Respue stas
3) Su personalidad
Produce impresión, no sólo de calma y serenidad patriarcales,
sino de grandeza, de augustez. Crea en su entorno un respeto
tan enorme que nadie se atreve a discutirle, ni a dudar de sus
palabras, ni a pedirle que la explique, ni a exponer una opinión
contraria a la suya. Cuando ordena sin claridad –caso
frecuente- hay que interpretarlo; y así, malas acciones que le
atribuyen son obra de sus intérpretes.
La autoridad de Yrigoyen no proviene del cargo que ocupa.
Igual en el gobierno que en la oposición, esa autoridad enorme
le viene de su absoluto control de sí mismo, que le permite
dominar siempre la situación; de la unidad, la continuidad y la
fuerza de sus convicciones; de la austeridad moral y de su
serenidad perfecta; y del prestigio de su vida.
Controla su voz y sus palabras como controla todos sus actos.
Sabe encantar como nadie. Personas que se le acercaron
prevenidas, salieron para siempre conquistadas. Seduce a
todos, y le basta proponérselo. El arte de fascinar parece
ingénito en él. Entre amigos es un conversador admirable, a
pesar de que el diálogo es excepcional en él. Sin embargo,
sabe escuchar.
Yrigoyen se rige por unos cuantos principios sin cambiar
jamás. Donde predomina el materialismo, él es idealista y
místico. En medio de millones de indiferentes, él tiene una fe y
una pasión. Renuncia a todos los placeres de la vida en un
pueblo de gozadores de la vida o que aspiran a serlo.
Es muy distinto a todos. Es un introvertido típico; vale decir: un
hombre cuya energía psíquica se dirige hacia adentro, que vive
más hacia adentro que hacia afuera. Introvertido casi absoluto,
poco tiene del tipo opuesto, dado que la introversión consiste
en el predominio, en un solo ser de los dos adversos
caracteres.
En el mundo de sus ideas, Yrigoyen es audaz; véase la forma
en que se expresa de los gobiernos. Esto es típico del
introvertido, lo mismo que su temor cuando se trata de
convertir en hechos las ideas.
7)
8) Cuando llego a la presidencia Alvear emprende una política
destinada a solucionar el problema del déficit fiscal actuando
tanto por el lado de los gastos como por el de los ingresos. Si
bien las diferentes presiones provenientes del partido
impulsaron nuevamente al presidente a subir el gasto en
personal y las FA obtuvieron más recursos para la defensa y el
equipamiento, la bonanza de la década del 20 dejo lograr el
equilibrio presupuestario.
Integro su gabinete con hombres conservadores y
antiyrigoyensitas. Redujo el gasto público en los sectores
vinculado a la política electoralista de la UCR, aumento las
partidas destinadas al equipamiento militar.
Los enfrentamientos internos hicieron que se dividan: los
vinculados al "grupo azul" (Melo, Gallo, Alvear) opositora a
Yrigoyen, formaron la UCR Antipersonalista mientras que la
UCR perteneció a los Yrigoyenistas que tenían a la mayoría de
los sectores medios y parte de los grupos populares.