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Revista Realidad 139, 2014

El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica


de tres décadas históricas
RICARDO RIBERA
Departamento de Filosofía
Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”

Resumen: En este trabajo presento y analizo la evolución histórica del


proceso salvadoreño a lo largo de tres décadas, desde 1969 hasta 1999.
Utilizo la metodología dialéctica, en la forma como la había presentado
en un artículo que publiqué anteriormente en esta misma revista.1 En el
TPZTVKLÄUxHZPNUVKLSVZ[PLTWVZJVTV¸LSTV]PTPLU[VKPHStJ[PJVX\L
se establece por la interacción y relación dialéctica entre las diversas
KPUmTPJHZOPZ[}YPJHZ¹4PLU[YHZX\LKPUmTPJHOPZ[}YPJH¸LZLSTV]PTPLU-
to del conjunto de iniciativas, actuaciones y hechos generados por los
actores políticos y por los sujetos históricos en un ámbito concreto de
la actividad”. En concreto, le doy seguimiento a la interacción de cinco
dinámicas. Estas son: económica, social, política, ideológica y militar.
La metodología que empleo permite caracterizar las grandes etapas
del proceso que, es el caso, coinciden con décadas históricas. También la
lógica con la que el proceso avanza de una etapa a la siguiente. Presento
H JVU[PU\HJP}U LS KLZNSVZL KLS WLYxVKV KLS JVUÅPJ[V HYTHKV LU JPUJV
fases: desde la de guerra irregular hasta la de posguerra, pasando por la
guerra total, la guerra integral y la guerra con negociación. En esencia, el
proceso ha logrado superar la guerra y concretar su negación dialéctica,
la paz. La misma lógica impera más allá de la posguerra, permitiendo
proyectar el análisis más allá incluso de las elecciones de 1994 y de las
de 1999. Ello me induce a incluir una cuarta década, hasta el 2009, fecha
en que considero queda concluida la transición.

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El análisis dialéctico de la dé- agroexportador centrado en el café
cada de los años sesenta en El Sal- y sustentar con solidez la apertura
vador2 mostraba el papel del signo WVSx[PJHLUKPYLJJP}UHSHKLTVJYH[P-
de los tiempos, por un lado mar- zación del régimen. Pero la relación
JHUKV LS ZPNUPÄJHKV KLS WLYxVKV dialéctica entre las dos dinámicas
por el otro indicando su evolución históricas señaladas desarrollaba
y cambio hacia la etapa siguiente. la contradicción entre ellas, lo que
3H KPUmTPJH WVSx[PJH Q\NHUKV LS WYVK\JxHSHHWHYPJP}UKL\UH[LYJLYH
WHWLSKLMHJ[VYKL[LYTPUHU[LOHIxH dinámica en el rol de “resultante”
condicionado que la dinámica eco- o, si se quiere, de “negación de la
nómica se situara en el rol de factor negación”. Esta era la dinámica so-
KVTPUHU[L 3H L[HWH HWHYLJxH HZx cial que, con el contenido de la alta
caracterizada por dicha domina- JVUÅPJ[P]PKHKZVJPHS]LUxHHYLM\[HY
ción de lo económico, un tiempo la inicial relación armónica de las
cargado de esperanzas en que el es- dos primeras y a negar asimismo la
fuerzo industrializador pudiera res- viabilidad de la segunda en tanto
JH[HYHSWHxZKLSHJYPZPZKLSTVKLSV negación de la primera.

+PJOH KPUmTPJH ZVJPHS JVUÄ- ]HHÄYTHJP}UX\LKLILYmZLYULNH-


N\YHKHLUSH[YxHKHKPHStJ[PJHJVTV da más adelante en el movimiento
LSTVTLU[VZxU[LZPZVYLZ\S[HKVKLS dialéctico de avance y de cambio
WLYxVKVLYHLUJ\HU[VULNHJP}UKL KLS ZPNUV KL SVZ [PLTWVZ 3H ÄN\YH
la negación, el germen de una nue- que le corresponde es el triángulo

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invertido: la base arriba y el vértice, KL HÄYTHJP}U V LU U\LZ[YV THYJV
dinámica resultante, colocado en la teórico, como factor determinante
WHY[LPUMLYPVYKLSHÄN\YH que determina cuál será la dinámica
dominante. En la etapa que corres-
Pues bien, la década siguiente ponde a los años setenta, esta será
tiene que arrancar desde la dinámi- SH KPUmTPJH WVSx[PJH 3H YLZ\S[HU[L
JH ZVJPHS X\L Q\LNH HOVYH LS WHWLS será la dinámica ideológica.

La lectura sintética que hace- zación, más adelante favoreció la


mos de los setenta es que fue la H[VTPaHJP}UWVSx[PJH
década dominada por la “sobre-
politización” de la población, la Llegados a la etapa siguiente,
cual derivó —a medida avanzaba la década de los ochenta, la del
la etapa— en la “sobre-ideologiza- JVUÅPJ[V HYTHKV ` SH N\LYYH JP]PS
ción” del pueblo salvadoreño. Esta aparecerá lógicamente la dinámica
ZLYLÅLQHLULSKVNTH[PZTV`LU\U militar como dominante del pe-
mayor fanatismo, a la vez que se YxVKV /H ZPKV SSL]HKH HOx WVY SH
recurre cada vez con más frecuen- sobre-ideologización que generó
cia a la violencia. Es la espiral que SH TPSP[HYPaHJP}U KL SH WVSx[PJH :PU
JVUK\QVMH[HSTLU[LOHJPHSHN\LYYH embargo, la guerra demostrará en su
JP]PS:PWYPTLYVSHKPUmTPJHWVSx[PJH desarrollo que no es un fenómeno
dominante determinó la polari- estrictamente militar: su esencia es

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WVSx[PJH,U[YHYmH\UHMHZLKLWVSP ULNVJPHKH3HÄN\YHX\LT\LZ[YHLS
tización de la guerra, donde lo po- signo de los tiempos en esta etapa
Sx[PJVWHZHHZLYSVKLJPZP]VSVJ\HS es la siguiente:
MH]VYLJLYmKLZW\tZSHZHSPKHWVSx[PJH

De la larga fase de guerra in- ta, también el movimiento propio


tegral buscando el desenlace, se KL SH N\LYYH OHJL HWHYLJLY ÄUHS
llegará al momento de mayor ten- mente este otro avance en sentido
sionamiento militar, con la ofensiva contrario.
“hasta el tope” de noviembre de
1989 y, sin más, al salto dialéctico La posguerra con que inicia la
de la apertura de la negociación transición democrática y que es,
mientras la guerra prosigue: es la simultáneamente, la última de las
fase de “guerra con negociación”. fases de la guerra, muestra como
Se concretará, durante los dos años dinámica dominante lo ideológi-
que dura la misma, la inversión co, pues es la transformación de
dialéctica en la voluntad de las las conciencias, en especial de los
partes beligerantes, de modo que la bandos contendientes, central en el
N\LYYHZLULNHYmHZxTPZTH+LSH WLYxVKV ` KL[LYTPUHU[L WHYH OHJLY
guerra brotará la paz como el grano WVZPISLSH¸WHaÄYTL`K\YHKLYH¹H
NLYTPUHKV X\L HOVUKH Z\ YHxa LU que ambos se comprometen, ante
tierra, mientras impulsa el brote a LS V[YV HU[L Zx TPZTVZ ` HU[L LS
SHS\a`HSHPYL:LTLQHU[LHSHWSHU mundo.

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La transformación ideológica guerra profundamente cambiados.
que permite hacer la lectura de que Asimismo los demás actores, no
SH THS JHSPÄJHKH ¸N\LYYH PU‚[PS¹ UV ZVSV WHY[PKVZ WVSx[PJVZ ZPUV V[YHZ
solo es la que ha generado la paz instituciones de fuerte protagonismo
y posibilitado la democracia, tam- histórico como la Iglesia, la Fuerza
bién es la clave para entender la Armada y la ANEP, entre otros de
transformación genuina y profunda relevancia (sindicatos y asocia-
KL SVZ HJ[VYLZ WYPUJPWHSLZ /LTVZ ciones de empleados, colegios de
dicho: “Tratando de transformar el profesionales y universidades, etc.).
WHxZ LU YLHSPKHK ZL [YHUZMVYTHYVU La nación aparece transformada en
H Zx TPZTVZ¹ 3V J\HS UV LZ WVJH la medida que lo han sido ideológi-
cosa, cabe añadir enseguida. Tanto camente esa serie de actores y, en
el FMLN como ARENA salen de la TLUVYTLKPKHLSZ\QL[VOPZ[}YPJV

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(X\x WVKLTVZ VIZLY]HY J}TV tórico, lo que es una amabilidad


LSZPNUVKLSVZ[PLTWVZPKLU[PÄJHKV inesperada de la historia hacia los
con cada una de las dinámicas do- OPZ[VYPHKVYLZW\LZZPTWSPÄJHSHL_
minantes, caracteriza a cada una de posición y presentación de nuestros
las décadas que constituyen etapas análisis. Los años terminados en
del proceso histórico salvadoreño, nueve funcionan en este caso cual
mientras el factor determinante es TVQVULZ X\L THYJHU SH PTHNPUHYPH
relevante solo en la medida que MYVU[LYHLU[YLJHKHWLYxVKV`LSZP
KL[LYTPUHHSKVTPUHU[L(ZxHSÄUHS N\PLU[L3HN\LYYHJVU/VUK\YHZKL
de la secuencia, la económica es la   ZLJVUZ[P[\`LHZxLUHYYHUX\L
dinámica resultante y determinará de nuestra periodización e inicio de
cuál domina la posguerra y el inicio la década de los años setenta. Igual
de la transición. WHWLSQ\NHYmHSÄUHSKLLZ[LWLYxVKV
el Golpe de Estado de octubre de
Cada una de las décadas cons- 1979, que nos instala en la década
tituye una etapa del proceso his- de los ochenta, la década de la

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guerra. La ofensiva de noviembre de dependencia y del desarrollismo
1989 será la que lance al proceso al imperante en la época. Se auguraba
salto cualitativo de la negociación y un desarrollo que permitiera des-
de los Acuerdos de Paz que marca- pegar a la nación como un todo, y
rán la década de los noventa, en la hacerlo en condiciones de apertura
que tiene lugar la posguerra e inicia WVSx[PJH`[VSLYHUJPHOHJPHSHVWVZP-
la transición democrática. Incluso ción. A partir de la guerra entre El
WVKYxHZLYWYVSVUNHKHSHZLJ\LUJPH :HS]HKVY`/VUK\YHZTmZHKLSHU[L
tomando en cuenta 1999 como di- JVUÄYTHKH JVU LS MYH\KL LSLJ[VYHS
visor entre primera y segunda parte de 1972, la tendencia dominante
de la transición, mientras 2009 será la frustración de aquellas ex-
ZPNUPÄJHYxH Z\ J\STPUHJP}U ` ÄUHS pectativas favorables y, al contrario,
con la alternancia y la entrada en el endurecimiento represivo de la
una etapa histórica de “normaliza- dictadura en involución hacia el
ción democrática”, si se nos permite terrorismo de Estado, mientras el
valorar hacia delante las actuales modelo económico —que fue impo-
tendencias históricas. ZPISLYLLTWSHaHY·ZLZ\TxHLU\UH
grave crisis de sostenibilidad. Domi-
En la medida que el proceso nante será, a lo largo de la década,
salvadoreño muestra su naturale- SH KPUmTPJH WVSx[PJH WVY SH X\L ZL
za dialéctica, también podremos da una politización exagerada de la
señalar que cada una de las tres población con rasgos, primero, de
KtJHKHZ·X\LZPNUPÄJHUL[HWHZKLS polarización en dos bloques y, en
mismo— se constituye en negación una segunda fase, de fragmentación
de la anterior. El proceso avanza en múltiples siglas, marcadas por su
dialécticamente, y por lo tanto lo ideologización.
hace en un movimiento regido
por la negatividad. Es la negación La década de los ochenta apa-
la que distingue una etapa de la rece, por un lado, como consecuen-
ZPN\PLU[L (Zx WVKLTVZ PU[LYWYL[HY cia lógica de la acumulación histó-
que la década de los setenta se YPJHHU[LYPVYKLZKLSHJVUÅPJ[P]PKHK
JVUÄN\YHJVUZ\KVTPUHUJPHYLNP- social que arrancó en torno a 1967
KH WVY SV WVSx[PJV JVTV SH YtWSPJH y 1968, a la creciente politización
y negación de lo que ha sido la con la conformación de la Unión
década de los sesenta. La misma Nacional Opositora (UNO) y su vic-
estuvo dominada por lo económico, toria electoral arrebatada en dos co-
por los optimistas pronósticos que micios presidenciales consecutivos,
la integración del mercado común en 1972 y nuevamente en 1977.
centroamericano, la industrializa- Asimismo, desde la ideologización
ción y la estrategia de sustitución que la acompañó, pulverizando la
KL PTWVY[HJPVULZ WLYTP[xHU HSILY- \UPKHK KL SVZ KVZ ISVX\LZ VÄJPH-
NHY LU LS THYJV KL SH [LVYxH KL SH lista y opositor) en favor de distintas

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VWJPVULZ WVSx[PJVPKLVS}NPJHZ X\L tituye la médula de la nueva oposi-
ZL L_JS\xHU \UHZ H V[YHZ JHKH ]La JP}U IHQV SH MVYTH KL PUZ\YNLUJPH
más violenta e irracionalmente. Mas efemelenista. La “politización de
LSJVUÅPJ[VHYTHKVUVLZZVSVJVU- la guerra” viene a negar su etapa
secuencia y continuación de tales anterior y apunta a su culminación.
tendencias, representa asimismo un
momento de ruptura con el pasado Todo lo que la década guerre-
inmediato, de salto cualitativo a otra rista tiene de negación respecto la
fase del proceso, de negación de anterior década de paz, de la falsa
KPJOVSLNHKVX\L`HKPVKLZx[VKV paz de la dictadura, tendrá que ser
SV X\L WVKxH KHY *VTV L_WYLZP}U negado —a su vez— por medio
máxima de la “militarización de la de la negación de la negación que
WVSx[PJH¹ YLWYLZLU[H LS MYHJHZV KL ZPNUPÄJHSHZ\WLYHJP}UKLSHN\LYYH
la misma, no hay posibilidad de :L YLJ\WLYH SH WHa X\L OHIxH ZPKV
construir consensos, ni de manifes- ya negada y que surgirá, en 1992,
[HY SH ]VS\U[HK KL SHZ TH`VYxHZ! ZL JVTVULNHJP}UKLSJVUÅPJ[VHYTH-
buscará ahora imponer por la fuerza do. Pero también ha de recuperarse
la correlación alcanzada. La idea LS ZLU[PKV KL SH WVSx[PJH KLS ZHILY
central pasa a ser “vencer”, sustitu- buscar coincidencias, del sumar
yendo la búsqueda del “convencer” voluntades, que se ha perdido en la
WYVWPVKLSHLZLUJPHKLSHWVSx[PJH verticalidad y autoritarismo volun-
3H KPJ[HK\YH SSL]HKH HS SxTP[L ZL tarista de lo bélico y que vuelve a
transforma en terrorismo abierto; la ser básico, no solo como norma de
incapacidad estatal de contener la convivencia nacional, sino como
protesta se transforma en actividad TLJHUPZTV TxUPTV WHYH LS I\LU
escuadronera. La oposición pierde funcionamiento y la aceptación de
su unidad anterior, cohesionada por SHZ IHZLZ WVSx[PJHZ 3H KVTPUHUJPH
\ULQLWYVNYHTm[PJVJVTV¸\UPKHK de lo ideológico para la década de
de propósito” y pasa a ser “unidad los noventa no solo ha sido inelu-
de acción”: en concreto, se pierde dible para el logro de la solución
la alianza de la UNO, sustituida negociada, también lo resulta para
por la del FMLN desde el terreno LS KLZLTWL|V WVSx[PJV KL [VKHZ SHZ
común de la lucha armada. Es el fuerzas que emergen de la guerra
TLKPV TmZ X\L LS ÄU SV X\L JVUZ- KLW\YHKHZKLSLZWxYP[\TPSP[HYPZ[H

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La negatividad, como impulso unidad opositora que se va fraccio-
que determina el paso de una eta- nando en varias expresiones orgá-
pa a la siguiente, se va a observar UPJHZ WVY Z\ KLÄUPJP}U PKLVS}NPJH
con mayor claridad al examinar las (pro-soviética, marxista-leninista,
etapas que constituyen la historia THVxZ[H[YV[ZRPZ[HMVX\PZ[H+LZKL
de la guerra. Tenemos un primer 1975, cobran fuerza las organiza-
triángulo, con el vértice arriba, JPVULZ WVSx[PJVTPSP[HYLZ -73 ,97
ZPNUPÄJHUKV SH KPUmTPJH WVSx[PJH RN, PRTC) que fundan y desarrollan
que representa la segunda parte del sus frentes de masa (FAPU, BPR, LL,
WLYxVKVKLSVZH|VZZL[LU[HHWYV_P LP-28). La creciente confrontación y
madamente es el segundo lustro. En el terrorismo de Estado de la dicta-
el segundo ángulo está lo ideológi- K\YH.57/75`LZJ\HKYVULZKL
co, dominante en este tiempo como la muerte: Unión Guerrera Blanca,
refuerzo de la división de la nación ,QtYJP[V:LJYL[V(U[PJVT\UPZ[H)YP
en dos que señalaba la dinámica NHKH4H_PTPSPHUV/LYUmUKLa4HY
WVSx[PJH ` H SH ]La ULNHJP}U KL SH [xULaHIVJHUHX\LSHKPUmTPJHYL

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sultante sea la militar. Esta etapa es ÄULZ ` TLKPVZ ;VKV LZ [VKH]xH
la “guerra irregular”. Ya es guerra y muy espontáneo, más regido por el
no simple violencia, pues lo cuanti- odio y el afán de revancha, como
tativo se hizo salto cualitativo, pero corresponde al carácter dominante
SVZ IHUKVZ H‚U UV LZ[mU KLÄUPKVZ de lo ideológico. Es el tiempo del
JVTVLQtYJP[VZMHS[HJLU[YHSPKHKKLS asesinato de monseñor Romero y
mando y no está presente la ciencia KLUVTLUVZKL]LPU[LTPS]xJ[PTHZ
militar que define determinadas X\LHYYVQHHSWHxZHSHZPN\PLU[LMHZL
“leyes de la guerra” y concepciones KLSJVUÅPJ[VHYTHKV
adecuadas respecto su naturaleza,

En ella hay una regularización que impone Estados Unidos. Ello


KL SHZ M\LYaHZ TPSP[HYLZ LU JVUÅPJ obliga al FMLN a adecuar asimismo
to y, sobre todo, la búsqueda de su estrategia, que hasta entonces
\U KLZLUSHJL YmWPKV WVY SH ]xH KLS también buscaba con operaciones
aniquilamiento del contrario, que la espectaculares y grandes concen-
KLÄUL JVTV SH L[HWH KL SH ¸N\LYYH traciones de fuerza el desenlace a
total”. Inicia con la llamada “ofen- corto plazo. Mientras ha durado la
ZP]H ÄUHS¹ KLS YLJPLU[LTLU[L JVUZ etapa de “guerra total” ha permitido
tituido FMLN, en enero de 1981, y desarrollar al FMLN como una au-
culmina tres años más tarde, en ene- téntica fuerza militar cada vez más
ro de 1984, en la preparación de las convencional, con su estado mayor,
elecciones presidenciales que ganará ZLJJPVULZKLSVNxZ[PJHKLPU[LUKLU
Duarte y la implementación de la cia y cocina, de comunicaciones,
U\L]HLZ[YH[LNPH¸KLIHQHPU[LUZPKHK¹ etc. Vive cada vez más separada de

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la masa e imagina el triunfo como :\LULTPNVSVOHKLÄUPKVJVTVLS
resultado de su propio protagonismo esfuerzo por “ganar la mente y los
y accionar militar. corazones” de la gente. La insurgen-
JPH JVU KPZ[PU[V SLUN\HQL JVPUJPKL
,S Z\QL[V OPZ[}YPJV OH [LUKPKV H en lo esencial con la idea.
ser sustituido en su protagonismo
WVYSVZHJ[VYLZWVSx[PJVZLULSJHZV En esta etapa, la más prolongada
del FMLN, que se autoconcibe como KLS JVUÅPJ[V W\LZ ZL HSHYN} KLZKL
“vanguardia” según el concepto leni-  OHZ[H ÄULZ KL    WYmJ[PJH
nista; en cambio, el papel de las ma- mente seis años), lo militar ha cedido
ZHZKLILYxHZLYLSHWV`VHSHHJJP}U Z\YVSKVTPUHU[LHSHKPUmTPJHWVSx
insurgente, pues de ella depende el tica. Expresa que el esfuerzo central
logro de la liberación. Se ha perdido ha pasado a ser ganarse el apoyo
la idea de ser instrumento del pue- del pueblo, que es concebido como
blo, y la relación aparece invertida. esencial para el triunfo. A la vez, la
Esto deberá ser corregido al agotarse victoria sobre el enemigo se mira
la fase de “guerra total” y entrarse como el quiebre de su voluntad de
a la de “guerra integral”. En ella se lucha, equivale a romper su moral
reconoce la necesidad de recuperar de combate, y ya no se trata de ima-
LS WHWLS KL SVZ Z\QL[VZ ZVJPHSLZ KLS ginar que se ganará la guerra cuando
Z\QL[V OPZ[}YPJV LU KLÄUP[P]H ` ZL se haya matado al último enemigo.
recobra el convencimiento de que La idea de que la guerra es la con-
el futuro de la revolución, la posibi- [PU\HJP}U KL SH WVSx[PJH OH JHSHKV
lidad del triunfo, dependen esencial- ÄUHSTLU[L LU HTIVZ JVU[LUKPLU[LZ
mente de la conciencia, voluntad y y condiciona su forma de concebir y
actividad del pueblo salvadoreño. dirigir las operaciones.

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Estados Unidos demostraba KLIxHSVNYHYZLX\LSHMYHUQHJLU[YHS
haber aprendido de su derrota en KLS WHxZ KVUKL LZ[mU SHZ JP\KHKLZ
Vietnam, y en El Salvador trataba WYPUJPWHSLZ ]P]L SH TH`VYxH KL SH
de aplicar las lecciones aprendidas. población y se ubica el grueso de
En primer lugar, una estrategia de producción económica, quedara
contrainsurgencia que ya no se libre de presencia insurgente. De-
obsesiona en arrebatar a la guerrilla IxH JHSHY SH PKLH KL X\L SH N\LYYH
el control del territorio, pues consi- LYH SLQVZ LU SHZ TVU[H|HZ X\L ZL
dera que, para ganar, lo esencial es WVKxH¸JVU]P]PYJVUSHN\LYYH¹X\L
aislarla de las masas. Por lo tanto, LYHZVSVJ\LZ[P}UKL[PLTWVZ\ÄUHS
las zonas de persistencia insurgente que la guerrilla estaba aislada y la
serán castigadas a distancia, con reactivación económica era posible.
HY[PSSLYxH ` H]PHJP}U ZPU PUZPZ[PY `H
en invadirlas para intentar aniquilar Pronto, la Comandancia del
V HS TLUVZ KLZHSVQHY HS -435 ,S FMLN comprendió los alcances
esfuerzo principal se hará en las de la estrategia de contrainsurgen-
zonas consideradas en disputa, las cia impulsada por el imperialismo
zonas que son de expansión para (desde inicios de 1984) y su peli-
la guerrilla. En ellas se impondrá grosidad. Si no daba un giro a su
LS WH[Y\SSHQL JVUZ[HU[L TLKPHU[L WYVWPHLZ[YH[LNPHWVKxHJHLYLU\U
nuevas unidades, los llamados progresivo aislamiento que determi-
batallones de cazadores, más li- UHYxHMH[HSTLU[LZ\KLYYV[HÄUHS:\
vianos que los BIRI (batallones de enemigo, con toda la disponibilidad
PUMHU[LYxHKLYLHJJP}UPUTLKPH[H` de medios de guerra y poder de fue-
cuya misión ya no es chocar con el go, más su experiencia, capacidad e
LULTPNV ZPUV KPÄJ\S[HY Z\Z TV]P- inteligencia, apostaba a una guerra
mientos, ubicarlo, hostigarlo, hacer de desgaste. Renunciaba a buscar
que retorne a sus zonas seguras. Las el triunfo inmediato a favor de la
\UPKHKLZKLSLQtYJP[VKLILYmUOHJLY victoria segura, aunque a mediano
SHIVY WVSx[PJH JVU SH WVISHJP}U KL plazo. Era un indirecto reconoci-
tales áreas en disputa, hablar con la miento a la capacidad y fortaleza
NLU[L NHUHYZL Z\ JVUÄHUaH [LULY X\L SHZ M\LYaHZ YLILSKLZ OHIxHU
presencia continuada, hasta lograr demostrado. Estas enfrentaban aho-
que colabore o, por lo menos, que ra un formidable reto. No quedaba
cese su colaboración con los guerri- V[YVYLTLKPVX\LHJLW[HYLSKLZHMxV
lleros. Las zonas controladas por el KLSHSHYNHTPLU[VX\LZPNUPÄJHIHLS
.VIPLYUVZLYxHUHZPTPZTVLZ[PT\- esquema de guerra de desgaste que
SHKHZLUSHSLHS[HKWVSx[PJHTLKPHU[L WYVWVUxH Z\ VWVULU[L 3V KLJPZP]V
múltiples acciones de atención a ZLYxHPTWLKPYSVZVIQL[P]VZKLSVZLZ-
las necesidades de la población, trategas del Pentágono e invertirlos
desarrollo de infraestructura local, al momento de diseñar los propios.
etc. En los planes norteamericanos

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Si el imperialismo se empeñaba N\LYYH PU[LNYHS UV ZPNUPÄJ} TLUVZ
en aislarlos en los frentes de guerra, guerra, sino todo lo contrario: esta
LSVIQL[P]VKLS-435KLIxHZLY[VKV se hizo más extensa e intensa, des-
SV JVU[YHYPV! LU ]La KL KLQHYZL LU- plegada en los más diversos campos
cerrar, “extender la guerra a todo el y esferas de la vida social. Iniciaron
WHxZ¹ :P LS ,Z[HKV 4H`VY JHZ[YLUZL las rondas de diálogo y se reactivó
soñaba con una gran batalla que el movimiento sindical y las luchas
comprometiera al grueso de las de masas, también se agudizó el
fuerzas insurgentes, impedirlo pasa- pulso diplomático. Cada bando
ba por desconcentrar y dislocarlas intentó quitarle aliados y amigos
en pequeñas unidades, volviendo WVSx[PJVZHSV[YV
imposible sufrir un revés decisivo.
:PLS.VIPLYUVWYL[LUKxHUVYTHSPaHY El esquema de guerra de des-
la vida cotidiana en las ciudades y gaste, asumido por ambas partes
LULSVJJPKLU[LKLSWHxZJVUSHWYV- beligerantes, tuvo un costo que se
paganda de que “podemos convivir OHYxH L]PKLU[L JVU LS [PLTWV! LU
con la guerra”, la guerrilla exten- lugar de acercar a la población al
KLYxH Z\ HJJPVUHY H SHZ JP\KHKLZ ` HWV`V ` ZPTWH[xH JVU SHZ WYVWPHZ
zonas de retaguardia gubernamental, posiciones, la prolongación del con-
reactivando comandos urbanos y ÅPJ[V LTWLa} H NLULYHY \U LMLJ[V
multiplicando las pequeñas acciones de “cansancio de la guerra” en la
de hostigamiento. La insurgencia TH`VYxH :L HN\KPaHIH LZ[L ZLU[P-
ZL OHYxH WYLZLU[L LU [VKHZ WHY[LZ miento debido a las prácticas cada
visibilizando la situación de guerra vez más extendidas, por ambos
civil, desmintiendo con hechos el bandos, de abuso de la población
VW[PTPZTV VÄJPHS :P LS .VIPLYUV JP]PSHSHX\LZLL_PNxHPUMVYTHJP}U
democristiano se empeñaba en la “del enemigo”, alimentos, impuesto
reactivación económica, estratégico de guerra, etc. También se volvió
ZLYxHPTWLKPYSHJVU\UHSxULHJVU[P- frecuente el reclutamiento forzoso
U\HKHKLZHIV[HQLHS[YHUZWVY[LHSH KL Q}]LULZ HKVSLZJLU[LZ 3HZ [mJ[P-
LULYNxHLStJ[YPJH`HSHWYVK\JJP}U cas bélicas, efectivas en lo militar,
Si el presidente Duarte impulsaba [LUxHU NYH]LZ JVZ[VZ O\THUVZ `
\UHLJVUVTxHKLN\LYYHSHYLZW\LZ- WVYLUKLWVSx[PJVZJVTVLSLMLJ[V
[H ZLYxH ¸N\LYYH H SH LJVUVTxH¹ 3H del minado masivo e indiscrimina-
consigna efemelenista fue desarrollar do en zonas rurales frecuentadas
una “guerra de las pulgas”: estas por civiles. Ataques en las urbes
no matan al elefante, pero pueden [HTWVJV ZVSxHU [VTHY KLTHZPHKHZ
volverlo loco (imagen oriental, pro- precauciones en no dañar a po-
bablemente vietnamita). bladores y no combatientes, que a
TLU\KVZLLUJVU[YHIHUIHQVM\LNV
En este marco ha de quedar cla- cruzado. Armamento casero con
ro que el paso de la guerra total a la WVJHWYLJPZP}UWVKxHZLY]PYWHYHH[L-

El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas 83


Revista Realidad 139, 2014
rrorizar al personal de guarniciones desgaste provocó “el desgaste de
TPSP[HYLZWLYVSVWYVWPVOHJxHJVU la guerra”, determinante en trans-
los vecinos de las casas aledañas. formar las conciencias en favor
Los cateos y registros por efectivos KL \UH ZHSPKH WVSx[PJH ULNVJPHKH
del Gobierno incomodaban a todo Emergió la idea de “ganar la paz”
el mundo y eran fuente de frecuen- como alternativa realista al empeño
tes abusos. A la larga, la guerra de infructuoso de ganar la guerra.

La dinámica ideológica vuelve diagonal de izquierda a derecha


a tomar un papel relevante, im- en el rombo. Lo interpretábamos
pulsada por la que en la fase de como la inversión del contenido de
guerra integral está ocupando la SHWVSx[PJHHSJVTWHYHYLSPUPJPVJVU
posición dominante: la dinámica LS ÄUHS KL SH KtJHKH WVY SH J\HS
WVSx[PJH ,U SH MHZL ZPN\PLU[L SH KL el signo de los tiempos se negaba
N\LYYH JVU ULNVJPHJP}U Q\NHYm LS H Zx TPZTV ,U S\NHY KL VIQL[P]VZ
rol de dinámica dominante. Cuan- JVT\ULZ ` \UPKHK WH[YPH ZL OHIxH
do se observa la evolución que se desarrollado la contradicción de los
ha dado desde el comienzo de la intereses clasistas y la división de
guerra, podemos apreciar cómo se la nación. En vez de una paulatina
JVUÄN\YHSHÄN\YHKL\UYVTIVHS democratización, un mayor con-
Q\U[HYSHZLN\UKH`SH[LYJLYHL[HWH senso y estabilidad, se consumaba
en cuyos vértices extremos aparece la creciente ingobernabilidad, la
la misma dinámica, en este caso la rebelión popular y el endurecimien-
PKLVS}NPJH(SNVZPTPSHY`HZLOHIxH [V KL SH KPJ[HK\YH 3V X\L OHIxH
dado en la década de los sesenta, resultado era lo contrario de lo que
pero en aquel caso se trataba de la se esperaba.
KPUmTPJH WVSx[PJH [YHamUKVZL \UH

84 El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas


Revista Realidad 139, 2014
Pues bien, algo parecido nos uno al otro. El enemigo tiene que
aparece a la mitad de la secuencia ser visto como simple adversario.
dialéctica de la guerra: nuevamente El futuro democrático requiere de
un rombo con una diagonal que ambos, por tanto, en vez de ser ani-
cruza las dos fases intermedias, que quilado debe ser preservado. Es la
indica la transformación fundamen- “solución entre salvadoreños” que
tal que el proceso ha producido. Se se propugna en la negociación.
trata de la inversión en los conteni-
dos de la dinámica ideológica. Al Se instala la mesa de nego-
arranque de la guerra, en la primera JPHJP}U JVU SVZ I\LUVZ VÄJPVZ KL
L[HWHKLN\LYYHPYYLN\SHYQ\N}[LT- Naciones Unidas en 1990, y pronto
poralmente el papel dominante. Sus quedará claro, para sus propios
contenidos eran el odio de clase, la protagonistas, de que se trata de
convicción ideológica de que era un nivel cualitativamente distinto a
imperativo prevalecer y por tanto SV X\L OHIxH ZPKV LS KPmSVNV LU SH
destruir al otro —concebido como etapa anterior del proceso. Se ha
el enemigo—, la exasperación por entrado a una nueva fase en la que
SH MHS[H KL Q\Z[PJPH JVU]LY[PKH LU sigue la guerra, pero ya el campo
sed de venganza. Motivó al recurso de batalla está condicionado por la
extremo de la violencia y arrastró a mesa de negociación, determinado
SH TPSP[HYPaHJP}U KL SH WVSx[PJH LZ WVY Z\Z H]HUJLZ Z\Z KPÄJ\S[HKLZ `
KLJPYHSJVUÅPJ[VHYTHKV7LYVJHZP sus eventuales retrocesos. Nadie
diez años más tarde, el propio pro- W\LKL KHYZL LS S\QV KL WYV]VJHY
ceso va a ir imponiendo su lógica, el fracaso del proceso negociador,
determinando la necesidad de una W\LZ LS JVZ[V WVSx[PJV H WHNHY WV-
politización de la guerra, cual se KYxH ZLY MH[HS +L[LYTPUHKV WVY SH
realiza en la fase de guerra integral, maduración del proceso histórico y
WHYH ÄUHSTLU[L KLZLTIVJHY LU Z\ acuerpado por el acompañamiento
Z\WLYHJP}U X\L PTWSPJHYm KLQHY KL y presión internacionales, no es po-
JVUZPKLYHY SH N\LYYH JVTV LS ÄU ` sible el fracaso de la negociación,
volver a tenerla como un medio. ambos bandos están condenados al
Si no es posible ganarla, deberá t_P[V0TWSPJH\UHWYLUKPaHQLLUSH
examinarse la posible alternativa de práctica de la correspondencia que
\UHZHSPKHWVSx[PJHX\LZPUZLYZPU}- una negociación exige: para lograr
nimo de la victoria militar, permita que la otra parte ceda en algo sus-
HSJHUaHY SV LZLUJPHS KL SVZ ÄULZ tancial, será preciso ceder en algo
mediante este otro medio. En vez asimismo sustantivo. La solución
de ganar la guerra, habrá que esfor- WVSx[PJH ULNVJPHKH X\L ZL IHZH
zarse en “ganar la paz”. Implica una en el consenso a que van llegando
transformación profunda del pensa- las partes, excluye la trampa o la
miento y también de la emotividad. búsqueda de ganancia unilateral.
Ambos bandos han de aceptarse No es posible. Solo se avanza si

El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas 85


Revista Realidad 139, 2014
ambas partes ganan. De modo tal UHTVZ LS WHxZ OH NHUHKV¹ 5V LZ
que, cuando se llegue al desenlace una simple frase, expresa un con-
ÄUHSZLYmWLYJPIPKVSLNx[PTHTLU[L vencimiento al que se ha llegado
como ganancia mutua. “Todos ga- tras doce años de historia.

La gran transformación, que es TL[HZSVZTt[VKVZ`SHZ]xHZ[HT


YLZ\S[HKVKLSJVUQ\U[VKLSHN\LYYH bién resultarán alterados los valores
se produce de hecho en una etapa y las actitudes, las motivaciones
concreta, la cuarta, que dura apenas ` SHZ HZWPYHJPVULZ +LS JVUQ\U[V
dos años y a la que llamamos la de cambios, que se dan en ambos
“fase de guerra con negociación”. bandos, emergerá un discurso uni-
Se establece y desarrolla la nego- ÄJHKV X\L YLÅLQH LS HJLYJHTPLU[V
ciación sin una tregua militar, sino en el pensamiento: el común afán
que paralelamente sigue habiendo patriótico y nacionalista por rescatar
operaciones bélicas, sin embargo a El Salvador de la crisis estructural
domina la dinámica ideológica de- profunda en que se ha hundido, la
terminando las transformaciones del aspiración histórica y humana por
pensamiento de las partes en con- devolver al pueblo salvadoreño
ÅPJ[V:LOHUYLHKLJ\HKV[mJ[PJHZ` SH LZWLYHUaH LU \U TLQVY M\[\YV
estrategias con anterioridad, ahora el deseo mutuo por construir una
JHTIPHYmU HZPTPZTV SH [LVYxH SH democracia real que sea base de la
KVJ[YPUH ` SH PKLVSVNxH 5V ZVSV ZL convivencia y del diario vivir satis-
OHU TVKPÄJHKV SVZ VIQL[P]VZ ` SHZ MHJ[VYPVKLSHJP\KHKHUxH

86 El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas


Revista Realidad 139, 2014
La sinceridad del cambio de En la posguerra destaca la diná-
pensamiento y no solo de discurso mica económica, colocada en lugar
tendrá lógicamente que pasar la dominante. Es consecuencia lógica
prueba de los hechos, pero aparece del gran esfuerzo de reconstrucción
coyunturalmente con el aspecto de y de cumplimiento de acuerdos que
una suerte de “conversión”. Ello no YLX\LYxH \U M\LY[L ÄUHUJPHTPLU[V
KLQH KL [LULY ZPNUPÄJHJP}U LU \U internacional, lo que dinamizó la
WHxZ JVU M\LY[LZ ]HSVYLZ JYPZ[PHUVZ LJVUVTxH 7LYV LZ [HTIPtU WVY LS
donde las mismas vivencias extre- cambio en el signo de los tiempos,
mas de la guerra han venido a acre- inclinado ahora a lo privado y
centar las conversiones personales, LNVxZ[HLUJVU[YHZ[LJVUSHNLULYV
a buscar en la religión una renovada sidad y abnegación que presidieron
vida en la fe, que sin duda ayuda a SHKtJHKHKLSJVUÅPJ[V3VZPKLHSLZ
soportar y superar los traumas sufri- de liberación y de salvación de
KVZ K\YHU[L SH JVU[PLUKH 5V KLQH SH WH[YPH SVZ ZHJYPÄJPVZ OLJOVZ LU
de tener un cierto tinte conservador función de lograr metas colectivas,
este vuelco hacia las iglesias, muy la solidaridad y fraternidad impe-
distinto al sesgo liberador de inicios YHU[LZ LU[YL SVZ JVTIH[PLU[LZ HZx
KLS JVUÅPJ[V W\LZ H Z\Z ÄUHSLZ UV como entre la población sufriente,
es tanto salvación como acepta- todo eso queda atrás, como propio
ción, es menos liberación cuanto de un pasado superado y al que no
reconciliación, lo que prima en la se quiere volver. La posguerra im-
conciencia colectiva. plica la decepción y el desengaño

El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas 87


Revista Realidad 139, 2014
respecto a ese tiempo que no supo X\LSLQVZKLYLK\JPYZLVKLZHWHYL-
retribuir las esperanzas y anhelos. JLYHSJVUJS\PYLSJVUÅPJ[VHYTHKV
Sobreviene entonces el vuelco al ZL THU[PLUL ` ZL PU[LUZPÄJH WHYH
individualismo, al interés particular, ZVYWYLZHKLSHTH`VYxHKLHUHSPZ[HZ
a mirar lo propio. Triunfa el cinismo Ya no es la guerra la que expulsa
y la búsqueda del éxito sin importar compatriotas allende las fronteras,
los medios. Representa la victoria HOVYHLZJSHYHTLU[LSHKPMxJPSZP[\H-
ideológica de la clase dominante, ción económica y la falta de opor-
PKLU[PÄJHKH JVU LS ULVSPILYHSPZTV tunidades la causa del fenómeno.
X\L TPYH JVTWSHJPKH J}TV ÄUHS-
mente sus valores son compartidos Parte de los movimientos migra-
por el grueso de la sociedad, inclui- torios se producen internamente, de
dos muchos que participaron en la unos a otros departamentos y, sobre
lucha por el cambio de sistema. A todo, del campo a la ciudad. Trans-
la oleada de privatizaciones en la MVYTHYmULSWHxZX\LOHZPKV[YHKP-
esfera de lo económico, se suma la cionalmente rural y que en la tran-
“privatización de las conciencias”. sición se vuelve predominantemente
Es una marea insospechada que urbano. Sin embargo, el impacto
marcará a la transición democrática principal de la migración proviene
desde su mismo arranque. de la salida de compatriotas hacia
el exterior, especialmente a los
No es extraño que aparezca, Estados Unidos. Inicialmente visto
tras el triunfo ideológico de la bur- desde el poder como un problema,
N\LZxH ZHS]HKVYL|H ` KLS TVKLSV JVTV \U THS ZxU[VTH H SH SHYNH
neoliberal al que se abraza, la diná- LTWLaHYmHTVZ[YHYLMLJ[VZILULÄ-
mica social como la resultante de JPVZVZ WHYH SH LJVUVTxH! LS TVU[V
la fase que cierra la historia de la de remesas (ayudas económicas
guerra. La reactivación económica LU]PHKHZHMHTPSPHYLZLULSWHxZLZ
dura poco, y a partir de 1995 aso- de tal magnitud que se convierte
THU ZxU[VTHZ KL KLZHJLSLYHJP}U ` en el factor principal de ingreso de
crisis que acompañarán ya el resto divisas y en la clave para sostener la
de la transición y que determinan LJVUVTxHZHS]HKVYL|H,SWHxZZLOH
SHTH`VYxHKLMLU}TLUVZX\LHWH- convertido en exportador de mano
recen en la esfera de lo social. Uno de obra, los salvadoreños son ahora
de los más relevantes, la emigración el primer producto de exportación.

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Revista Realidad 139, 2014
A partir de 1994, la transición familia, supliendo las necesidades
avanza más allá de la posguerra y de afecto y sentido de pertenencia,
]H JVUÄN\YHUKV \UH U\L]H [YxHKH mientras la calle se ha convertido
dialéctica, claramente desde 1999, en la escuela y la mendicidad o,
a la que corresponde la dominancia muy pronto, la extorsión, la ven-
de la dinámica social. Esta desplie- ta de droga al menudeo u otras
ga nuevos aspectos. Consecuencia actividades delictivas, sustituyen
de la migración, aunque no solo, a los progenitores en el papel de
aparece el fenómeno de las familias proveedor. Se expande la conducta
KLZLZ[Y\J[\YHKHZKLSHT\QLYJVTV HU[PZVJPHS KL JPLY[H Q\]LU[\K X\L
QLMHKLOVNHYKLUP|VZX\LJYLJLU corresponde a una sociedad que no
ZPU X\L LZ[t WYLZLU[L SH ÄN\YH KLS [PLULUHKHX\LVMYLJLYHSVZQ}]LULZ
padre. Incluso muy a menudo tam- KLJSHZLIHQHTmZX\LLSLZ[PNTH`
poco está presente la madre, que la marginación. De tal manera que
también migró, y entonces la niñez el problema pandilleril viene a su-
queda al cuido de los abuelos que perponerse a una delincuencia co-
no controlan, o simplemente en mún desbordada durante la posgue-
estado de abandono. rra. Grupos de ex-combatientes de
uno y otro bando han realizado su
El fenómeno de las maras o particular reconciliación, formando
WHUKPSSHZ Q\]LUPSLZ [PLUL T\JOV bandas de asaltantes, de ladrones y
que ver con estas graves carencias de sicarios. Gente que no tiene otro
para una parte de la infancia. Será VÄJPVTmZX\LSHZHYTHZZPN\LULU
la mara la que haga las veces de N\LYYH SH OHU WYP]H[PaHKV /HJLU

El Salvador entre 1969 y 1999: dialéctica de tres décadas históricas 89


Revista Realidad 139, 2014
ahora la guerra por su cuenta, y la Se trata de un movimiento so-
]xJ[PTH LZ LS JVUQ\U[V KL SH JP\- cial plural, diverso y multifacético,
KHKHUxH OVUYHKH (SPTLU[HYm V[YV tal vez por eso mismo, bastante
fenómeno paralelo de la transición: desestructurado y fácilmente ma-
la proliferación de las agencias de nipulable (como fueron los vende-
seguridad privada, cuyos integran- dores ambulantes o los motoristas
tes sobrepasan en número al total del transporte público). Derecha
KLLMLJ[P]VZKLSHWVSPJxH`UVOHU e izquierda tratan de “pescar en
pasado por la academia policial a YxV YL]\LS[V¹ H\TLU[HUKV H ]L-
educarse. ces la general confusión. En todo
caso, mostrando que la dinámica
Se va dando asimismo un re- WVSx[PJH ]H H Q\NHY \U YVS YLSL]HU[L
nacer de los llamados movimientos LTW\QHKH WVY SH KPUmTPJH ZVJPHS
sociales. Algunos proceden de dominante. Esa politización desde
organizaciones de larga data, con la movilización social estuvo a la
tradición y experiencia de lucha. base de la elección del 2009.
Los más son de nacimiento reciente,
fruto espontáneo de los problemas Probablemente la historia no
y contradicciones que se dan en la UVZKLZTLU[PYmZPHÄYTHTVZX\LLU
sociedad. Movimientos contra los 2009, a partir de la victoria electo-
rellenos sanitarios (como el caso de ral del FMLN y el arribo del gobier-
Cutumay Camones), en lucha contra no del cambio con Mauricio Funes,
SHJVU[HTPUHJP}UJHZV)H[LYxHZ9L- hay un salto cualitativo que nos co-
cord, de Sitio del Niño), de afecta- loca en una nueva etapa histórica.
dos por la construcción de represas A mi modo de ver, incluso puede
(caso del Cimarrón), en defensa del HÄYTHYZL X\L LU LZH MLJOH W\LKL
agua y del medio ambiente contra considerarse concluida la transición,
SH TPULYxH TL[mSPJH JHZV 7HJPÄJ pues pone a prueba a todos los
Rim), etc. También contra la privati- actores principales: a la derecha,
zación de la atención sanitaria, por forzada a aceptar el resultado y ser
la salud reproductiva y el derecho oposición, a la izquierda que debe
KLSHZT\QLYLZHKPZWVULYKLZ\WYV- LUJHYHYLSKLZHMxVKLJHYNHYJVUSHZ
pio cuerpo, por la despenalización responsabilidades de ser gobierno y
del aborto, a favor de legalizar los de llevar a la práctica aquello por lo
matrimonios entre personas del mis- X\L]LUxHJSHTHUKV3HKLTVJYHJPH
mo sexo, etc. En general contra el JVTVYtNPTLUWVSx[PJV[HTIPtULU
neoliberalismo, el Tratado de Libre proceso de maduración, es asimis-
Comercio, la dolarización, contra la mo puesta a prueba. Por ello, no
acción de las transnacionales, etc. cabe duda, ha de considerarse la di-
UmTPJHWVSx[PJHJVTVSHKVTPUHU[L

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5V LZ[m JSHYV [VKH]xH ` KPMxJPS JVU SV X\L `H UV JHIYxHU L_J\ZHZ
mente pueda estarlo en un futuro para que la izquierda cumpla con
próximo, a qué otra dinámica apunta LS JVUQ\U[V KL Z\Z WYVTLZHZ IPLU
el signo de los tiempos en cuanto sea por el retorno de la derecha al
YLZ\S[HU[L/LJVSVJHKVLUSHÄN\YH gobierno, probablemente obligada a
la dinámica ideológica, aunque entre muchas concesiones populistas y a
interrogantes. Probablemente haya una revisión o reversión del modelo
que esperar a las próximas eleccio- ULVSPILYHSX\LZLPTW\SZ}LULSWHxZ
nes presidenciales de 2014, como por veinte años. Tal vez en ambos
TxUPTVWHYHWVKLYHZLN\YHYSV7LYV LZJLUHYPVZZVIYL]LUKYxH\UHYLJVT
HSN\UVZZPNUVZWVKYxHUHW\U[HYH\U posición en el mundo de las ideas,
nuevo momento de transformación que es siempre un anticipo de los
ideológica, bien sea producto de una cambios profundos a que apunta el
nueva victoria electoral del FMLN, mundo de la realidad.

Notas
1 Ribera, Ricardo, “El signo de los tiem-
pos como categoría teórica”, Realidad
(130), octubre-diciembre de 2011.
2 Ribera, Ricardo, “La década de los
sesenta en El Salvador: un modelo de
negación dialéctica”, Realidad (136),
abril-junio de 2013.

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