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23/11/21
confianza del Rey, pero la Corte es un mundo atravesado por todo tipo de
luchas de facciones cortesanas, de intereses de grupo, en el que es difícil
distinguir dónde empieza el Gobierno y dónde empieza la Corte no hay unos
organismos gubernativos nítidamente diferenciados.
Los dos lo conseguirían casi de forma simultánea, en 1615 el Conde de Olivares
fue designado gentilhombre de Cámara del que sería el rey Felipe IV, que fue
finalmente coronado en 1621 y Olivares convertido en su ministro más
influyente. En el camino el Conde había apoyado primero y se había enfrentado
después a los duques de Lerma y de Uceda sus antecesores, en esa función las
intrigas cortesanas no le eran desconocidas e hizo buen uso de ellas para rodear
a un rey muy poco predispuesto a la pesada tarea de gobernar. Olivares se
encuentra en una situación complicada porque encuentra una monarquía
gastada por años de guerras, sobre todo en base a la sustentación esencial que
es la Corona de Castilla.
Richelieu siendo un joven obispo, accedió en 1616 al entorno de la reina regente
de Francia, María de Medicis, en aquel momento la situación en el país era
incierta y peligrosa. A las luchas entre los partidarios de la reina y los de su hijo
Luís por el trono de Francia, se sumaba la resistencia de los nobles no muy
dispuestos a acatar el poder real y como telón de fondo el constante acecho de
una rebelión de los protestantes hugonotes, recientemente pacificados pero
dispuestos a reiniciar la lucha en esas turbulentas aguas políticas. En 1619,
cuando María de Médicis pierde la puja por el trono con su hijo que sería
finalmente coronado como Luis XIII, Richelieu fue desterrado al entonces
territorio papal de Avignon, sin embargo, haciendo uso de sus buenos oficios
conseguiría desde allí reconciliar al rey con su madre, en 1621 volvería del
destierro reivindicado y honrado con el título de cardenal. En aquel momento la
autoridad real estaba seriamente cuestionada y los ministros no habían logrado
revertir esa situación. Richelieu montó una campaña de desprestigio contra su
principal rival Charles de Gaulle a quien logró apartar del poder.
Libre de estorbos y con Luis necesitado de apoyos, consiguió sus propósitos, en
1624 era ya una pieza imprescindible en el Gobierno de Luis XIII, quien a pesar
de todo siempre sentiría aversión y desconfianza hacia el cardenal.
Richelieu planteó 3 objetivos esenciales, dos de política interior y uno de
política exterior. De política interior era el dominar y controlar a la aristocracia
francesa que, a diferencia de la española, tenía un comportamiento político que
no era de fiar.
En la etapa anterior las guerras de religión en que Francia se vio sumida
durante buena parte de la segunda mitad del siglo XVI fue una ocasión en que
la alta aristocracia católica o la aristocracia hugonote calvinista consolidó
enormemente sus posturas de poder, en detrimento de la autoridad de la
corona, esa situación no se había resuelto y ahora con la regencia vuelve a
hacerse manifiesta, de tal modo que un objetivo principal Richelieu no alcanzó
Malena Marín Escribano
23/11/21
la cima, no solo por su habilidad para sortear las intrigas de la corte lo hizo
también por la innegable calidad de su gestión ministerial en eso también se
parecería mucho a su futuro y eterno rival el Conde Duque.
Lentamente el poder efectivo fluyó a las manos de ambos y el enfrentamiento se
hizo inevitable, la recuperación de la grandeza de España volvía a chocar, como
en el siglo anterior, con los deseos de Francia de transformarse en una gran
potencia europea. El problema con el que tuvo que luchar Richelieu era un
problema estrictamente confesional, religioso, y en cambio en España el
problema era el de la propia estructuración territorial de España viejo problema
histórico siendo una de las víctimas sin duda alguna el Conde Duque, que
cuando se hizo cargo de los asuntos de España, en 1621, la situación interna del
país era mucho menos conflictiva que la francesa, la monarquía estaba mucho
más consolidada. Aunque durante el reinado de Felipe III, el personalismo real
había cedido ante el crecimiento de una poderosa facción aristocrática.
Al entrar en el siglo XVII, España había perdido parte de la mística imperial en
manos de una burocracia improductiva de nobles e hidalgos que medraban con
sus riquezas, pero además se vio afectada por un trascendente episodio que
distorsionaría la realidad europea. En 1618, en Praga las tensiones acumuladas
entre católicos y protestantes habían estallado para dar comienzo a la guerra de
los 30 años, sabemos que en su origen es una guerra alemana que enfrenta al
emperador por un lado como proyecto centralista y de recaudación del imperio,
con los otros principados alemanes protestantes, los calvinistas, que tienen
como objetivo mantener esa división dentro del imperio que buscan el status
quo de un emperador honorífico pero que no tiene capacidad de Gobierno.
España no se involucró de forma directa en el conflicto pero tuvo que asistir con
ayuda militar y económica a la rama austriaca de los Habsburgo. Esa guerra
interminable, plagada de alianzas y de traiciones, tuvo otra inmediata
consecuencia negativa para España, en 1621 se reanudaron las hostilidades
contra los holandeses aliados de la coalición protestante, y apoyar una guerra y
sostener otra fue demasiado para las finanzas reales corroídas por una creciente
corrupción. Entraron en una crisis terminal, Olivares imaginó y planificó una
profunda y ambiciosa reforma integral que apuntaba a sacar a España de la
inercia decadente en la que comenzaba a caer, optimizando sus recursos. El
Conde Duque quería modernizar hábitos, modificar costumbres, repartir el
esfuerzo de guerra entre todos los reinos españoles, y sobre todo concentrar
todo el poder del Estado en la autoridad real.
En Francia estaba en juego el fortalecimiento de la figura del Rey y el recorte
drástico de los privilegios de los nobles que ponían en riesgo constante la
unidad del Reino. El famoso gran Memorial, escrito en diciembre de 1624,
ofrecido a Felipe IV en diciembre de 1624, es el documento en que Olivares
establece una serie de objetivos de Gobierno interno. De todos modos hay que
señalar que previamente al gran Memorial, la Junta de reformación establecida
unos años antes la cual fue un comité gubernativo encargado de establecer una
Malena Marín Escribano
23/11/21