Está en la página 1de 1

CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Una vez abolida la Constitución de Cádiz en España en 1814, en la Nueva España se trató
de terminar con la insurgencia mediante un combate militar directo. Desde 1815 el
movimiento había perdido fuerza, quedando al mando Vicente Guerrero, que convirtió la
lucha en una guerrilla.

En 1820, un movimiento liberal en España obligó a Fernando VII a jurar nuevamente la


Constitución de Cádiz. Esto reavivó las expectativas del grupo insurgente en la Nueva
España. La restauración de la Constitución fue el pretexto para iniciar la Consumación de la
Independencia.

Se pensaba que, si se lograba la independencia, las riquezas de la colonia ya no tendrían


que darse a la metrópoli, sino que se quedaría para garantizar la prosperidad de los
habitantes.

Agustín de Iturbide, líder del ejército realista, estableció una alianza con Vicente Guerrero, y
firmaron el Plan de Iguala. En este se prometió protección a los miembros del clero y líderes
del ejército, frente a las medidas liberales que se estaban produciendo en España, además
que se proponía una monarquía constitucional como forma de gobierno.

En julio de 1821 llegó a Veracruz Juan O´Donojú, para sustituir al virrey. O´Donojú se
entrevistó con Iturbide, dando como resultado la firma de los Tratados de Córdoba, en los
que se aceptaba la independencia de México bajo los términos del Plan de Iguala.

Con los Tratados de Córdoba y el Plan de Iguala, el movimiento de independencia se


consumó. Aunque se aseguraron los privilegios de la Iglesia y el Ejército, también se
incorporaron los anhelos de los insurgentes para lograr la Independencia.

También podría gustarte