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El sacerdote en el catolicismo, la ortodoxia y el coptismo[editar]

Un sacerdote católico.

Tanto los cristianos católicos como los ortodoxos y coptos creen que todos


los bautizados participan del sacrificio de Cristo (corredención) al ofrecer sus dolores y
sufrimientos para la remisión de los pecados suyos y de los demás ya que son parte de
la Iglesia, "Cuerpo de Cristo". Esta participación es conocida como «sacerdocio común de los
fieles». Además, creen que Jesús instituyó un sacerdocio ministerial entre los Apóstoles y sus
sucesores para la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, y realizar
otras tareas pastorales, poniéndose al completo servicio de Dios y de la Iglesia. A quienes
participan de este ministerio se les denomina clérigos. Este sacerdocio se recibe
sacramentalmente (orden sacerdotal) en tres grados: el diaconado, el presbiterado y el
episcopado (los obispos), que se considera el sacerdocio pleno. Son ordenados sacerdotes
solo los varones bautizados con fiel apego a la tradición instituida por Jesucristo al llamar solo
varones en su grupo de los 12 apóstoles. Además, los candidatos al episcopado adquieren el
compromiso del celibato, en el rito latino también se les exige a los presbíteros. Cfr. Mat 10, 3
y 1 Cor 7, 32.
Históricamente en el rito latino se han distinguido entre órdenes menores (ostiariado,
lectorado, acolitado y exorcistado), y órdenes mayores
(subdiaconado, diaconado y presbiterado), aparte del episcopado; se confería además la
tonsura (rito por el que se ingresaba en el clero; se confería antes de las órdenes menores). Ni
las órdenes menores ni el subdiaconado se conferían mediante el sacramento del Orden, sino
simplemente por un acto de potestad eclesiástica. El papa Pablo VI suprimió las órdenes
menores reordenándolas como ministerios propios de los laicos, como en la práctica solían
ejercerse -lector y acólito-, para que solamente fueran ya no mayores, sino directamente y de
manera más coherente órdenes los tres grados del sacramento del Orden:
(diaconado, presbiterado y episcopado) como se ha descrito anteriormente. De esta manera,
actualmente se ingresa en el clero mediante la ordenación diaconal.
Como ya se ha indicado, los sacerdotes de la Iglesia latina se escogen entre varones solteros;
en las iglesias católicas orientales, igual que en las iglesias ortodoxa y copta, se admite al
presbiterado a varones casados. Los sacerdotes católicos en general dedican su ministerio a
la celebración de la eucaristía, la administración de sacramentos (especialmente
la penitencia), predicación, vida de oración, visitas a enfermos y organización de obras de
caridad en su ámbito (parroquias, capellanías, hospitales, universidades, etc).
Además, se ha restaurado en el rito latino de la Iglesia Católica el diaconado permanente. A él
acceden generalmente varones casados aunque no de manera exclusiva, y ejercen una
función de colaboración con los presbíteros, especialmente a través de la organización de las
obras de caridad, visitas a enfermos y la predicación. También administran el sacramento
del bautismo y del matrimonio. En algunas comunidades católicas de Hispanoamérica también
existen los "fiscales"[cita  requerida], instituidos durante la época colonial, que cumplen funciones
similares a las de un diácono.
La Iglesia Católica considera el sacerdocio como una vocación o llamada de Dios. El
candidato al sacerdocio ingresa en un seminario, institución educativa reservada a esta
finalidad. Para ingresar en el seminario se suelen exigir los mismos requisitos que para
acceder a estudios superiores en cada país, pero además se exige un informe psicológico. La
formación en el seminario tiene una función de discernimiento vocacional (el candidato ha de
comprobar durante los años de seminario si tiene verdadera vocación) y de formación
académica y pastoral. El plan de estudios es marcado por las directrices de la Santa Sede que
distribuye su formación en dos años de Filosofía y tres de Teología, a los que en algunas
diócesis se añade un año propedéutico o preparatorio, además de otras que añaden uno o
varios de especialidad teológica o práctica pastoral, durante el que ya se suele ordenar al
candidato de diácono.
Según el Evangelio, el sacerdote es sal de la tierra, la luz del mundo, pescador de almas, el
amigo íntimo de Jesús, el pastor vigilante de la grey cristiana, perdonador de pecados, el
predicador de Evangelio, el sacrificador del cuerpo y sangre del Señor, el mensajero del Hijo
de Dios. En el uso común hispano parlante, al sacerdote católico se le suele denominar
'padre'.

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