Spitzer, Michael. The Musical Human. A History of Life on Earth.
Londres: Bloomsbury, 2021, pp. 178-179.
«Con Atenas y Jerusalén como padres, y Roma como partera, el nacimiento de la
música europea se produjo teniendo como testigos a una bruja buena y a una bruja mala. La bruja mala llegó tarde y maldijo al bebé: “Nunca conocerá un hogar, y tampoco conocerá la verdadera libertad. Envejecerá pero nunca morirá, y envuelta en la complejidad, deambulará permanentemente sobre la faz de la tierra, siendo muy pocos aquellos que podrán oírla”. La bruja buena se dirigió a los padres y les dijo: “Bendigo a vuestra hija con los dones de la perfección formal, del fervor espiritual y de la vida eterna. Será amada en todo el mundo, y todo el mundo conocerá su nombre”»