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Teoria y Tecnica de La Inscripcion
Teoria y Tecnica de La Inscripcion
Adriana N. Abella
I. INTRODUCCIÓN
El tema que nos convoca en este encuentro nos permite reflexionar sobre
cuestiones de la técnica inscriptoria, que como toda técnica es el conjunto de
recursos, procedimientos y aplicaciones de la ciencia, y esencialmente consis-
te en el enfoque científico de los problemas prácticos.
1 Argentina, 1972.
2 Propiedad inviolable. Garantías de defensa y debido proceso legal (arts. 5°, 14, 17, 18, 28
y 33 y conc. CN).
3 Efectos de la registración inmobiliaria (art. 2505 CC y arts. 2° inc. b, 19, 21 y 22 LR). La
ley de protección al consumidor Ley N° 24.240, art. 4°.
4 Véase ALLENDE, A. Panorama de derechos reales, ed. La Ley, Buenos Aires 1967, pág. 18.
Molinario, A. Derecho patrimonial y derecho real, Buenos Aires 1965, pág. 43. Gatti y Alteri-
ni. El Derecho Real, ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1974, en nota 6, págs. 74 y 75. Gatti.
Teoría General de los Derechos Reales, ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1984, págs. 113 a
116, indicada nota al art. 2828, Código Civil. Los particulares ni siquiera pueden modi-
ficar el estatuto de los derechos reales admitidos por la ley, salvo en la medida en que
esta lo autorice (así, arts. 2669, 2672, 2851, 2952, 3019, 3226, 3247, 3223, 3253, etc., Código
Civil; art. 2°, última parte, ley 13.512). Lacruz Berdejo. Elementos de Derecho Civil, vol. I,
pág. 5. Para comprender la normativa de los otros países y realizar un estudio compara-
tivo, recordemos que el régimen jurídico de derechos reales puede ser de número abierto
o cerrado. En los sistemas de numerus apertus (v. gr. el español) se permite convertir en
derecho real cualquier relación jurídica concerniente a una cosa o inclusive una presta-
ción a costa de (o garantizada por) una cosa o con un sujeto pasivo designado por ella.
Los particulares pueden establecer derechos reales atípicos en el uso de la autonomía de
la voluntad, principio recogido para los contratos, lo que hace posible que por contrato
se modelen figuras de derecho real distintas de las reguladas por la ley.
5 Un mayor desarrollo sobre el tema de las restricciones a la libre disposición jurídica ver
en Highton, Elena I. Derechos reales. “Dominio y usucapión”. Vol. 2, 1ra. parte, Buenos
Aires, 1983, págs. 97 y sgts.
6 GATTI, E. Ob. cit., págs. 121 y 122.
7 Véase MARIANI de VIDAL. Derechos Reales, Zavalía, vol. 2, pág. 410 y sgts.
8 Véase ABELLA, Adriana. Derecho Notarial. Derecho Documental. Responsabilidad notarial.
2da. Edición, Editorial Víctor P. de Zavalía, Buenos Aires, 2005 y 2010.
turalmente o por el trabajo del hombre, a la propiedad del suelo y del espacio
aéreo9.
La normativa otorga la presunción de propiedad de todas las construc-
ciones, plantaciones y obras existentes en la superficie o en el interior de un
terreno; presunción que puede ser desvirtuada, incluso, por medio de testigos
(art. 2519 CC)10. La Constitución Nacional, en el artículo 14 marca el derecho
de usar y disponer de la propiedad conforme las normas que reglamentan su
ejercicio. La reglamentación o limitación del ejercicio de los derechos indivi-
duales es una necesidad derivada de la convivencia social, porque permite la
coexistencia de los derechos de todos y cada uno. En suma, reglamentar un
derecho es limitarlo, hacerlo compatible con el derecho de los demás dentro
de la comunidad, sin obviar los intereses superiores de esta última11.
III.1. La Inscripción
9 El artículo 2518 del Código Civil dice “La propiedad del suelo se extiende a toda su
profundidad, y al espacio aéreo sobre el suelo en líneas perpendiculares. Comprende
todos los objetos que se encuentran bajo el suelo. El propietario es dueño exclusivo del
espacio aéreo; puede extender en él sus construcciones, aunque quiten al vecino la luz,
las vistas, u otras ventajas; y puede también demandar la demolición, de las obras del
vecino que a cualquiera altura avancen sobre ese espacio”.
10 La propiedad de una cosa comprende simultáneamente la de los accesorios que se
encuentren en ella, material o artificialmente unidos (art. 2520 CC). La propiedad de
obras establecidas en el espacio aéreo que se encuentran sobre el terreno, no causa la
presunción de la propiedad del terreno, ni la propiedad de obras bajo el suelo, como una
cantera, bodega, etcétera; tampoco crea en favor del propietario de ellas una presunción
de la propiedad del suelo (art. 2521 del CC).
11 Véase MARIANI de VIDAL, Marina. Derechos Reales, Buenos Aires, Zavalía, 2004. T
1. Actualmente, las constituciones provinciales más modernas contienen también este
principio. Así: “El artículo 29 de la constitución de La Pampa -sancionada en el año 1960-
determina que “la propiedad debe cumplir una función social…”. La Constitución de
Santa Fe -año 1962- determina en su artículo 26 que “La Provincia reconoce la función
social de la cooperación en el campo económico, en sus diferentes modalidades...”.La
Constitución de Chubut -del año 1957- establece en el artículo 24 que “La propiedad
privada tiene una función social y estará sometida a las obligaciones que establezca la
ley con fines de bien común…”.
24 Véase ABELLA, Adriana. Derecho Inmobiliario Registral, Zavalía, Buenos Aires, 2008, pág.
78 y sgts.; y sobre “Formas instrumentales de subsanación”. Abella, Adriana. Derecho
Notarial, Derecho Documental, 2da. edición, Buenos Aires, Zavalía, 2010, pág. 470 y sgts.
25 ABELLA, Adriana. Derecho Inmobiliario Registral, pág. 74 y sgts. La Cámara Civil en pleno
se expidió en este tema y dijo: “La existencia de un embargo sobre el inmueble, anotado
en el Registro de la Propiedad, pero omitido en el certificado en virtud del cual actuó
el escribano al autorizar la escritura de venta, no obstaculiza la inscripción del acto”.
21/4/76, “A. de Malbin s. rec. de Recalificación”. Véase “Colección Plenarios Derecho
Civil”, comentados, Dir. Mariani de Vidal M., Coordinadora Abella, Adriana, La Ley,
Buenos Aires, 2009, pág. 944.
V. EL CATASTRO EN LA ARGENTINA
Los inmuebles por su inmovilidad son regulados por la ley del lugar en que
se encuentran; su determinación no surge de la propia naturaleza sino de la
voluntad humana.
Es en el título de propiedad donde se determina el objeto de ese derecho.
Como dijimos, en la escritura surge la descripción del inmueble según el título
antecedente y, en caso de existir plano de mensura registrado, según este, se
relacionan los datos que surgen de la certificación catastral.
La exacta delimitación del inmueble exige las operaciones de deslinde,
amojonamiento y cerramiento. Todo propietario tiene derecho a deslindar su
propiedad.
Se distinguen como operaciones distintas, el amojonamiento y el deslin-
de: El amojonamiento se efectiviza a pedido del propietario cuando los confi-
nes entre dos fundos, si bien ciertos y determinados, están desprovistos de
señales físicas para hacerlos reconocibles, sea porque no se han puesto nun-
ca o porque las señales han ido desapareciendo31. Se trata de una facultad
inherente a la propiedad y, por consiguiente, imprescriptible. El deslinde es,
precisamente, la operación de trazar, sobre el propio terreno o sobre un pla-
no, desde el cual puedan trasladarse a la superficie, los límites entre dos o
varias fincas32. La acción de deslinde requiere que haya confusión de límites,
31 La operación consiste en marcar con hitos o mojones los límites establecidos cuando no
hay contienda sobre cuáles son estos, o bien, si la contienda ha quedado resuelta, por el
deslinde efectuado en cualquiera de sus modalidades.
32 La operación de deslinde se facilita singularmente por el catastro o plano geométrico
oficial de la propiedad territorial en el cual se trazan los límites de cada parcela.
33 La demasía superficial es toda área que resulte cubierta en los títulos vigentes, mediante
operaciones de mensura registrada oficialmente, debiéndose consignar en el balance de
superficie del plano de mensura. Conf. arts. 1345 y 1346 del CC.
34 Véase ABELLA, Adriana. Derecho Inmobiliario Registral, Editorial Víctor P. de Zavalía,
Buenos Aires, 2008, pág. 113.
VII. CONCLUSIÓN