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Soberanía económica: Heredamos pesados lazos de dependencia económica y política que nos
dejó el régimen neoliberal. Bregamos por el ejercicio pleno de la soberanía política, tanto desde el
Estado como desde los sectores de la producción y el trabajo, en defensa del interés nacional para
democratizar una economía extranjerizada y colonizada desde sus entrañas. Este camino nos une
a los pueblos hermanos de Latinoamérica.
Soberanía Fiscal: Que la justicia investigue el endeudamiento fenomenal ante los organismos
internacionales, que los responsables sean sometidos ante el imperio de la ley y que no se pague
la deuda ilegitima. Reforma tributaria integral progresiva, que sean los sectores de mayores
ingresos quienes más paguen.
Soberanía Productiva: Sustitución y control estricto de importaciones para que sólo se compren
en el exterior insumos insustituibles para el desarrollo de la industria nacional y para consumos
esenciales. Garantizar las condiciones para la recuperación de la economía popular y las Pymes y
cooperativas. Inyección de miles de millones de pesos que deben ser volcados a la generación de
fuentes de empleo y trabajo en condiciones de completa formalidad.
Soberanía Energética: Políticas de reapropiación y control estatal del complejo energético, para
salir del extractivismo de los recursos naturales. Nuestro complejo energético no puede estar en
manos de enclaves extranjeros e imperialistas que lo convierten en un commoditie de
exportación.
Soberanía Alimentaria: De la que parte cualquier principio de justicia social. Para que las cadenas
globales de la especulación quiten sus manos de la producción, transporte y comercialización de
alimentos. Como representantes de sindicatos y trabajadores populares, tenemos la
responsabilidad de visibilizar el trabajo comprometido que miles de unidades de trabajadores de
la economía social y popular vienen realizando desde la agricultura familiar y comunitaria, desde
las zonas periurbanas y la ruralidad. Miles de agricultores locales y regionales, producen día a día
sus alimentos en las condiciones más nobles, sin dañar los recursos de la tierra, los ecosistemas, el
entorno, ni poner en peligro la salud, libres de transgénicos y pesticidas que solo colaboran a la
enfermedad social. Para que los mercados de cercanía, las ferias, la venta directa desde la chacra o
a domicilio, acorten la brecha entre el productor y el consumidor, generando el vínculo de
intercambio de saberes, de conocimientos de afectos entre el que produce y el que consume.
Soberanía sobre nuestros bienes comunes naturales: Frente a un capitalismo en crisis que amplía
las fronteras del extractivismo ecocida, promovemos la responsabilidad ambiental y la
preservación de espacios naturales amenazados por la explotación y destrucción de nuestros
bienes comunes naturales.
Soberanía pedagógica y cultural: El modelo educativo acordado por el macrismo con los
organismos financieros internacionales, profundizó la injerencia de los monopolios y grupos
transnacionales en la escuela pública. Se apropian de una parte del presupuesto educativo,
también disputan las conciencias de estudiantes y trabajadores de la educación con sus planes y
programas de formación y perfeccionamiento. La educación jamás debe ser un privilegio, es un
derecho social que defendemos. A partir de la semilla de la pedagogía, todo este horizonte de
justicia social, y soberanía popular será posible de construirlo, en una patria en la que entremos
realmente todas y todos. Urgente aplicación de la Ley de medios, democratización de la
comunicación hoy en manos de los monopolios. Para derrotar a la cultura del individualismo, del
escepticismo y la propaganda negacionista y los discursos del odio.
Sólo con la garantía de todas estas dimensiones, podremos hablar de soberanía nacional. Nuestra
historia enseña que con la lucha colectiva y solidaria enfrentamos y pudimos superar cada período
de crisis. La patria grande y soberana por la que luchamos requiere de la mayor unidad y
organización de las fuerzas del trabajo, de las mayorías populares.
Cuando nuestro pueblo traza un destino común, no hay quien ponga límites a nuestra capacidad
para transformar la realidad. Seguimos luchando para que nuestras voces y exigencias sean
representadas realmente por un Estado Soberano y Popular presente.