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¿Cómo ser un buen cristiano?

Seguramente es la pregunta que más solicitada esté hoy en día. No obstante, no existe una receta o una regla
infalible para responder esta pregunta. Claro, la pregunta de alguna manera pareciera que pasa por alto el
sentido del cristianismo. No es en nuestras fuerzas. Pero es una excusa para seguir siendo mediocres y no
buscar la excelencia. A veces las recetas no funcionan en ninguna área. ¿Han visto esas recetas? ¿Cómo
vahar de peso? Y quizás nunca bajamos de peso, excepto cuando hacemos conciencia de comer más
saludable.
Está pregunta, nos hace pensar, que muchos viven como les parezca y la única guía de sus vidas son sus
pensamientos.
Hice una prueba en el Internet mediante una aplicación de buscador de palabras esta frase: “Cómo ser un
buen cristiano” sorprendentemente poseía 20 millones de búsqueda en la Web.
Bíblicamente demos respuesta a esta pregunta que en nuestro subconsciente alguna vez lo hemos hecho.
Lo primero, debes arrepentirte, según el mensaje de Jesús y los apóstoles. «Desde entonces Jesús comenzó a
predicar: "Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.» Mt. 4:17. Asimismo, Hechos 2:38
NTV, menciona que: «Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a
Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo
del Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes, para sus hijos y para los que están lejos, es decir, para
todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios».
Lo segundo, es el nacer de nuevo, según Juan 3:3-8, «3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un
hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es.

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes
su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu».

Para que este proceso se dé es necesario que la persona reconozca que Jesucristo es el hijo de Dios. Y que se
decida seguir y servirle a él. Que esa persona reconozca que Jesucristo a través de su muerte sus pecados son
perdonados, a través de ese sacrificio hecho en la cruz del calvario, la persona, es redimida y reconciliada
con Dios. 2 Corintios 5:18-21: «18 Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por
medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. 19 Pues Dios estaba en Cristo
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a
nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. 20 Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su
llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a
Dios!». 21 Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, [a] para que
nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo». Para afirmar esto leamos
Hecho 16:31: «—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa».

Seguramente usted, ora=comunicar. Lee la Biblia=saber. Tiene fe=creer. Diezma, ayuda y pone
ofrendas=dar. Va a una iglesia=ir. Hace algo para la iglesia=servir. Si usted nota todos son verbos=acciones.
Sin embargo, la gran mayoría encuentra que no es un buen cristiano y de seguro que ni usted ni yo tampoco
nos consideramos buenos cristianos.

¿Entonces qué mismo? Se nos dijo que debemos dejar de pecar. ¿Qué es pecado? Desobediencia a los
mandatos de Dios. Actos de incumplimiento a órdenes divinas. Que vuelve a ser acciones. Otra vez, un
verbo=pecar. Cuando nos arrepentimos hacemos un cambio de acciones. Cambiar la manera de vivir y de
pensar, dice otra traducción, sobre el arrepentimiento.

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Bueno ya estamos dentro. Ya hemos caminado entre aciertos y desaciertos varios pasos en la fe. Vamos
creciendo, algunos se quedan enanos, no pudimos evitarlo. Para todo lo que implica vivir la vida cristina
necesitamos un tutor, una guía, un compañero íntimo. La verdad no está solo.

La soledad es un tema muy abstracto o impreciso. Ya que muchos ven como buena la soledad. Pero Dios
dijo que es malo. Génesis 2:18, muestra que, «18 el SEÑOR Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo.
Haré una ayuda ideal para él». Dios afirmó que es malo por ello nos dio una compañera. Para Dios es súper
importante la compañía, la amistad y el compañerismo y la comunicación.

Desde que el hombre cayó en el Edén, perdió la compañía, la comunicación y otra vez se sintió solo. Pues
perdió la comunión con Dios. Toda la relación que fue al piso y la humanidad rompió un importante
compañerismo. El oído, la soledad, el aislamiento y el dolor se adueñaron de lo más preciado la relación. Ya
no había paz entre los hombres ni con Dios.

Dios había ideado desde antes de la fundación del mundo traer una solución a este problema de soledad.
Juan 14:6, « 16 Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor,[a] quien estará con ustedes para
siempre». Dios sabía que ni dándole una esposa, y una iglesia el hombre podría dejar de sentirse solo. Nos
ofrece la ayuda de un Tutor, de un Ayudador, un Compañero, un Camarada para que esté con nosotros para
siempre.

Usted ni sueñe con ser un buen cristiano si deja o pierde la mirada al Espíritu Santo. Él es la clave para ser
un buen cristiano. Pues Él hace todo el trabajo por nosotros. Bueno sí hay una parte que nos corresponde
hacer. Pero présteme atención por favor. Es Él el que realiza el cambio que nuestras vidas frustradas no
pueden hacer. Nos da un giro de 360º.

Lo que realmente nos hace falta es comprender la realidad de Espíritu Santo y experimentarlo en nuestras
vidas. Sabemos que el Espíritu Santo es Dios mismo caminando en medio nuestro. «27 Pondré mi Espíritu en
ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas». Ezequiel 36:27.

Por ejemplo, uno como docente ha notado que los niños de los 12 años comienzan a experimentar la
soledad. Pues esos tutores de la primaria, en la secundaria, ya no son lo mismo.

Eso se va sintiendo desde la infancia y los seres humanos a medida que crecen están rodeados de multitudes
y cada vez más solos. En medio de una era de la tecnología que nos acerca a los que están lejos y nos aleja a
los que están cerca.

Entonces queremos sentirnos acompañados, pero aplicamos mil métodos para lograrlo. Zacarías 4:6, indica
que: «No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Santo Espíritu» —dice el SEÑOR de los ejércitos.

El Espíritu Santo inspira al hombre y todo hombre inspirado por Él debiera saber que su misión aquí en la
Tierra no es para que estemos contentos o cómodos viendo Netflix o YouTube viendo la Tele. Es para
desarrollarnos como seres humanos de verdad. Para hacer lo que Dios en su sola potestad pensó que
debiéramos hacer aquí.

Todo hombre ha sido creado para estar en constante comunión, amistad y camaradería con Dios. Ustedes no
saben el vacío que se siente cuando él no está. La soledad nos vuelve locos. La soledad es mala.
Atentamente Dios.

Nosotros en la soledad somos peor que Windows 1.1, porque la mejor versión de nosotros no es en la
soledad. Hay una persona que quiere darnos su compañía que quiere hacer de nosotros fuertes como búfalos.
«Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco». Sal. 92.10. Ágiles
como las águilas, en Isaías 40:31, dice: «En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas

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fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. Él
quiere que seamos inmensamente más de lo que somos hoy.

Nosotros fuera del habitad que Dios creo para nosotros somos gusanos, no lo digo yo, lo dijo David. Salmos
22:6, «Pero yo soy un gusano, no un hombre; ¡todos me desprecian y me tratan con desdén!

Dime con quién andas y te diré quién eres. ¿Usted anda con Dios? Todas las historias de la humanidad se
resumen en una, sí las de ficción y las reales todas van al mismo punto. Lo dijo un antropólogo llamado
Joseph Campbell. Él lo llamó el camino del héroe.

Para transitar este camino requiere de un Tutor, siempre toda historia hay un Guía o Consejero. Es el
invisible que va con usted. Es ese alguien que debe estar allí para guiarle, para enseñarle, para ayudarle y
consolarle. Suele ser el protector que le enseña y le instruye hasta que está listo para enfrentar su destino.
«Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré», Hebreos 13:5.

Dios quiere llevarnos a una transformación, así como a través del camino del héroe. Luego de ello cuando
atravesamos su camino, ser transformados en 360º. Es una transformación total y de verdad. Donde el Tutor
proporciona ayuda sobrenatural, para que el hombre de Dios cumpla con su destino.

Es la vida humana el viaje universal de todo hombre donde sufrirá un cambio radical. Ese viaje corresponde
a nosotros con Dios donde jamás de los jamases debemos perder de vista al Tutor. El bendito Espíritu Santo.

Pero hay un, pero. La compañía implica responsabilidad. Quizás por eso preferimos la soledad. No nos gusta
la responsabilidad. Y es respetar su presencia. No debemos vivir haciendo o diciendo cualquier cosa que
ofenda su presencia.

Sin una Guía nosotros nos perdemos para siempre. Piense un momento como es que la iglesia primitiva por
más de 400 años no tuvo biblia. ¿Quién los sostenía? El Espíritu Santo. Usted y yo hemos nacido para vivir
en el Espíritu Santo estamos para seguirlo a él. El libro de los hechos muestra como los apóstoles le
siguieron en todo cuando él ordenaba.

Damas y caballeros les presento a mi amigo ala Espíritu Santo él es su Tutor y mucho más que eso. Él va
callarle cuando necesita que calles. Va consolarlo cuando esté llorando. Va corregirle cuando se desvíe. Va
abrazarlo cuando lo necesite. Va guiarlo cuando esté perdido. Va mostrarle la salida cuando no la encuentre.
Va fortalecerle cuando sus fuerzas se parezcan a las de gusano. Va darle vida cuando se sienta como muerto.
Va enseñarle cuando no entienda nada. Va gobernarle, va direccionarle, va administrar su vida, va tomar el
control cuando usted se lo permita, va llenarle de poder para vencer el mal. ¿Quién no quiere una persona así
a su lado?

¿Sabe que es lo que Él hace en su vida? La Biblia dice esto: Mora o vive en nuestros cuerpos. Reprende el
pecado, no ayuda a vencerlo. Nos da una nueva vida. Practica el amor de Dios y hace que nosotros también
practiquemos. Nos da el poder para compartir a otros. Nos enseña qué hay que decir. Nos revela secretos.
Trae su presencia a nuestras vidas. Nos mantiene unidos. Enseña siempre sobre Cristo y su Reino. Nos
ayuda a encontrar la verdad. Nos anima. Nos controla. Nos da el gozo y la paz. Nos lleva a la comunión.
Nos enseña a vivir como cristianos de verdad. Obra su fruto en nosotros. Nos santifica, nos da dones y
muchas otras cosas más.

Entonces la mejor versión de usted va salir a la luz. Usted y yo seremos transformados por su toque. A partir
de allí la vida cambia. Da un giro inesperado. Y el fracasado hombre que podamos ser se convierte en un
hombre de Dios. Ahora comenzará a tener un Mentor, un Guía, un Amigo. Es el bendito Espíritu Santo.

Él quiere que usted y yo seamos quienes marquemos la diferencia y no se trata solo de saber a cerca de él
sino de conocerlo. Porque con Dios quiere que caminemos y que tengamos la resistencia de soportar las

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cargas, quiere darnos el poder. Hechos 1:8 «pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre
ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda
Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra».

Para muchos podrá parecer fantasía. Solo necesitamos rendirnos a Jesús. Y él nos dará todos los beneficios
aquí escritos (biblia).

Y saben es lo único que tengo. Pues no necesito nada más. Tengo la esperanza de esa vida. De ser lleno de
su Santo Espíritu. El que no está haciendo provecho de él. Es porque no le conoce. Esta persona divina es la
única que va guiar a su iglesia. Juan 14:17: «Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El
mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él
vive con ustedes y después estará en ustedes».[a] Pero ustedes lo conocen, él desea pasar tiempo con ustedes.
Esa es la clave del éxito, si pudiera llamarse así. Es el secreto revelado.

Enamórese de él, búsquele a él. Conózcale a él. Entréguele su vida a él. Vale la pena siempre lo valdrá.

Jesús dijo que a donde él iba nosotros no podríamos ir. Que nos dejaría huérfanos que nos daría un
Consejero para que este con nosotros para siempre.

Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino
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que les dirá lo que ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro». Juan 16:13.

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