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AILUROPODA MELANOLEUCA

El oso panda, también conocido como panda gigante, es un mamífero


omnívoro caracterizado por su coloración en blanco y negro y su afición al
bambú. En la cultura china es llamado oso-gato debido a la forma pequeña y
alargada de sus ojos, similar a la de estos felinos.

DISTRIBUCIÓN DEL OSO PANDA


El panda gigante habita en las remotas regiones montañosas de China Central y
el Tíbet a alturas de 1,200-4,100 metros sobre el nivel del mar. Anteriormente,
su rango geográfico abarcaba vastas zonas, incluyendo la mayor parte del sur y
este de China, pero en la actualidad solo está presente en partes de 6 cadenas
montañosas aisladas entre sí: Minshan, Qinling, Qionglai, Liangshan,
Daxiangling, Xiaoxiangling.

Orden: Carnivora

Familia: Ursidae

Género: Ailuropoda

Los bosques de bambú son su hábitat por excelencia. Se caracterizan por ser


montañosos, húmedos y frescos, es por ello que el panda se protege entre
los árboles o en cuevas. Debido a su pérdida de hábitat, el oso panda solo
habita en esta región en estado salvaje, ya que se encuentra en varias latitudes
del mundo pero en estado de cautiverio.

DESCRIPCIÓN DEL OSO PANDA

El oso panda tiene las extremidades, orejas, parte de la espalda y arillos


alrededor de los ojos en color negro, mientras que el resto de su cuerpo es
blanco. Los científicos aún no conocen con exactitud la razón de este curioso
patrón de coloración, pero sugieren que le es útil para camuflarse entre la
nieve y las rocas de su hábitat natural. Asimismo, el denso pelaje le permite
mantenerse caliente.
Aunque parezca de mayor tamaño, el panda mide alrededor de 1.2-1.9 metros
de longitud y pesa en promedio entre 100 y 115 kilos. Sus patas delanteras son
más fuertes y musculosas que las traseras, pues le sirven para escalar. Presenta
una característica conocida como el sexto dedo que utilizan a manera de
pulgar, aunque es en realidad una modificación en el hueso de su muñeca.

Es muy buen nadador y puede permanecer en tierra firme o trepado en


árboles.

COMPORTAMIENTO DEL  OSO PANDA


El oso panda es un animal solitario. Tiene mayor actividad durante las puestas
de sol y suele delimitar su territorio con orina, olores y marcas de garras; así
evitan enfrentamientos entre ellos.

A diferencia de otros osos, el panda gigante no hiberna pero sí desciende a


elevaciones más bajas durante el frío invierno en busca de temperaturas más
altas. En esa época busca cuevas, árboles huecos y grietas donde puede
mantenerse caliente.

ALIMENTACIÓN DEL OSO PANDA

El panda es casi exclusivamente herbívoro, pues el 99 % de su dieta está


conformada por bambú, y puede pasar de 10 a 12 horas del día alimentándose.
Se diferencia de otros osos al tener la habilidad de poder alimentarse sentado.
Con su llamado sexto dedo, rompe fácilmente el bambú.

En algunas ocasiones complementa su dieta con pájaros, insectos, huevos y


pequeños roedores, ya que el bambú no logra aportar los nutrientes suficientes
en relación con su tamaño y peso.

REPRODUCCIÓN DEL OSO PANDA
Ambos sexos alcanzan la madurez sexual entre los 5 y 7 años de edad, aunque
algunos individuos lo hacen a los 4 o tan tarde como a los 8 años. Su sentido del
olfato es muy utilizado durante la época de reproducción. Los machos pueden
competir por el derecho de apareamiento.

El tiempo de cópula es muy corto: varía de 30 segundos a 5 minutos, pero


puede repetirlo varias veces para lograr la fecundación. El período de
gestación tiene una duración aproximada de 5 meses, tras los cuales la hembra
da a luz de 1 a 2 crías totalmente ciegas de apenas 140 gramos de peso. Nacen
totalmente blancas, y conforme crecen van adquiriendo su particular
coloración.

El panda gigante es un insaciable devorador de bambú. Un ejemplar medio se


pasa la mitad del día comiendo-literalmente: 12 de cada 24 horas-y hace sus
necesidades docenas de veces al día. Hacen falta 12,5 kilos de bambú para
cubrir las necesidades alimenticias diarias de un panda gigante, que arranca
ansiosamente los tallos con los alargados huesos de sus muñecas, usándolos a
modo de pulgares. Ocasionalmente también comen pájaros o roedores.

Los osos panda sólo se encuentran en estado salvaje en remotas regiones


montañosas del centro de China. Allí las elevadas plantaciones de bambú son
frescas y húmedas, como a ellos les gusta. En verano pueden ascender hasta
los 4.000 metros de altitud para buscar su alimento en las laderas más altas.

Es habitual ver a los osos panda comer relajadamente sentados en el suelo, con
sus piernas traseras estiradas hacia adelante. Aunque den la impresión de ser
sedentarios, trepan a los árboles con gran habilidad y son excelentes
nadadores.

Los pandas gigantes son animales solitarios. Tienen un sentido del olfato muy


desarrollado, que los machos emplean para evitarse entre sí y para encontrar
una hembra con la que aparearse en primavera. Tras un embarazo de cinco
meses, la hembra da a luz a un único cachorro o a gemelos, aunque en este
caso no es capaz de cuidar de los dos. Los pequeños pesan apenas unos 150
gramos al nacer y no pueden gatear hasta cumplidos los tres meses. Nacen
ciegos y de color totalmente blanco; sólo más tarde su pelo toma las
tonalidades que lo hacen tan atractivo.

Únicamente quedan unos 1.000 pandas gigantes en libertad, y quizás otros 100
que viven en zoos, donde siempre es una de las atracciones más populares.
Mucho de lo que sabemos sobre los pandas proviene de la observación de los
ejemplares en cautividad, ya que sus primos de las montañas chinas son
esquivos y raros de ver.
Hermoso oso panda en cautiverio

EXTINCIÓN DEL OSO PANDA

Alrededor de 1,600 individuos es la alarmante cantidad de pandas gigantes que


existen en su hábitat natural. Otros pocos habitan en zoológicos y son una de
las mayores atracciones de esos lugares. La masiva destrucción de su hábitat y
la caza descontrolada son los motivos principales por los que esta especie se
encuentra amenazada, pues su dependencia al bambú lo hace sumamente
vulnerable.

Actualmente el gobierno chino castiga severamente las acciones en contra de


esta especie; sin embargo, esto no significa que se encuentra fuera de peligro
de desaparecer. De acuerdo con la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza, el panda gigante está En Peligro de Extinción.
La protección de los bosques de bambú es una de las acciones más importantes
que contribuyen a su conservación.

DATOS EN VÍDEO
5 CURIOSIDADES DEL OSO PANDA

-Es la especie de oso más amenazada del mundo.

-A pesar de comer gran cantidad de bambú, su sistema digestivo es el de un


carnívoro, por lo que solo una parte de las plantas se digiere.

-Las mamás panda a menudo juegan con sus crías luchando y rodando en el
suelo.

-Ya era considerada una especie rara en tiempos de la Antigua China.

-Debido a la urgencia por protegerlo, el número de reservas naturales se ha


incrementado durante los últimos años.

5  ESTADÍSTICAS  DEL OSO PANDA


– Se estima que más de la mitad de los bosques de bambú de China han
desaparecido desde 1974.

-Solo un tercio de los pandas nacidos en cautiverio sobreviven los primeros 6


meses de vida.

-En estado salvaje, vive alrededor de 15 años. En cautiverio puede vivir


hasta 30 años.

-Típicamente, una cría de panda gigante vive unos 3 años con su madre antes
de independizarse.

-Para satisfacer sus necesidades, un panda gigante consume


entre 10 y 18 kilogramos de alimento al día.

Ailuropoda melanoleuca es la denominación científica que se le concede al oso


panda, un ejemplar que si bien es considerado como un miembro más de la
familia de los Ursidae, aun genera controversias en este sentido.

El panda gigante, como se le conoce, es autóctono de de China central y se ha


identificado como un mamífero en peligro de extinción. Las poblaciones de
esta animal son constantemente chequeadas en un intento de garantizar
su seguridad y aumentar el número de ejemplares.
Actualmente, se identifican alrededor de 188 osos pandas viviendo en
cautiverio y más de mil 600 es su hábitat natural. De tal forma, las montañas de
Sichuan y el Tíbet son las regiones con mayores localizaciones.

ORIGEN Y  EVOLUCIÓN  DEL OSO PANDA


La procedencia del oso panda, desde el punto de vista genético, aun no resulta
muy clara. Y es que hasta hace unos años el panda gigante era clasificado como
miembro de la subfamilia de los ailurinos debido a determinados rasgos
morfológicos desarrollados a partir de sus hábitos alimenticios.

No obstante, estudios recientes han demostrado que el oso panda es


precisamente un oso y que las similitudes que presenta con el panda rojo
(subfamilia ailúridos) son consecuencia de compartir un entorno, para el cual
debieron buscar mecanismos que los llevaron a compartir rasgos similares.

De igual forma, resulta oportuno aclarar que el oso panda y el rojo posee un
ancestro común, que permitió la evolución de los úrsidos y los prociónidos a
partir de evoluciones condicionadas por distintas latitudes.

Los pandas no dejan de sorprender a los científicos; uno porque a pesar de ser
vulnerables se han adaptado para sobrevivir hasta nuestros días y dos porque
nuevos ejemplares rompen con el esquema de pelaje blanco y negro para
ostentar la combinación de blanco, rojizo y marrón.

Según se ha explicado, esto deviene un retorno a los rasgo del panda del
período Pleistoceno, el cual, tiempo después debió adaptar sus colores a
blanco y negro como forma de camuflarse en los glaciares.

RASGOS FÍSICOS
Los osos pandas son identificados por su pelaje blanco (medio amarillento) con
manchas negras y cuerpo rechoncho; rasgos que devienen en mecanismos de
supervivencia porque le ayudan a camuflarse y a asustar a los enemigos, esto
último dado por el aspecto de su cara.

Un panda gigante suele medir hasta 95 cm a la altura en la cruz y 1,5 m de


cuerpo, con la cabeza incluida; la cola mide 13 cm, mientras su peso suele ser
de 160 kg.

La cara de este mamífero es uno de los rasgos que más lo diferencia del resto
de los osos. Y es que esta suele ser más plana y con un hocico más pequeño, a
similitud de los gatos. De igual forma, sus mandíbulas resultan similares a las
de los herbívoros, lo cual se relaciona con sus hábitos alimenticios.

Por su parte, el pelo de los osos panda no es largo pero sí lo suficientemente


espeso, lanoso y abundante como para protegerlo del frío. El color del pelaje es
blanco, aunque a medida que el oso envejece se torna amarillento; el color
negro se advierte en los ojos, las orejas, patas, nariz, pies y en las franjas que
envuelven a los hombros.

Debido a sus adaptaciones para comer el bambú, el panda presenta un hueso


prologando desde la muñeca que algunos identifican como pulgar del panda o
sexto dedo, aunque en realidad no es un dedo.

Las orejas de este oso son redondas y grades; la nariz permite a este animal
poseer un sentido del olfato bien desarrollado, así como identificar a sus
depredadores y semejantes.

Alimentación

El plato fuerte del oso panda es el bambú, el cual forma espesos bosques en el
hábitat natural de este animal, por lo que apenas precisa desplazarse para
obtener la cantidad de alimentos que necesita. Por otro lado, en esos lugares se
encuentran seguros y poco deben temer la aparición de algún depredador.

Además de bambú, los osos panda comen raíces, huevos, bulbos, lirio, así
como pequeños roedores y diminutos mamíferos. En este punto, resulta
oportuno aclarar que este animal es carnívoro aunque debido a los cambios en
su hábitat debieron adaptarse drásticamente para subsistir a partir de la
ingestión de bambú.

Si bien, en los pandas hoy prevalece la alimentación típica de un herbívoro,


su sistema digestivo es el de un carnívoro. Tal situación hace que su capacidad
de digestión sea mucho menor que los auténticos herbíveros y quienes
sostienen su condición de carnívoros.
Por otro lado, y debido a su tamaño y metabolismo, el panda debe comer
grandes proporciones de bambú, en un intento de satisfacer sus necesidades.
Se considera que un panda macho puede ingerir en un día alrededor de 18 kg
de bambú.

Rutina diaria

Los osos panda suelen ser animales sedentarios pues la mayor parte de su día
la dedican a dormir y a comer, lo cual sin dudas se encuentra estrechamente
vinculado con lo poco que le aporta el bambú a su enorme cuerpo. De tal
forma, se considera que este mamífero pasa entre 12 y 14 horas para satisfacer
su apetito.

A diferencia de otros osos, el panda no hiberna durante el invierno, por lo que


en esa época del año debe vagar hasta llegar a otro clima que le permita
encontrar los brotes, hojas y tallos que prefiere comer.

Para poder hacer esto, el panda está adaptado a comer dos especies de bambú:
Sinarundinaria fangiana y Fargesia spathacea, ubicadas en los pisos alpinos y a
poca altura, respectivamente.

Reproducción
La etapa de apareamiento de los osos panda ocurre entre los meses de marzo y
mayo y solo dura entre uno o cinco días, por lo que ese único encuentro entre
machos y hembras es fundamental para garantizar la supervivencia de la
especies.

Sin embargo, deviene en una alerta, que en no pocas ocasiones ese anhelado
encuentro no sucede debido a lo diezmada que se encuentran las poblaciones.
Y es que suele suceder que a veces las edades entre unos y otros son muy
dispares o las hembras aun tienen crías.

Cuando varios machos acuden en busca de una hembra en celo, estos suelen
enfrentarse, para que posteriormente el vencedor permanezca varios días
junto a la hembra y se aparee con esta.

Por lo general, el nacimiento de los pequeños pandas sucede tras un embarazo


de entre 100 y 160 días, cifra que dependerá del momento en el óvulo se
implante, lo cual ocurre generalmente entre 45 y 120 días. De tal forma, agosto
y septiembre suele ser los meses en que las madres dan a luz.

Generalmente una hembra suele tener dos cachorros, en algunas ocasiones


nacen tres pero solo suelen sobrevivir dos de ellos. Generalmente, al nacer los
pequeños suele pesar 100 gramos y emite constantes chichillos para hacerse
percibir por la madre y no quedar aplastado.

Hasta que los cachorros abren los ojos, a eso de las siete semanas, la madre no
sale a alimentarse, por lo que suele dormir más de 20 horas y amamantar a los
pequeños al despertarse. Cuando el osezno abre los ojos, la osa deberá salir a
comer para recuperar fuerzas.

El oso panda o panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) es un mamífero del


orden Carnívora y aunque hay una gran controversia al respecto, los últimos
estudios de su ADN lo engloban como miembro de la familia de
los osos (Ursidae), siendo el oso de anteojos su pariente más cercano, si bien
este pertenece a la subfamilia de los tremarctinos. Por otro lado, el panda rojo
pertenece a una familia propia e independiente; Ailuridae. Nativo de China
central, el panda gigante habita en regiones montañosas como Sichuan y el
Tíbet, hasta una altura de 3.500 metros.

El oso panda está en peligro crítico de extinción; la especie está muy


localizada. Con 1.600 viviendo en las selvas y 188 en cautiverio (estadísticas
2004 – 2005), reportes demuestran que la cifra de pandas viviendo en libertad
va en aumento.

El oso panda es el símbolo de WWF (Fondo mundial para la protección de la


naturaleza) desde 1961. UNIQ2826472e1f76a66-addhtml-00000000-QINUEl
principal alimento del panda es el bambú, aunque también se alimenta
de plantas como el lirio, raíces, bulbos y huevos y otros animales tales como
roedores y algunas aves además de otros pequeños mamífero. Es un buen
trepador, aunque rara vez se le ve en los árboles. Se adapta a la cautividad y
gracias a su pelaje soporta fácilmente las condiciones invernales de su hábitat.

 Nombre Científico: Ailuropoda melanoleuca

 Familia: Úrsidos

 Orden: Carnívoros

 Clase: Mamíferos

HISTORIA
Los pandas

Mucho se ha discutido sobre la situación taxonómica del oso panda, sobre todo
en relación con el panda rojo, y la conclusión podría ser la que indica su
nombre común: oso panda. En efecto, se ha comprobado que el también
llamado panda gigante es un oso, dando así la razón al primer occidental que
vio uno, el naturalista francés Armand David. Pero los panda no siempre han
sido considerados de este modo. Entre las vicisitudes por las que han pasado,
está la de ser tratados como únicos representantes de sendas familias
monoespecíficas; la de los ailuropódidos (para el oso panda) y la de los
ailúridos (para el panda rojo). Hasta hace poco, el oso panda todavía se
clasificaba dentro de los prociónidos, en una subfamilia que compartía con el
panda roja (los ailurinos). Esta suposición se basaba en diferentes
interpretaciones de sus características morfológicas, sobre todo de la surgidas
a raíz de la gran especialización de ambas especies en la alimentación de
bambú, destacando sobre todo el llamado "sexo dedo", muy útil para arrancar
las hojas de los tallos. Sin embargo, complejos estudios modernos, que
incluyen la hibridación del ADN, han demostrado que se trata de una
convergencia evolutiva, es decir, de una coincidencia debida a la adaptación a
un entorno concreto, habiendo llegado ambos animales a la misma solución
pero por caminos distintos.

La filogenia

Es cierto, no obstante, que existe un progenitor común del linaje de ambos


pandas que vivió hace unos 30-40 millones de años, dando lugar a la familia de
los úrsidos por un lado y a la de los prociónidos por otro. Esta última se dividió,
hace menos de 30 millones de años, en dos ramas separadas por un océano: la
eurasiática y la americana. De esta última quedan numerosas especies
(mapaches, coatís, etc.), pero de la que permaneció en Eurasia sólo sobrevive
un representante: el panda rojo. En cuanto a los úrsidos, el antecesor del oso
panda, que también tiene un único descendiente actual, se separó del tronco
principal entre 18 y 25 millones de años atrás. El entronque mayoritario siguió
evolucionando hasta dar lugar a las diversas especies de osos actuales.

Adaptaciones recientes

Hace tiempo que se tenía noticia de algún oso panda que no seguía la clásica
combinación de colores en blanco y negro, pero se consideraba poco menos
que una curiosidad. Pero lo cierto es que se ha repetido, y hoy se conocen tres
casos que siguen el patrón de la especie, pero con una mezcla de colores rojizo,
marrón y blanco. Ello se considera una reminiscencia de los panda del
Pleistoceno, interpretándose los colores blancos y negro como una adaptación
del camuflaje a las eras glaciales, que consiguieron superar. De hecho, para
algunos, lo extraño no es que hoy el oso panda esté en peligro de extinción,
sino que hayan llegado hasta nuestros días. No obstante, es indiscutible que, a
pesar de su apariencia de vulnerabilidad, mientras otros formidables
carnívoros han desaparecido, el panda ha logrado sobrevivir.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
El cuerpo del oso panda es macizo y bajo, casi rechoncho, el oso panda
presenta una coloración blanco (algo amarillenta) con características manchas
negras, que le confieren un patrón de camuflaje ideal tanto entre la penumbra
del follaje de bambú como sobre la nieve. Su cara ancha "de payaso" tristón
provoca el afecto humano, pero probablemente para otro animal sea un signo
de amenaza, lo que no deja de ser un sistema de defensa.

 TAMAÑO: Tamaño: El oso panda tiene una longitud cabeza-cuerpo, 1,2-


1,5 m, altura en la cruz: 75-95 cm; longitud de la cola: 13 cm. Peso: 75-
160 kg.

 CABEZA: La cara es más aplanada que la de los demás osos, y el hocico


menos prominente. Los ojos del oso panda presentan pupilas hendidas
verticalmente, como las de los felinos y no como las de los demás osos,
que las tienen redondas. Por ese motivo, los chinos llaman a los pandas
"daxiongmao", que significa gran oso gato. Las mandíbulas también han
sufrido una adaptación a la vida vegetariana de manera similar a como
lo han hecho las patas delanteras. En efecto, son más pequeñas que las
típicas de los úrsidos y, sobre todo, su dentición está muy modificada,
resultando más parecida a la de un herbívoro que a la de un oso.

 PELAJE: La piel del oso panda está cubierta por un pelaje no muy largo,


pero espeso, tupido y lanoso, muy adecuado en invierno, aunque en
verano es un buen hábitat para las garrapatas y otros parásitos externos.
Con la edad, el color blanco puede volverse algo amarillento o de
aspecto "sucio". Presenta color negro en las patas, pies, orejas, nariz,
zona de los ojos y en una franja que rodea los hombros y que se une con
el negro de las patas delanteras.

 PATAS: Las patas delanteras del oso panda están muy modificadas, con
una estructura única, que ha recibido diversos nombres: el pulgar del
panda, sesamoide, sexto dedo, pseudopulgar, etc. Pero no se trata de un
verdadero dedo, sino de un pequeño hueso alargado de la muñeca que
está más desarrollado. En el extremo hay un cojinete suplementario que
le permite funcionar como un dedo oponible a los otros cinco
verdaderos, y que resulta ideal para agarrar, arrancar y llevarse a la
boca las hojas de bambú.

 CRANEO: El cráneo del oso panda es redondo y voluminoso, sobre todo


por los prominentes y separados arcos zigomáticos. OREJAS Grandes y
redondeadas, pero resaltan más todavía por su color negro, que
contrasta con la base blanca de la cabeza.

 NARIZ: Situada en el extremo de un hocico blanco no muy largo, y con


la punta negra para seguir el patrón global de coloración pía, la nariz
proporciona un fino olfato, que el panda utiliza para detectar posibles
depredadores y, sobre todo, para adivinar la presencia de sus
semejantes y reconocer sus desplazamientos y territorios.

 PIEL: La piel del oso panda es gruesa porque posee una considerable
capa de grasa, cuya función no sólo es proteger del frío, sino también de
los frecuentes cortes con las esquirlas de las cañas de bambú.

 COLA: Con sus 12-14 cm, siempre está retraída, lo que le confiere poca
relevancia; bajo la cola posee glándulas olorosas que utiliza para marcar
el territorio.

 PIES: Las plantas de los pies del oso panda son peludas y poseen garras
con uñas curvas y aceradas, peor no retráctiles.
ALIMENTACIÓN
El mundo del bambú

A lo largo de los siglos, en las montañas de persistentes brumas del centro de


China, el bambú ha crecido en el hábitat del oso panda ocupando el sotobosque
entre las grandes coníferas y los árboles caducifolios. Desde siempre se han
formado en estas masas forestales espesuras de cañas prácticamente
impenetrables, por donde el oso panda se mueve sin embargo como pez en el
agua. En ese mundo, el panda encuentra refugio y una comida previsible que
no tiene que cazar ni ir a buscar (de hecho, realiza muy pocos desplazamientos
a lo largo del día y, en todo caso, recorre distancias muy cortas). Además, en su
hábitat apenas hay competidores y muy pocos y ocasionales depredadores.

De carnívoro a vegetariano

El oso panda es un carnívoro, pero ha sufrido una readaptación drástica (como


sus poderosos molares o su sexto dedo) para poder sobrevivir sólo con hojas de
bambú. Suele acercar el tallo con una pata delantera para, con la otra,
mondarlo arrancando varias hojas, reunirlas y morderlas juntas. Pese a estas
adaptaciones, su sistema digestivo sigue siendo de carnívoro, por lo que sólo
puede digerir un 17% de la materia que ingiere, mucho menos que los
herbívoros normales y, sobre todo, que los rumiantes, que llegan a digerir el
80%. Ello, unido al poco valor nutritivo del vegetal comparado con
cualquier dieta de carnívoro, hace que tenga que ingerir grandes cantidades de
bambú. Los machos adultos, que son mayores que las hembras, pueden llegar
a ingerir hasta 18 kg diarios para cubrir sus necesidades energéticas.

Comer y dormir
Normalmente, el oso panda dedica entre 10 y 12 horas diarias a comer, pero si
el poder nutritivo de la planta es mínimo y sus necesidades altas, puede
necesitar más de 14 horas para saciarse. Después de dormir lo imprescindible,
se levanta nuevamente con hambre, de manera que no hace otra cosa que
comer y dormir. Según la estación del año, prefiere devorar hojas y brotes
tiernos o bien tallos duros y leñosos. El oso panda en invierno no hiberna, por
lo que no puede dejar de comer: debe seguir vagando por el bosque nevado y
busca mejor clima a menor altitud. Por ello, cambia la especie de bambú, ya
que en los pisos alpinos abunda sobre todo Sinarundinaria fangiana, mientras
que a menor altura domina Fargesia spathacea. La presencia de varias especies
en su territorio es muy favorable para el panda porque, además de dejar
descansar a unas mientras come otras, la garantiza comida cuando una especie
florece, pues todos los bambúes mueren después de producir flores.

Competidores

Quizás un factor decisivo en la pervivencia del oso panda hasta la actualidad


sea su especialidad alimenticia, pues no tiene demasiados competidores.
Únicamente la rata de los bambúes chinos (Rhizomys sinensis) puede
ocasionalmente mermar sus recursos alimenticios. Se trata de un animal
grande para ser un roedor (posee una longitud de 40 cm y un peso de 1 kg), que
corta el bambú a ras del suelo o incluso bajo el mismo, directamente desde las
galerías que excava, se come el tallo y deja las ramas. Sin embargo, el oso
panda no se alimenta exclusivamente de bambú y de forma eventual puede
comer raíces y otras plantas herbáceas: lirios de montaña, gencianas, colas de
caballo…, incluso puede cazar algunos peces y pequeños roedores. Si
encuentra carne (un animal muerto) tampoco la desprecia.

DISTRIBUCIÓN
A principios del Cuaternario, hace más de un millón de años, el oso panda
ocupaba una extensa área del sudeste asiático: por lo menos desde el norte de
Vietnam y Birmania (donde se han encontrado restos) y hasta Pekín, al
nordeste de China. Sin embargo, desde fines del Pleistoceno esta área empezó
a disminuir a causa de los cambios climáticos y la extensión del poblamiento
humano. En los últimos milenios, la presión del hombre se fue incrementando,
de manera que desde el inicio de nuestra era (hace 2.000 años) hasta la
actualidad se ha comprobado la desaparición del oso panda de las provincias
de Henan, Hubei, Guizhou y Hunan. Asimismo, en épocas más recientes,
todavía estaba presente en las provincias de Yunnan y Tsinghai; incluso es
posible que quede algún ejemplar en esta última, aunque hace tiempo que no
se ve ninguno. En la actualidad, sólo sobreviven seis poblaciones, aisladas
entre sí y casi todas muy pequeñas. La más septentrional está integrada por 230
ejemplares que viven en la ladea meridional de las montañas de Quin Ling, que
dividen el país longitudinalmente en norte y sur. Las seis poblaciones están en
tres provincias del centro de China: Shaanxi (con cerca de 200 ejemplares),
Gansu (alrededor del centenar) y Sichuan. Esta última es la que tiene mayores
posibilidades de mantenerse, ya que según algunas estimaciones recientes
contendría unos 800 pandas. Y ya no hay más pandas libres en todo el mundo.
En realidad, otros cálculos son más pesimistas, pues señalan que en 1980
la población total era de 900 ejemplares, habiéndose perdido más del 20% en la
década de los 80. Así, las últimas estimaciones más fiables sitúan el número de
pandas existentes en alrededor de un millar.

HÁBITAT
En su último refugio del centro de China, el oso panda ocupa zonas forestales
montañosas. Su área de campeo se sitúa en la alta montaña, donde no llegan
los cultivos. Se encuentra habitualmente por encima de los 1.500 m de altitud,
pudiendo acercare a los 4.000 m, si bien en invierno las intensas nevadas lo
hacen descender hasta los 1.000 m, incluso puede que algo más abajo. Vive en
bosques fríos y húmedos, generalmente de pinos u otras coníferas y, sobre
todo, con abundante sotobosque de bambú, su planta
nutricia. Muestra preferencia por las zonas con abundante follaje, entre el que
pueda ocultarse bien y sentirse seguro. Antiguamente, en los valles de gran
parte de China de menos de 1.500 m de altitud dominaba la selva subtropical,
donde el oso panda encontraba bambú sin dificultad. Sin embargo, ya hace
mucho tiempo que los agricultores acabaron prácticamente con esta selva para
plantar arroz, trigo y otros cereales. Por este motivo, el panda ha tenido que
subir la altitud de su hábitat por encima de esa cota. Entre 1.500 y 2.000 m,
aproximadamente, quedan en algunas zonas restos de la antigua selva
subtropical o bosques secundarios de diversos tipos de árboles. Por ahí pueden
deambular los osos pandas en la época en que brota el bambú, pero es más
frecuente verlos por encima de los 2.000 m de altitud, pues encuentran
bosques mixtos de coníferas y caducifolios hasta los 2.600 m. No obstante, su
hábitat predilecto se sitúa entre los 2.500 y los 3.200 m, donde van siendo cada
vez más dominantes los pinos, muy apropiados para el desarrollo del bambú y
para proporcionar cobijo al panda, especialmente a las hembras que han de
sacar adelante a sus cachorros. Con los distintos pisos de vegetación, la especie
de bambú varía, siendo las más frecuentes las de los géneros Fargesia y
Sinarundinaria.
Estado de conservación

Hoy en día, el enemigo más importante del oso panda es la pérdida de su


hábitat, y ésta se produce de un modo imparable sobre todo por la tala del
bosque. Por ejemplo, en el área de Quin Ling las compañías madereras ya han
ocupado el 70% del hábitat del panda, y siguen destruyéndolo: dinamitan las
montañas para hacer nuevas carreteras y poder talar así más cerca de la cima.
La consigna es "más madera", porque en China más de mil millones de
personas la necesitan, entre otras cosas, para sus casas y para calentarse…, y
dentro de cien años podrían ser 2.000 millones. Así pues, las perspectivas de
futuro no son muy halagüeñas para el panda: el alimento y los refugios
escasean, las poblaciones están cada vez más aisladas y su hábitat disminuye:
el territorio habitable se ha reducido a la mitad en sólo dos décadas.

REPRODUCCIÓN
Encuentro de sexos

Después de todo el año de permanecer solos, en la primera mitad de la


primavera (de mazo a mayo, aunque lo más frecuente es en abril) machos y
hembras de la especie panda se reúnen. Sin embargo, sólo algunos ejemplares
lo hacen, pues una buena parte es demasiado joven, otra demasiado vieja y
numerosas hembras están aún cuidando sus crías; en la actualidad, además, el
aislamiento y la baja densidad de las poblaciones hace que muchas veces los
machos y las hembras aptos y disponibles simplemente no se encuentren, lo
cual provoca una lamentable pérdida de potencial reproductivo. Esta
afirmación puede parecer exagerada, peor no lo es en absoluto, pues la
hembra sólo está en celo unos pocos días al año, a veces uno solo y, como
máximo, cinco. Así, a menudo sucede que, a pesar de producirse el encuentro,
éste tiene lugar en un momento en el que la hembra no está receptiva, por lo
que la fecundación será imposible. En algunas zonas es posible que varios
machos hayan percibido el olor característico de la hembra en celo y se
acerquen a la vez. En este caso, los machos pelearán –más que una pelea se
trata de un forcejeo- para ver cuál tiene más fuerza. El vencedor permanecerá
con la hembra un par de días, o puede que uno solo, durante los que se
aparearán numerosas veces.

Gestación

El embarazo del oso panda puede durar de poco menos de 100 días a poco más
de 160. Este margen tan grande se debe a que el inicio real de la gestación
depende del momento en que se haga la implantación diferida del óvulo
(puede variar de 45 a 120 días). En todo caso, la mayor parte de nacimientos se
producen en agosto o septiembre. Lo normal es que nazcan una o dos crías
(excepcionalmente tres), pero casi nunca prospera más de un cachorro. La
gestación real es muy corta, como en todos los osos, lo que da origen a un
recién nacido pequeñísimo. Con sus 100 gramos, o poco más, el oso panda
puede multiplicar por 1.000 su peso para llegar a adulto. En minúsculo e
indefenso, pero se hace notar, pues no deja de emitir chillidos-ladridos
precisamente para evitar ser aplastado por la madre.

Crecimiento y aprendizaje

La hembra del oso panda permanece 25 días en la cueva o árbol hueco que ha
buscado para parir, por lo que tampoco puede alimentarse: sólo cuida de su
cachorro. Durmiendo más de veinte horas al día y amamantado por la
nutritiva leche materna, el osezno alcanza 1,5 kg. a las siete semanas,
momento en que abre los ojos. A partir de entonces la hembra incrementará y
prolongará sus salidas durante varias horas para alimentarse y recuperar
fuerzas y poder así continuar suministran leche a un cachorro cada día más
insaciable. Hasta hace poco, estas ausencias eran aprovechadas por los furtivos
para atrapar al inerme cachorro, que casi siempre acababa muriendo en
manos del hombre. A los dos meses el oso panda todavía no hace más que
dormir y mamar tres o cuatro veces al día. A los tres meses ya se muestra más
activo y sus movimientos empiezan a ser coordinados. A los tres o cuatro
meses el pequeño panda da sus primeros pasos fuera de la madriguera, pero
cuando encuentra bambú sólo juega con él, pues sigue alimentándose
exclusivamente de la leche materna. Empezará a comer bambú como
complemento de la dieta poco antes de cumplir medio año. El destete
definitivo se produce a los nueve meses, pero no abandonará a la madre hasta
cumplir los 18 meses. En cuanto se independiza de la madre, el joven oso
panda está bastante indefenso ante los depredadores. Jugando con cualquier
animal u objeto que se encuentra y con el mismo bambú, tiene que aprender a
sobrevivir basándose en lo que ha visto hacer a su madre. Por suerte, no es
frecuente ver a grandes felinos adentrarse e las actuales áreas
de distribución del panda. El oso panda no alcanza la madurez sexual hasta los
seis o siete año de edad. Nunca realiza migraciones y, a diferencia de otros
osos, ningún año hiberna. Según sea el invierno más o menos riguroso,
descenderá más o menos hacia el valle, pues en la alta montaña helada no
puede sobrevivir.

COMPORTAMIENTO
Actividad

El oso panda es preferentemente nocturno y crepuscular, aunque no es raro


verlo activo de día ya que tiene que comer por lo menos 10 ó 12 horas diarias
para ingerir la comida necesaria. Duerme unas 7 u 8 horas. Suele deambular
por el suelo recogiendo bambú, pero puede trepar perfectamente gracias a sus
poderosas garras y a la fortaleza de sus patas. De aspecto pesado, los pandas
son, sin embargo, sorprendentemente ágiles, gracias a que poseen
unas articulaciones muy flexibles. Su área de campeo no supera los 6 mk2, a no
ser que el hábitat esté alterado y tenga la imperiosa necesidad de buscar más
comida. En condiciones normales, el oso panda no se desplaza mucho más de
500 m en una jornada. No construye cuevas, peor se refugia en ellas, así como
en cavidades del terreno, agujeros de rocas y huecos de grandes árboles.
Tímido y raramente agresivo, sólo muestran violencia las hembras si ven en
peligro a su cachorro o si su territorio es invadido.

Relaciones sociales

El oso panda es un animal solitario, el oso panda mantiene una cierta relación
con sus congéneres cercanos al margen de las raras peleas entre machos y los
dos días al año que conviven ambos sexos. La comunicación es básicamente
olfativa y más raramente acústica. En su trayecto diario, el oso panda va
marcando algunos árboles con las glándulas olorosas que posee bajo la cola:
restriega los cuartos traseros con árboles, piedras… Sin embargo, estudios
etológicos indican que la delimitación del territorios sólo es realizada por las
hembras adultas; los machos se limitan a señalar la ruta que han seguido.
Oliendo estos rastros, que tienen la ventaja de ser muy perdurables en el
tiempo, el individuo identifica el sexo y el estado de predisposición sexual de
su compañero, al que no sólo no ve, sino que puede que no haya visto nunca.
Otro sistema de comunicación, mucho más ocasional por la rareza de los
encuentros, es el acústico. Curiosamente, el oso panda tiene un auténtico
repertorio e sonidos: balidos, gruñidos, gemidos y un chillido-ladrillo que es el
más agudo de entre los carnívoros de su tamaño; no se conoce el significado de
la mayor parte de voces que utiliza.

Cuidados

Las crías de oso panda nacen indefensas, por lo que requieren muchos
cuidados maternos durante los primeros meses de vida. La mortandad en este
tiempo es muy elevada, lo que constituye un serio problema para la
recuperación de la población mediante la cría en cautividad. La reproducción
tiene lugar entre los meses de marzo y mayo, tras una gestación de entre tres y
seis meses, y su peso puede oscilar entre los 85 y 140 gr. A veces pueden nacer
dos crías, pero sólo una sobrevive.

EL oso panda es un animales solitario, durante la mayor parte del año. No


hibernan. El conocimiento de los hábitat de los grupos familiares y la
supervivencia de los jóvenes suponen un reto para los investigadores, aunque
se sabe que algunos se refugian en guaridas y agujeros de árboles.

Aunque los pandas gigantes llevan vidas solitarias, algunas hembras que viven
por separado en el territorio de un macho dominante se aparean con él. Estos
osos no rugen como lo hacen los de otras especies, ya que su voz es similar a
un balido. Las crías, para solicitar el cuidado de su madre, emiten unos sonidos
muy tenues.

Por otra parte, los hábitos alimenticios del panda gigante constituyen otro
problema a la hora de su cuidado y cría en cautividad, pues se alimenta casi
exclusivamente de bambú, que no es muy nutritivo, a lo que hay que añadir
que las especies de esta planta florecen en determinados períodos y se
marchitan poco tiempo después, lo que en ocasiones lleva a estos animales a
pasar hambre.

No obstante, la mayor amenaza proviene de la tala de plantaciones de bambú


causada por el hombre. En períodos de hambre, los osos panda se aproximan a
zonas habitadas por humanos para alimentarse de las plantas de los jardines y
cultivos y, aunque llegan a atacar a las gallinas en ocasiones, no constituyen
una amenaza seria para las personas, excepto cuando se producen encuentros
fortuitos a una distancia muy corta.
El área de distribución del oso panda gigante está dividida en ocho zonas en
donde viven otras tantas poblaciones que se encuentran aisladas entre sí, con
un número total estimado en 1.500 individuos. Sólo una gestión y un cuidado
intensivos asegurarán la supervivencia de la especie, aunque los esfuerzos han
sido poco efectivos. Existe otra especie de panda, el panda menor, que habita
en bosques de montaña del Himalaya oriental, en altitudes de 1.800 a 3.600 m.
Los individuos de esta especie miden unos 60 cm de longitud y tienen una cola
tupida que mide casi lo mismo que su cuerpo. Tienen un pelaje erizado y de
color pardo y llevan en la cabeza una máscara blanca.

El oso panda es un animal grande, con pelaje blanco o amarillento, largo,


denso y de aspecto lanoso; sus hombros, patas, orejas y zona de los ojos son de
color negro; la cola es ancha y corta.

Es bien conocido el llamado falso pulgar del panda, que consiste en realidad en
un hueso sesamoideo* radial muy desarrollado y que forma una especie de
sexto dedo oponible a los otros cinco.

Es un animal de costumbres solitarias, excepto en la época de celo, que es


cuando ambos sexos se reúnen; entonces se puede oír a los machos gruñir.

 Se dice especialmente de unos huesos pequeños, cortos y redondeados,


de constitución fibrosa, que se desarrollan en el espesor de los tendones
y en determinadas articulaciones.

Estado de conservación

La baja tasa de natalidad del oso panda, la alta tasa de mortalidad infantil y la
destrucción de su ambiente natural lo colocan bajo la amenaza de la extinción.
La ley china es muy rígida en cuanto a su caza, lo que ha disminuido esta
problemática. En 1995, un terrateniente fue sentenciado a prisión perpetua por
haberle disparado a un panda. Al año siguiente, dos hombres fueron
condenados a pena capital después de ser capturados portando pieles de panda
y mono dorado. A partir de 1997 la pena para los infractores pasó a ser de 20
años de prisión.

Las trampas para ciervos almiscarados y osos negros muchas veces acaban
hiriendo a los pandas.

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