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Psicología
La historia de la psicología ha visto el
nacimiento de varias escuelas y propuestas
teóricas.
Adrián Triglia
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1. Estructuralismo
2. Funcionalismo
Una de las principales corrientes de la psicología de las aparecidas a principios
del siglo XX. El funcionalismo, que nació en la primera década del siglo XX,
supone un rechazo al enfoque estructuralista; en vez de centrarse en estudiar
los componentes de la mente, tenía como objetivo entender los procesos
mentales. No se centraba en las "piezas", sino en el funcionamiento, es decir las
funciones psicológicas que se llevan a cabo dentro de nuestra cabeza (y, por
extensión, dentro de nuestro cuerpo).
Además, mientras que los planteamientos del estructuralismo tenían que ver
con preguntas muy abstractas y generales, el funcionalismo aspiraba a ofrecer
herramientas útiles. La idea era conocer cómo funcionamos para poder utilizar
esos conocimientos en problemas cotidianos y específicos.
3. Psicoanálisis y psicodinámica
4. Conductismo
El conductismo se consolidó poco después del psicoanálisis, y apareció siendo
una corriente d la psicología que se oponía a Freud y a sus seguidores, pero
también a muchos otros investigadores con tendencia hacia el mentalismo. Al
contrario que estos últimos, los conductistas enfatizaban la importancia de
basar la investigación en elementos observables del comportamiento,
evitando al máximo la especulación no justificada y huyendo de la
interpretación de los actos en clave simbólica.
Fundamentalmente, los conductistas se caracterizaban por considerar que el
objeto de estudio de la psicología debía ser la conducta, y no lo que suele
entenderse por "procesos mentales" o, por supuesto, cualquier tipo de
especulación sobre el alma (si bien llegado cierto punto también pasaron a
estudiarse los procesos mentales, aunque entendidos como conducta, igual que
la conducta motora).
5. Gestalt
Esta corriente, que no debe ser confundida con la terapia Gestalt, nació en
Alemania para estudiar procesos psicológicos relacionados con la percepción
y con el modo en el que se llega a soluciones ante problemas nuevos.
Para estos investigadores, tanto al ver una imagen como al tener una idea
somos capaces de crear una imagen global acerca del entorno y sus
potencialidades, en vez de limitarnos a acumular información pieza por pieza
acerca de lo que nos rodea y luego hacer que estos elementos encajen.
Por ejemplo, al resolver un puzzle o vamos probando hasta que por casualidad
lo conseguimos, sino que se nos aparece una imagen de la resolución del
problema de forma espontánea. Wolfgang Köhler, por ejemplo, estudió cómo
los chimpancés llegan a conclusiones acerca de posibles maneras de modificar
el entorno para obtener comida.
6. Humanismo
Técnicamente, la psicología humanista no se caracteriza por proponer
herramientas de investigación o de intervención determinadas, y tampoco se
fundamenta en presuposiciones científicas diferenciadas. Lo que la distingue es
el modo en el que se vincula la psicología con la ética y con un concepto del ser
humano.
7. Cognitivismo
El cognitivismo se consolidó como corriente de la psicología a finales de los
años 60, y fue una reacción al conductismo de B. F. Skinner. Supuso una
vuelta al estudio de los procesos mentales que no eran demasiado tenidos en
cuenta por los conductistas, y esto hizo que apareciese una nueva
preocupación por las creencias, las emociones, la toma de decisiones, etc.
Sin embargo, en lo metodológico esta nueva corriente se vio muy influida por el
conductismo, y utilizó muchas de sus herramientas de intervención y de
investigación. Actualmente, el cognitivismo es la perspectiva dominante.
3. EL ESTRUCTURALISMO
Edward Titchener (1867-1927), el discípulo más importante de Wundt, fue el creador del
estructuralismo. Veamos alguna de sus afirmaciones y características principales.
Las imágenes y las sensaciones tienen los cuatro, las emociones los tres primeros.
Críticas al estructuralismo:
La principal: el método empleado, la introspección, es poco objetivo.
4. EL FUNCIONALISMO
Objeto de la psicológica para el funcionalismo: estudio de los propósitos y función de los
procesos mentales.
Concepto
El concepto de «psicoanálisis» designa, por una parte, aquel modelo teórico
descriptivo y explicativo de los mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la
vida anímica humana. Este modelo se basó inicialmente en la experiencia de
Sigmund Freud en el tratamiento clínico de pacientes que presentan histerias, fobias
y diversos padecimientos psíquicos y ha tenido un amplio desarrollo teórico
posterior con el aporte de muchos teóricos del psicoanálisis. Por otra parte,
«psicoanálisis» se refiere también a la terapia psicoanalítica misma, es decir, a un
conjunto de procedimientos y técnicas terapéuticas que se desarrollan a partir de
esta teoría para el tratamiento de patologías mentales. Finalmente, «psicoanálisis»
puede referirse además al método psicoanalítico: un método de investigación que
ha sido aplicado, más allá de la psicología clínica individual, al análisis de
fenómenos culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre otras
disciplinas).7 El desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos tres aspectos
por parte de investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal segmentación
del campo psicoanalítico no puede ser otra cosa que una esquematización
descriptiva, y que en ningún caso da cuenta de la estructura propia del psicoanálisis
donde teoría y práctica se encuentran ligadas sin que pueda darse la una sin la otra.
Freud sostuvo que una de las glorias del psicoanálisis era la coincidencia de
investigación y tratamiento,8 si bien aclara que la técnica de ambas difiere. El
psicoanálisis moderno se caracteriza por el pluralismo teórico, metódico y
terapéutico. Si el psicoanálisis puede ser considerado una teoría científica es un
asunto que en círculos académicos y profesionales continúa siendo controvertido.
La definición clásica de Freud nota 1 incluye, según resumen Jean Laplanche y Jean-
Bertrand Pontalis, los siguientes tres aspectos:
A) Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la
significación inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños,
fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa principalmente en las
asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez de la interpretación. La
interpretación psicoanalítica puede extenderse también a producciones humanas
para las que no se dispone de asociaciones libres.
Sigmund Freud.
El psicoanálisis incluye también una serie de métodos para la investigación de la
experiencia, el pensamiento y la conducta humana, tanto de sujetos individuales
como de grupos y culturas. Esta última aplicación se ha llamado también
etnopsicoanálisis.12 13
La idea central de esta aplicación del psicoanálisis consiste en que tras la superficie
en la que se representan las formas de comportamiento perceptibles (en la conducta
individual y en la de los grupos y culturas) así como también tras las normas
sociales y valores de una comunidad cultural, con frecuencia se esconden
contenidos y motivaciones inconscientes que no son de acceso fácil al Yo y que
pueden develarse y hacerse comprensibles con la ayuda de los conceptos y
métodos del psicoanálisis.[cita requerida]
En las décadas siguientes a Freud, diversos psicoanalistas desarrollaron otras
técnicas para la exploración e interpretación psicoanalítica de diversas
manifestaciones culturales: desde los cuentos de hadas y mitos hasta el análisis de
obras literarias mayores, del cine o de las artes plásticas.
El psicoanálisis como terapia
En el sentido estricto, el psicoanálisis puede ser definido como un método y técnica
de tratamiento psicoterapéutico basada en la exploración del inconsciente a través
de la asociación libre. A diferencia de los métodos que se basan en ejercicios,
entrenamiento o aprendizaje (como las técnicas conductuales) o de las
explicaciones en el plano cognitivo, el psicoanálisis se cuenta entre las técnicas de
descubrimiento o develación que intentan que el paciente logre una comprensión
profunda de las circunstancias (generalmente inconscientes) que han dado origen a
sus afecciones, o son la causa de sus sufrimientos o malestares psíquicos. Aunque
frecuentemente se asocia esto a la introspección, constituye un malentendido
esperar como objetivo esencial de la terapia psicoanalítica una comprensión
racional acerca de las relaciones causales. Se trata más bien de lograr una
reestructuración de más amplio alcance de la personalidad, muy especialmente de
la vida afectiva y particularmente en aquellas áreas que contribuyen y mantienen la
formación de síntomas, o de formas defensivas que causan daño o malestar. [cita
requerida]
Sala de espera del consultorio en la casa de Freud, donde tenían lugar las
reuniones de la "Sociedad Psicológica de los Miércoles".
En el período aproximadamente comprendido entre 1895 y 1905 Freud, atravesó
por un intenso aislamiento profesional y personal provocado por la oposición y a
menudo indignación que sus teorías suscitaban. A pesar de ello, Freud se mostró
particularmente fructífero en estas circunstancias adversas publicando las que se
consideran dos obras cardinales del psicoanálisis, La interpretación de los sueños y
Tres ensayos sobre teoría sexual. El aislamiento de esta época, que el mismo Freud
denominaría «espléndido aislamiento», fue remitiendo paulatinamente y ya en otoño
de 1902 nació modesta e informalmente la Psychologische Mittwoch-Gesselschaft
(literalmente: «Sociedad Psicológica de los miércoles»). Los médicos vieneses Max
Kahane, Rudolf Reitler, Alfred Adler y Wilhelm Stekel se empezaron a reunir, a
iniciativa de este último, en la casa de Freud cada miércoles por la noche.23 Este
pequeño grupo formó el núcleo de lo que se convertiría, en 1908, en la Asociación
Psicoanalítica Vienesa (Wiener Psychoanalytische Vereinigung).24
En 1910 se fundó la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), pero no fue hasta
1919, tras el final de la Gran Guerra (1914-1918), cuando el movimiento
psicoanalítico internacional comenzó a extenderse social, geográfica y
científicamente, convirtiéndose en un referente no solo de la psiquiatría y la clínica,
sino también de la cultura crítica. En este proceso de consolidación del pensamiento
y la práctica psicoanalítica, tuvo gran importancia la creación de clínicas y
ambulatorios de carácter gratuito donde se trataba a las clases más desfavorecidas,
la puesta en práctica de la "psicoterapia para las masas" que Freud había propuesto
al final de la Guerra. La creación de estas clínicas gratuitas, 25 a la par que supuso
un compromiso social sin precedentes desde un movimiento científico, obligó a
desarrollar un modelo de formación psicoanalítico institucionalizado para lograr la
gran cantidad de psicoterapeutas necesarios para convertir en realidad el proyecto.
Siguiendo este modelo, se crearon clínicas gratuitas en Berlín, Viena, Londres,
Moscú (sostenida con fondos públicos del estado soviético), Budapest y Chicago. El
avance del fascismo europeo durante los años treinta provocó el cierre de estas
clínicas, pese a sus buenos resultados clínicos y en investigación, y obligó la
emigración forzosa de la mayoría de psicoanalistas europeos. 26
Etapa oral
A lo largo de este periodo (desde el nacimiento hasta los 18 meses), el bebé depende por
completo de alguien que le cuide y la zona oral es la que más se asocia a la satisfacción de
las necesidades biológicas y los sentimientos placenteros.
El principal reto al que se enfrenta el bebé durante el periodo de dependencia oral es el de
consolidar actitudes básicas: dependencia, independencia, confianza y apoyo en los demás.
Al principio, el bebé no es capaz de distinguir su propio cuerpo del pecho de su madre y esto le
permite experimentar la ternura y el amor hacia sí mismo. Sin embargo, con el tiempo el pecho
será sustituido por una parte de su propio cuerpo: el bebé se chupará el dedo o la lengua para
reducir el estrés causado por la falta de atención, por eso es tan importante no interrumpir la
lactancia.
La fijación del comportamiento en esta etapa puede ocurrir por dos razones:
Etapa anal
La etapa anal comienza alrededor del año y medio hasta los tres años de edad. En este
período, el niño aprende a ir al baño por sí mismo. Este control le produce una gran
satisfacción, ya que es una de las primeras funciones que le exigen ser consciente de sus actos.
Freud estaba convencido de que la forma en que los padres habitúan al niño a ir al baño influye
en su posterior desarrollo personal. Todas las formas futuras de autocontrol y autorregulación se
originan en la etapa anal.
Lo ideal es que los padres animen a sus hijos a ir al baño con regularidad y elogiarlos por
ello. Desde la perspectiva de Freud, este enfoque, que apoya los esfuerzos del niño por
controlarse a sí mismo, alimenta la autoestima positiva y puede incluso fomentar la creatividad.
Por el lado contrario, si se le fuerza puede afectar comportamientos del niño, desarrollando un
tipo de personalidad anal-retentiva. Estos adultos son particularmente tercos, tacaños,
sistemáticos y específicos.
Aproximadamente entre los cinco y los siete años, va desapareciendo el complejo de Edipo y el
de Electra: el niño suprime (desplaza de la conciencia) sus deseos hacia su madre y comienza a
identificarse con su padre (adopta sus rasgos). Lo mismo ocurre con la niña esta va
identificándose con su madre y eliminando la atracción por su padre.
Los problemas no resueltos del complejo de Edipo fueron considerados por Freud como una
fuente importante de comportamientos neuróticos posteriores, especialmente los relacionados
con la impotencia y la frigidez.
Etapa latente
A partir de los 6 y 7 años y hasta el inicio de la adolescencia, la libido del niño se dirige hacia el
exterior mediante la sublimación (reorientación hacia la actividad social). En esta fase, el niño
se interesa por diversas actividades intelectuales, por los deportes y por socializar con sus
compañeros. El periodo de latencia puede considerarse como una época de preparación para la
edad adulta, que se da en la última etapa psicosexual.
En la personalidad del niño aparecen estructuras como el ego y el superego. Son los principios
básicos de la teoría de la estructura de la personalidad de Freud, a continuación, se presenta un
esquema:
Etapa genital
Y la última etapa del desarrollo psicosexual es la etapa genital, que configura la actitud de la
persona hacia su pareja, la elección de estrategias de conducta en las relaciones sexuales.
Una vez finalizada la etapa de latencia, que dura hasta la pubertad, empiezan a restablecerse
los impulsos sexuales y agresivos, así como el interés por el sexo opuesto. El inicio de la fase
genital (el periodo que va desde la madurez hasta la muerte) se caracteriza por cambios
bioquímicos y fisiológicos en el organismo. El resultado de estos cambios es un aumento de la
excitación y una mayor actividad sexual característica de la adolescencia.