a una velocidad de carrera específica” (15), sabiéndose que
los sujetos entrenados son más económicos que los no entrenados. Si bien
“realmente hace referencia a una tasa de consumo de oxígeno en ml·kg-1 ·min-
1, usualmente se usa el valor en ml·kg-1 ·km-1 para evitar la influencia de la
velocidad absoluta de la carrera” (18). Los valores típicos para atletas
altamente entrenados oscilan entre 175-220 ml·kg-1 ·km-1 (Lucia y col., 2006),
en tanto que en otras poblaciones de deportistas los valores son claramente
superiores a 220 ml·kg-1 ·km-1. De este modo, “los corredores con una mejor
economía de carrera presentan un menor consumo de oxígeno a la misma
velocidad, y justifica su mayor rendimiento en las carreras de fondo y medio

11
fondo. Ya que muchas veces estos valores no parecen ser adecuadamente
discriminativos entre poblaciones muy similares, los últimos estudios acerca de
la medición de la economía de carrera (15), plantean expresarla en kcal·kg-1
·km-1, teniendo presente el cociente respiratorio y la contribución anaeróbica al
esfuerzo.

4. Edad

“La edad es otro factor a tener presente al momento de obtener un óptimo


rendimiento. Generalmente, se observa que los mayores logros o las mejores
marcas en carreras de fondo se obtienen entre los 30 a 40 años” (19). Es en
esta variación de edad, en la cual se produce un equilibrio óptimo entre las
variables VO2max, fuerza muscular y economía de carrera. Se dijo que “el
VO2max aumenta hasta más o menos los 20 años y luego va reduciendo
progresivamente menos de un 1% al año, de la misma manera que la fuerza
muscular, la cual consigue su desarrollo óptimo entre los 20 a 30 años, y
disminuye en la mayoría de grupos musculares por descenso de la masa
muscular” (17).

5. Género

El género además tiene una clara influencia en el rendimiento de las carreras


de fondo. Por mencionar, “en los JJOO de Londres 2012, el ganador masculino
de la maratón (Stephen Kiprotich, UGA) logró un tiempo de 2:08:01 hh:mm:ss,
en tanto que la ganadora (Tiki Gelana, ETH) requirió algo de 15 min más para
finalizarla (2:23:07 hh:mm:ss). Durante los 10 km, el ganador (Mohamed Farah,
GBR) logró un tiempo de 27:30 mm:ss y la ganadora femenina (Tirunesh
Dibaba, ETH) 30:20 mm:ss, siendo la diferencia de más o menos 3 min
(Olympic.org, s.f.). Se trata de diferencias de más o menos 10%, que se
incumbe a su vez, con el 12% de diferencia vista entre los 10 mejores
clasificados hombres y mujeres en la maratón de Nueva York entre 2006-2010”
(19).

12
6. Tipos fibras musculares

La distribución de los tipos de fibras musculares dentro del músculo modifica


como consecuencia del entrenamiento físico y la especificidad del mismo. Se
estudiaron las “diferencias existentes entre velocistas, medio fondistas y
fondistas en los tipos de fibras musculares del vasto lateral y se vio que los
fondistas presentan un 75% de fibras tipo I (de contracción lenta) y un 25% de
fibras tipo IIa (de contracción intermedia), haciendo un porcentaje muy pequeño
o inclusive nulo el de fibras tipo IIb (de contracción rápida)” (20).

7. Fatiga

La fatiga además repercute en el rendimiento del corredor. Con el paso de los


kilómetros en una maratón, inclusive cuando el ritmo de carrera es óptimo y
constante, “se producen una serie de modificaciones fisiológicas (acidosis,
alteración iónica, agotamiento eventual del glucógeno) que hacen difícil el
mantenimiento de la misma intensidad de esfuerzo. Aparte, lego de un ejercicio
extenuante (al final de una maratón y/o luego del tramo de bici) la economía de
carrera se perjudica entre un 2-11% respecto a la carrera control” (13).

8. Raza

La influencia de la raza en el rendimiento consta de uno de los factores más


discutidos desde que los corredores africanos dominaron todas las pruebas de
fondo (desde los 3000 m obstáculos hasta la maratón) de las grandes citas y
eventos deportivos. Lo que ocasionó un aumento de las investigaciones
científicas, las que abordaron esta supremacía desde diferentes perspectivas,
para intentar darle una respuesta. “No se han encontrado diferencias
reveladoras entre corredores caucásicos y africanos en la distribución de fibras
musculares o en el VO2max, e incluso los corredores de origen caucásico
tuvieron a presentar mayores valores de VO2max” (18).

13
Factores biomecánicos

Diferentes autores resaltaron la importancia de la biomecánica de la carrera en


el rendimiento en las carreras de fondo. Sin embargo, “hay un gran
desconocimiento sobre la verdadera influencia de alguno de estos factores,
varias veces asociado a las grandes dificultades para su registro, así como por
la tremenda complejidad e interrelación entre todos ellos” (21).

1. Antropometría

Diferentes estudios comprobaron que “dentro de las características


antropométricas, un bajo peso, índice de masa corporal, porcentaje de masa
grasa y sumatorio de pliegues cutáneos son esenciales para conseguir una
buena economía de carrera y un óptimo rendimiento” (11). Por otra parte, “los
corredores de fondo y medio fondo se caracterizaron durante muchos años por
ser de baja estatura. Pero actualmente su importancia no es tan clara. Si bien
algunos estudios observaron una relación inversa entre la estatura y la
economía de carrera otros no vieron relación ninguna con el rendimiento” (18).

2. Leg-stiffness

“La rigidez de las piernas o además llamado leg-stiffness es otro parámetro


biomecánico que se relaciona con el rendimiento. Durante la carrera, los
principales músculos extensores de las articulaciones del tobillo y la rodilla
(tríceps sural y cuádriceps, proporcionalmente) ayudan en más de un 70% al
trabajo mecánico total realizado” (22). En este complejo mecanismo, músculo y
tendón deben ser considerados como una unidad de transmisión de energía, y
“si los convertimos en un modelo de muelles se dice que el leg-stiffness de las
piernas es la relación entre la fuerza máxima aplicada al “muelle” (la máxima
fuerza aplicada contra el suelo) y la máxima compresión del mismo (i.e., el
descenso del centro de gravedad)” (9).

14
3. Flexibilidad

La flexibilidad, entendida como la capacidad del sistema muscular para ser


deformado, es un aspecto distinto a analizar, por su relación directa con el leg-
stiffness. “Una menor flexibilidad en las articulaciones de cadera y tobillo
presenta una influencia positiva sobre la economía de carrera, dado que hace
que la energía elástica retorne con mayor facilidad” (19). Por creencia popular y
rutina, varios corredores y entrenadores apuestan por estirar antes y después
del ejercicio para que se prevengan lesiones y mejorar el rendimiento. Sin
embargo, esto es de mucha más ayuda para el cuerpo de lo que se cree.

4. Patrón de pisada

El patrón de pisada o el modo en la que el corredor contacta con el suelo es


otro parámetro biomecánico a tener presente. Tradicionalmente se identifican 3
patrones: “1) talonador, en el que el contacto inicial del pie en el suelo se hace
con el talón o la parte posterior del pie; 2) planta entera, en el que el talón y la
parte anterior del pie contactan de forma simultánea; 3) antepié, en donde la
primera mitad del pie realiza el contacto inicial con el suelo” (19). Lieberman y
col. (2010) se ubican en que el patrón de pisada natural del hombre previo a la
aparición del calzado deportivo, ha sido el de planta entera o antepié, y que fue
la aparición del acolchado (calzado de amortiguación) y la elevación de la zona
del talón (drop) lo que conllevó al ser humano a usar un patrón de pisada
talonador. Desde su perspectuva, el patrón de pisada más adelantado guarda
menos relación con la aparición de lesiones, aunque varios son los trabajos
que contradicen estos hallazgos, y naturalmente se trata de un cambio en la
tipología de lesiones. O sea, “el apoyo retrasado se vincula a más estrés en
zonas tibial, lumbar y rótulas, mientras que en el apoyo adelantado el estrés
crece en tríceps sural, fascia plantar y metatarsos” (21).

Figura 2: Porcentaje de corredores talonadores, planta entera y antepié en


carreras de diferentes distancias.

15
Fuente: Revista Internacional de Ciencias del Deporte, vol. XII, núm. 45, julio,
2016, pp. 293.

5. Ortesis plantares

“Las ortesis plantares que usan los corredores de fondo suelen brindar
principalmente una mayor amortiguación en la zona del talón y/o soporte en el
arco del pie, y se hallan relacionadas con la comodidad y la prevención de
lesiones” (22). Actualmente, estas ortesis pueden ser personalizas a las
características individuales del pie a través de escáneres 3D (customizadas) o
prefabricadas con un diseño estándar. Todo indica que las plantillas
personalizadas dan una mayor sensación de ajuste y confort en la zona del
talón.

6. Parámetros espacio-temporales

Finalmente, dentro de los parámetros espacio-temporales de la carrera, se


identifican el tiempo de contacto y de vuelo, la frecuencia y amplitud zancada.
Hace años, Williams y Cavanagh (1987) abreviaron que el 54% de la
variabilidad interindividual de la economía de carrera podría deberse a
distinciones en estos parámetros. Pero hasta que los sistemas de medición no
han avanzado y permitido su registro de manera más sencilla, los estudios al
respecto han sido escasos. “En las carreras de fondo hay controversia sobre la
posible relación entre el tiempo de contacto y la economía de carrera. En tanto

16
determinados autores no han observado ninguna relación entre estos dos
parámetros” (19), otros ilustran que un mayor tiempo de contacto afecta
negativamente a la economía de carrera. Los últimos “se basan en que un
elevado tiempo de contacto provoca una deceleración reveladora de la
velocidad horizontal del corredor durante la fase de apoyo, pudiéndose
considerar una pérdida de energía” (21).

CONCLUSIONES
Luego de un esfuerzo intenso se ocasiona un aumento de los niveles de IL-6 y
MDA. Los atletas mejor entrenados dan una menor respuesta de estrés
oxidativo frente a una maratón y, aparte, manifiestan una tendencia no
significativa a tener menores niveles basales de inflamación (IL-6).
Posteriormente, en relación a las variables ecocardiográficas estudiadas, los
dos grupos presentaron parecida función sistólica bi-ventricular y deformación
del ventrículo izquierdo. No obstante, el grupo mejor entrenado ha presentado
un mayor remodelado del corazón izquierdo, lo que hay una mayor masa del
ventrículo izquierdo y mayor volumen de la aurícula izquierda.

Casi todos los estudios que han sintetizado la influencia de estos factores en el
rendimiento lo llevaron a cabo por medio de la economía de carrera (es decir,
gasto energético a una velocidad de carrera submáxima específica). Por lo que
hay factores determinantes de la economía de carrera, como es la distancia de
la especialidad, entrenamiento y puesta a punto, pendiente del terreno,
temperatura, aire y viento, fatiga, ventilación, amplitud de zancada,
rigidez/componentes elásticos, otros factores biomecánicos, género, edad y el

17
estado emocional mismo. Y aquí viene a tallar mucho el entrenamiento
fisiológico, biomecánico y antropométrico.

BIBLIOGRAFÍA
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[Consultado el 4 de Setiembre de 2021] 17(6) Disponible en:
https://2142runners.com/maraton-resistencia/
(2) Scherr J, Braun S, Schuster T, Hartmann C, Moehlenkamp S, Wolfarth B, et
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