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Temperatura y dilatación

La temperatura es la medida de la energía cinética media por molécula. Un termómetro infrarrojo


capta la energía infrarroja invisible que emiten naturalmente todos los objetos. La radiación
infrarroja que proviene del canal de aire del oído pasa por el sistema optico del termómetro y es
convertida en una señal eléctrica proporcional a la energía radiada por esa área. Al calibrar esa
señal con temperaturas conocidas puede mostrarse en una pantalla una cantidad digital.
(Fotografía de Blake Tippens.)

Objetivos Cuando termine de estudiar este capítulo el alumno: 1. Demostrará que ha comprendido
las escalas de temperatura Celsius, Fahren

heit, Kelvin y Rankine, convirtiendo temperaturas específicas de una escala a

sus temperaturas correspondientes en otra. 2. Distinguirá entre temperaturas específicas e


intervalos de temperatura, y podrá convertir un intervalo en una escala en su equivalente en otra.
3. Escribirá las fórmulas para la dilatación lineal, la dilatación de área y la dilatación de volumen, y
será capaz de aplicarlas para la resolución de problemas de tipo similar a los que se ofrecen en
este capítulo.

Hemos estudiado el comportamiento de sistemas en reposo y en movimiento. Se expusieron las


cantidades fundamentales de masa, longitud y tiempo para describir el estado de un sistema
mecánico determinado.

Considere, por ejemplo, un bloque de 10 kg que se mueve con una velocidad constante de 20 m/s.
Los parámetros masa, longitud y tiempo están presentes y son suficientes para describir el
movimiento. Podemos hablar del peso del bloque, de su energía cinética o de su momento o
cantidad de movimiento, pero una descripción completa de un sistema requiere algo más que una
simple enunciación de esas cantidades.

ta que el sistema alcance una condición estable llamada equilibrio térmico. Si los tocamos, tanto el
carbón como el agua nos producen sensaciones similares y ya no hay más transferencia de energía
térmica.

Tales cambios en los estados de energía térmica no pueden explicarse satisfactoriamente en


simples términos de la mecánica clásica. Por tanto, todos los objetos deben tener una nueva
propiedad fundamental que determina si estarán en equilibrio térmico con otros objetos. Esa
propiedad se llama temperatura. En nuestro ejemplo, se dice que los carbones y el agua tienen la
misma temperatura cuando la transferencia de energía entre ellos es igual a cero.

Se dice que dos objetos se encuentran en equilibrio térmico si y sólo si tienen la misma
temperatura,

Una vez que se establece un medio para medir la temperatura, tenemos una condición necesaria y
suficiente para el equilibrio térmico. La transferencia de energía térmica que se debe tan sólo a
una diferencia de temperatura se define como calor.

El calor se define como la transferencia de energia térmica debida a una diferencia de


temperatura.
Antes de estudiar cómo se mide la temperatura debemos distinguir claramente temperatura de
energía térmica. Es posible que dos objetos se hallen en equilibrio térmico (igual temperatura) y
que tengan diferente energía térmica. Considere una jarra de agua y una pequeña taza de agua,
cada una a 90°C de temperatura. Si se mezclan, no habrá transferencia de energía, pero la energía
térmica es mucho mayor en la jarra debido a que contiene mucho mayor número de moléculas.
Recuerde que la energía térmica representa la suma de las energías potencial y cinética de todas
las moléculas. Si vaciamos el agua de cada recipiente sobre dos bloques de hielo por separado,
como se muestra en la figura 16.3, se fundirá más hielo donde se vació el volumen más grande, lo
que indica que tenía más energía térmica.

La medición de la temperatura En general, la temperatura se determina midiendo cierta cantidad


mecánica, óptica o eléctrica que varía con la temperatura. Por ejemplo, la mayor parte de las
sustancias se dilatan cuando aumenta su temperatura. Si hay un cambio en cualquier dimensión
que demuestre tener correspondencia univoca con los cambios de temperatura, la variación
puede emplearse como calibración para medir la temperatura. Un dispositivo calibrado de esta
forma se llama termómetro. La temperatura de otro objeto puede entonces medirse colocando el
termómetro en estrecho contacto con el objeto y permitiendo que los dos alcancen el equilibrio
térmico. La temperatura indicada por un número en el termómetro graduado corresponde
también a la temperatura de los objetos circundantes.

Un termómetro es un dispositivo que, mediante una escala graduada, indica su propia


temperatura,

Son necesarios dos requisitos para construir un termómetro. El primero es que debe haber una
certeza de que alguna propiedad termométrica X varía con la temperatura 1. Si la variación es
lineal, podemos escribir

1 = kx

donde k es la constante de proporcionalidad. La propiedad termométrica debe ser tal que se


pueda medir fácilmente, por ejemplo, la dilatación de un líquido, la presión de un gas o la
resistencia de un circuito eléctrico. Otras cantidades que varían con la temperatura son la energía
de radiación, el color de la luz emitida, la presión de vapor y la susceptibilidad magnética. Se han
construido termómetros para cada una de estas propiedades termométricas. La selección
depende de los límites de temperatura en las que el termómetro es lineal y además de la
mecánica de su uso.

El segundo requisito para construir un termómetro es establecer una escala de temperaturas. Las
primeras escalas de temperatura se basaron en la selección de puntos fijos superiores e inferiores
correspondientes a temperaturas adecuadas para medidas de laboratorio. Dos temperaturas
convenientes y fácilmente reproducibles se eligen como el punto fijo inferior y superior.

El punto fijo inferior (punto de congelación) es la temperatura a la cual el agua y el hielo coexisten
en equilibrio térmico bajo una presión de 1 atm.

El punto fijo superior (punto de ebullición) es la temperatura a la cual el agua y el vapor coexisten
en equilibrio bajo una presión de 1 atm.
Una forma de medir la temperatura, que se usa muy a menudo en el trabajo científico, se originó a
partir de una escala desarrollada por el astrónomo sueco Anders Celsius (17011744). En la escala
Celsius se asignó de forma arbitraria el número 0 al punto de congelación y el número 100 al de
ebullición. Así, a la presión atmosférica, hay 100 divisiones entre el punto de congelación y el
punto de ebullición del agua. Cada división o unidad de la escala recibe el nombre de grado por
ejemplo, con frecuencia se considera que la temperatura ambiente es de 20°C, lo cual se lee como
veinte grados Celsius.

Otra escala para medir la temperatura fue creada en 1714 por Gabriel Daniel Fahrenheit. El
desarrollo de esta escala se basó en la elección de otros puntos fijos: Fahrenheit escogió la
temperatura de congelación de una solución de agua salada como su punto fijo inferior y le asignó
el número y unidad de 0°F. Para el punto fijo superior eligió la temperatura del cuerpo humano.
Por alguna razón inexplicable, él designó el número y la unidad 96°F para la temperatura del
cuerpo. El hecho de que la temperatura del cuerpo humano sea en realidad de 98.6°F indica que
se cometió un error experimental al establecer la escala. Si relacionamos la escala Fahrenheit con
los puntos fijos que fueron aceptados universalmente para la escala Celsius, observamos que 0 y
100°C corresponden a 32 y 212°F respectivamente.

Es posible comparar las dos escalas calibrando termómetros comunes de mercurio contenido en
vidrio. En este tipo de termómetro se aprovecha el hecho de que el mercurio liquido se dilata al
aumentar la temperatura. El instrumento consta de un tubo capilar de vidrio al vacío, con un
depósito de mercurio en su base y cerrado en su extremo superior. Puesto que el mercurio se
dilata más que el tubo de vidrio, la columna de mercurio se eleva en el tubo hasta que el mercurio,
el vidrio y sus alrededores están en equilibrio.

Suponga que fabricamos dos termómetros sin graduar y los colocamos en una mezcla hielo y agua,
como se indica en la figura 16.4. Después de permitir que las columnas de mercurio se estabilicen,
marcamos 0°C en uno de los termómetros y 32°F en el otro. A continuación, colocamos los dos
termómetros directamente sobre agua hirviendo, permitiendo que las columnas de mercurio se
estabilicen en el punto de vapor. Nuevamente marcamos los dos termómetros, inscribiendo 100°C
y 212°F junto al nivel del mercurio por arriba de las marcas correspondientes al punto de
congelación. El nivel del mercurio es igual en ambos termómetros. Por tanto, la única diferencia
entre los dos termómetros es la forma en que es tán graduados. Hay 100 divisiones, o grados
Celsius (°C), entre el punto de congelación y el punto de vapor en el termómetro Celsius, y hay 180
divisiones, o grados Fahrenheit (°F), en el termómetro Fahrenheit. Por consiguiente, 100 grados
Celsius representan el mismo intervalo de temperatura que 180 grados Fahrenheit.
Simbólicamente, 

El símbolo de grado (o) se coloca después de la Cola F para hacer énfasis en que los números
corresponden a intervalos de temperatura y no a temperaturas específicas. En otras palabras, 20°F
se lee "veinte grados Fahrenheit" y corresponde a una diferencia entre dos temperaturas en la
escala Fahrenheit. El símbolo 20°F. por otra parte, se refiere a una marca específica del
termómetro Fahrenheit. Suponga que una sartén con comida caliente se enfria de 98 a 76°E Estos
números corresponden a temperaturas específicas, como lo indica la altura de una columna de
mercurio. Sin embargo, representan un intervalo de temperatura de

St=98°F - 76 F = 22°F Ar se usa para denotar un cambio en la temperatura.


La física que se ocupa de la transferencia de energía térmica casi siempre se interesa en los
cambios de temperatura. Por consiguiente, con frecuencia es necesario convertir un intervalo de
temperatura de una escala en un intervalo correspondiente en otra escala, lo que se logra más
eficazmente recordando, a partir de la ecuación (16.1), que un intervalo de 5°C equivale a un
intervalo de 9°F. Los factores de conversión apropiados pueden escribirse como

5°C 9°F

9°F 5°C

Cuando se convierten F en °C hay que usar el factor de la izquierda; y cuando se convierten °C en


°F, hay que usar el de la derecha.

Cabe recordar que la ecuación (16.2) se emplea para intervalos de temperatura, así que sólo
puede usarse cuando se trabaja con diferencias en ella. Es, por tanto, una cuestión muy diferente
hallar la temperatura en la escala Fahrenheit que corresponda a la misma tempera tura en la
escala Celsius. A partir de razones y proporciones es posible llegar a una ecuación para convertir
temperaturas específicas. Suponga que colocamos dos termómetros en un vaso de precipitado
como se muestra en la figura 16.5. Uno de los termómetros está graduado en grados Fahrenheit y
el otro en grados Celsius. Los símbolos y, denotan la misma tem peratura (la del agua), pero están
en escalas distintas. Con base en la figura es patente que la diferencia entre 1 y 0°C corresponde al
mismo intervalo que la diferencia entre 1 y 32°F. La razón de la primera a las 100 divisiones debe
ser la misma que la razón de la segunda a las 180 divisiones, por consiguiente

IC-O

100

- 32 180

Al simplificar y resolver parat se obtiene

(16.3)

o bien, al despejar,

+ 32

(16.4)

Las dos ecuaciones anteriores no son verdaderas igualdades, ya que resultan en un cambio de
unidades. En vez de decir que 20°C es igual a 68°F debemos decir que una temperatura de 20°C
corresponde a una de 68°F

Ejemplo 16.1
Durante un periodo de 24 h, un riel de acero cambia de temperatura de 20°F por la noche a 70°F al
mediodía. Exprese estos límites de temperatura en grados Celsius. Plan: Primero se reconoce que
tales límites constituyen un intervalo de temperatura, no una temperatura específica. Luego se
determinan esos límites en °F y luego se convierte en °C tras reconocer que un intervalo de 5°C es
el mismo intervalo que 9°F

Solución: El intervalo de temperatura en °F es

At -70°F -20°F -50°F

Para convertir el intervalo a grados Celsius, elegimos el factor de conversión que permite cancelar
las unidades Fahrenheit. O sea,

A1 = 50°F

):

41 = 27.8°C

Ejemplo 16.2

El punto de fusión del plomo es de 330°C. ¿Cuál es la temperatura correspondiente en grados


Fahrenheit? Plan: En este caso se tiene una temperatura específica en la escala Celsius, y debemos
convertirla en la temperatura correspondiente en la escala Fahrenheit. Primero hallaremos la
diferencia de intervalos y luego sumaremos 32°F para compensar la diferencia entre los puntos
cero. Solución: Al sustituir los valores en la ecuación (16.4) se obtiene

2-3! + 32 (330) + 32

594 + 32626°F

Es importante reconocer que, y en las ecuaciones (16.3)y 16.4) representan las temperaturas
correspondientes. Los números son diferentes ya que el origen de cada escala era un punto
diferente y los grados eran de diferente tamaño. Lo que estas ecuaciones nos dicen es la relación
entre los números que están asignados a temperaturas específicas en dos escalas diferentes.

16.3

El termómetro de gas Aunque el termómetro de mercurio en vidrio es el más conocido y usado, no


es tan preciso como otros. Además, el mercurio se congela a aproximadamente -40°C, lo que
restringe el intervalo en que puede ser usado. Un termómetro muy exacto con un extenso rango
de medición se puede construir utilizando las propiedades de un gas. Todos los gases sujetos a
calentamiento se dilatan casi de la misma forma. Si la dilatación se evita manteniendo constante el
volumen, la presión aumentará proporcionalmente con la temperatura.

En general, hay dos tipos de termometros de gas. Uno de ellos mantiene la presion constante y
utiliza el incremento de volumen como indicador. Este tipo se denomina termómetro a presión
constante. El otro tipo, llamado termómetro a volumen constante, mide el incremento de presión
en función de la temperatura. El termómetro a volumen constante se ilustra en la figura 16.6. El
bulbo B contiene gas, y la presión que este ejerce se mide por medio de un manómetro de
mercurio. A medida que aumenta la temperatura del gas, éste se dilata, forzando al mercurio a
desplazarse hacia abajo en el extremo cerrado del tubo y a subir en el extremo abierto. Para
mantener constante el volumen de gas, el mercurio en el extremo abierto del tubo debe elevarse
hasta que el nivel de mercurio en la parte cerrada del tubo coincida con la marca de referencia R.
La diferencia entre los dos niveles de mercurio es entonces una indicación de la presión del gas a
volumen constante. El instrumento puede calibrarse para realizar mediciones de temperatura con
puntos fijos, como ya se explicó en

El mismo aparato puede usarse como un termómetro a presión constante (véase figura 16.7). En
este caso, se permite que el volumen del gas en el bulbo B aumenta a presión constante. La
presión ejercida sobre el gas se mantiene constante a l atm, ya sea bajando o subiendo el mercurio
del tubo abierto hasta que los niveles del metal coincidan en ambos tubos. El cambio de volumen
a causa de la temperatura puede indicarse por medio del nivel de mercurio en el tubo cerrado. La
calibración consiste en marcar el nivel del mercurio en el punto de congelación y hacer otra marca
de su nivel en el punto de vapor. Los termómetros de gas son útiles gracias a que sus límites
prácticamente no existen. Por ello, aunado a su precisión, se usan de manera generalizada en
laboratorios y en oficinas de normas. Sin embargo, son grandes y estorbosos, lo que los hace
inadecuados para gran número de mediciones técnicas delicadas.

La escala de temperatura absoluta Tal vez se le ha ocurrido que las escalas Celsius y Fahrenheit
tienen una seria limitación. Ni 0°C ni 0°F representan realmente una temperatura de 0. En
consecuencia, para temperaturas mucho mas bajas que el punto de congelación resulta una
temperatura negativa. Más grave aún es el hecho de que una fórmula que incluya la temperatura
como variable no funcione con las escalas existentes. Por ejemplo, ya hemos estudiado la
dilatación de un gas al aumentar su temperatura. Podemos establecer esta proporcionalidad como

V = kt

donde k es la constante de proporcionalidad y t es la temperatura. Ciertamente, el volumen de un


gas no es cero a 0°C o negativo a temperaturas negativas, conclusiones que pueden deducirse de
las relaciones anteriores.

Este ejemplo proporciona una clave para establecer una escala absoluta. Si podemos de terminar
la temperatura a la que el volumen de un gas bajo presión constante se vuelve cero, podemos
determinar el verdadero cero de temperatura. Suponga que usamos un termómetro de gas a
presión constante, como el de la figura 16.7. El volumen del gas en el bulbo se puede medir
cuidadosamente, primero en el punto de congelación y luego en el punto de ebullición. Estos dos
puntos pueden marcarse en una gráfica, como en la figura 16.8, con el volumen en la ordenada y
la temperatura en la abscisa. Los puntos A y B corresponden al volumen del gas a las temperaturas
de 0 y 100°C, respectivamente. Una línea recta que una estos dos puntos y se extienda a izquierda
y derecha proporciona una descripción matemática del cambio de volumen en función de la
temperatura. Observe que la recta puede prolongarse indefinidamente a la derecha, lo que indica
que no hay límite superior para la temperatura. Sin embargo, no podemos extender la recta
indefinidamente a la izquierda, porque finalmente intersecará el eje de la temperatura. En este
punto teórico, el gas tendría un volumen de cero. Extender la recta aún más indicaría un volumen
negativo, lo cual no tiene sentido. Por tanto, el punto en el que la recta corta el eje de la
temperatura se llama el cero absoluto de temperatura. (En realidad, cualquier gas real se licua
antes de alcanzar ese punto.)
Si el experimento anterior se realiza con diferentes gases, la pendiente de las curvas variará
ligeramente, pero la intersección en el eje de la temperatura siempre será el mismo, próximo a -
273°C. Por medio de procedimientos teóricos y experimentales muy ingeniosos se ha establecido
que el cero absoluto de temperatura es -273.15°C. En este texto supondremos que es -273°C sin
temer algun error significativo. La conversión en grados Fahrenheit demuestra que el cero
absoluto es igual a -460°F en esa escala.

Una escala de temperatura absoluta tiene el cero absoluto de temperatura como su punto cero.
Una escala de ese tipo fue propuesta por lord Kelvin (1824-1907). El intervalo en esta escala, el
kelvin, ha sido adoptado por el sistema métrico internacional (SI) como la unidad básica para
medir la temperatura. El intervalo sobre la escala Kelvin representa el mismo o de temperatura
que el grado Celsius. Por tanto, un intervalo de 5K (se lee "cinco kelvins") es exactamente igual
que 5°C.

La escala Kelvin se relaciona con la escala Celsius mediante la fórmula

T-1 + 273

(16.5)

Por ejemplo 0°C corresponderán a 273 K. y 100°C corresponderán a 373 K (véase en la


figura 16.9). De ahora en adelante, se reservará el símbolo T para la temperatura absoluta y
el símbolo para otras temperaturas.

Temperatura y dilatación

Debido a problemas de reproducibilidad para medir exactamente los puntos de congelación y de


ebullición del agua, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas estableció una nueva norma en
1954, la cual se basa en el punto triple del agua, que es la única temperatura y presión en la que el
agua, el vapor de agua y el hielo coexisten en equilibrio térmico. Este hecho tan útil ocurre a una
temperatura de aproximadamente 0.01°C y a una presión de 4.58 mm de mercurio. Para conservar
la congruencia con las medidas anteriores, la temperatura del punto triple del agua quedó
establecida exactamente en 273.16 K. Por tanto, el kelvin se define actualmente como la fracción
1/273.16 de la temperatura del punto triple del agua. La temperatura en el SI ahora se fija por esta
definición, y todas las demás escalas deben redefinirse tomando como base únicamente esta
temperatura como patrón.

Una segunda escala absoluta, denominada la escala Rankine, sigue empleándose muy
limitadamente pese a los esfuerzos de varias organizaciones para eliminarla totalmente. El grado
Rankine se incluye en este texto sólo para tener el panorama de este tema. Tiene su punto de cero
absoluto a -460°F, y los intervalos de grado son idénticos al intervalo de grado Fahrenheit. La
relación entre la temperatura en grados Rankine (CR) y la temperatura correspondiente en grados
Fahrenheit es

T, = 1 + 460
(16.6) Recuerde que las ecuaciones (16.5) y (16.6) se aplican para temperaturas específicas. Si nos
interesa un cambio de temperatura o una diferencia en temperatura, el cambio absoluto o la
diferencia es la misma en kelvins que en grados Celsius. Es útil recordar que

1K = 1°C 1°R = 1°F (16.7)

Un termómetro de mercurio y vidrio no puede usarse a temperaturas por debajo de -40°C, ya que
ese metal se congela a tal temperatura. (a) ¿Cuál es el punto de congelación del mercurio en la
escala Kelvin? (b) ¿Cuál es la diferencia entre esta temperatura y el punto de congelación del
agua? Exprese su respuesta en kelvins.

Solución (a): Sustituyendo directamente -40°C en la ecuación (16.5) nos queda

T = -40°C + 273 = 233 K

Solución (b): La diferencia en los puntos de congelación es

Dt = 0°C - (-40°C) = 40°C

Puesto que la magnitud del kelvin es idéntica a la del grado Celsius, la diferencia es también de 40
kelvins.

En este punto se preguntará por qué se siguen conservando las escalas Celsius y Fahrenheit.
Cuando se trabaja con calor, casi siempre lo que interesa son diferencias de temperatura. En
realidad, una diferencia en temperatura es necesaria para que haya transferencia de calor. Si no
fuera así, el sistema estaría en equilibrio térmico. Puesto que las escalas Kelvin y Rankine se basan
en los mismos intervalos que las escalas Celsius y Fahrenheit, no hay diferencia en la escala que se
use para intervalos de temperatura. Por otra parte, si una fórmula requiere una temperatura
específica más que una diferencia de temperatura, se debe usar la escala absoluta

Dilatación lineal

El efecto más frecuente producido por cambios de temperatura es un cambio en el tamaño. Con
pocas excepciones, todas las sustancias incrementan su tamaño cuando se eleva la temperatura,
Los átomos en un sólido se mantienen juntos en un arreglo regular debido a la acción de fuerzas
eléctricas. A cualquier temperatura los átomos vibran con cierta frecuencia y amplitud. A medida
que la temperatura aumenta, se incrementa la amplitud (desplazamiento máximo) de las
vibraciones atómicas, lo que da por resultado un cambio total en las dimensiones del solido.

Un cambio de un sólido en una dimensión se llama dilatación lineal. Experimentalmente se ha


encontrado que un incremento en una sola dimensión, por ejemplo, la longitud de una barra,
depende de la dimensión original y del cambio de temperatura. Por ejemplo, considere la barra de
la figura 10.10. La longitud original es L y la temperatura inicial es lo Cuando se calienta a una
temperatura, la nueva longitud de la barra se indica como L. Por tanto, un cambio en la
temperatura, Ar-1- produce un cambio de longitud, ALL -L. El cambio de longitud proporcional está
dado por dónde a es la constante de proporcionalidad llamada el coeficiente de dilatación lineal
Como un incremento en la temperatura no produce el mismo aumento en la longitud en todos los
materiales, el coeficiente a es una propiedad del material. Tras despejara de la ecuación (16.8) se
obtiene

El coeficiente de dilatación lineal de una sustancia puede definirse como el cambio de longitud por
unidad de longitud por cada grado que cambia la temperatura. Como la razón ALL no tiene
dimensiones, las unidades de a se dan como el inverso de grados o sea, 17 Co 1/°F. En la tabla 16.1
se presentan los coeficientes de dilatación de muchos materiales.

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