Está en la página 1de 3

Trabajo integrador:

Integrantes: Julieta Barretto, Chiara De Pietri, Valentina Mier y Agustina Gelabert

El presente trabajo será integrador de la Unidad III de forma grupal

Extensión: entre 2 y 4 carillas, hoja A4 Arial 11/12

1) ¿Cuáles son los distintos sentidos otorgados a la locura en los diferentes momentos
históricos? (Tomar de referencia el texto de Foucault).

2) ¿Cuál es la definición de salud mental según la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657
y de la Organización Mundial de la Salud?

3) Elija y desarrolle, mínimo, tres escenas de la película "Si può fare" en relación a los
derechos expuestos por la Ley 26.657. ¿Se cumplen? Justifiquen su respuesta.

4) Pensar y desarrollar un caso que pueda considerarse un dilema ético (pueden utilizar
situaciones de la película). Apliquen el método de razonamiento ético para llegar a una
conclusión. (Tomar como referencia el texto de Ética)

5) Siguiendo en la línea de la película, reflexionar: ¿Por qué consideran que el hecho de


votar todos en contra de la propuesta de Nello fue la mayor victoria según el Dr. Furlan?

1)
En la antigüedad se consideraba que el mayor signo de locura era la transformación
del hombre en “otro” distinto; este es llamado energúmeno. El energúmeno es tomado por
los cristianos para denunciar al demonio que habita en el hombre y ahuyentar mediante
rezos. Durante siglos el “poseído” formaba parte del universo cristiano.
Luego del Renacimiento, la posesión adquiere un nuevo sentido para la religión
cristiana. Ya no es más perversión del cuerpo que deja intacta la posesión del alma, sino
posesión del espíritu. En el Siglo XVII se desarrollaron nuevas prácticas hospitalarias en las
que el régimen de fuerza no tiene el sentido del castigo sino el de la salvaguardia.
Lo importante es que el cristianismo despoja a la enfermedad mental de su sentido
humano y lo ubica en el interior de su universo. La obra de los siglos XVIII y XIX es inversa;
restituye a la enfermedad mental su sentido humano, pero aleja al enfermo mental del
mundo de los hombres.
En el siglo XVIII se sostenía que la locura no es una superposición de un mundo
sobrenatural al orden de lo natural, sino sólo la desaparición de las facultades más altas del
hombre. “La locura no es más que privación”. Las alucinaciones y los delirios son efectos
naturales de la ilusión, del error, de la incapacidad de reconocer lo verdadero.
Desde entonces la locura forma parte de todas las debilidades humanas y la demencia es
sólo una variación sobre el tema de los errores de los hombres.
De esta concepción humanista surgirá una práctica que excluye al enfermo de la
sociedad de los hombres, abandonando la concepción demoníaca de la posesión.
El Siglo XIX proponía que la facultad más alta del hombre, la cual define su
humanidad, es la libertad; cuyas formas civiles y jurídicas son reconocidas por la
Declaración de los Derechos. El enfermo mental en el siglo XIX ha perdido el uso de las
libertades. En otras palabras, el siglo XVIII sustituyó al enfermo mental a su naturaleza
humana, pero el siglo XIX lo privó de los derechos y del ejercicio de los derechos derivados
de esta naturaleza.
En el S.XIX se convierte al hombre enfermo en un enajenado ya que transmite a
otros sus capacidades y la sociedad transfiere a otro ciudadano. Ubicándolo en una
sociedad abstracta (internación).
La alienación es un hecho patológico. Hay toda una serie de fenómenos patológicos
cuyo origen podría ser denunciado en la situación de alienación en la que se encuentra un
enfermo mental, como la indiferencia, anulación de los demás.
Nuestra sociedad dio al enfermo un estatus de exclusión. La sociedad no reconoce
la enfermedad.
La enfermedad por su aspecto regresivo hace aparecer conductas o formas
primitivas. Para que la conducta infantil sea considerada un hecho patológico es necesario
que la cultura solo integre el pasado obligándolo a desaparecer. La evolución pedagógica
contemporánea acentúa la distancia que separa la vida del hombre de su vida de niño.

2)
En el marco de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 se reconoce a la salud
mental como un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos,
culturales, biológicos y psicológicos cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica
de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de
toda persona. Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas. El
Estado reconoce a las personas con padecimiento mental, entre otros, el derecho a que
dicho padecimiento no sea considerado un estado inmodificable.
La OMS define la salud mental como «un estado de bienestar en el cual cada
individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad»

3)
La narración que nos refiere esta película incluye un giro en el que puede
subrayarse el riesgo de la mistificación señalado por la crítica de Maud Mannoni a la
antipsiquiatría. El vuelco se produce cuando el protagonista, representante del
desplazamiento de la medicalización y del abordaje de la enfermedad mental desde un
enfoque político y social según las premisas anti psiquiátricas, pasa de ocupar una función
ligada a un ideal de salud y sostenida como intervención subjetivamente, a desempeñar una
función de reproducción de condicionamientos contraria a ese ideal de salud y a la
subjetivación, y asociada a los intereses de orden dominante.
Aquí podemos tomar en cuenta la participación que es el ejercicio de los derechos
ciudadanos y políticos que una persona tiene, dado que en la película existe una
participación social en la que todos los miembros de la mencionada organización
psiquiátrica se organizar de tal manera que se dan a conocer y demuestran las facultades
como seres humanos y sociales (que aportan a la sociedad), en un intento por que los
miembros de diferentes centros psiquiátricos puedan ejercer libremente sus derechos y se
reduzcan los prejuicios sobre ellos.
Aunque para Del Vecchio “la enfermedad mental lo aísla a uno del mundo”, y
considera que hasta hablar puede ser cansador para los enfermos; Nello no coincide en que
los pacientes sean incapaces de tomar las responsabilidades de un trabajo. Aquí podemos
ver como el derecho a vivir en comunidad, y el derecho a que no te discriminen por un
padecimiento mental, se ven obstruidos por Del Vecchio.
Por último podemos relacionar a los derechos de salud mental con el momento de la
película en el cual los miembros del grupo dejan de ser considerados internados, para ser
tratados como inquilinos. Cuando esto es llevado a cabo, el protagonista decide reducir la
medicación de los inquilinos al 50 %, para dejar de ser aplicada sólo de manera sistemática
con fines de castigo. El derecho que se ve representado aquí, es el derecho a recibir
medicación sólo con fines terapéuticos, prescritos luego de haber hecho una evaluación
profesional correspondiente.

4)
La situación imaginaria que trabajamos fue la siguiente:
Hay un tren desbocado y sin frenos que se dirige hacia cinco trabajadores que están
en la vía. No pueden ser avisados y tampoco es posible parar el tren, pero sí existe la
opción de accionar una palanca que lo desviará hacia otra vía. Allí hay otro trabajador, pero
está solo. ¿Estaría bien apretar la palanca?
Luego de debatir y analizar la situación, pudimos llegar a la conclusión que lo mejor
sería accionar la palanca. Dentro del panorama planteado, existe el dilema ético de por qué
matar a una persona que, por el rumbo del tren, no estaría destinada a morir. Pero al mismo
tiempo, es preferible que haya un fallecido, antes que cinco, ya que detrás de esas cinco
personas hay cinco familias que sufrirían.
Elegimos accionar la palanca para evitar una cantidad alta de muertes, pero no deja de
ser una decisión difícil de tomar que requiere un análisis desarrollado.

5)
El haber podido ser libres de manifestarse en contra de la autoridad, en este caso,
Nello, es un gran avance para el grupo en cuestión. Es importante que ellos sean
conscientes de que pueden llevar a cabo una decisión por sus propios medios, sin tener
miedo a ser oprimidos.
El poder dejar el temor a quien tiene autoridad es una victoria muy grande. Con esto se
demuestra que cada miembro del grupo, como individuo, es capaz de tener pensamiento
propio y tomar consciencia de que es lo mejor para sí mismo. De esta manera, queda
expuesto el control de las autoridades, como método de represión hacia aquellas personas.
Queda en manifiesto que el objetivo de Nello, de poder demostrar que los inquilinos eran
capaces de entrar al mundo laboral, pudo ser demostrado.

También podría gustarte