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CHARLA 13- EL MAESTRO JESUS

UNO RECUERDA CON APRECIO A SUS MAESTROS BRILLANTES, PERO CON


GRATITUD A AQUELLOS QUE TOCARON NUESTROS SENTIMIENTOS.
En la CHARLA DE ESTA tarde vamos a recordar a ese profesor(a) “especial” que
probablemente todos tuvimos en nuestra vida, y que gracias a su ejemplo y buen
hacer, marcó la diferencia en nuestro aprendizaje y ahora permanece para siempre en
nuestro recuerdo.
Estoy segura que todas y todos los que estamos en la charla de esta noche tuvimos un
profesor (a) que nos dejó una marca especial, que siendo igual a otro no lo fue, intenta
recordar aquella maestra(o) aquella persona q causó una profunda influencia positiva
en tu existencia, cierra los ojos y recuérdalo(a), cómo se llamaba, cómo te decía, cómo
te hizo sentir, ¡Abre tus ojos! ¿¿Sonreíste al recordarlo?? Quizá una lágrima de
gratitud se asomó a tu ojos.
Soy maestra por dos personas que me inyectaron esa convicción de serlo, y de sumar
a la educación de México, fueron dos maestras de primaria, especialmente
maravillosas, la primera tenía una mirada dulce y tierna, fue muy cariñosa conmigo, por
ella aprendí a no tener miedo a lo nuevo y me impulsó siempre a superarme. Mis
pequeños logros los celebraba como si fuera algo extraordinario, eso me empujaba a
esforzarme más para agradarle siempre, me encantaba recibir su abrazo cálido y a
cambio le devolvía uno bien apretado. Pasé a ser adolescente y luego joven, buscaba
la ocasión para verle, siempre me decía: mi niña. Un día me preguntó que iba a
estudiar, le dije que estudiaría para ser maestra como ella. Se alegró mucho, cuando
salí de casa para estudiar en la Normal, pasé a despedirme de ella, tristemente fue la
última vez que la vi. Como tributo a su trato hacia mi, a esa huella de amor en mi
persona, prometí ser una maestra tan cariñosa como ella.
Mi otra maestra, mi favorita, fue Mi maestra de sexto grado, ayer dia del maestro 2022
le escribí este pequeño poema
Muchas gracias amada maestra por sembrar sueños en mi corazón,
Muchas gracias por hacerme creer que podía realizarlos.
Muchas gracias por toda tu bondad que me hizo creer que el amor si existe.
Muchas gracias por pintar mi mundo de colores cuando a veces yo lo veía gris.
Muchas gracias por creer en mí y hacerme saber que el triunfo se construye cada día,
desde que somos niños.
Muchas gracias a Dios por enviarme hasta tu salón para ser tu alumna de sexto grado.
Muchas gracias por impulsarme, aún cuando no fuera ya tu alumna en el aula.
Muchas Gracias a tí por amarme y hacer la diferencia en mi vida. Te amo hermosa.
DECLARO QUE: Tu eres la mejor maestra del mundo Aida Luz
Ella, decidida, aventada, altruista, comprometida con la docencia, tan alegre con una
sonrisa contagiosa, pero también con una mirada fuerte que no me dejaba opción a
sentir lástima por mi misma. Siempre pendiente de cada uno de sus alumnos, con una
disposición altísima para hacer brillar a cada uno en particular. Nunca dejo ver que era
débil para no decepcionar a sus alumnos que creíamos en ella. A lo largo de 35 años
de servicio docente formó alumnos numero 1 para la sociedad, me encanta que me
diga que soy numero 1. Me lo hizo saber en muchas etapas de mi vida y me lo sigue
diciendo. Como no amarla, como no amar a alguien que dio tanto sin esperar nada a
cambio.
Hay características comunes que hacen especiales a estas personas: el compromiso
en la realización de su trabajo, su observación aguda sobre el piso en el cual van a
construir, su sentido de posibilidad, porque creen ciegamente que todos sus alumnos
pueden aprender, esa premisa para ellos es incuestionable, tienen un sentido de
urgencia donde cada minuto cuenta, para ellos no hay imposibles en la educación, solo
hay urgencias, son modelos para sus alumnos y tienen la capacidad de inspirarlos para
que sean protagonistas de sus sueños.
Considero que cada maestro debiera potenciar la vida de sus alumnos, y ayudar a
cambiar sus vidas. El mundo necesita de maestros que dejen una marca fuerte,
potente y definida en la vida de sus alumnos, el mundo ocupa profesores que
transformen, hay injusticias que afectan a los alumnos y necesitan de esos seres
especiales llamados maestros para que den luz en sus vidas.
Cuando los maestros poseen esas características de las que vengo hablando, los
casos de alumnos exitosos se multiplican.
No siempre la sociedad va a reconocer la obra maravillosa de excelentes maestros,
pero los maestros si verán los frutos de las semillas que sembró en los corazones de
sus alumnos.
Quiero dedicar una hermosa poesía a los maestros que me escuchan en esta charla y
especialmente y con mucho amor y admiración a la mejor maestra del mundo Aida Luz
Portela. Maestra Aida, te amo.
Del Profr. Leobardo Ricardo Prudencio EL MARTIR DEL DESIERTO

Maestro… ¿Dónde, dónde está el monumento que el pueblo y el gobierno en tu honor


han levantado?… ¿Dónde… dónde está el monumento?.
Si fueras coronel y trajeras tu fusil colgado al hombro, te pondrían cien medallas por
cada ser humano asesinado… Serías un héroe nacional. Harían tu efigie en mármol,
bronce u oro y un escrito que a la letra así dijera: “Salve… Oh mártir, que cubriste con
decoro las armas nacionales en todas las trincheras”…
Pondrían tu nombre a calles y parques y jardines, y con toques de trompetas y clarines,
harían que fuera el pueblo tu féretro a besar… Y en vez de cirios… Estarían cuatro
cadetes del heroico Colegio Militar.

Es risible, maestro, pero es la realidad… Tú, que luchas a diario por los campos, por
las sierras, por la veredas y hoyancos, donde fuiste regando con tu sangre los
caminos… Donde con paciencia hiciste gente, a tantos campesinos, enseñándoles que
entre el lápiz y el abismo, hay una gran distancia, y esa distancia se llama…
analfabetismo.
Con tu sudor se construyeron las aulas de tu escuela, con tu sabiduría hiciste de cada
niño… ¡un pájaro que vuela!… Con tus sonrisas formaste un jardín lleno de rosas y con
tus cantos nacieron, sin querer las mariposas…

Maestro… Tú que libras a diario, batalla tras batalla, sin ruidos de fusiles, sin fuego de
metralla… tienes que esperar medio siglo a que pongan en tu escuálida mano, la
famosa medalla Altamirano.
Una sola… Maestro, una sola… No mereces más; pues tu espada es de grafito, de gis
y de pizarra… Es papel que no chorrea sangre… Es arcilla que no hiere, es arcilla que
no mata, es escoria que no sirve en los campos de batalla, es ceniza que se esparce,
es ceniza que no marca huellas… Es río que perdió para siempre su cauce.
Tus esfuerzos no sirven, maestro… tus desvelos a nadie le importan, a nadie le
interesan… Porque el honor y la gloria solo se ganan en combate… Y tú, no te ensañas
con los niños que salen a tu encuentro, no te ríes a carcajadas del dolor que llevan
dentro y nunca la espalda les das si te piden, Maestro… tu consejo.
Jamás dañas, jamás hieres, jamás matas… Tu labor no es destruir vidas. Tu misión es
hacer hombres que sepan construir sus propias vidas. Cambiar al mundo te pusiste
como meta, sin importarte caer en las garras del desprecio de las gentes que solo ven
en ti… un mendigo que se arrastra como una marioneta en el trapecio.

Cambiaste estrellas y barras por espinas, dejaste casa, padres, hermanos… por una
sola dicha: Hacer del niño un pavorreal de mil colores. Cambiaste lujos, alfombras y
cortinas… Por una choza humilde de cartones… Dejaste mesas con platillos y
manteles, para irte a pasar hambres con las gentes que sueñan con castillos y
oropeles.
¿Y ese sacrificio… en cuenta quién lo toma?… Te humillan cuando pides aumento de
salario, se mofan cuando exiges respeto a tus derechos, se burlan y se ríen, te miran
con desprecio… Y en cambio, sí… te exigen que cumplas el programa, que rindas
pleitesía a aquél que te difama… que aplaudas sus conquistas, sus logros y su fama…
que no hables mal de nadie, porque eso… es ser antirrevolucionario.

Si dices la verdad… Cometes sacrilegio. Si exiges lo que es tuyo… Eres un necio. Si


expresas lo que sientes… no sirves a la causa. Si tomas la bandera defendiendo al
campesino… A la cárcel irás muriendo a pausas… y no habrá organismos ni padrinos
que tomen por su cuenta tu defensa.
En cambio… Si ven brillar el sol entre tus manos… Serás el amigo, el compadre del
alma… y tendrán la desvergüenza, de tratarte en las calles como hermano.

¡Qué triste Maestro.. qué triste!… Se consume tu cuerpo y te resistes a morir en un


lecho cuajado de delicias. Cambias todo por un solo puñado de sonrisas, que vengan a
apagar tu dolor si estás enfermo y llevarte grabadas sus caritas… en tu viaje hacia el
eterno.
¡Con eso te conformas!… ¡Con eso te consuelas!… y no quieres minutos de silencio, ni
zarzuelas de espadas, fusiles o metrallas…. te humillan los honores con todo y sus
medallas. Te ofenden las limosnas que te ofrecen como aumentos… Degradan tu
sapiencia las miles de reformas… poniendo en duda, Maestro… Tu gran conocimiento.

¡Y tú!… sigues con tu pecho erguido… sin darte cuenta que eres hombre, en una
sociedad perdida… Tu barca en vez de ser una reina de los mares… Es canoa de
ingratitudes y pesares… Y el campo en que laboras… ¡Un desierto! Donde anidan
serpientes ponzoñosas que se arrastran con cautela tenebrosas, esperando que caigas
en sus fauces… Y por todas esas cosas… Maestro… ¿Dónde… Dónde está el
monumento?

Es indudable que la obra de los grandes maestros no es reconocida. Si el mundo no


fue capaz de reconocer la obra de un gran maestro llamado Jesucristo, ¡Cuánto mas se
podría reconocer la obra de un mísero mortal como nosotros???
Y TU QUERIDA AMIGA que me escuchas, tuviste un maestro o una maestra que tuvo
ese toque especial que fue capaz de inspirarte?

Tal vez solo tienes malos recuerdos de tus maestros de primaria o secundaria,etc. No
hace falta estar en una institución educativa para tener maestros, hay maestros de
vida, que son capaces de iluminar y llenar de color la vida de otras personas, aun sin
tener un título o una mención honorifica de alguna universidad, y tampoco es necesario
ahora estar en una escuela para tener un gran maestro y más adelante te diré como
puedes lograrlo.

Tuve una primera maestra, me atendía en casa, en sus espacios libres, la que me
enseñó a leer y lo hizo con tal pasión que cuando aprendi que las letras tienen
significado nunca solté los libros, una maestra sin titulo universitario o titulo de
normalista, ella, mi madre, gracias a Dios por ella. Gracias a ella entré al mundo de las
letras, ella ya descansa, pero su obra sigue, seguirá hasta el final de mis días, porque
mi pasión por leer es infinita. Gracias Mamá.
Conocí a otra persona maravillosa, maestra de vida, la conocí cuando tenía 7 años,
desde entonces me ha inspirado y ha estado en la mayor parte de mis situaciones
difíciles, dándome siempre el consejo oportuno y necesario para vencer con las
mejores armas: quieres saber el secreto? DOS ARMAS PODEROSAS: LA PACIENCIA
Y LA ORACION

Ella me presentó al mejor maestro del Universo, me enseñó a conocerlo y admirarlo,


con una gracia suelta me llevó en la imaginación hasta una aldea de Belén donde hace
más de 2 mil años Dios lo envió a la Tierra en forma de bebé a través de una bella
jovencita, la Virgen María. Me enterneció pensar en ese indefenso bebé llamado Jesús,
naciendo en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en el Mesón. Con mucho
asombro aprendí que cuando sucedió este acontecimiento  Había pastores en la misma
región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y se les
presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron
gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran
gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un
Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño
envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el
ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 
¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
15 
Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron
unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el
Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a
José, y al niño Jesús, acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se
les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los
pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su
corazón. 20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas
que habían oído y visto, como se les había dicho.
Se despertó en mi la curiosidad por saber que valores especiales pero humanos habría
en el corazón de esa afortunada joven, para haber sido escogida como la madre del
Hijo de Dios. Indudablemente que me sentí inspirada, y con curiosidad innata fui
aprendiendo la gran obra que esa joven madre, ejerció para educar a su pequeño hijo,
el niño Jesus, quien crecía en sabiduría y en gracia para con Dios y los hombres. Luc
1:52.

Ese niño muy especial, llamado Jesús, que nació HACE más de dos mil años, al crecer
se convirtió en el hombre más grande de todos los tiempos, el hombre más sabio que
haya vivido en la Tierra. También fue el mejor maestro, pues explicaba las cosas
difíciles de modo que fuera fácil entenderlas.

Hace un momento te dije que NO es necesario estar ahora en una escuela para tener
un gran maestro, te diré quien es el mejor maestro de Universo, se llama Jesus, el Hijo
de Dios. El nos habla a través de su Palabra escrita, cuando leemos sus palabras en la
Biblia, es como si él nos hablara directamente.

Cuando Jesús vino a la tierra, la humanidad parecía próxima a llegar a su más bajo
nivel. El mismo cimiento de la sociedad estaba minado. La vida había llegado a ser
falsa y artificial. [...] Hartos de fábulas y mentiras, y deseosos de ahogar su
pensamiento, los hombres se volvieron hacia la incredulidad y el materialismo. Al
excluir de sus cálculos la eternidad, vivían para el presente.

“A medida que dejaban de reconocer a Dios, dejaban de tener consideración por el ser
humano. La verdad, el honor, la integridad, la confianza, la compasión iban
abandonando la tierra. La idea del deber, de las obligaciones, de la fuerza hacia la
debilidad, de la dignidad y de los derechos humanos era desechada como sueño o
fábula. Al pueblo común se lo consideraba como bestias de carga, como instrumentos
o escalones para lograr lo que se ambicionaba. Se buscaban como el mayor bien la
riqueza, el poder, la comodidad y los placeres. La degeneración física, el sopor mental
y la muerte espiritual eran las características de la época” (Ed 74, 75) Conocer este
trasfondo hace que entendamos mejor por qué Jesús enseñó tal como lo hizo.

El escritor Lucas, médico y erudito, compartió con sus lectores que había algo
extraordinario en Jesús. Nacido en el hogar de un carpintero, criado por treinta años en
el pequeño pueblo de Nazaret en Galilea, no conocido por nada grande según las
normas humanas, Jesús afrontó a todos –gobernantes romanos, eruditos judíos,
rabíes, gente común, secular y religiosa− con su enseñanza y ministerio. Los vecinos
de su pueblo “estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca”
(Luc. 4:22). Una vez llevó esperanza a una viuda en Naín al resucitar a su hijo muerto
(Luc. 7:11-17). El pueblo entero tuvo un temblor de miedo y exclamó: “Dios ha visitado
a su pueblo” (vers. 16). La autoridad de Jesús sobre la vida y la muerte electrificaron no
solo a Naín, sino a “toda Judea, y por toda la región de alrededor” (vers. 16, 

Jesús enseñaba sin medida. Sus discípulos y los religiosos de su tiempo se referían a él como
Rabbi, Juan 3:2 (maestro). aunque no provenía de ninguna de las escuelas rabínicas del
momento. Enseñó a individuos particulares, a multitudes, a grupos pequeños, aunque, como es
lógico, hizo más extenso su magisterio a los discípulos que convivian con él. Predicó por todo
Israel, "recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas y predicando la buena nueva del
reino y curando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo, predicaba en las sinagogas de
Judea, Decápolis, al otro lado del Jordán, así como en el litoral de Tiro y Sidón.

¿Por qué era Jesús tan buen maestro? Una de las razones es que él también tuvo
alguien que le enseñara. su Padre, y el Padre de Jesús es Dios.

 Antes de venir a la Tierra, Jesús vivía en el cielo con Dios. Por eso fue tan
diferente a los demás hombres, porque fue el único que vivió en el cielo antes
de nacer en la Tierra. por eso, Jesús pudo enseñar a los seres humanos lo que
había aprendido de Dios.
 Porque amaba a las personas y quería ayudarlas a aprender de Dios. Jesús
amaba no solo a los adultos, sino también a los niños. Estos disfrutaban de
estar con él porque hablaba con ellos y los escuchaba. Cierto día, algunos
padres llevaron sus hijos a Jesús. Pero los amigos del Gran Maestro pensaron
que él estaba demasiado ocupado para hablar con niños, y les dijeron que se
marcharan. ¿Qué hizo Jesús?... Ordenó a sus amigos: “Dejen que los
niñitos  vengan a mí; no traten de detenerlos”. En realidad, Jesús quería que los
niños se acercaran a él. Aunque era un hombre muy sabio e importante, dedicó
tiempo a enseñarles (Marcos 10:13, 14). Una vez, Jesús utilizó a un niño para
enseñarles una importante lección a sus discípulos: puso al niñito en medio de
ellos y les indicó que aunque eran adultos, debían cambiar de actitud y llegar a
ser como aquel niño. Sino fuereis como este niño no entrareis al reino de los
cielos y ¿como es un niño? es humilde, le gusta aprender, no guarda rencor.
 Otra razón por la que Jesús era tan buen maestro es que hacía que las cosas
resultaran interesantes para los demás, pues las explicaba de manera  sencilla
y clara. Hablaba de los pájaros, las flores y de cosas conocidas para ayudar a la
gente a saber más de Dios.

En cierta ocasión, mientras Jesús estaba en la ladera de una montaña, vinieron


muchas personas a verlo y Jesús pronunció un discurso. Aquel discurso se conoce
como el Sermón del Monte. Dijo: ‘Fíjense en los pájaros del cielo. No plantan semillas.
Tampoco guardan alimento en graneros. Pero el Dios del cielo los alimenta. ¿No valen
ustedes más que ellos?’ ¿Qué lección estaba enseñando Jesús cuando habló de
los pájaros y las flores?

Además añadió: ‘Aprendan una lección de los lirios del campo. Crecen sin esfuerzo, y
fíjense en lo lindos que son. Ni siquiera el rey Salomón tuvo ropas tan hermosas.
Entonces, si Dios cuida de las flores del campo, ¿no cuidará también de ustedes?’
(Mateo 6:25-33).

 ¿Comprendes la lección que Jesús estaba enseñando?... Él no quería que viviéramos


preocupados por lo que vamos a comer o lo que vamos a ponernos. Dios sabe que
necesitamos estas cosas. Jesús no quiso decir que no debemos trabajar para
conseguir el alimento y la ropa, sino que debemos poner a Dios en primer lugar. Si lo
hacemos, Dios se encargará de que tengamos lo necesario. ¿Crees que será así?...
Cuando Jesús terminó su discurso, ¿qué pensaron los que estaban allí?... La Biblia
dice que se quedaron asombrados por su  forma de enseñar. Les encantaba
escucharlo, y sus consejos ayudaban a la gente a hacer lo bueno (Mateo 7:28).

Nunca hubo persona mejor capacitada para su trabajo como lo fue Jesús para la
enseñanza. Él había venido de Dios por maestro y como humano aprendió el valor de
la enseñanza para después aplicarla a la vida cotidiana. El fue un habil maestro capaz
de cautivar las multitudes, por medio de sus palabras que tocaban los pliegues mas
escondidos del hombre.

Dice un dicho: “Lo que haces retumba tan fuerte que no me deja oír lo que dices”.
Jesús no solo enseñaba con palabras, sino más bien con sus hechos. El era la
personificación de la verdad, él era lo que enseñaba antes de decirlo y lo vivía mucho
antes de enseñarlo. El mismo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Jesús nunca
enseñaba lecciones para ser elogiado y admirado como un gran maestro, sino más
bien, uno de sus propósitos era el de trasformar los corazones de cada hombre y así
mismo llevarlos al conocimiento de Dios.

En cierta ocasión se acercó a Jesús un intérprete de la Ley que quiso probarle


haciéndole una pregunta-“Maestro, ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?”-
Jesús le miró el corazón que estaba vacío de amor por su prójimo, en el sólo existía
una religión vacía y hueca. Con la lección del buen samaritano, Jesús le enseñó el
verdadero significado de la ley. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Lucas 10:25.

JESÚS enseñaba a la gente a cómo ser un buen vecino, al que sufría, cómo soportar,
a los necesitados, cómo orar, fue el modelo de toda enseñanza de todos los tiempos.
Enseñar era su misión principal. Con frecuencia sanaba a los enfermos, algunas veces
obraba milagros. Algunas veces fue predicador, pero siempre fue maestro.

Los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) por lo menos cuarenta y cinco
veces se refieren a Jesús como maestro; nunca es llamado predicador. Jesús enseñó
en todas partes, en el templo, en las sinagogas, en el monte, a la orilla del mar, junto al
camino, en un pozo, en los hogares, en reuniones sociales y en privado. Jesús creía
tanto en la enseñanza, que preparó a doce maestros para llevar adelante su trabajo.
De todas las ciudades y aldeas, venían a él para escucharle hablar. Nunca había
hablado hombre como este.

Este maestro era diferente a los demás, el enseñaba con claridad, confianza y poder.
Por eso mismo la gente se maravillaba de su doctrina. Y porque era el mismo Dios y la
Palabra encarnada, no tenía necesidad que alguien le enseñara. El dijo: ”Porque yo no
he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo
que he de decir, y de lo que he de hablar.” Juan 12:49.

Alguien citó lo siguiente: “A la gente no le interesa lo que tú sabes hasta darse cuenta
cuánto tú te interesas por ellos”. Conocimiento sin amor es como un metal que
resuena, sólo ruido se puede escuchar. La obra de nuestros maestros que aun
recordamos, dejó huella porque indudablemente nos trataron con amor. Jesús vivía la
vida común de todos los hombres y sus discípulos fueron sumergidos inmensamente
por su maestro en una relación afectuosa con él. Estos doce hombres fueron
transformados de lo común y ordinario en personas de carácter y devoción, para
después cambiar al mundo por medio de las enseñanzas de su maestro .

Jesús, fue por excelencia el gran Maestro, que ningún maestro a lo largo de la Historia
ha logrado superar: en su forma de enseñanza, en sus dotes didácticas, en su trato con
los demás, en sus ejemplos claros y prácticos… su doctrina fácil y comprensible poseía
un alcance universal, y a la vez cautivaba el corazón de todo aquel que se prestaba a
escucharle con atención. Sin duda, el modelo de Cristo en esta materia es digno de
imitar.

La costumbre de Jesús era instruir y educar, en todos lados, su manera natural de vivir
transmitía una sabia y constante enseñanza, de manera abierta y espontánea: en las
conversaciones mantenidas, en las respuestas a las preguntas que le formulaban, en
las valoraciones sobre los aspectos terrenales y celestiales, y demás consideraciones
que constituían los capítulos de la vida cotidiana. Y así como Jesús lo hizo, también los
cristianos debemos aprender que la enseñanza ha de expresarse de una forma natural
a través de la propia vida
En los evangelios vemos al Señor Jesús el mejor maestro, siempre enseñando en toda
circunstancia, y hoy día él sigue enseñándonos, pero como aquellos discípulos, muchas veces
nos cuesta trabajo aprender. Algunos enemigos del aprendizaje son:
Las distracciones (perdemos el enfoque).
La fatiga ( caemos en la monotonía, no nos renovamos y renunciamos)
La aflicción (no depositamos en las manos del Señor el problema que embota nuestro
corazón y no logramos oír cuando Dios está hablando).
El doble animo (el cual impide lograr la meta).
El activismo (por el cual surge un sinnúmero de razones para no escuchar ni asimilar lo
que el Maestro está enseñando y haciendo).
Para seguir fielmente el ejemplo del Gran Maestro Jesús, se requiere de una
disposición real de amor hacia los demás, donde la búsqueda del bien ajeno marque la
diferencia entre un cristianismo teórico y práctico. Teniendo el modelo de Jesús, no es
válida una enseñanza fría e insensible a las necesidades del corazón humano. La
imagen que los demás tengan de Jesucristo, será en cierta medida la imagen que
como discípulos logremos comunicarles con nuestro testimonio diario.
Sabemos que la autoridad del Maestro no fue determinada por la imposición de sus
doctrinas, sino por el dulce impacto de sus palabras, que llenas de amor y compasión,
atrajeron el interés de sus contemporáneos… Dios se hizo hombre. Su cercanía trae
luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento.
Con el mensaje de Jesús nadie permaneció aburrido e impasible, y mucho menos
quedó indiferente. Así que, si el Maestro despertó la admiración de aquellos
espectadores, nos preguntamos hoy, ¿qué efecto causa en la mente y el corazón del
oyente nuestras palabras?
Esta maestra de vida que me mostro a Jesus el gran Maestro, se llama Mely Saurez,
Gracias Mely por amarme, te amo igual. Termino con una poesía
Camino de la Esperanza
Hay en la tierra un sendero: Camino de la esperanza, dicen que no tiene fin,
esa vereda tan larga . ¡ Vereda tenía que ser para perderse en la nada !...
Está sembrada de espinas que se clavan en el alma, y no hay lugar al descanso,
en tan penosa jornada. ¡ De espinas tenía que ser, Camino de la Esperanza !...

No hay un árbol que cobije, del caminante la espalda, ni un mal tronco, ni una piedra, ni
un barranco, ni una falda. ¡ Tan hosco tenía que ser, Camino de la Esperanza !...
Hay que emprender con valor la doliente caminata, sólo el amor y la fe pueden salvar la
distancia. ¡ Amor y fe habían de ser, Camino de la Esperanza!...

Medio perdido en el polvo que con su paso levanta, se ve a lo lejos a un hombre


con la vereda a la espalda. ¡ Un hombre tenía que ser , Camino de la Esperanza !...
Lleva un libro bajo el brazo, brújula en turbia borrasca, su faz es alegre y quieta,
justo retrato de su alma. ¡ Un libro tenía que ser, Camino de la Esperanza !...

Es JESUCRISTO el maestro, quien por la vereda canta, los pájaros le saludan


y hasta la tierra se ablanda. ¡ Maestro tenía que ser , Camino de la Esperanza !...
A su paso, en el sendero encinas y cedros planta, esperando que una sombra
detrás de su sombra salga. ¡ Ramas y nidos y sombras, Camino de la Esperanza !...
Es bello y corto el sendero, la vereda ya no es tan larga, y hay una alfombra de flores
para el viajero que pasa. ¡ De flores tenía que ser, Camino de la Esperanza !
Sólo al maestro, el vidente que las encinas sembrara, de su protección no goza
y a su sombra no descansa. ¡ Maestro tenía que ser para que no descansara !...

No se le vio regresar por la vereda antes larga, ¡ siguió de frente, sembrando


con el camino a la espalda, una sonrisa en los labios y una canción en el alma !
¡ Es un maestro, un vidente, quien no pierde la esperanza !...
¡ Maestro tenía que ser , Camino de la Esperanza !...
Es Jesucristo el Maestro, que por la vereda canta , Los pajaros le saludan y hasta la
tierra se ablanda, Jesucristo tenía que ser, Camino de la esperanza.

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