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Bursitis en la rodilla

¿Te pasa esto?

¿Ha empezado a dolerte la rodilla, y los síntomas empeoran poco a poco?

¿Al principio solo te molestaba en raras ocasiones después del ejercicio?

¿Con el tiempo, el dolor se vuelve más agudo e intenso y empiezas a sentir dolor durante la actividad física?

Si no se trata, la tendinitis rotuliana puede llegar a ser debilitante. Los síntomas pueden hacer que las tareas
rutinarias (como subir escaleras o ponerse de pie) sean dolorosas.

Incluso sentarse puede causar molestias.

Bursitis en las rodillas


¿Qué es la bursitis?
La bursitis recibe su nombre de las bursas, que son pequeños sacos llenos de líquido que se encuentran entre los
huesos y los tejidos blandos. Su función es ayudar a reducir la fricción causada por el movimiento.

La bursitis de rodilla es una dolorosa inflamación de las bursas que se encuentran alrededor de la rodilla. La bursitis
de rodilla es una de las formas más comunes.

Causas de la bursitis de rodilla


La bursitis suele estar asociada a un uso excesivo o repetitivo de las zonas que rodean las articulaciones. Por
ejemplo, los pacientes que se arrodillan, sobre todo en superficies más duras (carpinteros, trabajadores de la
carretera, etc.) durante períodos prolongados corren el riesgo de desarrollar bursitis de rodilla.

También puede estar causada por un traumatismo directo (golpear la rodilla contra una mesa) o por una infección.

Existen múltiples bursas en la zona de la rodilla, y todas ellas tienen el potencial de inflamarse.

Sin embargo, hay dos zonas de la rodilla que son más susceptibles de sufrir bursitis: la rótula y la parte inferior e
interna de la rodilla.

La bursitis de rodilla puede ser bastante dolorosa, y el dolor puede disminuir la movilidad.

Los tratamientos para la bursitis de rodilla suelen centrarse en aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la
movilidad.

Síntomas de la bursitis de rodilla


La mayoría de las personas con bursitis de rodilla experimentan dolor.

Los demás síntomas varían en función de la bursa afectada y de la causa subyacente de la bursitis.

La mayoría de los casos de bursitis de rodilla son el resultado de la fricción y la irritación.


 Cuando la bursitis está causada por la fricción y la irritación de la bursa, los síntomas tienden a aumentar
gradualmente. Las personas que pasan mucho tiempo arrodilladas sobre superficies duras tienen un mayor
riesgo de desarrollar este tipo de bursitis de rodilla.
 La bursitis de rodilla también puede producirse tras una lesión traumática, como un golpe en la rodilla. Si
esto ocurre, los síntomas pueden aparecer rápidamente.

El dolor de la bursitis puede empeorar con el movimiento, pero también puede aparecer en reposo.

Además del dolor, las personas con bursitis de rodilla pueden experimentar sensibilidad, hinchazón y calor alrededor
de la zona afectada.

Si la bursa está infectada, también puedes tener fiebre. Si tienes fiebre además de dolor o hinchazón de la rodilla,
llame a su médico de inmediato.

Diagnóstico de la bursitis de rodilla


Si tienes bursitis de rodilla, tu traumatólogo puede darte un diagnóstico sin necesidad de realizar ninguna prueba.

Un examen físico y un historial médico pueden ser suficientes para obtener un diagnóstico preciso.

Sin embargo, es posible que su médico le pida pruebas para descartar otras afecciones o lesiones. Estas pruebas
pueden incluir rayos X, ecografía y resonancia magnética.

Si hay indicios de que puedes tener una bursa infectada, el médico puede tomar una muestra de líquido de una o
más bursas de la rodilla con una aguja fina.

Tratamientos para la bursitis de rodilla


Una vez se te ha diagnosticado bursitis de rodilla, es probable que tu médico te sugiera primero un tratamiento no
conservador.

Por lo general, la bursitis mejora con el tiempo a veces incluso sin tratamiento, y en la mayoría de los casos, no
requiere cirugía. El tratamiento suele estar dirigido a aliviar los síntomas mientras el cuerpo cura la bursa inflamada.

Las opciones de tratamiento pueden variar desde cambios en el estilo de vida hasta medicamentos, fisioterapia o
inyecciones de esteroides. Estos tipos de tratamientos médicos suelen ser eficaces para tratar la bursitis de rodilla, y
pueden ayudar a controlar el dolor y, a su vez, mejorar la movilidad.

Método RICE
La mejor manera de aliviar las molestias y el dolor de la bursitis es interrumpir temporalmente cualquier actividad
que pueda agravar aún más la rodilla. El método basado en reposo, aplicación de hielo, compresión con vendajes y
elevación a menudo puede aliviar los síntomas.

Medicación
Los analgésicos y antiinflamatorios de venta libre suelen ayudar a aliviar los síntomas de la bursitis de rodilla. Si esto
no ayuda, el traumatólogo te puede recetar medicamentos para reducir la inflamación, disminuir el dolor y tratar
cualquier infección.

Si la bursitis persiste y no responde a la medicación, podemos administrar inyecciones de corticosteroides en la


bursa afectada para ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Ejercicios de Fisioterapia
Los ejercicios de fisioterapia pueden ayudar a reducir los síntomas de dolor de la bursitis de rodilla. También puede
ayudar a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos alrededor de la rodilla afectada y ayudar a prevenir que la
afección vuelva a producirse en el futuro.

Aparatos de ortopedia y ayuda para caminar


Mientras la bursa se cura, podemos recomendarte una rodillera protectora o el uso de un dispositivo de asistencia,
como un bastón o unas muletas, para reducir la presión en la zona. Las mangas de compresión también pueden
ayudar a reducir la hinchazón y proporcionar apoyo.

Cirugía para la bursitis de rodilla


Si sufres una bursitis de rodilla recurrente, grave o crónica, puede llegar a ser necesaria una intervención quirúrgica
para extirpar la bursa afectada. La cirugía para la bursitis es relativamente rara, pero puede ayudar a aliviar el dolor.
Cirugía para tratar la bursitis de rodilla

La mayoría de las personas con bursitis de rodilla no requieren cirugía, pero si los tratamientos más conservadores
no están funcionando y experimentas un dolor significativo o un deterioro grave de la movilidad, la cirugía puede ser
una opción.

La cirugía para tratar la bursitis de rodilla implica la eliminación de la bursa afectada.

En clínica Regenerat, realizamos la eliminación artroscópica de la bursa, que es un procedimiento mínimamente


invasivo que elimina la bursa de la rodilla a través de una pequeña incisión.

La cirugía mínimamente invasiva tiene muchos beneficios sobre la cirugía tradicional, incluyendo la reducción del
dolor, un período de recuperación más corto, y menos cicatrices, por nombrar algunos.

NOTA: añade o quita los tratamientos que consideres oportunos para la tendinitis de rodilla.

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