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La historia de Jonas

El señor se dirigió a Jonás y le dijo: » Anda a Nínive y anuncia que voy a destruirla, porque hasta
mi ha llegado la noticia de su maldad»

Jonas desobedece a Dios y huye al puerto de Jope en donde encuentra un barco dispuesto a salir
para Tarsis. Dios observando la desobediencia de Jonás hizo que soplara un viento fuerte, lo cual
dio como resultado que en alta mar se levantará una tempestad que parecía que el barco se
haría pedazos.

A Jonás no le quedo otra opción que contar que era hebreo y que le rendía culto a Dios y que en
ese momento se encontraba huyendo del Señor y los marineros al oír todo lo que les contó
vieron que el mar se agitaba más y más y sintieron mucho miedo.

entonces clamaron al Señor, no nos deje morir por culpa de este hombre, y si es inocente, no
nos haga responsable de su muerte y dicho esto lo echaron al mar y se aquietó su furor. Al verlo
los marineros sintieron una gran reverencia por Dios y le dieron un sacrificio y le hicieron
promesas. Entre tanto Dios ya había dispuesto un enorme pez para que se tragara a Jonás; y
estuvo allí en el vientre del pez tres días y tres noches

Jonás es vomitado por el pez


Entonces Jonás oró al Señor su Dios dentro del pez, diciendo: » En mi angustia clamé a ti, Señor,
y tú me respondiste. Desde las profundidades de la muerte clamé a ti, y tú me oíste. Me arrojaste
a lo más hondo del mar, y las corrientes me envolvieron. Las grandes olas que tú mandas
pasaban sobre mí. Llegué a sentirme echado de tu presencia, pensé que no volvería a ver tu
santo templo. Las aguas me rodeaban por completo, me cubría el mar profundo; las algas se
enredaban a mi cabeza.» Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás a tierra firme.

La ciudad de Nínive se arrepiente de sus pecados

Dios se dirigió por segunda vez a Jonás y le dijo: «Anda a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo
que te voy a decir.»

Al Jonás entrar en la ciudad y comenzó su recorrido gritando a fuerte voz «¡Dentro de cuarenta
días Nínive será destruida!» Los habitantes de la ciudad creyeron en Dios y decidieron hacer
ayuno y se colocaron ropas ásperas en señal de dolor. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive él
también se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó
en el suelo

La misericordia de Dios es tan grande que si Él observará que nosotros como sus hijos que
estamos en pecado, cambiamos nuestras actitudes inicuas , Él estaría dispuesto a perdonarnos
porque así como dice su palabra en

Nínive se arrepiente de sus pecados

Jonás se enoja con Dios

A Jonás le cayó muy mal lo que Dios había hecho, y, se disgustó mucho. Así que oró al Señor, y
le dijo: » – Mira, Señor, esto es lo que yo decía que iba a pasar cuando aún me encontraba en
mi tierra. Por eso quise huir de prisa a Tarsis, pues yo sé que tú eres un Dios tierno y compasivo,
que no te enojas fácilmente, y que es tanto tu amor que anuncias un castigo y luego te
arrepientes. Por eso, Señor, te ruego me quites la vida. Más vale morir que seguir viviendo. Pero
el Señor le contestó: ¿ Te parece bien enojarte así?

Jonás salió de la ciudad y acampó al oriente de ella, allí hizo una enramada y se sentó a su
sombra, esperando a ver que iba a pasar a la ciudad. Dios el Señor dispuso entonces que una
mata de ricino creciera por encima de Jonás, y que su sombra le cubriera la cabeza para que se
sintiera mejor. Jonás estaba muy contento con aquella mata de ricino. Pero, al amanecer del día
siguiente, Dios dispuso que un gusano picara el ricino, y éste se secó.

Cuando el sol salió, Dios dispuso que soplara un viento caliente del este, y como el sol le daba a
Jonás directamente en la cabeza, él sintió que se desmayaba, y quería morirse.

Entonces el Señor le dijo:-Tú no sembraste la mata de ricino, ni la hiciste crecer; en una noche
nació, y a la otra murió. Sin embrago le tienes compasión. Pues con mayor razón debo yo tener
compasión de Nínive, esa gran ciudad ciudad donde hay más de ciento veinte mil niños
inocentes y muchos animales.

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