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{Qué es la filosofia? 1. El problema Consideremos las siguientes preguntas que pueden resultar un tanto desconcer- tantes: 1. 4Existe Dios? 2 {Qué es lo que proporciona energia @ la célula? 3. Son as cosas tal como las percibimos? 4. ZPor qué se ditatan los metales? 5. ¢Tiene la vida humana un sentido, y si fo tiene, cual es? 6. _;Aumentaran las exportaciones sise qui- tal impuesto a las mismas? 7. 4Pueden las normas morales justificarse racionalmente? 8. {Cudl es la conformacién geolégica de América? - ged staf humaa Head a su fin? 10. @Por qué se producen los eclipses? Naturalmente no intentaremos respon- der estas preguntas, sino, mas bien, pregun- tar a su vez sobre ellas: json preguntas consideradas por las ciencias?, json cues tiones filos6ficas?, ,son interrogantes que se pueden responder segin las diversas idcologfas o maneras de entender el mundo? 2. Ciencia y filosofia Algunas de estas preguntas son contesta- das por distintas ciencias. Asi, por ejemplo, Ja2loes por la biologfa, la 4 por la fisica, la 6 por la economia, etc. Para contestar estas preguntas, como se estudi6 en la primera parte de este libro, las ciencias elaboran teorfas, es decir, explicaciones de distintos hechos 0 sucesos; las teorfas son puestas a prueba cotejndolas con los hechos y acep- tadas o rechazadas segiin los resultados de esas pruebas. Para someter a prueba las teorias cientificas se hace uso de la observa- cién y/o la experimentacién, En general, en cada ciencia, en un momento dado, hay un conjunto de teorfas que se considéran basi~ cas y que son aceptadas por el conjunto dela comunidad cientifica. También ocurre que Jas ciencias progresan, es decir, con el paso del tiempo logran construir teorias mas exac- tas, o mAs abarcadoras, que explican mejor que otras los mismos sucesos. Cuando se estudia una ciencia, entonces, se estudia una serie de conocimientos definidos —teorias— y ciertos métodos de que se vale esa ciencia. Las preguntas impares de la lista, en general, no son objeto de estudio de las 119 ciencias, sino dela filosofia. Las ciencias no se hacen cargo de ellas. Las preguntas filo- séficas han recibido miltiples respuestas como producto de Ja reftexién racional alo largo de la historia y no ha sido posible, en general, someter a prueba estas respuestas a través de un proceso de observacién o expe- rimentacién. No hay unanimidad, ni tampo- coun claro progreso al modo de las ciencias; de hecho, alguien puede, hoy, ser platénico © tomista, cs decir, adherir a las respuestas que fil6sofos como Plat6n (siglo TV a.C.) 0 Tomés de Aquino (S. XIII) han dado a las cuestiones filos6ficas. Las preguntas filos6- ficas no tienen respuestas contrastables con Jos hechos porque Ja mayor parte de las veces son preguntas generales que no se refieren alos hechos naturales ossociales que estudian las ciencias, sino a entes u objetos no empiricos, como Dios, 0 a cuestiones valorativas o de sentido como las referidas a Jas normas, a la cuesti6n del desarrollo his- t6rico 0 al sentido de la vida. Sin embargo, algunas preguntas, comola niimero 3, que hemos ubicado en el campo de las filos6ficas, son en cierto modo, objeto de indagacién de las ciencias; la psicologfa, por ejemplo, al estudiar la percepcidn se pregunta por la correspondencia de la mis- ma con Jas cosas. En realidad, podemos considerar que hay una suerte de tierra de nadie 0 zona gris, con preguntas que pueden ser objeto de estudio por parte de la ciencia © de la filosofia. Por ejemplo, si pregunta- mos: “;Qué es el espacio?” 0 “;Qué es el tiempo?”, abordamos cuestiones que han sido, tradicionalmente, objeto de la indaga- ci6n filos6fica, pero queen la actualidad son estudiadas también por la fisica. La zona gris entre ciencia y filosofia se modifica con el tiempo, algunas cuestiones que se podian considerar filoséficas, en la medida en que pasan a ser objeto de una indagacién met6- dica y a tener respuestas més definidas se van constituyendo en cuestiones cientificas. Se podria creer que algin dfa las iiltimas cuestiones filos6ficas serén abordadas por alguna ciencia y a filosofia dejard de existir. Sin embargo, ios hechos no son tan senci- los, mas bien, al contrario, la dilatacién del campo cientifico plantea nuevas cuestiones filos6ficas. Al respecto, un cientffico de la talla de Alberto Finstein decia: “Las actua- les dificultades de su ciencia obligan al fisico a afrontar problemas filos6ficos en grado muy superiora lo que sucedia en otras generaciones”. También, por ejemplo, el desarrollo de la ingenieria genética plantea preguntas como “;serfa correcto fabricar subhombres, déciles, con bajo cociente inte- lectual y fuertes misculos para que realicen las peores tareas si esto permitiera liberar a os auténticos hombres dé las mismas?”. Una pregunta como ésta serfa una pregunta que la filosofia trata en una de sus ramas que se denomina “Btica”. Por otra parte, la ciencia se asienta en ciertos supuestos, es decir, en admitir sin necesidad de demostracién y, muchas ve- ces, sin hacer explicitas ni tematizar, la verdad de algunas proposiciones como la afirmaci6n del valor del conocimiento cien- tifico, ola validez de la observaci6n sensible como instrumento final para contrastar las teorfas con la realidad, y otros. La filosofia, en cambio, aspira a constituirse en un saber sin supuestos, en un saber que sea funda- mento de cualquier otro saber, o, al menos, en un saber en el que cualquier supuesto pueda ser tematizado. En relacién con la cuestién de la filosoffa como saber sin su- puestos al final de este capitulo se incluyen sendos textos del argentino Santiago Ko- vadloffyy del colombiano Danilo Cruz Vélez 3. Ideologia y filosofia Al menos algunas de las preguntas que hemos presentado como filos6ficas son con- testadas por diferentes ideologfas 0 concep- ciones globales de la realidad. Asi, por ejemplo, Ia cuesti6n acerca del sentido dela vida humana puede ser contestada afirman- 120 do que el sentido de la misma es realizar las. acciones que aseguren la salvacién del alma y la vida eterna, Una respuesta de este tipo corresponderia a lo que se denomina la con- cepcién medieval del mundo, muy extendi- da y dominante en Occidente hasta el siglo XY, aproximadamente. La concepcién re~ nacentista del mundo, en cambio, es més terrenal y humanista y valora en alto grado los placeres y la gloria en este mundo. Una concepcién del mundo puede tenersuorigen en una determinada fe religiosa, de este modo se puede hablar de la “concepcién judfa del mundo”, o de la “concepeién cris- tiana” o de la “concepcién musulmana”, y por cada una de ellas queremos decir la manera de comprender el mundo, la realidad y la vida humana propia de cada religién. Algunas importantes concepciones del mun- do se originaron al calor de la lucha politica, como el liberalismo o el socialismo. Es en estos casos que se prefiere usar la expresién “jdeologia” y es asi como habitualmente se dice “ideologia liberal” 0 “ideologia socia- lista”. También estas ideologias configuran una visién del mundo, una concepeién del hombre y dotan de sentido a las acciones humanas. [Una idéologia o concepcién del mundo es una visién global de la realidad que es elaborada desde uiia determinada perspecti- va, unilateralmente. Asi se trata de la con- cepcién judfa, cristiana, musulmana, de la Edad Media, del Renacimiento 0 de la ideo- logfa de un sector u otro, etc. Entre dos ideologias 0 concepciones del mundo més 0 menos enfrentadas es muy dificil hallar un juez, Arbitro o mediador que pueda ser acep- tado por ambas partes; si alguna es un tanto intolerante es posible que las diferencias se resuelvan por medio de la fuerza y que se asista a una persecucién ideolégica. La his- toria de la humanidad esté lena de “guerras santas” libradas en nombre de ideologfas que preténdian constituir la tnica verdad y el instrumento para la salvacin de la hu- manidad, La filosofia presenta una doble diferen- cia con las ideologfas. En primer lugar hay cuestiones o problemas filos6ficos que tie- nen poco o ningtin interés para las ideolo- gfas porque no parecen tener implicancias précticas lo que sf es de interés para las ideologias-, como podria ser preguntarse por la nocién de infinito. Recfprocamente hay cuestiones que preocupan mucho a los ideélogos y que poco o nada interesan a los filsofos como las preguntas acerca de si tal © cual conducta es 0 no es ortodoxa. En consecuencia, aunque hay un terreno comin de preguntas 0 temas de interés filos6fico e ideolégico, lo cierto es que hay cuestiones ideolégicas que no son filos6ficas y cuestio- nes filos6ficas que no son ideolégicas. Pero més importante es una segunda diferencia que se puede establecer entre filosofia ideologia. Para explicarla consideremos co- mo ejemplo la pregunta niimero 5, acerca de si la vida humana tiene un sentido. Desde tina ideologia 0 concepcién del mundo se puede responder a esta pregunta de cierto modo y, en otras ideologias hacerlo de otra manera, pero, cuando se pregunta: “;por qué se afirma que es tal el sentido de la vida?”, la respuesta suele ser del tipo: porque asf lo ha enseiiado Dios, o asi nos ensefiaron nuestros padres 0 nuestros antepasados, 0 porque siempre lo hemos entendido asi, etc. Es decir, las ideologfaso concepciones del mun- do dan respuestas més o menos dogmdticas, que deben ser aceptadas por provenir de alguna autoridad. Desde el punto de vista filos6fico, las mismas preguntas reciben res- puestas criticas, es decir, respuestas funda- mentadas racionalmente, que puedan ser objeto de discusién y andlisis y de una valo- raci6n de los argumentos en que se sostie~ nen. Esto es caracteristico de casi todo el pensamiento filoséfico: un fil6sofo puede sostener libremente ~sin atenerse a ningin dogma o doctrina que haya que aceptar por la fe o por venir de alguna autoridad—lo que se le ocurra, pero debe, como contrapartida, dat razones que, si no prueban su respuesta, 121, porlo menos ia avalan o sostienen de alguna manera y, en consecuencia, permiten que pueda ser sometida a la discusién y a la critica, En este punto, la filosofia se acerca a la ciencia y se nuestra reacia o tiene poca simpatia por aquellos que dicen saber pero son incapaces de argumentar racionalmen- te. Al tratar de dar respuestas fundamenta- & e.

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