Ramos Beltrán César Antonio.

Criminología.
Delitos sexuales.

Ley sí es sí.
Bajo esta nueva ley, cualquier relación sexual que tenga lugar sin
consentimiento explícito podrá ser procesado como violación.
Antes de esta ley, para que un acto sexual pudiera ser considerado como
violación tenía que implicar algún tipo de violencia o coerción. De lo contrario
caía sobre la categoría de abuso sexual, un delito menor.
La ley no requiere que el “sí” a una relación sexual se exprese verbalmente,
pero sí dice que “hay consenso cuando se ha expresado libremente mediante
actos que, atendiendo a las circunstancias del caso, expresan claramente la
voluntad de la persona”.
La ley deja claro que el consentimiento no puede darse si la persona no es
capaz de entender la situación debido a los efectos de las drogas o alcohol, o si
se ha quedado dormida.
La nueva ley establece distintos niveles de condenas para los agresores
sexuales, dependiendo de la gravedad del caso. Pueden enfrentar desde
multas hasta 15 años de prisión.
La norma contempla también como delito el acoso callejero, desarrolla la
educación sexo-afectiva en la escuela y refuerza la atención y compensación
de las víctimas de violencia sexual.
Todo esto se originó gracias al abuso sexual que tuvo un joven en España, en
donde ya cansadas las mujeres de los actos machistas y que no se hiciera
justicia en este tipo de casos, lograr hacer esta iniciativa y que la aprobaran
como una ley que ya está en rigor. Así protege a las mujeres de cualquier tipo
de ataque sexual como: acoso, agresiones, violación, tocar sin consentimiento,
protección de material sexual, etc.
Ya que todo esto está arraigado al consentimiento, que es el punto más
importante de esta ley. Que todo acto que se haga a una mujer, sea aprobado
por esta misma o que se tenga un acuerdo previo para que no exista una
violación o sobre pasarse por parte del hombre.
El problema de la ley, es que es un poco controversial y sobre todo es difícil de
legitimar. La mayoría de ocasiones, va a proceder solamente con el testimonio
oral de la persona a la que presuntamente se le cometió una falta, pero va a
ser difícil comprobar 100% que esto sea verdad.
Esto trae un problema en el que puede llegar a presentarse el caso de que no
se haya cometido alguna infracción o que la supuesta ofendida pueda estar
inventando la acusación. Ya que se sabe de muchos casos en qué en realidad
no hubo delito alguno y solo se hacen estas acusaciones a manera de ataque
contra la otra persona, alguna venganza o simplemente porque así lo quiere
quien realice la denuncia.
Es por eso que resulta un poco difícil la aplicación de esta ley al menos aquí en
México. España es un país mejor, en el que se tiene mejor educación, menores
índices delictivos, la gente es más consciente y empática. En México puede ser
que se aproveche esta ley de manera negativa y resulte ser menos beneficioso.
Es muy buena la idea y la implementación de esta ley, pero habría mucho que
analizar para poderla aplicar aquí y se necesitaría de mucho tiempo para que
funcione algo así. A pesar de todo, la iniciativa es muy buena y algo así se
merecen todas las mujeres, una ley que en verdad las proteja de todo tipo de
faltas y que las ayude para al menos sentirse un poco más seguras teniendo
algo que las protege.