ATT: Fanny.

Querido Padre…

Este cumpleaños quise que fuera algo distinto, y después de descubrir cuanto
me gusta escribir, decidí redactar esta carta para ti. Sé que es común que en
cada cumpleaños recibamos regalos, abrazos, buenos deseos y
agradecimientos, pero hoy, en mi cumpleaños 20, quiero que los papeles
cambien, y ahora quiero ser yo la que te agradezca y felicite a ti, por tu
valentía, por cada esfuerzo, cada muestra de amor, de cariño y cada dificultad
que se cruzo en tu camino en estos 20 años de ser padre. Sé que no ha sido un
camino fácil, que nadie enseña cómo ser padre, como guiar a cada hijo, pero
hay algo maravilloso que se logra cuando se camina de la mano de Dios. Y no
puede haber otra explicación, es la gracia de Dios, que ustedes permitieron y
dejaron actuar en su matrimonio, la que ha dado frutos en cada uno de
nosotros. No imaginas cuanto agradezco tu formación, tu educación, tu amor y
el cariño que me han acompañado durante mis 20 años. Gracias por responder
día a día a tu llamado y a esta vocación a la paternidad a la cual nunca has
fallado. Se que antes no lo entendía, no lograba mi mente comprender porque
hacías lo que hacías, porque no me dejabas salir, si yo quería ser un alma libre,
si yo quería enamorarme y hacer lo que el mundo dice que se debe hacer. Pero
en este momento, todo cobra sentido, todo comienza a tener explicación.
Gracias a cada decisión que has tomado en sobre cómo educarme, como
guiarme, y en como yo he decidido seguirlas es el resultado de donde estoy
ahora. Gracias, gracias por siempre querer lo mejor para mi, aun cuando yo no
lo entendía, siempre veías y cuidabas de mi.

Quiero que sepas que mi corazón retumba de alegría y felicidad, quiero que
nunca olvides que soy tan feliz y estoy tan agradecida de que me apoyes en
esta carrera que mi corazón y mi alma anhelaban estudiar. No puedes imaginar
cómo me ha cambiado este año de ser Universitaria, un año que se me ha
pasado rapidísimo, pero que me ha abierto los ojos tanto, que me ha hecho
descubrir un mundo nuevo, tener esperanza, fe y descubrir que el mundo
necesita ser cambiado, y que cada uno podemos hacer algo para ayudar. Tu y
mi madre lo han hecho muy bien, han traído al mundo cuatro luces de
esperanza, y nos han formado con la sensibilidad de querer ayudar al que lo
necesite. Estoy tremendamente feliz de que me apoyen, confíen en mí y me
acompañen a alcanzar este sueño.
ATT: Fanny.

Gracias por todo Papa, quiero que mi vida sea muestra del cariño, amor y
agradecimiento que te tengo a ti, y a mi ma.

Le pido a Dios, que te cuide, te proteja y te llene de salud, y a mí me permita

seguir viviendo muchas aventaras más a tu lado.