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Las entrañas de la lengua

V A L E R IA S A R D I

£n las hojas rayadas de mi cuaderno de tapas negras encuentro


la transcripción de una cita de la novela La elegancia del erizo,
de Muriel Barbery:

(...) creo que la gramática es una vía de acceso a la belleza.


Cuando hablas, lees o escribes, sabes muy bien si has hecho una
frase bonita, o si estás leyendo una. Eres capaz de reconocer
una expresión elegante o un buen estilo. Pero cuando se estudia
gramática, se accede a otra dimensión de la belleza de la lengua.
Hacer gramática es observar las entrañas de la lengua, ver cómo
está hecha por dentro, verla desnuda, por así decirlo, y esto es lo
maravilloso, porque te dices: 'Pero ¡qué bonita es por dentro, qué
bien formada!1, '¡Qué sólida, qué ingeniosa, qué rica, qué sutil!’.
Para mí, sólo saber que hay varias naturalezas de palabras y que
hay que conocerlas para poder utilizarlas y para estar al tanto
de sus posibles compatibilidades, hace que me sienta como en
éxtasis. Me parece, por ejemplo, que no hay nada más bello que la
idea básica de la lengua, a saber: que hay nombres y verbos (...).'

Esta cita me hace reflexionar sobre la gramática y los modos


en que se ha pensado y se piensa su enseñanza. Por un lado, la
narradora hace mención a los saberes que tenemos los usuarios

1. Barbery, Muriel, La elegancia del erizo, Buenos Aires, Seix Barral, 2010, p.
174.
CARTOGRAFÍAS D£ LA PALABRA | CAPÍTULO 1 cíficamente, de la gramática, como por ejemplo: "¿es posible 19
enseñar ortografía?”, “¿hay que corregir la ortografía?”, "¿te­
de la lengua y que, a veces, son olvidados en los modos en que nemos que enseñar las categorías teóricas y las definiciones?”,
se enseña gramática en la escuela; por otro lado, da cuenta de “¿cuándo explicamos la teoría?", "¿tenemos que dar las reglas?”,
cómo el aprendizaje de la gramática permitiría desentrañar los "¿cuándo hacemos la sistematización teórica?”. 0 tal vez se tra­
mecanismos y los secretos de la lengua y, de esa manera, en­ te de retomar la preocupación por la dimensión experimental del
trar en otra dimensión, en una vía de acceso a la lengua que lenguaje y, como decía una profesora, habitualmente en las aulas
habilita su uso y puesta enjuego cuando leemos y escribimos. “habla la lengua de la escuela y nos olvidamos de los juegos”.23*
Esta cita me invita a reflexionar sobre la necesidad de volver a Volver a esas preguntas que interrogan la esencia de la ense­
pensar en torno a cómo se ha enseñado y enseña la gramática ñanza de nuestra disciplina nos ubica en una perspectiva donde
en la escuela, de poder imaginar otras posibilidades para que ponemos el foco, justamente, en una de las dimensiones a ca ­
los estudiantes —niños, jóvenes y adultos- sientan que apren­ so más representativas del código5 de nuestra disciplina, que
der gramática es -como la narradora lo dice—saber que existen es la enseñanza de la gramática, y a partir de allí surgen otros
nombres y verbos y que con ellos podemos construir y leer textos interrogantes: "¿hay que enseñarla?”; y si lo hacemos, ¿cómo
desde otra perspectiva, que podemos decir y usar las palabras
combinándolas de maneras inesperadas, yendo un paso más allá
de la normativa, para entrar en el terreno del juego del lengua­ 2. 0, como propone Roland Barthes, en un ademán contrahegemónico acaso
je, de las palabras que dicen de otro modo y de una lengua que difícil de digerir en la escuela, "si la ortografía fuera libre -libre de ser o no
simplificada a gusto del usuario-, podría constituir una práctica muy positiva
quiebre el statu quo de su existencia normativizada en la es­
de expresión; la fisonomía escrita de la palabra podría llegar a adquirir un
cuela. Retomar la gramática desde otra perspectiva es acaso
valor poético en sentido propio, en la medida en que surgiría de la fantas-
poder aprender y conocer las entrañas de la lengua, es decir, la mática del que escribe, y no de una ley uniforme y reduccionista; no hay más
“gramática inmanente” en términos gramscianos, aquella que que pensar en esa especie de borrachera, de júbilo barroco que revienta a
existe aunque no esté descrita, la que pertenece al lenguaje en través de las ‘aberraciones’ ortográficas de los manuscritos antiguos, de los
textos de niños y de las cartas de extranjeros: ¿no sería justo decir que en esas
sí mismo.
eflorescencias el individuo está buscando su libertad; libertad de trazar, de
soñar, de recordar, de oír? ¿No es cierto que llega a suceder que encontramos
algunas faltas de ortografía particularmente ‘felices’, como si el que escribe
Preguntas estuviera escribiendo en se momento, no bajo el dictado de la ley escolar, sino
bajo el de una misteriosa orden que llega hasta él desde su propia historia,
quizá desde su mismo cuerpo?". Ver Barthes, Roland, Variaciones sobre la
¿Cómo hacer, entonces, para enseñar gramática? ¿Qué cam­
escritura, Buenos Aires, Paidós, 1999, p. 60.
bios o transformaciones tenemos que imprimirle a la enseñanza 3. £1 historiador español Raimundo Cuesta Fernández acuña el concepto "có­
para pensar la gramática desde una perspectiva que posibilite digo disciplinar” para referirse a los contenidos de la enseñanza, las normas,
la construcción de conocimientos lingüísticos por parte de las y convenciones, que legitiman o deslegitiman el saber escolar, los discursos,
prácticas que interaccionan y se transforman por los usos sociales caracterís­
los estudiantes?
ticos de las instituciones escolares. Ver Cuesta Fernández, Raimundo, Socio-
Tal vez se trate de escuchar las voces de los profesores y maes­
génesis de una disciplina escolar: la Historia, Barcelona, Pomares-Corredor,
tros que se interrogan sobre la enseñanza de la lengua y, espe­
1997.
CARTOGRAFÍAS DE IA PALABRA | CAPÍTULO 1 cas, aparentemente inmutables y difíciles de modificar.'1En este 21
sentido, es interesante el planteo de Antonio Gramsci cuando en
enseñamos gramática? Interrogantes todos que escenifican con­ "Notas para una introducción al estudio de la gramática” afirma
cepciones de la enseñanza de la lengua y representaciones de que la gramática es un hecho histórico y que la imposición de una
conocimiento lingüístico y específicamente de la gramática, en gramática normativa -com o la que se instaura en la escuela a
los que muchas veces se observa que se prioriza un conocimiento lo largo de la h isto ria- “ (...) presupone, pues, una 'elección',
teórico-que remite a la concepción de la gramática en el siglo una orientación cultural, es decir, siempre es un acto de política
XVIII, que prescribía y establecía las reglas del uso correcto de la cultural-nacional. Se podrá discutir la mejor manera de presen­
lengua- por sobre los saberes lingüísticos puestos en juego en tar la 'elección' y la 'orientación' para hacerlas aceptar de buena
las prácticas de lectura y escritura, las definiciones y las reglas gana, es decir, se podrá discutir sobre los medios más oportunos
por sobre la lengua que nos habilita a constituirnos en lectores para alcanzar el fin; es indudable que se ha de alcanzar un fin y
y escritores autónomos. que se requieren, para esto, los medios idóneos, es decir, que se
Tal vez se trate de pensar la enseñanza de la gramática como trata de un acto político” .4 5
un espacio donde podamos zambullirnos en las entrañas de la Es decir, si nos interesa repensar cómo se enseña gramática
lengua con el objetivo de conocerla, para ponerla en uso cuando en la escuela, es necesario dar cuenta de que en la tendencia
leemos y escribimos, no como una simple tarea de laboratorio gramatical presente en las decisiones didácticas se pone en jue­
experimental que toma la gramática como un ejemplar exótico go -muchas veces de manera velada- la orientación cultural que
a ser diseccionado por el mero capricho pedagógico de hacerlo. se quiere establecer y, en este sentido, la imposición de una gra­
¿Qué aportes podemos hacer, a partir de estas reflexiones, mática normativa es un acto de política lingüística, cultural y,
para promover la desnaturalización de ciertas prácticas institui­ por ende, nacional, como podemos rastrearlo en la historia de la
das en las escuelas cuando se enseña gramática? ¿Qué propues­ enseñanza de la gramática en nuestro país a lo largo del siglo XX.
tas podemos imaginar para dar lugar a otros modos de enseñar La gramática y su enseñanza en la escuela argentina fueron
gramática en la escuela? instituyendo prácticas y conformando usos y acepciones diver­
sos. Las gramáticas eran, por un lado, un género de libro escolar

Un poco de historia 4. Jean-Paul Bronckart y Bernard Schneuwly coinciden en lo necesidad y la


importancia de desarrollar investigaciones sobre la historia de la enseñanza
que posibiliten la construcción de una "memoria colectiva" de los sistemas
Un punto de partida posible para reflexionar en torno a la
didácticos” y permitan analizar "las estructuras escolares, (...) el estado de
enseñanza de la gramática en la escuela es hurgar en su historia la formación docente (...) como así también sobre las diversas representa­
y tratar de develar los resortes de su enseñanza a lo largo del ciones que estos últimos se forjan en la consideración de los objetivos, de la
tiempo, de modo tal de poder observar las tradiciones que con­ materia y de sus alumnos”. Ver Bronckart, Jean-Paul y Schneuwly, Bernard,
forman este conocimiento escolary que lo constituyen como tal. "La didáctica del francés como lengua materna: la emergencia de una utopía
indispensable” , en Enseñanza de la lengua, fichas de cátedra, UBA, Buenos
y, a su vez, analizar cómo esas tradiciones se instalan en el pre­
Aires, 2001, p. 18.
sente de la enseñanza y conforman prácticas y rutinas didácti­ 5. Gramsci, Antonio, "Notas para una introducción al estudio de la gramáti­
ca”, en Cultura y literatura, Barcelona, Península, 1977, p. 320.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 1 y Guattari que “la unidad de una lengua es fundamentalmente 23
política. No hay lengua madre, sino toma de poder por una len­
en el que se presentaban las normas lingüísticas acompañadas gua dominante”.8
de definiciones y ejemplos para su uso escolar. Estas gramáticas Un representante de esta tendencia en relación con la en­
establecían, de alguna manera, la ley lingüística,6y los maes­ señanza de la gramática, como lo presento en otro lugar,’ fue
tros y profesores funcionaban como agentes reproductores de Ricardo Monner Sans, quien en varios textos, y especialmente en
esa ley en sus prácticas de enseñanza cotidianas. El estudiante De gramáticay de lenguaje (1915), promueve el uso de la gra­
aprendía ese saber normativizado que priorizaba la morfología mática como instrumento necesario para fijar la lengua correc­
en diálogo con la etimología; se trataba de memorizar los sa­ ta, ya que considera que la gramática es imprescindible para
beres lingüísticos de lo que hoy denominamos gramática tra­ aprender a hablar y escribir correctamente. De a llí que afirme
dicional que, en su origen, fue concebida como un conjunto de que “quien no sepa Gramática, tropezará siempre con los esco­
reglas tendientes a establecer los usos correctos de la lengua llos que de continuo se alzan al pretender manifestar el pensa­
materna. Las gramáticas, entonces, fueron pensadas y escritas miento en forma correcta y bella” . 10 Otra figura destacada de
en función de la enseñanza y sus fines estaban vinculados con la esta perspectiva es René Bastianini, autor, entre otros textos, de
imposición de políticas lingüísticas que, en el caso de nuestro Elementos de sintaxis castellana (1927), quien propone el estu­
país, se inscribieron en una monoglosia pertinaz. Como señalo dio de la gramática haciendo especial hincapié en la sintaxis y
en El desconcierto de la interpretación, en las primeras déca­ la etimología con el propósito de "suministrar una base teórica
das del siglo pasado, “la lengua española en su variante castiza sistematizada de nociones gram aticales” a partir del principio
se impone como única lengua posible y se desalienta el uso de de no incluir "ninguna regla o norma que no pudiera ju stificar­
otras lenguas con la intención de instaurar una lengua nacio­ se ampliamente con ejemplos tomados de los buenos autores o
nal"; asimismo, la escuela es vista como un "espacio donde se del habla correcta” .11 Es decir, el estudio de la gramática en la
difunda la lengua vernácula estandarizada a través de gramáti­ escuela debe estar legitimado por los textos literarios incluidos
cas y los diccionarios con el objetivo de tomar conciencia de la en el canon escolar-com o, por ejemplo, textos de Azorín, Larra,
nacionalidad y establecer una comunidad unida por la lengua”. Sarmiento, Unamuno, Ñervo, Darío, Moratín, entre o tro s-y por
Para ello se sugieren “prácticas escolares -vocalización, d ic­ la norma lingüística oficial. Estos profesores y autores de gra-
tado, copia, composición, recitado- que apuntan a la correc­
ción lingüística, a la pronunciación correcta, a la imitación de 8. Deleuze, Gilíes y Guattari, Félix, Mil mesetas. Capitalismoy esquizofrenia,
Valencia, Pre-Textos, p. 104.
la lengua literaria como lengua legítima, al uso del diccionario
9. Sardi, Valeria, Historia de la enseñanza de la lenguay la literatura. Con­
que reglamenta el uso lingüístico oficial con el objetivo de (...) tinuidades y rupturas, Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2006. Sardi, Valeria,
promover una pedagogía institucionalizada que apueste a la "'En defensa del sin par idioma de Cervantes’: historia de una tradición en la
normativa lingüística” .7De allí que podemos señalar con Deleuze constitución de la disciplina escolar Lengua y Literatura”, en Revista de la Es­
cuela de Ciencias de la Educación, Año 5, N° 4, Rosario, Laborde editor, 2009.
10. Monner Sans, Ricardo, Gramática castellana, Buenos Aires, Angel Estrada,
6. Bourdieu, P., ¿Quésignifica hablar?, Barcelona, Al<al, 2001.
1919, s/n. Primera edición de 1893.
7. Sardi, Valeria, í l desconcierto de la interpretación. Historia de la lectura en 11. Bastianini, René, Elementos de sintaxis castellana, Buenos Aires, Librería
la escuela primaria argentina entre 1900y 1940, Santa Fe, UNL, 2010, pp. 28-32. de A. García Santos, 1927, p. S.
CARTOGRAFÍAS DC LA PALABRA | CAPÍTULO 1 las reglas, que solamente sirven para aquel que ya ha tenido la 25
vivencia de la escritura y que las necesita para corregir, revisar
maticQS escolares, por nombrar solo algunos, siguen los linca­ y mejorar su texto. La práctica de la lectura y la escritura, para
mientos de la política lingüística reinante para la época, que este profesor, funcionaría como un saber gramatical retrospec­
privilegian el estudio y la enseñanza de la gramática normativa tivo que posibilita la transformación de la experiencia en cono­
en las instituciones escolares como estrategia educativa para la cimientos gramaticales.
instauración de una lengua correcta. Otra postura es la de Américo Castro, quien en su libro La en­
A pesar de su institucionalización, esta perspectiva purista, señanza del español en España (1922) presenta otra concepción
academicista y, por qué no, aplicacionista12de la enseñanza de acerca de la enseñanza de la gramática:
la gram ática, ha sido, a lo largo del tiempo, criticada por pe­
dagogos, filólogos, maestros y profesores. Si nos remontamos a Una primera confusión que conviene renovar es la idea absurda de
otras épocas, en 1909 Ernesto León O’Dena -profesor en colegios que el idioma se enseña estudiando gramática (...)
nacionales- alertaba en un artículo titulado "La enseñanza del Para que una cuestión gramatical adquiera algún sentido y se
idioma nacional” (1909) sobre los peligros de enseñar gramática vuelva de seca y rutinaria en interesante, hay que llevarla al pla­
como un compendio de reglas. En este texto plantea: no de la historia.14

£1 idioma no se aprende con reglas. Las reglas sirven solamente al En este caso, Américo Castro apela a la historización de la
adulto, que las entiende y las aprovecha, para depurar y embelle­ gramática para el aprendizaje de la lengua, es decir, le da im­
cer su estilo, y para aprovechar las reglas, es preciso, antes, saber portancia a la etimología como saber que posibilitará el uso co­
y saber mecánicamente, hablary escribir con corrección. rrecto de la lengua, perspectiva en auge también para la época.
La enseñanza del idioma, como la de los ejercicios físicos en ge­ Otro pedagogo que toma posición respecto de esta cuestión
neral, debe hacerse realizando el actoy los actos de que el idioma es Víctor Mercante en su libro Charlas pedagógicas 1890-1920
se compone; no estudiando las reglas, que son inútil tortura de la (3925). Allí plantea que un problema serio de la escuela es que "la
memoria infantil.15 gramática, la recitación de reglas y el ejemplo, siguen helando”,15
es decir, prevalece una enseñanza repetitiva en la que priman los
La apropiación de los saberes sobre la lengua se produciría ejercicios de fijación y, agrega, estas prácticas no favorecen la
solo a partir de la experiencia de leer y escribir, no memorizando apropiación del conocimiento lingüístico, sino que, más bien, ob­
turan la posibilidad de formar escritores en las aulas.
12. Me refiero a una mirada desde la lingüística aplicada que se interesa en la También José Forgione, maestro y autor de libros de lectura
teoría y en cómo "bajar’1esa teoría a las aulas, sin considerar al sujeto y a para la escuela primaria durante la década del 20, se preocupa
las prácticas situadas. Ver Sardi, Valeria, "La lingüística aplicada: una mirada
estrábica sobre la escuela", en Lulú Coquette. Revista de Didáctica de la
Lengua y la Literatura, Año I, N° 1, Buenos Aires, £1 Hacedor, 2001. 14. Castro, Américo, La enseñanza del español en España, Madrid, Victoriano
13. O’Dena, Ernesto León, "La enseñanza del idioma nacional", en Consejo Suárez Editor, pp. 22-23.
Nacional de Educación. El monitor de la Educación Común, Año XXIX, N° 442, 15. Mercante, Víctor, Charlas pedagógicas 1890-1920, Buenos Aires, Gleizer
Tomo XXXI, Buenos Aires, octubre 31 de 1909, serie 2° N° 62, p. 55. Editor, 1925, p. 61.
CARTOGRAFÍAS D t LA PALABRA | CAPÍTULO 1 oponen a las clasificaciones escolares por considerarlas inútiles : 27
para el aprendizaje de la lengua.
por "la obsesión ortográfica’’ de muchos docentes que solo se Como ilustran estos profesores y pedagogos de otras épocas,
ocupan de corregirla y de hacer ejercitaciones especiales y a is­ la enseñanza de la gramática ya se debatía entre el modelo apli-
ladas que no favorecen la composición. cacionista o inductivo, como se denominaba en la época -desde
Asimismo, Pedro Henríquez Ureña y Amado Alonso en su Gra­ las reglas a los ca so s-, y el modelo analítico o deductivo -d e
mática castellana. Segundo curso de 1939, postulan que "el es­ los casos, la literatura y la composición, a las reglas-. La pre­
tudio del idioma debe hacerse siempre sobre ejemplos concretos gunta acerca de la enseñanza de la gramática se emparentaba
de la lengua escrita” y no a partir de la repetición de reglas, es directamente con las prácticas de escritura - la composición-, la
decir, siguiendo un método deductivo. Unos años antes, Henrí­ asiduidad en la lectura de textos literarios y los usos lingüísticos
quez Ureña ya tenía esta preocupación en torno a la enseñanza orales inscriptos en el habla culta.
de la gramática. En Aspectos de la enseñanza literaria en la es­ Si hacemos un salto temporal y llegamos a la década del 60,
cuela común (1930) plantea: es en ese momento donde se configura una tendencia en la ense­
ñanza de la gramática que va a dejar sus huellas casi indelebles
(...) al contrario de lo que sucede con las reglas sobre los medios hasta la actualidad. Con el estructuralismo, la enseñanza de la
de expresión de las otras artes, las reglas sobre el buen uso de los gram ática va a centrarse en la sintaxis y se va a constituir en
idiomas se pueden aprender con poca colaboración de la escue­ una ciencia que se propone describir y explicar el sistema de la
la; se aprenden, sobre todo, prestando atención al habla de las lengua. Este paradigma teórico que nace desde la cátedra de
personas cultas y leyendo buenos libros. Los escritores que más Gramática de la Universidad de Buenos Aires tiene un arraigo
rebeldes a la gramática se declaran sólo son enemigos de la ar­ tortísimo en la escuela a través de prácticas de enseñanza de la
caica nomenclatura y de las rutinarias clasificaciones que todavía gramática como el análisis sintáctico, prácticas que se institu­
circulan en los manuales (...).16 yeron como dadas y se naturalizaron en las aulas de primaria y,
sobre todo, de secundaria, gracias a las gramáticas y manua­
Para Henríquez Ureña, se puede aprender gramática a tra­ les que derramaron la teoría en la práctica escolar, como los ya
vés de la "educación difusa”, es decir, por la inmersión en ex­ clásicos Castellano 1, 2y 3 de María Hortensia Lacau y Mabel
periencias socioculturales ajenas a la escuela, no a través de la Rossetti, con los cuales generaciones de argentinos aprendie­
memorización de las reglas. Este profesor argumenta su posición ron Lengua. Muchas de esas rutinas didácticas siguen estando
partiendo del presupuesto de la existencia de un habla culta y de presentes hoy en los pizarrones de cualquier aula de cualquier
una literatura que ratifica la norma lingüística. Por otro lado, escuela argentina.
para sostener su posición, explica que los mismos escritores se Una escena en un ateneo17*de enseñanza de la lengua con
profesores de escuelas medias puede funcionar como ejemplo

16. Henríquez Ureña, Pedro, "Aspectos de lo enseñanza de la literatura en la


escuela común”, en Cuadernos de temas para la escuela primarla, 20, Facul­ 17. Un ateneo es una modalidad de formación docente continua que apunta
tad de Humanidades y Ciencias de lo Educación, Universidad Nacional de La a reflexionar y construir conocimientos sobre la práctica de enseñanza a par­
Plata, La Plata. tir de la propia práctica. Para ello, el ateneo cuenta con tres instancias: un
CARTOGRAFÍAS D i lA PALABRA | CAPÍTULO T propósito de enseñar análisis sintáctico. Dos colegas de su gru­ 29
po le señalaron que no era análisis sintáctico sino sintaxis, y el
de cómo esta tradición escolar se institucionalizó en las escuelas profesor insistía en que se trataba de trabajar análisis sintáctico
argentinas, de manera tal de tomar el análisis sintáctico estruc- hasta que, en mi lugar de coordinadora del ateneo, deslindé las
turalista como el saber escolar por antonomasia cuando ense­ diferencias entre el análisis sintáctico como una práctica pro­
ñamos sintaxis. pia del enfoque estructuralista y el aprendizaje de la sintaxis
Los docentes estaban analizando consignas para la en­ como un saber gramatical, más allá de los marcos teóricos que
señanza de la lengua y se habían detenido en una titulada se pongan enjuego. En este malentendido se escenifica cómo el
“Rompecabezas”,'8 donde los estudiantes tenían que confor­ análisis sintáctico ha devenido matriz pedagógica y ha generado
mar una oración a partir de tres oraciones dadas con el objetivo modos de enseñar naturalizados, excluyendo la posibilidad de
de poner enjuego los saberes acerca de la subordinación. En la pensar la enseñanza de la sintaxis desde otra perspectiva que
puesta en común, un profesor comentó que la consigna tenía el no sea la estructuralista.
Durante los años de la última dictadura militar en nuestro
país, el estructuralismo devino el paradigma hegemónico y la
momento de actualización teórica a cargo del coordinador; otro momento de
enseñanza de la lengua y la literatura estuvo marcada por prác­
reflexión sobre las prácticas a partir del análisis de casos, registros, diarios
de clases y otros escritos de la práctica y, por último pero central para el ticas que apuntaban a normativizar la lengua y desideologizar la
desarrollo del ateneo, una instancia de escritura de las prácticas en la que literatura.19 Así primó el análisis sintáctico combinado con una
los docentes escriben sobre su propia experiencia docente. En este caso se perspectiva purista que sancionaba los usos lingüísticos con­
trata de un ateneo sobre enseñanza de la lengua para profesores de escuelas
siderados incorrectos que no respondían a la norma lingüística
medias en una provincia de la Patagonia.
18. La consigna era la siguiente: > Rompecabezas oficial.
Formó uno solo oración con las siguientes oraciones agregando o suprimiendo En la década del 80, a partir de la apertura democrática, en
lo que consideres necesario para que la oración resultante sea coherente: los claustros universitarios se empieza a introducir la gramática
a) En un bar cercano hay un pasadiscos mecánico. textual de raigambre holandesa20y ya para la década del 90 —de-
El pasadiscos mecánico pasa canciones.
Las canciones que pasa son las favoritas de los parroquianos.
b) Llegó María. 19. Para profundizar, ver Sardi, Valeria, Historia de la enseñanza de la lengua
María es la primera actriz de la obra. y la literatura. Contlnuidadesy rupturas, Buenos Aíres, Libros del Zorzal, 2006.
La obra es un gran éxito de crítica y de público. Cap. 3.
c) £1 premio fue recibido. 20. Nos referimos a las investigaciones que a partir de la década del setenta
Los ganadores recibieron el premio. van a postular que se puede hablar de lengua como un sistema pero ya no a
El premio era uno estatuilla dorada. nivel oracional sino en el discurso, es decir, en los textos. Teorizan acerca de
d) La brisa entraba. la gramática del texto, de manera superadora, con respecto al estructuralis­
La ventana estaba abierta. mo. Uno de los teóricos más representativos de esta corrientes es Teum van
Mientras él te observaba. Oijk, que se propone analizar gramaticalmente el texto, y para esto plantea
e) Vino a la ciudad. los principios generales de organización textual y su descripción. Unos años
El vino hace dos años. después, a principios de la década del 80, otros teóricos revisan las teorías de
El armó la orquesta de cuerdas. Van Dijk y avanzan en las teorizaciones. Nace la lingüística textual de orienta­
La orquesta de cuerdas toca como los dioses. ción comunicativa. Los teóricos inscriptos en esta corriente, como por ejem-
CARTOGRAFÍAS OC LA PALABRA | CAPÍTULO 1 relación con la enseñanza de nuestra disciplina, a la luz también 31
de la aparición de las nuevas tecnologías y los cambios que es­
bido a la sanción de la Ley Federal de Educación y a la imposición tas traen aparejados en los modos en que escribimos, leemos y
de los Contenidos Básicos Comunes en las escuelas m edias- la hablamos.
gramática textualista irrumpe en la escuela de manera contun­
dente como el paradigma hegemónico, lo que deja a la gramática
oracional en los arcones del recuerdo. Las apropiaciones escola­ Aportes de Luis Iglesias
res de esta corriente también funcionan como instrumento para
describir ya no la oración sino el texto, como lo demuestran las Un capítulo aparte en la historización de la enseñanza de la
consignas que habitan los manuales donde los alumnos deben gramática en la escuela son los aportes del maestro Luis Igle­
marcary señalar en los textos determinados procedimientos co­ sias -creador de la Pedagogía de la libre expresión-, que, creo,
hesivos. Una gran ausente en los libros de textos es la propuesta vale la pena revisar y analizar. En Didáctica de la libre expre­
de escribir a partir de consignas de trabajo con restricciones en sión (1979) dedica un capítulo entero -" L a gramática y la ex­
las que operen los saberes específicos de la cohesión textual. presión escrita”- a reflexionar y problematizar la enseñanza de
Esas prácticas fuertemente descriptivistas no redundan en be­ la gramática en la escuela. Me interesa aquí volver sobre esas
neficio de la escritura; más bien, lo que se observa hoy en las reflexiones porque pueden servirnos para repensar el lugar de la
escuelas y ámbitos de formación son las consecuencias de esas gramática en la escuela y los modos de enseñanza habituales.
prácticas: estudiantes con dificultades para escribir, para tex- Iglesias toma como referente teórico para analizar el lugar
tualizar sus ideas, para construir textos con cierta coherencia, de la gram ática en la escuela a Célestine Freinet-pedagogo
producto de años de prácticas donde se impuso la descripción francés que impulsó un movimiento de renovación pedagógica
del texto en lugar de su escritura y la puesta en juego de ciertos en el que se proponía una escuela que vinculara al niño con su
saberes textuales. medio social y lo hiciera protagonista de la educación; fue el
De allí que gramática y escuela aparecen, en esta breve histo- creador de la Pedagogía del texto libre-, quien se rebela contra
rización, como una dupla problemática que apunta ya no a dar las la enseñanza de la gramática rigurosa y exhaustiva en todos los
herramientas lingüísticas necesarias para que el alumno produzca niveles de enseñanza. Iglesias rescata la postura metodológi­
textos, sino que se transforma en un ejercicio de reproducción de ca de Freinet para repensar la enseñanza de la gramática en la
definiciones o descripción detallada del sistema de la lengua. escuela y cita un fragmento de un folleto que resume el trabajo
Escritura, lectura y oralidad, tres prácticas que atravesarán de varios educadores franceses de mediados del siglo XX que es­
la enseñanza de la lengua a lo largo del tiempo y que hoy debe­ tudiaron el tratamiento didáctico de la gramática en territorio
mos volver a inscribir en las experiencias escolares y repensar en francés, en el que se plantea la división tajante entre la propues­
ta de los pedagogos del texto libre y la enseñanza convencional
de la gramática:
pío Robert de Beaugrande y Wolfgang Dressler, dan cuenta de los aspectos
contextúales como las funciones que pueden cumplir los textos. Los textos
centrales de estas corrientes son La ciencia del texto de Teum van Dijk e Intro­ La antigua escuela se agotaba y se agota todavía en desmontar
ducción a la lingüística textual, de Robert de Beaugrande y Wolfgang Dressler. la bicicleta y en enseñar, con grandes esfuerzos de subterfugios y
CARTOGRAFÍAS DC LA PALABRA | CAPÍTULO 1 Gramática y experiencia 33

procedimientos, los nombres y el funcionamiento del mecanismo. Pizarrones y carpetas, cuadernos y discursos profesorales
Los alumnos ejecutarán sin errores, análisis gramatical y análisis son los territorios donde la gramática se presenta sin relación
lógico, pero no sabrán andar en bicicleta, es decir, no sabrán em­ con la experiencia. Múltiples voces de profesores y maestros re­
plear la lengua en su verdadera función, que es la expresión del fieren, en distintas instancias de intercambio y reflexión sobre
pensamiento; y es que nunca aprendieron a manejar esa máquina las prácticas de la enseñanza, la escisión que existe entre la en­
para desplazarse rápidamente por la acción y el trabajo, sino que señanza de la gramática y la experiencia de escritura. Parece ser,
lo hicieron por el conocimiento y el análisis.21 según estas voces, que cuando en la escuela se enseña gramáti­
ca hay un alejamiento de la escritura y, aún más, de la lectura;
Es decir, se trata de aprender gramática escribiendo, leyendo y, en este estado de cosas, los estudiantes se transforman en
y hablando en la escuela, con la participación colaborativa de los reproductores de las definiciones y la teoría, y desaparece la
docentes y los estudiantes, y, como señala Iglesias, "en cada se­ instancia subjetiva de apropiación del conocimiento lingüístico
sión de trabajo se presentarán sin duda ocasiones variadas para atravesado por las propias experiencias y vivencias como sujetos
tratar analíticamente temas de sintaxis, conjugación de verbos, sociales y usuarios de la lengua.
ampliación de vocabulario, estructura de la oración, derivacio­ El saber gramatical se constituye en un saber en sí mismo que da
nes, sinónimos, nombres y adjetivos, vale decir, para considerar cuenta de lo que Elsie Rockwell llama el "rito del dato” (Rockwell,
y "desmontar el mecanismo esencial de nuestro lenguaje y para 1995); es decir, se enseña y aprende gramática a partir de reglas
reencontrar las grandes líneas generales de la gramática” .22 Es o definiciones, de conceptos teóricos sin anclaje en la experien­
decir, Iglesias propone trabajar con lo que él llama la "gramática cia y menos aún en la reflexión metalingüística. Se propone una
viva”, la gramática en juego en los textos reales y concretos de enseñanza donde la forma en que se presenta el contenido -por
la práctica, no en la letra muerta de los tratados de gramática. ejemplo, en definiciones o reglas- influye en el propio conteni­
En otras palabras, Iglesias apuesta a aprender gramática a partir do, de modo tal que el saber lingüístico se transforma en un co­
de la propia práctica de lectura, escritura y oralidad, y se opone nocimiento en sí y en una verdad incuestionable. Como señala
a lo que el llama un "gramaticalismo abusivo” , es decir, cuando Rockwell, en la interacción escolar se instaura una determinada
se prioriza la teoría vacía sobre la práctica significativa. lógica de la enseñanza que se constituye, de alguna manera,
en el contenido implícito que se transm ite en la clase y que
les imprime un sentido particular a los contenidos específicos.
Así, por ejemplo, se le pide al alumno que marque con círcu­
los los procedimientos cohesivos de un texto dado o que para
aprender sintaxis haga el análisis sintáctico de diez oraciones
siguiendo el modelo del estructuralism o. El conocimiento se
21. Lallemand, Roger, La Grommaire par le texte libre, Cannes, Ed. de l'Ecole
transforma en la forma y la forma en el contenido y, en esta
Moderne Francaise, 1949, p. 11, citado por Iglesias, Luis, Didáctica déla libre
expresión, Buenos Aires, Ediciones Pedagógicas, 1979, p. 316. lógica, desaparece la posibilidad de la apropiación del saber
22. Iglesias, Luis, op. c it., p. 317. por parte del sujeto y se presenta un saber sin ambigüedades,
zarlo en su propia experiencia escrituraria, en su propio recorrido 35
c a r t o g r a f ía s d e la p a la b r a | CAPÍTULO 1
como lector y escritor.

preciso, indiscutible y naturalizado. Acaso esto se vincule con Para ello podemos, tal vez, empezar por poner el foco en el
las particularidades de las ciencias del lenguaje, nuestra disci­ conocimiento lingüístico en la clase de Lengua; es decir, poner
plina de referencia, que debido a su afán cientificista, introduce el acento en los modos en que el conocimiento gram atical se
nuevos términos o categorías teóricas que, en la práctica, se na­ presenta en las aulas del nivel primario y secundario. Si reco­
turalizan e ingresan a los programas o currículum escolares como rremos los libros de texto de los últimos años, es evidente cómo
el saber teórico indiscutible, como señala jean-Paul Broncl<art los saberes gramaticales siguen escindidos de las prácticas de
(1985). De esta manera, se prioriza el saber teórico por sobre el lectura y escritura; podemos encontrar consignas donde se pide
saber inscripto en las prácticas de lectura, escritura y oralidad. reconocer un tiempo verbal determinado, completar espacios
Ahora bien, ¿es posible un giro hacia la enseñanza de la gra­ en blanco en los cuales hay que colocar verbos en subjuntivo,
mática atravesada por la experiencia? ¿Se podrá enseñar gra­ subrayar verbos en un texto e indicar en qué tiempo están, cla ­
m ática soslayando la mirada descriptivista y aplicacionista? sificar las palabras según la sílaba tónica, unir con flechas los
¿Podemos imaginar una práctica de oralidad, lectura y escritura homófonos o el hiperónimo con el hipónimo, analizar sintáctica­
donde la gramática funcione a partir y a través de la propia ex­ mente cinco oraciones, ubicar en un cuadro sinóptico las clases
periencia? ¿Es posible enseñar gramática desde una perspectiva de palabras; en fin, una batería de consignas en las que el alum­
en que la reflexión metalingüística tenga un lugar protagónico? no tiene que poner en juego su conocimiento tópico y operacio-
y, aún más, ¿es posible imaginar la enseñanza de la gramática nal?3 sobre la lengua en detrimento de la experiencia, del hacer,
del leer y del escribir.
abandonando su pretensión fuertemente normativa y posibilitar
cierto desplazamiento más ligado al uso y a la experimentación Releyendo registros de clases de Lengua, encuentro algu­
lingüística? Es decir, ¿podemos aventurarnos en la enseñanza nas consignas de trabajo que me invitan a volver a pensar cómo
de la gramática desde la lectura e interpretación de textos li­ enseñamos lengua, qué concepción de Lengua y su enseñanza
terarios y la escritura? Tal vez todas estas preguntas, más allá ponemos enjuego en la experiencia cotidiana escolar, cómo
de los matices particulares, apunten a la necesidad de im agi­ estamos pensando la enseñanza de la lengua y su didáctica en
nar y proponer un cambio epistemológico que produzca un giro la formación docente. A la luz de estos relatos de la práctica
copernicano en los modos habituales de enseñar gram ática y rememoro mis propias experiencias de aprendizaje de la lengua2 3
nuevas formas donde se privilegie la metacognición, la reflexión
metalingüística y el aprendizaje de la gramática desde la propia 23. La investigadora mexicana Verónica Edwards utiliza el concepto de co­
experiencia, atendiendo a los recorridos lingüísticos de los suje­ nocimiento tópico para referirse a cuando el "énfasis está puesto más en
tos como usuarios de la lengua, dando las condiciones para que nombrar correctamente el término aislado que en utilizar el conocimiento” y
la gramática se transforme en la herramienta que nos permita el concepto de conocimiento operacional cuando se presenta "la aplicación
de un conocimiento general altamente formalizado a casos específicos. (...)
escribir desde las entrañas de la propia lengua. De manera tal
el énfasis está puesto en la aprehensión de la forma, de la estructura abstrac­
que el estudiante pueda aprender gramática a partir de poner ta, independientemente del contenido”. Ver Edwards, Verónica, "Las formas
en juego el fenómeno lingüístico, el contenido del que se trate, del conocimiento escolar”, en Rockwell, Elsie (comp.), La escuela cotidiana,
analizarlo, desentrañar sus mecanismos con el objetivo de utili­ México, FCE, 1995, pp. 150 y 156.
c a r t o g r a f ía s d e la p a la b r a | CAPÍTULO 1 Por todo esto, creo que necesitamos volver a pensar en que el 37
objeto de enseñanza gramatical tiene que estar mediado, cons­
como estudiante, donde los pizarrones acumulaban oraciones truido atendiendo a los propósitos didácticos, al contexto de las
para analizar, las carpetas reproducían el paradigma verbal y prácticas y a los sujetos.
las reglas de acentuación, y la escritura llegaba retardada, en la No se trata de enseñar todos los contenidos gramaticales
última parte de la carpeta, y habilitaba composiciones sobre las existentes; no se trata de enseñar teniendo en cuenta los últimos
vacaciones, las actividades del fin de semana o alguna efeméri­ recorridos teóricos; no se trata de enseñar apelando a un modelo
des. Imagino que muchos de estos docentes tuvieron las mismas teórico único como clave para la enseñanza; no toda la teoría es
experiencias y hoy las replican en sus aulas. Pienso en la influen­ útil para la enseñanza de la lengua. En resumen, se trata de tener
cia que tienen los espacios de inserción laboral y cómo influyen en cuenta cuáles son los objetivos pedagógicos que nos propo­
nuestras trayectorias escolares en los modos en que enseñamos nemos en la enseñanza para seleccionar los marcos teóricos más
Lengua. Esas narraciones de la práctica en escuelas públicas del adecuados -aunque puedan estar perimidos o discutidos en el
contexto metropolitano muestran pizarrones con listas de ora­ campo teórico-, para resolver los problemas que detectamos en
ciones para analizar sintácticam ente, crucigramas, sopas de las prácticas situadas. Se trata, entonces, de construir obje­
letras, completamiento de blancos para luego llegar a la defini­ tos de enseñanza pasibles de presentar en los contextos reales,
ción, subrayar modificadores directos e indirectos en un texto, siempre teniendo en cuenta los propósitos didácticos que te ­
extraer de una crónica los adjetivos calificativos o los verbos en nemos como horizonte de expectativas y los sujetos con los que
determinado tiempo verbal, reproducir las reglas ortográficas de trabajamos.
memoria, el dictado de un texto literario, y así podría seguir. Si nuestro propósito es que los estudiantes aprendan gramá­
¿Qué propósitos didácticos tienen estas consignas de trabajo? tica para ponerla enjuego cuando leen y escriben, leen y hablan,
¿Cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar? ¿Qué re­ será necesario poner en el centro la experiencia de escribir textos
lación tienen estas propuestas de trabajo con los textos de los y promover el análisis metacognitivo en torno a la gramática, es
estudiantes? ¿Con qué criterio se evalúan estas consignas y, decir, proponer y dar lugar en las aulas de primaria y secundaria
luego, las producciones escritas? Cuántos interrogantes surgen a la reflexión metalingüística.
cuando descubrimos estos modos de enseñar que no apelan a Veamos un ejemplo de una práctica en un primer año de un
la apropiación de los saberes, en términos de cómo el sujeto se CENS de la ciudad de Buenos Aires donde los alumnos tienen
vincula con el conocimiento, qué relación establece con él en la alrededor de veinte años, en la que la profesora busca que los
práctica concreta y qué se pretende que aprenda el estudiante. estudiantes se apropien de ciertos saberes en torno a la sintaxis
Estas prácticas me llevan a pensar no solo en los propósitos di­ a partir de una consigna de escritura y, posteriormente, la profe­
dácticos, sino también en cómo seleccionamos y jerarquizamos sora se propone llevar a cabo la reflexión metalingüística a partir
los contenidos a enseñar, desde dónde partimos como docen­ de la resolución de la consigna:
tes para decidir que estos son los contenidos gram aticales y,
además, la forma en que presentaremos esos contenidos a los La profesora comienza a dictar la siguiente consigna:
estudiantes. Ordenó las palabras para formar oraciones.
D f LA PALABRA | CAPÍTULO 1
Que nada era famoso. ¿Les parece que tiene sentido? -p re - 39
gunta.
Gutiérrez - polvorienta - la - oscura - y - oficina - de - era Sigue recorriendo las mesas recibiendo dudas y soluciones
Bajas - casi - rincón - en - había - las - un - seca - planta - posibles. Alguien pregunta:
y - una - estaban - persianas.
Investigador - nada - en - que - famoso - era - indicaba. ¿Se pueden hacer dos oraciones?
Sí, puede ser-responde.
"Anoten esto. ¿Sí? Después resuélvanlo” . ¡Profe! - la llaman desde otra mesa.
¡ya voy! -contesta y termina de contestar las dudas en la
Los chicos copian; mientras, conversan. La profesora se que­ mesa que está. Luego se acerca a los que la llamaron.
da en el frente esperando a que copien. ¿Quién me llamó? -pregunta solícita la profesora.
La profesora les va aclarando las dudas sobre las palabras Acá, profe.
escritas en el pizarrón. Los tres chicos que ya corrigieron hablan entre ellos diverti­
La profesora intenta continuar, pero los alumnos le dicen dos. Uno de ellos tiene en su cuaderno dibujos muy trabaja­
que no, que espere, que aún no terminaron. dos con sombras, hechos con birome.
Algunos empiezan a discutir entre los compañeros de mesa Vamos a ir corrigiendo, ¿sí?
el orden posible de las palabras.
Ubicada en el costado al frente para no tapar el pizarrón, la Uno de los chicos que está cerca de ella levanta su carpeta y
profesora lee las palabras en voz alta y les pregunta: le muestra lo que escribió mientras le dice:

¿Qué es lo que tienen que hacer? Se me ocurrió esto.

Ordenarlas. Ahora vemos -responde... Luego a todos:


Armar un significado -van diciendo algunos. ¿Puedo ir borrando esto? ¿Sí? Sin esperar respuesta comien­
Tienen que armar tres oraciones, ¿ya lo hicieron? za a borrar.

—No, no.
Se ofrece una alumno de la mesa del costado, adelante: Ma­
rina. Pasa y escribe en el pizarrón:
Algunos alumnos todavía están copiando lo del pizarrón y
preguntando a sus compañeros qué dice porque no entienden
La oficina de Gutiérrez era oscura y polvorienta.
la letra de la profesora. Van resolviendo el ejercicio con lápiz
¿Hay otra posibilidad? -pregunta la profesora.
o directamente con birome. En general todos trabajan mien­
Sí, profe, hay otra.
tras conversan tranquilos, otros miran la hoja concentrados.
A ver, pasá a escribirla.
Pueden consultar con sus compañeros -a cla ra la profesora
y se acerca a otra mesa. Pasa otra alumno y escribe:
Comparan en la mesa las versiones que armaron tres chicos. La
profesora cuestiona, pero no descalifica ninguna respuesta. La oscura y polvorienta oficina era de Gutiérrez.
c a r t o g r a f ía s d e la p a l a b r a ¡ c a p ít u l o 1
La profesora les señala que en la primera oración se nombra 41
primero a María y en la segunda a los cuarenta años. En la
Yo tengo otra: La oscura oficina de Gutiérrez era polvorienta. primera se enfatiza a la persona y en la segunda pregunta:
Muy bien, es otra versión -adm ite la profesora.
¿Hay alguna diferencia? —¿Qué estoy enfatizando? ¿Qué es lo que me interesa recal­
La primera es una afirmación -d ice una alumno. car como locutora?
A ver. La oficina de Gutiérrez era oscura y polvorienta. ¿Es - L a edad -dicen los alumnos.
una afirmación, negación, pregunta? —Muy bien, en el segundo caso estoy enfatizando que se casó
—Afirmación -dicen varios. a los cuarenta años, por fin se casó.
¿Qué estoy haciendo? -s e interroga la profesora.
Está diciendo cómo es la oficina. Entonces, vuelve al ejemplo de la oficina de Gutiérrez. Aclara
Bien, ¿qué son oscura y polvorienta? ¿Qué estoy aplicando a que en la primera se enfatiza de quién era la oficina y en
la oficina? ¿Qué clase de palabra? la segunda, las características que tenía: que era oscura y
Adjetivos-dice alguien. polvorienta.
Muy bien, adjetivos. Estoy calificando, describiendo. Estoy Señala que el contenido es el mismo, pero que el orden en
diciendo cómo era la oficina de Gutiérrez: era oscura y pol­ que está expresado da una pista de lo que a uno le interesa
vorienta. En el segundo caso, ¿estoy describiéndola o no? destacar como locutor.24
Sí-responden varios.
¿En qué cambian las oraciones? ¿Qué les parece? Si bien podemos acordar que la consigna es sencilla y sin
El orden de las palabras. complejidades, que trabaja al nivel oracional sin relación con
Muy bien, ¿y eso produce algo o no? el texto, es interesante que admita distintas resoluciones que
Es lo mismo -dicen algunos. habiliten la reflexión en torno a la construcción sintáctica. Por
¿Les parece? -insiste la profesora. Les da otro ejemplo: otro lado, se está trabajando sintaxis a partir de la escritura y
María se casó a los cuarenta años. A los cuarenta años se la conformación de oraciones y, a partir de allí, se propone la
casó María -enfatizando el comienzo de la segunda oración. reflexión sobre las funciones de las palabras en la oración y la
Es lo mismo -insisten algunos-, cambia el orden de las pa­ construcción de sentido. Es decir, una consigna sencilla como
labras. la dada permite abordar la sintaxis de manera focalizada sepa­
En la forma de expresar-arriesga otro. rándonos de una perspectiva meramente descriptiva de la lengua
¿Por qué? ¿Es lo mismo? para abordarla a partir de la escritura. La comparación de las
distintas resoluciones es un camino posible para ir analizando
Los alumnos se miran un tanto perplejos porque no les parece cómo se construye el sentido y cuál es su función discursiva de
que haya diferencias. acuerdo con la elección sintáctica que haga el escritor. Asimis-

Cambia la expresión, la manera de decirlo-tantea un chico. 24. Registro de clase realizado por Gabriela Elorrieta, estudiante de la carrera
de Letras del IES N° 1 "Ora. Alicia Moreau de justo”.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 1 lingüísticos; es decir, proponer consignas de trabajo que pro- 43
muevan el análisis sobre el objeto lengua a partir de la propia
mo, en esta práctica es interesante observar cómo se va constru­ experiencia de lectura, escritura y oralidad, de manera tal de ir
yendo conocimiento en torno a la sintaxis a partir de un trabajo focalizando diferentes aspectos de la actividad metacognitiva
colaborativo donde el diálogo es primordial, diálogo epistemo­ en el nivel discursivo, textual y oracional, como veremos en el
lógico que atrapa y arrastra a los estudiantes hacia la reflexión próximo apartado. El metalenguaje en sí mismo no tiene valor
metalingüística y metacognitiva del nivel oracional. En esta es­ epistemológico, solo puede resignificarse cuando ha habido por
cena escolar se produce lo que Nicholas Burbules llama "relación parte del estudiante una experiencia de aprendizaje que lo intro­
dialógica”, es decir, "una relación entre personas, cuando son dujo en la puesta en juego de esa categoría; de esa manera, ese
llevadas a la dinámica particular de hablar y escucharse entre metalenguaje se aprende a partir de la propia experiencia. Como
ellas” y en la que "los participantes buscan enseñarse el uno al proponía el maestro Luis Iglesias, se trata de comenzar "por las
otro y aprender el uno del otro” .2S presencias vivenciales, concretas, personales en cada caso, para
Este fragmento de registro de clase también nos permite re­ llegar así, naturalmente motivados con ricas experiencias rea­
flexionar en torno a una pregunta muy habitual "¿tenemos que les, al estudio cuidadoso con los requerimientos sistemáticos y
enseñar el m etalenguaje?”, que se vincula directamente con subjetivos de niveles adecuados”.22
otros interrogantes: "¿cuándo enseñamos la teoría?” o "¿cuán­ Como decía más arriba, más allá de la distinción que algunos
do hacemos la sistematización teórica?” . Es decir, la pregunta lingüistas plantean entre gramática ocasional y gramática sisté-
acerca del metalenguaje en la clase de Lengua, y específicamen­ mica, es decir, entre una enseñanza de la gramática a partir del
te cuando enseñamos gramática, viene siendo un lugar común emergente y una enseñanza de la gramática que se propone como
en los espacios de formación docente. Podríamos decir que en objeto de estudio en sí mismo en la clase de Lengua de manera
principio deberíamos enseñar el metalenguaje porque es el len­ sistemática, creo que si recuperamos la dimensión experiencial
guaje específico de nuestra disciplina y estamos en la clase de del conocimiento gramatical a partir de la propia lectura, ora­
Lengua en la escuela media; pero también podríamos decir que lidad y/o escritura, podemos lograr que los alumnos visualicen
el objetivo de la clase de Lengua no es aprender el metalengua­ la gramática como un saber específico que tiene una injerencia
je sino aprender Lengua, el conocimiento puesto en juego en la directa en sus prácticas reales como usuarios de la lengua. Esto
escritura, lectura y oralidad, no meramente el nombre, la eti­ es posible, también, si abordamos la enseñanza de la gramática
queta.26 Tal vez se trate de ir incorporando el metalenguaje a a partir de los propios textos de los estudiantes.
medida que avanza la escolarización a partir siempre de tener Con un grupo de segundo año de un bachillerato de adultos
la experiencia de escribir poniendo en juego ciertos fenómenos del barrio de San Telmo estábamos trabajando con El matadero.
Lo habíamos leído en clase, comentado y analizado en puesta
25. Burbules, Nicholas, £I diálogo en la educación, Buenos Aires, Amorrortu, en común y les propuse, para seguir trabajando el narrador, la
1999, pp. 48 y 55.
siguiente consigna:
26. Es decir, no acordamos con algunas tendencias actuóles de la enseñanza
de la gramática que proponen ejercicios para fijar la terminología, que pien­
san que la escuela es el espacio para enseñar gramática como un objeto de
estudio en sí mismo. 27. Iglesias, Luis, op. cit., p. 314.
DC LA PALABRA | CAPÍTULO 1 En aquel entonces la gente del pueblo estaban con mucha necesi- 45
dad existía mucha miseria y abia que conseguir algo para calmar
Miguel Bunge fue un escritor argentino que vivió en el siglo XIX. el ambre y también la bronca y el mal humor de la gente ya era
Cuando tenía treinta años fue elegido como concejal en su ciudad insoportable.
de origen en el momento en que estaba escribiendo uno novela Los federales imponían un precio que la gente no podia pagar el
corta. Como tuvo que dejar el trabajo como escritor para asumir impuesto entonces empezó las amenazas entre federales y uni­
el cargo público, su novela quedó inconclusa. tarios.
Te proponemos que inicies el texto teniendo en cuenta algunas Era una noche paulatinamente calma dentro de la casilla habia una
anotaciones que dejó acerca de qué debía tratar el texto y cómo mesa con vaso y unas bebidas, se notaba ademas en un rincón otra
tenía que estar escrito: mesa con unos cuadernos de apunte y un sillón destinado para el
- el narrador es objetivo. juez. A los costados unas sillas en desorden y las luces que encan­
- La acción transcurre en la ciudad de Buenos Aires. dilaban en el centro al rato fueron llegando de a uno la gente entre
- Se narra la historia de un hombre perteneciente a la Mazorca conversaciones se tomaron unos tragos mientras esperan al juez.
durante un día de su vida. Don Evaristo fue sorprendido por un grupo de los federales gente
- La narración debe estar cruzada con la descripción y ser de­ de don Rogelio; con la voz de alto, lo tomaron, lo maniataron a los
tallada. empujonesy los llevo al centro donde estaba el juez que le miraba
y se reia burlón primero lo vamos a destripar de a poco con esa
Uno de los estudiantes, Néstor, escribió este texto: amenosa lo subieron sobre la mesa: don Evaristo dijo prefiero que
me maten antes que me usen yo soy un hombre de palabra y mi
Allá por los años 1.900 en la ciudad de Buenos Aires don Evaristo palabra es una ley.
Sierra un colaborador del pueblo tuvo que asumir un cargo publi­ Y alli todos se echaron encimo y a las carcajadas lo golpearon con
co donde la gente lo apoyaba en su labor cotidiana vivía con sus furia con los dientes apretados decían que se muera estos unita­
padres y tres hermanos en el barrio de San Telmo, el es un hombre rios no merecen vivir ja, ja, le cortamos las orejas y le damos a los
muy observador y le gusta participar dentro de la comunidad y así perros y asi gritaron todos asta que lo degollaron.
formó una agrupación que se llamo “Los unitarios”.
Su gente eran la mayoría de clase baja gente de pueblo. ¿Cómo intervenir sobre este texto de Néstor? En principio,
Un día apareció don Rogelio Castillo un restaurador que tenia a podemos decir que el alumno respeta la consigna y relata un día
su gente, un grupo de hombres que trabaja para él, en una ca­ en la vida de un mazorquero, recuperando información de la no­
silla donde cobraba los impuestos y las multas de violación del vela de Echeverría, de la época y de las características de los
reglamento; don Pascual el juez dicta la sentencia, (un hombre personajes. Trata de darle realismo al relato incluyendo una
importante del poder). descripción detallada de los espacios y las acciones. Un aspecto
En ese lugar despreciable acomodan un gran letrero donde dice: interesante del texto de Néstor es que incluye parte de la con­
"Viva el restaurador” "Somos los Federales” estos letreros son signa en el texto - la información de que uno de los personajes
muy significativos por los símbolos políticos que resalta aquella tuvo que asumir un cargo público-, como si se tratara de un re­
memorable azaña de la mazorca que ahora voy a detallar: lato enmarcado para, luego, narrar la historia del mazorquero.
Si elegimos abordar en primer lugar la puntuación, podríamos , 47
CARTOGRAFIAS DE LA PALABRA \ CAPÍTULO 1
proponer una consigna de reescritura que apuntara a trabajar
por párrafos y pedirle que reescriba cada párrafo usando oracio­
Es decir, se trata de empezar rescatando los aspectos ricos e
nes breves y concisas. Se trata de que el estudiante pueda volver
interesantes del texto, en relación con lo pedido en la consigna,
sobre su texto, focalizando una problemática por vez.
para luego trabajar aquellos aspectos discursivos, textuales y
De lo que se trata es de acompañar el proceso de escritura
oracionales que puedan mejorarse. Luego, podemos observar
del alumno, promover la reflexión metalingüística, volver sobre el
que el texto presenta diferentes problemáticas como ausencia
texto, revisar y reescribir el propio texto, y no caer en la correc­
de tildación, problemas de puntuación y sintaxis, dificultades
ción indiscriminada por parte del profesor, que no es funcional
con el desarrollo del tema y rema, problemas de concordancia y
al aprendizaje del alumno. Es decir, se trata de volver a pensar
en la construcción temporal del texto, como así también algunas
el modo en que intervenimos sobre los textos de los alumnos, no
dificultades referidas al discurso directo/indirecto.
para que la escritura se transforme en un papel lleno de correc­
En este caso, la resolución de una consigna para abordar
ciones, sino para que volver sobre el texto, sea otro momento de
saberes literarios puede ser un disparador de problemáticas
la apropiación de los saberes lingüísticos.?8y, a partir de esa vuel­
específicas de la lengua y, puntualmente, de la gramática. De
ta sobre el propio texto, se busca que el alumno pueda poner en
manera tal que, a partir de una instancia como esta donde surge
juego sus saberes gramaticales o adquirirlos en la propia práctica
un emergente en el que están presentes problemáticas lingüísti­
de escritura a partir de su experiencia de escritura y reescritura.
cas, podemos combinar el trabajo de la literatura con la lengua
y abandonar su tratamiento escindido tan habitual en las aulas.
Si elegimos este modo de trabajar, tendremos que -luego
Pensar consignas de trabajo
de enumerar las problemáticas presentes-jerarquizarlas para
luego seleccionar con cuál vamos a empezar a trabajar. Cuando
Repensar los modos en que enseñamos gramática en la es­
decidimos sobre qué aspecto vamos a trabajar podemos pensar
cuela nos lleva a reflexionar en torno al lugar de la consigna de
una consigna de reescritura para abordar ciertas zonas del texto
trabajo como una clave que cifra, de algún modo, la enseñanza.2 8
con esa problemática elegida, copiar fragmentos del texto en el
pizarrón para que entre todos se revise y se reescriba, trabajar
28. Otra práctica posible para intervenir sobre los textos de los estudiantes
en el escritorio con el estudiante para que observe de manera
es la que lleva a cabo, por ejemplo, la profesora Laura Vizcay, de la ciudad
focalizada el problema; proponer un código de corrección que de Reconquista (Santa Fe). Sus estudiantes del ISP N° 4 "Ángel Cárcano” le
todos comparten, o bien se puede hacer una guía estándar para envían por correo electrónico sus trabajos en formato word, ella los trans­
la revisión de los textos que atienda a aspectos vinculados con la forma en texto PDF y luego les hace sugerencias y recomendaciones sobre
normativa, por ejemplo. Otra posibilidad es, luego de haber tra­ cuestiones normativas, discursivas y conceptuales que luego amplía en un
diálogo presencial. £1 archivo PDF le permite la opción “comentarios” que
bajado a partir del texto del estudiante, proponer alguna consig­
registra el historial de las intervenciones y, además, no se altera el trabajo del
na de escritura que apunte a seguir trabajando esa problemática estudiante. De esa manera, sus estudiantes pueden revisar luego los textos
para poder reflexionar sobre ella. En el caso del texto de Néstor, y ver qué aspectos pueden mejorar. Además, para sus estudiantes esta ins­
podríamos empezar con la puntuación, que podría ser un punta­ tancia también implica un aprendizaje acerca de los modos en que se puede
pié inicial para resolver problemas de sintaxis y de tema y rema. intervenir sobre el texto de sus futuros alumnos de escuelas secundarias.
cartografías d i la palabra | capítulo 1 de una escritura creadora librada al azar y propone el concep- 49
to de invención, que posee ciertas técnicas para estimularla
Podemos pensar la consigna como un contrato didáctico que se pueden convertir "en un instrumento para la educación
entre el profesor y el estudiante que guía la resolución de un lingüística”.51 Esta invención no parte de la nada, sino que surge
problema detectado en la práctica, como una tarea que da el a partir de ciertas palabras, de algo dado. La consigna puede
docente a los estudiantes y se trama en un acuerdo tácito. pensarse como un espacio donde se presenta la imaginación y es
También se puede pensar la consigna de trabajo como una esta la que dispara más invención. Rodari plantea, en distintas
artesanía. £s decir, el profesor interpreta su propia práctica y lo­ consignas, que para producir la invención se deberían realizar
caliza en el emergente un problema específico, indaga en cómo distintos tipos de operaciones, tales como el extrañamiento, la
solucionarlo y construye un artefacto didáctico poniendo en jue­ asociación y comparación, el desarraigo, el sinsentido del senti­
go la reflexión sobre sus cualidades y particularidades. Cuando do, el uso de la hipérbole; en una palabra, se trata de entrenar la
pensamos en la consigna como artesanía privilegiamos la prueba imaginación para que salga de los cauces normales o demasiado
y el ensayo y, a partir de ahí, se le da importancia no solo al es­ habituales del significado.
bozo sino también a las metamorfosis que va sufriendo hasta que El pedagogo canadiense Kieran Egan también apuesta al uso
llega el momento de decidir que fluya en la práctica concreta y de la imaginación como herramienta de aprendizaje en distintas
ver sus resonancias.293 *Asimismo, pensamos en una consigna que
0 áreas del conocimiento, ya que considera que permite ampliar
se configura como un dispositivo didáctico que rompe con prác­ los horizontes de nuestro mundo familiar y ayuda a fijar ciertos
ticas instituidas para dar lugar a otros modos de apropiación del saberes -nosotros podríamos pensar en los gram aticales- desde
conocimiento y que "se presenta con una materialidad dada y, a el lugar de la imaginación, de los mundos posibles. El alumno
la vez, es producto del trabajo intelectual del docente que toma aprenderá partiendo de sus propias experiencias sociocultura-
decisiones en la cotidianeidad de su hacer proponiendo e imagi­ les y estructuras de sentido y, a partir de ahí, deberá construir
nando otros modos de enseñar y otros modos de apropiarse del o componer un conocimiento diferente. Por esto, cuanto más
conocimiento”.50 abierta sea su imaginación, mayores posibilidades tendrá de
También podemos rescatar, para repensar la consigna de construir sentidos más ricos. De esta manera, se busca abando­
trabajo, la gramática de la invención propuesta por Gianni Ro- nar la idea de que el aprendizaje, en este caso de la gramática,
dari en su Gramática de la fantasía, donde se aleja de la idea sea el almacenamiento de ciertas reglas y su recuperación mecá­
nica; más bien se trata de producir textos a partir de consignas
que trabajen con la imaginación y, de este modo, produzcan una
29. Pora profundizar sobre la concepción de la consigna de trabajo como ar­
invención acotada a cierto universo y a ciertos saberes lingüís­
tesanía, ver Sardi, Valeria, "De artesanos y artesanías en la enseñanza de la
Literatura”, en Revista Texturas, N° XII, Facultad de Humanidades y Ciencias, ticos. Además, esta manera permite establecer una relación
Universidad Nacional del Litoral, Publicación periódica anual, Santa Fe Re­ afectiva con el conocimiento y no pensarlo como un mero reflejo
pública Argentina, 2012. de ciertos estímulos. La imaginación, en palabras de Egan, es
30. Sardi, Valeria, “Imaginaciones didácticas. La enseñanza de la poesía como
importante porque nos permite ir más allá de lo conocido y, por
artesanía”, ponencia leída en las III Jornadas de Didáctica de la Literatura,
organizadas por IES N° 1 "Dra. Alicia Moreau de Justo”, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, septiembre de 2006. 31. Rodari, Gianni, Gramática de la fantasía, Buenos Aires, Colihue, 2000, p. 7.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA \ CAPITULO 1
dad—la puesta enjuego de conocimientos específicos que luego 51
utilizarán en su experiencia como lectores y escritores.
lo tanto, apropiarnos del conocimiento descartando las repre­ De allí que consideramos que la enseñanza de la gram áti­
sentaciones más usuales. ca puede pensarse a partir de consignas de trabajo que tomen
En este sentido, los aportes teóricos de Elliot Eisner también la imaginación como elemento constitutivo, pensada ya no
pueden ser productivos a la hora de pensar las relaciones entre como una mera instrucción sino como un enunciado en senti­
imaginación y conocimiento. Para este autor, la imaginación es do bajtiniano,33 que provoque otro enunciado. La imaginación
un factor esencial para apropiarnos del lenguaje porque, afirma,
funcionará como marco para provocar la escritura a partir de
"no podemos conocer a través del lenguaje lo que no somos ca­ ciertas restricciones o pautas que planteen desafíos vinculados
paces de imaginar”32y, asimismo, señala que la vida imaginativa con la utilización de determinados contenidos gramaticales. En
de un sujeto "se construye a partir de la propia experiencia”;33 este caso, pensamos la consigna en la tradición de los talleres
es decir, hay una relación intrínseca entre la apropiación de co­ de escritura como Grafein,336 es decir, cuando ciertas restriccio­
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nocimiento, la experiencia-entendida como aquella “que nace nes operan como disparadores de la escritura a partir de ciertas
del contacto del ser sensible con las cualidades de su medio, sea pautas o reglas dadas. Por ejemplo, una consigna que se propone
la experiencia nacida de la imaginación”—34 y la imaginación. como objetivo trabajar con los adjetivos despectivos, es decir,
Por otro lado, Eisner discute la idea de que el conocimiento esté en el ámbito de la morfología, partirá de la caracterización de un
afuera esperando que el sujeto lo encuentre, sino que considera personaje que ve el mundo desde una determinada perspectiva37*
que el conocimiento es construido por el sujeto que se coloca en
un rol de artista o artesano, alguien que fabrica ideas y trabaja
con materiales. Además, este autor plantea que si se consideran 35. Bajtín, en su teoría de los géneros discursivos, plantea la existencia de enun­
ciados para referirse a unidades discursivas que se conciben en diálogo con
los modos estéticos de aprender, se debería tener en cuenta que
otros enunciados, puntos de vista, voces previas y posteriores al enunciado de
aprender un conocimiento implica tener en cuenta la imagina­ un sujeto. Bajtín, Mijail, Estética de la creación verbal, México, Siglo XXI, 1985.
ción, la diversidad de perspectivas, “la importancia del punto 36. Taller de escritura conformado por un grupo estudiantes y docentes de la
de vista personal”, “ la posibilidad de explorar la ambigüedad”, Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en la década del 70. Para conocer la
propuesta de Grafein ver Tolebem, Mario, El libro de Grafein. Teoría y práctica
la disposición para confrontar puntos de vista disímiles, entre
de un taller de escritura, Buenos Aires, Santillana, 1994 (reedición atribuida
otras prácticas o “ inclinaciones” posibles. De allí que poner en
al autor del libro homónimo de autoría a cargo del colectivo Grafein, Madrid,
juego la imaginación y los modos estéticos de conocer en rela­ Altalena, 1982).
ción con la apropiación de saberes lingüísticos puede ser una 37. Por ejemplo, veamos una consigna que suelo trabajar con profesores en
puerta para que los estudiantes prueben o ensayen en su vida formación para reflexionar sobre otros modos de enseñar gramática: María
y Haroldo. María es una chica alta, flaca, con pelo negro con muchos rulos.
imaginativa - a partir de consignas de escritura, lectura y orali -
Está veraneando en la costa argentina con sus padres. Un día sale a caminar
por la orilla del mar y conoce a un chico del que se enamora a primera vista.
Haroldo, así se llama el chico, es soberbio y mira a todos como si estuviera
32. Eisner, Elliot, La escuela que necesitamos. Ensayos personales, Buenos
arriba de un faro. Nada le gusta y todo le parece poco, pobre o feúcho. Tal
Aires, Amorrortu, 2002, p. 35.
es así que no le da importancia a María a pesar de que ella se derrite cada
33. Ibídem, p. 48.
vez que lo ve. Escribí el correo electrónico que Haroldo le escribe a un amigo
34. Eisner, Elliot, Cognlclóny curriculum, Buenos Aires, Amorrortu, 2007, p. 55.
donde describe a María. Tené en cuenta la personalidad de Haroldo.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 1 debe resolverse a partir de ciertas pautas dadas.40 Es decir, la 53
consigna establece ciertas restricciones de manera velada -e n ­
y la escritura de un texto desde el punto de vista del persona­ tramada con la lógica de la im aginación- que están directa­
je hará que los estudiantes utilicen esa clase de palabras casi mente relacionadas con un problema gramatical que se busca
sin darse cuenta, como jugando. 0 una consigna que se propone enseñar; en el primer ejemplo se busca trabajar tildación y en el
abordar el pretérito imperfecto no a partir de la reproducción segundo caso el propósito es abordar la sintaxis.
memorística, sino expandiendo un texto disparatado donde En este sentido, la consigna también puede pensarse dentro
predomina ese tiempo verbal y el uso de la consonante "b” .38 Es de la propuesta de Linda Torp y Sara Sage del aprendizaje basado
decir, los estudiantes, al resolver este tipo de consignas, recu­ en problemas que busca impulsar a los alumnos "a situarse en
peran de manera significativa sus saberes gramaticales como un nivel de desempeño de roles que los comprometa íntimamen­
usuarios de la lengua que son y, en la reflexión metalingüística te como participantes activos, de modo que los estudiantes se
guiada por el profesor en torno a sus textos, pueden hacerlos adueñen del problema y se interesen más en resolverlo”.41 La con­
conscientes y apropiárselos para su uso futuro. signa pone al alumno en una situación problemática y, a la vez,
Por otro lado, podemos partir de una consigna como un enig­ atractiva, que hace que se introduzca en determinado rol y des­
ma o problema que el alumno debe resolver: un enunciado ficcio- de ese lugar intente solucionar el problema o resolver el enigma
nal donde se propone la escritura de un texto donde prevalecen planteado. De esta manera, los estudiantes cuestionan y desa-
palabras con determinada acentuación en un marco genérico
gótico,39 o una consigna que presente un texto enigmático que 40. Como, por ejemplo, la consigna titulada Un policial: Mr. John Searching
es un profesor que da clases en la Universidad de Oxford y que tiene la cos­
tumbre de hablar con oraciones muy largas. En sus ratos libres lee novelas
38. Por ejemplo, la consigna titulada Abel Ababa: Abel Ababa es un chico al policiales y descifra los enigmas que publican en la revísta de ciencias de la
que le gusta jugar con las palabras e inventar historias que sucedan en el universidad. Después de dar clases, normalmente se va a tomar una cerveza
pasado. Desde que era muy pequeño y debido a su nombre y apellido tiene la al pub de los universitarios. Uno de esos días, luego de dar clases, se dirigió
costumbre de usar sólo verbos con b. Lean el texto que escribió y continúen a la biblioteca en busca de una nueva novela policial. Al llegar allí, encontró
la historia teniendo en cuenta las costumbres de Abel: un papel extraño pegado en la puerta que decía lo siguiente:

Los hombres que habitaban el lejano país de Babel soñaban que viajaban S.O .S. £1 profesor............................................................................................
a un país lejano donde sólo las jirafas amaban y amamantaban a sus sufrió un extraño accidente. £n medio de la noche, una explosión..............
crías. £n ese país se comentaban e imaginaban historias raras y maravi­ causó la pérdida de la computadora y de algunos ejemplares de la b i­
llosas. Por ejemplo, un viejo de la tribu contaba que los días de tormenta blioteca.
las alimañas se m ultiplicabany perforaban las paredes de las casas. Otra ¡Auxilio! £s necesario que se descubra al atacante......................................
de las historias que narraban cuando iban al mercado era que a pesar de ¡Ayúdenos a descubrirlo! £stamos perdidos...................................................
que el príncipe montaba a caballo... Para ayudar al profesor a descifrar este enigma, tené en cuenta que, como
39. Por ejemplo, la consigna titulada Martín Tildan: Martín Tildón es un escri­ no puede con su genio, trató de dilucidar el extraño mensaje completando
tor que sufre de una rara enfermedad que lo obliga a usar predominantemente los blancos con frases largas donde suma mucha información, en algunos
palabras esdrújulos y sobreesdrújulas. Martín acaba de empezar una historia casos inútil.
que comienza así. "El árbol de la mansión gótica sufrió un extrañísimo...". Te 41. Torp, Linda y Sage, Sara, £I aprendizaje basado en problemas. Desde el
proponemos que lo ayudes a escribir el relato, teniendo en cuenta su extraña jardín de infantes hasta el final de la escuela secundaria, Buenos Aires, Amo-
afección. rrortu, 1998, p. 137.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA ¡ CAPÍTULO 1

fían sus propios pensamientos y establecen una relación signifi­


cativa con el aprendizaje gramatical. Además, luego de resuelto
el problema se trabaja con las diversas resoluciones posibles y se
apunta a la reflexión metalingüística a partir de la experiencia
de escritura.
Entonces, la gram ática ya no se tratará como un conoci­
miento vacío o memorístico, sino como un conocimiento que se
construye en ia propia práctica escrituraria, a partir de proble­
mas concretos. La práctica de escritura funciona como marco
fundamental para la enseñanza de la gramática y, de esta mane­
ra, ya no se trata de pensar ta enseñanza de la lengua desde una
visión donde se oponga el nivel oracional al nivel textual, sino
que se propone un punto de encuentro entre dos modos contra­
puestos históricamente; es decir, se busca la articulación entre
el paradigma de la gramática del texto y la oracional enseñando
contenidos gramaticales puestos enjuego en los textos resultan­
tes a partir de consignas de trabajo focalizadas. De esta manera,
además, se resignifica la enseñanza y el aprendizaje de ia gra­
mática en relación con la apropiación de la lengua escrita y, en
algunos casos, se trama la enseñanza de la lengua y la literatura.

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