Está en la página 1de 2

El matrimonio

Introducción
Si Dios no hubiera considerado el matrimonio como algo importante no hubiera iniciado el antiguo testamento con
un matrimonio (Adán y Eva) y terminado el nuevo testamento con las bodas del cordero. El propósito de Dios para
la familia es ser el centro y fundamento de ella para consolidarla, iniciando con el matrimonio. (Salmo 127: 1-5.
127:1-2).

A quien le gustaría que nuestros hijos tengas un matrimonio como el de nosotros? Esa es la idea que los hijos tienen
del matrimonio, lo que ven en mi matrimonio.

Una sola carne


 Ahora son NUESTRAS cosas, nuestro llamado, nuestro pecado o nuestra santidad. (Gen 2:24)
 Somos uno, pero no puedo tomar el lugar de la cabeza.
 El ministerio necesita que el matrimonio está bien y el matrimonio necesita que yo este bien.
 Hay cosas que le exigimos a nuestro esposo y no entendemos que solo Dios puede proveerlo.

Un pacto
 El matrimonio es un jardín de rosas, con todas sus espinas. (Efesios 5:21-30)
 Diferencia entre contrato y pacto.
o Contrato tiene un tiempo de caducidad, un pacto no.
o En el contrato se deben cumplir los estatutos sino se rompen, los pactos no. (Gálatas 3:15)
 El matrimonio es un acuerdo entre dos personas, pero es un pacto de tres personas.
 Las personas unidas no tienen el pacto solo el acuerdo y se les deben invitar a hacer ese pacto.
 Al casarnos hacemos promesas (en la salud y en la enfermedad) que debemos cumplir, aunque nuestro
conyugue no lo haga, que no quede en mi.
 En el noviazgo no hay defectos, pero al casarnos iniciamos a vivir como un contrato, si el cumple yo cumplo,
si el cambia yo cambio. Dios nos capacita para dar.

El propósito de Dios para el matrimonio


 Que haya enriquecimiento mutuo a nivel espiritual y emocional (Génesis 2:18-23).
 Que los componentes se casen uno con el otro y no con toda la familia (Génesis 2:24).
 Que exista fidelidad mutua, permanencia y monogamia.

Siembra y cosecha
 Las que vivo hoy en el matrimonio es resultado de una siembra que hice ayer (Gálatas 6:7-10).
 Hay cosas que llevan más tiempo para que den fruto, pero hay que seguir sembrando.
 La cosecha puede cambiarse pero lleva tiempo, hay que arrancar el mal fruto, preparar la tierra, sembrar y
esperar el nuevo fruto. La mayoría de cambios se logran orando y sembrando.
 Cada cierto tiempo debemos retroalimentar la relación.

Someternos unos a otros en el temor de Dios.


 Es tomar el lugar divinamente dispuesto en una relación dada
 La esposa estar sujeta al liderazgo del esposo.
 El esposo a las necesidades de la esposa con amor y abnegación.
 No significa anular nuestra personalidad, pero si relacionarme con un espíritu suave y apacible.
 Mi trabajo no es hacerme más fácil la vida a mí, sino hacerle más fácil la vida a mi pareja.
 Como hija de Dios mi matrimonio es ejemplar, por lo que debo guardar buen testimonio.
 Servirlo, respetarlo y honrarlo.
 Ayudarlo y guardarlo. (Gen 2:18)
 Aceptarlo y perdonarlo.
 Amarlo como el necesita ser amado (Los 5 lenguajes del amor)
o Palabras de afirmación
o Tiempo de calidad
o Recibir regalos
o Toque físico
o Actos de servicio

Que el marido sea la cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia
 Todo grupo necesita de alguien que lo dirija, Dios ha decidido que el líder de la familia sea el varón.
 La dirección debe ser con amor, amabilidad y consideración.
 Responsabilidades de la cabeza:
o Provisión de las necesidades físicas y espirituales.
o Amor, protección y el interés por su bienestar.
o Honrarla, comprenderla, apreciarla y considerarla.
o Absoluta fidelidad.

Factores que inciden en el fracaso matrimonial


 Los contrayentes van al matrimonio alentados por falsas expectativas.
 Los componentes de la pareja quieren imponer su voluntad.
 El orgullo es uno de los elementos que anidan en la pareja y les impide reconocer sus errores.
 El desconocimiento de que el matrimonio es una fusión de dos, pero conserva cada uno su identidad.
 Desestimar el hecho de que, después de Dios y de uno mismo, el conyugue ocupa el lugar preponderante.

La comunicación
 Aprender a escuchar. Generalmente sólo procesamos el 20% de la información que recibimos.
 Medir el alcance de las palabras. (Proverbios 18:21).
 Ser cuidadosos del significado de las palabras (Job 19:2. y Santiago 3:10).

Conclusión:
No podre amar a alguien si no me amo a mi misma. Si como mujer no me amo, no podre amar a mi pareja.

Como pareja debemos comprender que es necesario darle a Dios el lugar central en nuestro matrimonio, para lograr
realizar cambios necesarios y crear una relación de pareja satisfactoria y edificante. ¿Está dispuesta a abrirle las
puertas de su matrimonio a Dios?

También podría gustarte