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CHATARRA ELECTRÓNICA
Definición
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) un desecho
electrónico es todo dispositivo alimentado por la energía eléctrica cuya vida útil haya culminado.
La convención de Basilea por su parte define la chatarra electrónica como todo equipo o componente
electrónico incapaz de cumplir la tarea para la que originariamente fueron inventados y producidos.
En España estos residuos están legislados por el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que los define como:
Aparatos eléctricos y electrónicos» o «AEE»: todos los aparatos que para funcionar debidamente
necesitan corriente eléctrica o campos electromagnéticos, y los aparatos necesarios para generar,
transmitir y medir tales corrientes y campos, que están destinados a utilizarse con una tensión
nominal no superior a 1.000 voltios en corriente alterna y 1.500 voltios en corriente continua.
Aparatos incluidos
El ámbito de aplicación del real decreto 110/2015 abarca las siguientes categorías de residuos:
A partir del 14 de agosto se clasificarán los AEE en 7 categorías 3 (en lugar de 10), según lo dispuesto
en el Real Decreto 110/2015. Estas nuevas categorías son:
Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos. Por
ejemplo, son tóxicos, debido a que incluyen componentes tóxicos como el plomo, el mercurio y el
cadmio. También llevan selenio y arsénico, entre otros. Cuando estos compuestos
son fundidos liberan toxinas al aire, tierra y agua. Otro problema es que suelen llevarse a los países
del tercer mundo porque es rentable. Allí se convierten en receptores de esta contaminación.
Vertederos tecnológicos
La PNUMA calcula que se generan cerca de 50 millones de toneladas, de aparatos electrónicos que
son desechados anualmente.
Existen grandes vertederos donde los países occidentales vierten sus RAEE. El mayor vertedero del
mundo de ese tipo se encuentra en China, concretamente en la ciudad de Guiyu, información que el
propio gobierno chino ha confirmado. Se calcula que en esa ciudad trabajan 150 000 personas para
tratar la basura que llega, principalmente, de Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea del Sur.
La ONU estima que el 80 % de la basura tecnológica generada en todo el mundo se exporta a países
tercermundistas donde no existe ninguna regulación.
Otro gigantesco punto para verter RAEE localizado en Ghana, África, Que emplea indirectamente a
unas 30 000 personas, y aporta por año entre 105 y 268 millones de dólares al país.
Ghana importa alrededor de 215.000 toneladas cada año. Muestras de contaminación tomadas en los
suelos determinan niveles muy altos de concentración de metales pesados, como plomo, cobre o
mercurio.
Otro peligro es una práctica muy común que consiste en quemar los aparatos para retirar los plásticos
y poder acceder más rápidamente a los metales que contienen, como el cobre o el aluminio. Este
humo resultante es muy tóxico.
Posibles soluciones
Algunas posibles soluciones consisten en:
Reciclar los componentes que no puedan repararse. Hay empresas que acopian y reciclan estos
aparatos sin costo para los dueños de los equipos en desuso.
Promover la reducción de sustancias peligrosas que se usan en ciertos productos electrónicos que
se venden en cada país.
La responsabilidad extendida del productor en la cual luego de su uso por los consumidores el
propio productor se lleva el producto, esto los impulsa a mejorar los diseños para que sean más
sencillos de reciclar y reutilizar.
En algunos países se piensa en todo el ciclo de vida de un producto. Se multa a la gente que no se
comporta responsablemente luego de consumir. Incluso algunos productos tienen una tasa
destinada a resolver la exposición final de esos materiales.
Las propias empresas deberían contar con un sistema de reciclaje de sus propios productos, así
todo el planeta se beneficiaría.
La «chatarra electrónica» o RAEE (Residuo de Aparato Eléctrico y Electrónico) puede considerarse en
general como residuo peligroso ya que contienen pilas, baterías, etc. Estos residuos deben ser
transportados con transportistas autorizados de residuos peligrosos y destinado a gestores
autorizados, en ningún caso a chatarrerías comunes.
El transporte o entrega directa a chatarrerías no autorizadas así como la recepción de estos residuos
sin la documentación legal están penados duramente bajo grandes multas.
Investigación - Chatarra Electrónica
Desarrollo del Medio Ambiente
Hay familias que guardan televisores o teléfonos celulares en desuso, sin saber que si se rompe una
pantalla, puede generar gases que tienen efectos muy tóxicos para el organismo.
Esa revelación corresponde a la Fundación VIVA, que es el área de responsabilidad social de la
telefónica VIVA, que el 2014 hizo una prueba piloto al instalar en la Expocruz y en Feicobol
contenedores para recolectar residuos eléctricos y electrónicos, mientras que en La Paz, un camión
visitó diferentes barrios con el objetivo de recolectar estos residuos para entregarlos a gestores para
su correcta disposición y evitar la contaminación al medioambiente y daños a la salud de la población.
La Fundación Viva, desde 2014 ha logrado acopiar y entregar a los gestores autorizados más de 40
toneladas de Raee,
El 2016 el Fondo Multilateral de Inversión y la Fundación VIVA comenzaron a preparar un proyecto de
reciclaje de Raee.
En abril de 2017 se firmó el convenio para la implementación del proyecto “Reciclaje de Residuos de
Aparatos Eléctricos y Electrónicos: Economía Circular para la Sostenibilidad en tres ciudades de
Bolivia”.
Fundación VIVA consiguió apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones del Grupo BID, para el
desarrollo del proyecto “e-Waste”, que tiene como objetivo impulsar el reciclaje de residuos
eléctricos y electrónicos generando una economía circular que aporte al desarrollo sostenible del país.
Como parte del apoyo obtenido, Fundación VIVA recibirá un aporte de $us 500.000 para el desarrollo
del programa, cifra que será duplicada por la Fundación y que alcanzará el millón de dólares.
La planta de Fundare funciona desde 2015 y a finales del 2016 realizaron la primera exportación por
un peso de siete toneladas y media.
“Hemos exportado a EEUU, a una empresa que hace una selección más minuciosa de los elementos y
que después, a su vez lo reexporta a una refinadora de metales.
La exportación es un paso para conseguir la auto sostenibilidad que aún no llega.
Raee Fundare tiene un costo operativo de $us 5.000 que van destinados a cubrir sueldos a cinco
personas, pagar alquiler, y las campañas de recolección en diferentes puntos fijos de la ciudad.
También se debe saber que los monitores y las baterías contienen plomo. Cuando este elemento
químico se libera en el medioambiente y es absorbido por los seres vivos, daña los riñones, el cerebro
y todo el sistema nervioso. También hace que disminuyan las habilidades de aprendizaje.
El mercurio está presente en interruptores, cubiertas, monitores y tubos fluorescentes. Afecta el
sistema nervioso, irrita los ojos y provoca erupciones en la piel.
Mientras que los tableros de circuitos y ciertas baterías recargables son de cadmio, un metal pesado
que puede provocar cáncer, debilidad en los huesos, daño al hígado y riñones, al sistema inmunitario,
diarrea y hasta desórdenes psicológicos.
Investigación - Chatarra Electrónica
Desarrollo del Medio Ambiente
ANEXOS