“Sin alianzas productivas el campo seguirá quedándose solo”
María la baja, departamento de bolívar, pueblo catalogado como el
más pobre del país, que contaba con la presencia de actores armados al margen de la ley, por lo cual nadie quería permanecer allí. La iniciativa local para no dejar esta zona en abandono y apoyar a que los habitantes tengan suficientes recursos fue la asociatividad, el reto más antiguo que tiene Colombia y que ha afectado el desarrollo rural generando un atraso en las zonas del campo. Y maría la baja es uno de los casos exitosos de esta iniciativa donde antes no existía productividad, comercialización y construcción de tejidos sociales y gracias a la asociatividad se ha logrado ascender los cultivos en cantidad de producción, acceso a insumos y al mercado logrando que la gente no quiera abandonar las tierras. “Oleflores llegó en 1998 a cambiarnos la vida. Nos presentó el negocio de la palma africana y nos explicó sus beneficios. Con varios de mis vecinos nos asociamos y logramos montar una planta extractora, a donde llevamos lo que sembramos en más de 15.000 hectáreas, para luego vendérselo a la empresa”. Doña Juana, Afirma que esta alianza productiva es un gana-gana. “Una sola palma puede durar 25 años produciendo. Hoy tenemos buenos ingresos, mejoramos nuestra calidad de vida y educamos a nuestros hijos”. Muchos otros casos donde se ha llevado acabo esta iniciativa local, a ayudado que el campo no se quede solo. El Buen Vivir, en realidad, se presenta como una oportunidad para construir colectivamente nuevas formas de vida. Como lo es la asociatividad que ha logrado unir el campo con grades empresas sin forzar la naturaleza ni explotarla. En la actualidad es cada vez más necesario generar “alternativas al desarrollo” recurrir a las experiencias, visiones y propuestas de aquellos pueblos dentro y fuera del mundo andino y amazónico empeñados en vivir en armonía entre sí y con la Naturaleza, poseedores de una historia larga y profunda, todavía bastante desconocida e incluso marginada