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Por encima de cualquier otra cosa, son objetos que pueden ser comprados y
poseídos. Objetos Únicos. Un mecenas no puede rodearse de música o
poemas de la misma manera que se rodea de cuadros.
“Para los artistas del Renacimiento, la pintura era quizá un instrumento de
Conocimiento pero era también un instrumento de posesión, y no debemos olvidar,
Cuando hablemos de pintura renacentista, que esta fue posible gracias a las inmensas
fortunas que se amasaron en Florencia y otros lugares, y a que los ricos mercaderes
italianos veían en los pintores unos agentes que les permitían confirmar su posesión
de todo lo bello y deseable del mundo. Los cuadros para un palacio florentino
constituían una especie de microcosmos en el que el propietario había recreado,
gracias a sus artistas, todos los rasgos del mundo al que estaba ligado, rasgos que
quedaban a su alcance en una forma lo más real posible”.
Ejemplos:
Cuadros de animales. Pero no de animales en su estado natural sino de
ganado cuya pureza de raza realza la posición social de sus dueños, cuadros
de objetos. Objetos que, Significativamente, llegarán a recibir el nombre de
Objets d‛art. Cuadros de edificios. Pero no edificios considerados obras
ideales de la arquitectura Como era el caso en las obras de algunos artistas del
Alto Renacimiento sino edificios que son un rasgo distintivo de la propiedad
terrateniente.
-La experiencia visual del S.XV sobre un cuadro era sobre la unión entre dicho cuadro y
la previa visualización del espectador sobre el tema del cuadro. Esto significa que el
observador ejerce una representación privada que se da por su propio conocimiento de
la historia, factor imposible de controlar por el pintor.
A raíz de esto, se pintaban personas y lugares genéricos, intercambiables por los detalles
personales del espectador: propio del Quattrocento.
Pinturas vistas en clase:
Los embajadores, Holbein 1533.
➔ Está pintado con gran habilidad para crear en el espectador la ilusión de que
mira objetos y materiales reales. Ya dijimos en el primer ensayo que el
sentido del tacto era como una forma estática y restringida del sentido de la
vista.
El ojo pasa de la piel a la seda, del metal a la madera, del terciopelo el
mármol, del papel al fieltro, y todo lo que el ojo percibe está ya traducido, dentro del
cuadro mismo, el lenguaje de la sensación táctil.
Los dos hombres tienen cierta presencia, y hay muchos objetos que
simbolizan ideas, pero el cuadro está dominado por los materiales de los objetos que
rodean a los hombres y de las ropas que visten.
La pintura al óleo celebraba una nueva clase de riqueza: una riqueza más
dinámica, cuya única sanción era el supremo poder de compra del dinero.
En el primer plano de los Embajadores de Holbein hay una misteriosa forma
ovalada y oblicua. Representa un cráneo muy distorsionado, un cráneo como
podríamos verlo en un espejo deformante. Es una especie de memento mori, un
juego sobre la idea medieval de utilizar el cráneo como recordatorio continuo de la
presencia de la muerte. Pero hay en él algo muy significativo para nuestra
argumentación: el cráneo está pintado con una óptica (literalmente) distinta a la del
resto del cuadro. Si el cráneo hubiese sido pintado como el resto, habría
desaparecido su implicación metafísica, se habría convertido en un objeto como
cualquier otro, en una simple parte del esqueleto de un hombre que, daba esa
casualidad, había muerto. Estamos ante un problema que persistió a lo largo de toda
la tradición. Cuando se introducen símbolos metafísicos (y posteriormente hubo
pintores que introdujeron, por ejemplo, cráneos realistas como símbolos de la muerte),
su simbolismo suele resultar poco convincente, antinatural, debido al materialismo
inequívoco y estático del procedimiento pictórico.
Los dos hombres se muestran confiados y serios; como mutuamente relajados.
¿Pero qué aspecto tienen para el pintor, o para nosotros? hay en sus miradas y
posturas una curiosa falta de expectación. Parecen pensar que, en principio, los
demás no pueden reconocer su valía. Parecen mirar algo de lo que ellos no forman
parte. Algo que les rodea, pero de lo que desean verse excluidos. En el mejor de los
casos, puede ser una muchedumbre que les rinde honores; en el peor, unos
entrometidos.
Los objetos pintados sobre los estantes que hay entre ellos están
pensados para suministrar cierta información sobre su posición en el mundo.
Cuatro siglos después, nosotros podemos interpretar esta información desde nuestra
propia perspectiva.
Los instrumentos científicos del estante superior se empleaban en la
navegación. Era la época en que las grandes rutas comerciales del océano se abrían
al comercio de esclavos y al tráfico de mercancías que canaliza las riquezas de otros
continentes a Europa y que más tarde suministrará el capital necesario para el
despegue de la Revolución Industrial: El globo terráqueo que hay en el estante
inferior es un mapa nuevo que recoge el reciente viaje de Magallanes. Holbein ha
añadido el nombre de las tierras francesas que pertenecían al embajador de la
izquierda. Al lado del globo, hay un libro de aritmética, un libro de himnos y un laúd.
Para colonizar un territorio era preciso convertir sus gentes al cristianismo y la
contabilidad, demostrándose así que la civilización europea era la más avanzada del
mundo.
Los dos embajadores pertenecían a una clase convencida de que el mundo
estaba hecho para equipar lo mejor posible su residencia en él. Las relaciones que se
53 implantaron entre los conquistadores coloniales y los conquistados constituyen una
expresión extrema de esta convicción.
● Los objetos también representan que son gente moderna y que tienen
conocimiento sobre lo que está ocurriendo en el mundo.
● Son tecnología de última generación, lo que también significa que los hombres
la saben manejar.
● El laud tiene una cuerda rota, y hay una caja de flauta incompleta. Esto
significa falta de armonía con el papado.
● Está abierto un libro que es el salmo con los mandamientos. Está escrito por
Lutero y demuestra que los embajadores quieren evitar el nuevo sigma.
● Las alfombras son caras, lo que demuestra que es gente de plata.
● El piso está inspirado en la abodia Westminster.
● De forma muy sutil hay un crucifijo, que está para santificar el espacio.
● La calavera como ya se nombró antes está hecha con la técnica Ana morfosis,
que representa la sombra de la muerte.
La Anunciación presenta una tabla central con un banco o predela bajo ella en la que
se muestran cinco episodios relativos a la vida de la Virgen.
El espacio principal de la tabla queda dividido en dos zonas simbólicamente
desiguales y relacionadas entre sí por la luz de un rayo luminoso que de alguna
manera se concreta en el Espíritu Santo, agente de la Encarnación.
Ese nexo viene a significar el misterio de la nueva Eva con una doble escena en la que
el Sol se alza sobre la pareja descarriada del Edén para dirigir sus rayos hacia la
redención de la Virgen en la siguiente y principal escena. La espiritualidad de Fra
Angélico es manifiesta, vinculando la feliz culpa primigenia con el misterio de la
Salvación.
Este doble retrato del matrimonio de los Duques de Urbino con los rostros
enfrentados de Federico de Montefeltro y su esposa Battista Sforza es una de las
obras más relevantes de toda la retratística del Quattrocento en Italia. Una obra que
realizó el pintor Piero della Francesca en el año 1472 y que en la actualidad se
conserva en el Museo de los Uffizi de la ciudad de Florencia.
Pero antes de eso, Della Francesca era el pintor predilecto del duque, y a él le
encargó este retrato a modo de efigie, con esa pose de perfil, que de alguna forma era
la más prestigiosa ya que recordaba a los retratos y bustos que se fundían en las
monedas desde la antigüedad. Aunque en este caso, el perfil a la hora de pintar a
Federico de Montefeltro era casi una obligación estética, ya que su otro lado de la cara
estaba muy dañado debido a batallas y torneos, e incluso le faltaba un ojo.
Mientras que a la esposa nos la presenta con todos los elementos de moda de
aquellos años, si bien no posó ella misma para el pintor, ya que había fallecido unos
pocos meses antes, en plena juventud, con solo 26 años. Así que es muy posible que
el encargo del duque fuera como una muestra de amor hacia su difunta esposa.
Y otro elemento muy destacado de la imagen en el fondo paisajístico en el que
se ubican ambos personajes, ya que esas vistas son una panorámica idealizada de la
ciudad de Urbino y su entorno.
Por otra parte, cuando vemos este tipo de dípticos expuestos en la actualidad
no es fácil contemplarlos por sus dos caras. Y es que en el reverso de esta tabla
también hay sendas pinturas. En ellas también parece el matrimonio, pero ahora en
una escena alegórica. Él está siendo coronado, mientras que ella va en una carreta de
la que tiran unicornios, símbolo de la virtud por antonomasia.
Biografías:
➔ Piero di Benedetto de' Franceschi, (retrato de Federico) conocido como Piero
della Francesca (Borgo del Santo Sepolcro, en el valle alto del Tíber, h.
14151–Borgo del Santo Sepolcro, 12 de octubre de 1492) fue un pintor italiano del
Quattrocento (siglo XV). Actualmente se le aprecia sobre todo como pintor
especialista en frescos, pero en su época fue conocido también como un geómetra
y matemático, maestro de la perspectiva y de la geometría euclidiana, temas en los
que se concentró a partir del año 1470. Su pintura se caracterizó por su estilo
sereno y el uso de las formas geométricas, particularmente en relación con la
perspectiva y la luz. Es uno de los principales y fundamentales personajes del
Renacimiento, aunque jamás trabajó para los Médicis y pasó poco tiempo en
Florencia.
➔ Jan van Eyck [ˈjɑn vɑn ˈɛik] (o Johannes de Eyck, Maaseik, c.1390-Brujas, 9 de
julio de 1441) fue un pintor flamenco que trabajó en Brujas. Está considerado como
uno de los mejores pintores del norte de Europa del siglo xv y el más célebre de
los Primitivos flamencos. Robert Campin, que trabajó en Tournai y los hermanos
Van Eyck en Flandes, fueron las figuras de transición desde el gótico internacional
a la llamada escuela flamenca. El estilo flamenco que se dio en los Países Bajos
en el siglo xv se ha considerado tradicionalmente como la última fase de la pintura
gótica. Otra corriente lo enmarca en lo que se ha dado en llamar prerrenacimiento.
A este estilo pictórico del gótico tardío en el siglo xv, que anuncia el Renacimiento
nórdico de Europa, también se le llama Ars nova.
➔ Guido di Pietro, más conocido como Fra Angelico o Fray Angélico, O. P.12
(Vicchio, provincia de Florencia, hacia 13953- Roma, 18 de marzo de 1455), fue un
pintor cuatrocentista italiano que supo combinar la vida de fraile dominico con la de
pintor consumado. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982.4
El artista no fue conocido en vida como Fra Angelico; este sobrenombre le fue
dado de forma póstuma, por su religiosidad.1