El obrar del hombre, no solo se caracteriza por los valores, sino también porque estos valores son asumidos por la persona para su obrar diario. Algo que se resaltó mucho fue que la libertad y los valores son elementos inseparables. Tener libertad no significa ser irresponsable física o moralmente. A pesar de poseer libertad, el mundo nos somete a actuar de una manera determinada para que de ninguna manera se corrompa nuestro actuar. De esta manera, esa libertad nos permite obrar sabiendo lo que se hace y por qué se hace. Cuando se tiene libertad de sabiduría se puede decir que realmente se es verdaderamente libre, esto porque el hombre llega a ser auténticamente él mismo y gracias a esto puede decirse que es un equivalente de madurez. Finalmente, al hablar sobre la raíz de la libertad humana se llega una solo alternativa, la cual es ¿Soy libre o no soy libre?, y la verdad es que realmente el sí y el no pueden coexistir según cual sea la dimensión de libertad a la que se mire.