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Responder las preguntas de la plataforma

Narciza del R. Arellano Erazo

Escuela de Teología para Laicos - ESTELA

Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato

Latacunga-Cotopaxi

Barrio Bellavista - Av. Miguel Iturralde S/N

0988668655

narcizarae@gmail.com

Francisco Toalombo, Pd.


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Tema IV

Sintetice los temas de esta clase:

1. El mundo es creación de Dios.


El Dios de los judeocristianos es un Dios extrovertido; es decir, que tiende a
comunicar sus sentimientos a los demás, es un Dios que sale de sí mismo y se
proyecta más allá, es un Dios creador que crea algo distinto de sí mismo y mantiene
una relación de comunicación permanente con todas las criaturas, especialmente con
el hombre.

2. Un producto de amor.
Dios crea desde la nada, pues nada le obliga a Dios a crear; sino que, es su soberana
voluntad de comunicación, Dios es amor, Dios es servicio, Dios es lealtad, todos estos
son gestos del amor de Dios, de un convite o ágape que él lo dona gratuitamente al ser
humano. Dios es Padre, Dios es persona, Dios es libre y crea y comparte
exclusivamente por amor, y ese amor recibido gratuitamente es el que regirá al
hombre a lo largo de su vida.

3. Una concepción del tiempo como historia.


La cultura griega y las civilizaciones orientales concebían al tiempo como un círculo,
símbolo de lo inmutable y eterno, creían que el tiempo debía terminar en donde se ha
iniciado; por tanto, no aportaba nada novedoso, sino que siempre tenía el mismo
escenario. Pero con el pasar del tiempo, se contempla una realidad con el proceso de
creación más abierta; en el que se piensa que el tiempo debe tener un comienzo, debe
tener también un término consumador y deberá tener también un final; pues el
hombre, nace, crece, se desarrolla y muere; en este proceso de crecimiento, el hombre
puede avanzar ya sea en su pensamiento, en su forma de ser o actuar o puede
retroceder, no dando lugar al crecimiento como ser humano, pero nunca se va a quedar
estático.
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4. Una secularización de la realidad mundana.


La Doctrina de la Creación permite al mundo y con ella al hombre, por primera vez ser
mundano, no divino; por lo tanto, se considera al hombre como un ser gobernable, no
intangible. De esta manera, podemos ver que la civilización técnico-científica se ha
desarrollado con mayor rapidez en las regiones dominadas por la fe; pero debemos
tomar en cuenta, que la fe en la creación implica una ética ecológica, un modelo de
relación hombre-naturaleza, que le permita contemplar a esta naturaleza como su
hogar, como su patria, a la vez como algo sagrado, pues en la naturaleza se ve la
presencia del creador (Dios).

5. Una acción fundada en la voluntad de entrega libre y gratuita.


El amor creador surge desde la nada, desde la libertad de lo supremamente gratuito.
En el evangelio, los que son como nada (P. Ej.: los niños, humillados, ofendidos,
marginados, etc.) son los más amados, precisamente porque son los que menos
esperan o exigen amor. La comunidad de los creyentes tendrá que ser presencia viva
del amor de Dios, libre y gratuito, porque de lo contrario, no podrá demostrar esa
acción cristiana, desprendida, libre y voluntaria de ese Dios creador.

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